13 de abril de 2009

El ábside de Santa María de Béjar (1ª Parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.479. Enero de 2008.



       Volvemos desde estas páginas a ocuparnos de nuevo de un monumento mudéjar, aunque esta vez bien conocido por los bejaranos. El ábside mudéjar de la iglesia de Santa María es obra fechable en el siglo XIII y, junto con los cuerpos bajos de la torre, la única estructura conservada de la primitiva iglesia de tiempos de la repoblación. Su gran nave es ampliación del siglo XVI, como sucederá en otras parroquias de Béjar.


Si reparamos en el aspecto externo del ábside, no hay duda que se trata de una de las construcciones más exóticas de nuestro centro histórico, tanto por el empleo masivo del ladrillo (en una ciudad levantada con el granito de su entorno), como por el marcado carácter decorativo que se imprime a sus paramentos (que contrasta vivamente con la austera arquitectura religiosa bejarana). Sin embargo, hoy en día este venerable testigo de nuestro pasado medieval, se muestra abandonado y cada vez más deteriorado ante los ojos perplejos de los turistas y la indiferencia de buena parte de los naturales.



Ábside y campanario de la iglesia de Santa María. Béjar.

En el área castellana el mudéjar se dejó influir claramente, primero por el románico y más tarde por el gótico. El ábside de Santa María es un ejemplo del primer tipo, en lo que algunos especialistas han dado en llamar románico mudéjar, románico de ladrillo o albañilería románica. La arquitectura mudéjar arraigará con fuerza en zonas meseteñas carentes de piedra o de buena piedra, pero con suelos arcillosos. De esta forma este estilo se desarrollará en comarcas como Tierra de Campos, Tierra de Pinares o en la Moraña abulense, con importantes centros de arquitectura mudéjar en Arévalo, Cuéllar, Alba de Tormes, Toro o Toledo.



Si nos centramos sólo en la provincia de Salamanca, vemos cómo todas las construcciones mudéjares se concentran en su noreste (en las tierras de Peñaranda de Bracamonte y Alba de Tormes, y algunos vestigios que se conservan en Salamanca ciudad); a excepción del ábside bejarano y de uno de los ábsides de la iglesia mirobrigense de San Pedro. Adentrándonos más hacia el sur la sequía mudéjar se hace más patente, pues en la provincia de Cáceres apenas podemos enumerar el ábside de la parroquia de Galisteo y el monasterio de Guadalupe (magnífico exponente del perfecto maridaje entre el mudéjar y el gótico más exultante)
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Iglesia de San Juan. Alba de Tormes


¿Por qué en Santa María se levanta un ábside de ladrillo en lugar de uno de granito (como en las iglesias de San Juan, Santiago y El Salvador), encareciendo conscientemente la obra? Seguramente por empeño del promotor de la misma, quien debería conocer muy bien el mudéjar tan extraño en el alfoz bejarano.


Más lógico hubiera sido que el mudéjar se hubiera manifestado en Béjar de la misma forma que en el ábside de la iglesia del convento dominicano de Piedrahíta o de la abadía de Burgohondo, también en la provincia de Ávila. En estas localidades, donde también abunda la piedra berroqueña, las cabeceras de sus iglesias se han construido esencialmente en granito, pero alternando hiladas horizontales de piedra con verdugadas (hiladas horizontales) de ladrillo, en una suerte de aparejo toledano local.


         El ábside es de planta semicircular precedido de un tramo recto (tramo presbiterial) que lo separa de la nave. Al exterior se asienta sobre un zócalo de mampostería de granito, en el que descansa el cuerpo de ladrillo, divido en tres fajas de arcos ciegos, y rematado en un friso de ladrillos en sardinel bajo la cornisa con forma de nacela. Los dos ventanales que rompen la armonía de las arquerías pertenecen a reformas posteriores al siglo XIII; el central por las molduras parece del siglo XVI, pero desde luego es anterior a la existencia del retablo mayor del siglo XVII que inutiliza esta ventana. El tramo recto con toda seguridad es de ladrillo y también estaría recubierto con arquerías ciegas, pero la torre y la capilla del Nazareno ocultan su visión. El interior del ábside y el tramo recto también se adornarían con arquerías de ladrillo como las del exterior, aunque en la actualidad todo queda oculto bajo un grueso enfoscado. Curiosamente de esta manera percibimos mejor las deudas del mudéjar en soluciones espaciales y estructurales con el arte románico contemporáneo; en este caso con el tardorrománico, que se desarrollaría en España entre 1175 y 1230 más o menos. Así, el ábside se cubre con bóveda de horno y el tramo presbiterial con bóveda de cañón apuntado segmentada por arcos fajones; todo igual al interior de las cabeceras tardorrománicas de las iglesias bejaranas de San Juan y de El Salvador o la de la parroquia de Los Santos. En estas iglesias encontramos los mismos elementos que en Santa María, pero todo levantado en piedra.



 Ábside de la iglesia de Santa María la Mayor. Béjar

          Sin intención de ser exhaustivos, vamos a tratar de situar el monumento bejarano dentro del contexto del mudéjar castellano. Para ello seguimos básicamente el trabajo de José Luís Gutiérrez Robledo, quien centrándose en el estudio del mudéjar de la provincia de Ávila clasificó los ábsides entre los que presentaban una única y esbelta arquería y los que mostraban dos o más arquerías superpuestas. Este autor aprovecha para desmentir la suposición de algunos investigadores que suponen una mayor modernidad para los ábsides que presentan la arquería única de estrechos arcos, tal vez tratando de ver una similitud con los ventanales góticos del siglo XIII. Gutiérrez Robledo, con el que estamos de acuerdo, opina que han de ser las formas estructurales y no las decorativas las que determinen la cronología de una obra. Esto se ve en el ábside de Santa María en el antagonismo que se produce entre los arcos de medio punto de la decoración del exterior, y la bóveda y los arcos apuntados de la estructura del interior. En el tardorrománico los arcos apuntados van sucediendo a los de medio punto, característicos del románico pleno, con lo que la presencia de los primeros en el ábside de Santa María manda para fijar la cronología. 

Continuará






ROBLEDO GUTIÉRREZ, J. L.: Sobre el mudéjar en la provincia de Ávila, Ed. Fundación Cultural Santa Teresa & Instituto de Arquitectura Juan de Herrera, Ávila, 2001.



7 comentarios:

  1. Por supuesto, yo tambien creo que hay que fijarse en las formas estructurales y no en las decorativas, que pueden ser añadidas en cualquier momento. Yo creo que es incontestable, entonces.

    Parece que el siglo XVI supuso una revolucion arquitectonica en Bejar, ya que menciona usted que fueron ampliadas las naves de varias parroquias por entonces. Una epoca dorada para el arte, supongo.

    Bisous, madame

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  2. Madame Minuet: durante el siglo XVI hubo una reestructuración de las parroquias en Béjar, pues desde la edad Media nuestra villa contaba con diez, demasiadas para el nivel de población. En 1568 el Obispado de Plasencia decidió reducir a 3 parroquias las 10 existentes y amplió dichos templos para dar cabida a una mayor número de feligreses.

    De ahí el florecimiento de la arquitectura religiosa a la par que la Casa Ducal mejoraba y embellecía el viejo castillo medieval y edificaba su palacete de recreo en El Bosque.

    La iglesia de Santa María presume de tener un ábside mudéjar medieval construído en ladrillo en un paisaje en el que predomina el granito, pero también de ser una de las iglesias más bonitas de Béjar por conservar prácticamente intacta toda su riqueza decorativa de los ss. XVI al XIX.

    Saludos

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  3. Es realmente curiosa la presencia de ladrillo donde abunda la piedra. Me gusta mucho esa mezcla o combinación de estilos. Conozco Guadalupe y, desde luego, resulta espectacular. Saludos cordiales.

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  4. Isabel Romana: es lo que resulta extraño de este ábside. Béjar, como sabrás, se asienta en plena Sierra de Gredos y la mayoría de sus edificios históricos se construían con lo que se tenía más a mano, esto es piedra granítica. ¿Por qué se molestarían en construírlo en ladrillo? Sin duda porque los maestros que lo hicieron eran expertos en esta técnica y porque sería una iglesia singular, distinta y llamativa.
    Saludos

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  5. Hola CArmen:
    Estoy de acuerdo con tu perplejidad en utilizar un material que no sea el granito para construir en en entorno de Béjar. Precisamente en Puebla de San Medel todas las casas están construídas de ese material, pues está rodeada de grandes formaciones graníticas. Además, existen canteras en Sorihuela, Los Santos, etc.
    Un saludo.
    Jesús

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  6. Te descubro zapeando por los blog amigos y veo que aqui en Béjar tambien se hacen buenos sitios e arte e Historia
    saludos brujos

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  7. Cuentos brujos: hago lo que puedo, modestamente hablando, para que la Historia y el Arte de mi pequeña ciudad se conozcan dentro y fuera.
    Muchas gracias por pasearte por mi blog.
    Saludos bejaranos

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.