15 de marzo de 2011

Aventuras y desventuras de un marino bejarano: Tomás Olleros Mansilla (1ª Parte)



Autora: Mª Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.629 (03/XII/2010)

Después de leer hace casi un año el artículo de José Antonio Sánchez Paso en el especial de este mismo semanario con el título de “Bejaranos en el Diccionario Biográfico Español”, quiero hacer una reseña corta sobre la vida de un paisano nuestro que es citado en dicho él y por el que me interesé quizás por las escasas noticias que de su persona se parecían tener. De hecho, en el análisis de personajes bejaranos introducidos en el Diccionario Geográfico Español, Sánchez Paso apuntaba que “de entre todas las fichas que he hallado, la más anecdótica es la de un bejarano que fue marino, Tomás Olleros Mansilla, del que espero con apremio y curiosidad su biografía entera”.


A poco, y gracias a Mariano Gosálvez, llegó a mis manos una biografía publicada, en edición numerada y no venal, del marino bejarano escrita por Manuel Olleros González de Eiris, fallecido recientemente. Con entusiasmo el autor aborda las aventuras y desventuras de Tomás Olleros allende los mares, ora en Cuba y Puerto Rico, ora en Filipinas, ora en las costas de África. Como homenaje a Manuel Olleros y con el fin de dar a conocer la vida de este marino redacto estas líneas cuyos datos están enteramente extraídos de su pequeña biografía, arriba aludida.
Tomás Olleros Mansilla

 


Tomás Olleros Mansilla nació en Béjar el 14 de agosto de 1838, hijo de Anselmo Olleros Pérez y de Petra Mansilla Ramos del Manzano. Desde niño gustó de cuentos de piratas y filibusteros, a pesar de que el mar se encontraba muy lejos de estas sierras nevadas. No sabemos si fue su fértil imaginación o en verdad fuese su verdadera vocación, el caso es que en 1849 don Anselmo escribió una instancia a Isabel II en la que declaraba que su hijo Tomás, niño entonces de 10 años, “desea dedicar a la carrera de las armas en el Cuerpo General de la Armada por la que demuestra especial afición”.

Ingresa entonces en el Colegio Naval Militar de San Carlos y, tras tres años de dura disciplina, en 1856 sienta plaza de Guardamarina de 2ª clase embarcando en la corbeta “Isabel 2ª” para pasar posteriormente a la fragata “Esperanza” y luego a un barco de vapor donde realiza su primer recorrido marítimo, el primero de tantos, surcando las aguas del océano Atlántico desde Cádiz a Cuba.

Fábrica textil del Navazo, perteneciente a su familia (Béjar)

Tras un año de estancia en La Habana, recorriendo los litorales de la costa cubana, vuelve enfermo a la península. Poco después, en 1858, se embarca de nuevo en una misión que tiene como objetivo navegar hasta Fernando Poo y Guinea para estudiar las mareas en lo que se puede llamar una exploración científica. Después marcha de nuevo a Puerto Rico (1859) y luego a Montevideo y Buenos Aires (1860- 1861), siendo nombrado Alférez de Navío.

En 1864 se dirige hacia Filipinas como Segundo Comandante y Ayudante de Derrota en la corbeta “Circe”, cuyo cometido consistía en el traslado de tropas, enfermos y heridos, además de la protección de convoyes. Durante este tiempo navegará por las costas del Mar Índico, de puerto en puerto, contemplando a gentes de las más variadas razas, escuchando lenguas desconocidas, descubriendo especies animales prácticamente vírgenes a los ojos humanos. Por fin, en 1867 es nombrado Comandante del cañonero “Bojeador” y más tarde del “Volcán de Albay”, siendo ascendido en 1868 a Teniente de Navío de Segunda Clase.


Fotografía del "Tornado"

Tomás era por entonces un hombre serio, delgado y moreno, de carácter enérgico aunque cordial, de buen humor y generoso. Es muy interesante leer las anécdotas sobre su persona en la biografía que escribió Manuel Olleros, recabando información suya por los lugares más insospechados, recogiendo testimonios orales que para todo historiador tienen la validez de documento escrito. Una dice mucho de la bravura de don Tomás. Ante la presencia de un dolor de muelas considerable, el capitán se hizo sacar la muela cariada en plena navegación por el barbero de la nave, quien por desgracias del destino le extrajo una completamente sana. Ni que decir tiene que la sacó a dolor vivo sin que el paciente exhalase una sola queja. Viendo lo sucedido, don Tomás le instó a que hiciese la misma operación con la enferma y que colocase la extraída y sana en el mismo lugar en que estaba. La pieza la conservó hasta su muerte.

Entre 1870 y 1873 navegó de nuevo el Atlántico con destino a San Juan de Puerto Rico y de ahí a La Habana. Al finalizar se le confirió a la tripulación de la corbeta “Tornado” como Segundo Comandante, participando en el apresamiento del buque norteamericano “Virginius” que portaba armas para los rebeldes cubanos, y el del vapor filibustero “Horbet”. Más tarde pasó a ser comandante del cañonero “Descubridor” y del “Inomuri”, cuya misión era el traslado de tropas, enfermos y heridos, además de la protección de convoyes. Cuando concluya será ascendido a Teniente de Navío de 1ª Clase.

El "Tornado" apresando al "Viginius" en un grabado de la época
Extraído de aquí
Por sus servicios en pro de los intereses nacionales le son concedidas la Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco de 2ª Clase y la Medalla de Cuba.

A su vuelta y ya de permiso, en ese mismo año de 1873 y en pleno conflicto cantonal, decide alistarse para frenar la insurrección de Cartagena. El ministro no se lo permite, aunque sí acabaría participando en la escuadra de protección del Ejército del Norte en el tercer sitio de Bilbao como Comandante de la goleta “Buenaventura” (un cajón de madera de escasas posibilidades de maniobra), en primera línea de combate. Con su nueva nave protegió del asedio carlista a Portugalete y Bilbao, realizando incursiones en tierra con sus hombres para asaltar puestos enemigos en misiones muy arriesgadas. Desde Sestao se les cañonea constantemente, respondiendo el “Buenaventura” de la misma forma, concluyendo la batalla con varios muertos y la nave bastante dañada. En una situación desesperada, don Tomás logra evadirse de una derrota segura escapando gracias a la ayuda del “Gaditano”. El valor que demostró aguantando a la desesperada durante varios días destrozando en lo que pudo la artillería enemiga y salvando en el último momento, gracias a maniobras arriesgadas y a la vez diestras, a su propia tripulación le valió la concesión de la Cruz de San Fernando y el ingreso en dicha orden militar.
(Continuará)

64 comentarios:

  1. Vaya...nos quedamos en lo mejor, a mi también me encantaban los cuentos de piratas y filibusteros :)

    Un beso, Carmen

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  2. Pero qué interesante. Y qué jóvenes ingresaban entonces en la marina. Debían pasar muchísimas penalidades. Espero con interés la segunda parte. Un abrazo.

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  3. Es claro que este hombre, ademàs de un gran navegante, era muy paciente.

    Yo, al barbero, lo mato.

    Un abrazo.

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  4. Caray! Menudo personaje. La anecdota de la muela nos dice del coraje de este hombre. Ademas, es curioso que la muela sana volviera a fijarse en el hueso.
    Esperando la continuación, un saludo cordial.

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  5. No me extraña lo de su hazaña militar, resistir como un león y salvar a su tripulación, una persona que escapaz de dejarse arrancar una muela, y sana, sin quejarse e implantársela de nuevo.
    Curioso que en la historia de nuestro país haya habido personajes dedicados a la marinería siendo de "secano" en su origen.
    Un saludo.

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  6. Madame, un autentico espiritu aventurero en busca de lejanos horizontes, no cabe duda. Y en realidad logró vivir conforme a sus sueños.
    Excepto en lo de la muela, jiji.

    Buenas noches

    Bisous

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  7. Menudo aventurero, nos dejas con la miel en los labios, quedamos a la espera para seguir de aventuras.

    Besos

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  8. ¡Qué historia tan interesante la de este marino del interior!

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  9. ¡Caray! Me encantan las biografías y la de este marino es muy interesante. Espero la continuación.
    Un saludo.

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  10. Interesantísima la vida de este marino Carmen, estuvo metido en todos los conflictos de su época y recorrió todo el orbe, aguardamos el siguiente capítulo que me temo más triste, pues por las fechas llega el desastre del 98.
    Un abrazo.

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  11. Me gusta conocer las biografías de personajes desconocidos pero de vida interesante. Y en este caso todo se lo debemos al que supongo fue pariente suyo don Manuel; y difundido a gran escala gracias a tu blog, ahora. Un saludo, Carmen.

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  12. Parece una novela de Pérez-Reverte, je,je. Sin embargo, hay que reconocer un valor envidiable en Don Tomás, a la hora de plantarse en la batalla y en la de extraerse una muela. Esperamos la segunda parte, intuyendo la guerra de Cuba.
    Salud¡

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  13. Todo un personaje romántico de aquellos años finales del XIX. UN bejarano cosmopolita que desde aquella pequeña comarca del interior de Castilla llegó a lugares tan alejados y exóticos como las Filipinas o las costas de la Guinea española. También mi bisabuelo estuvo en Cuba en los años finales de la colonia española y por lo que me cuentan lo descrbía como el paraíso, como un vergel.

    Un beso.

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  14. Me encantan las historias de personajes como éste, casi anónimos, que parecen revivir sólo cuando un historiador encuentra una reseña perdida de su nombre.
    ¡Y mucho más si son marinos!
    Espero la segunda parte.
    Saludos, Carmen

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  15. Vaya, pues sí era un hombre con coraje, je, je... más que un marino ¿no sería un pelín piratilla? ja, ja...
    Si tienes documentaciòn podías mirarme si aparece alguien por ahí de nombre Emilio Méndez Gamero... te estaría agradecida...
    Bss...

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  16. ¡Me encantó esta entrada! Mira que hay gente interesante por estas tierras...
    Un fuerte abrazo!!

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  17. Una de piratas!!
    Este Tomás era de armas tomar...nos has dejado en lo mejor.
    Menuda le liaron al pobre con las muelas, de quita y pon :)

    Esperamos que nos cuentes pronto la segunda parte del aventurero Tomás.
    Un beso.

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  18. Apasionante biografía. Parece sacado de un libro de Conrad.

    Saludos.

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  19. Almalaire: ...y a mí también, pero la verdad, prefiero imaginar a meterme en un barco. Seguro que me mareo a las primeras de cambio.

    Besitos

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  20. Isabel Romana: sólo imaginar permanecer durante un año entero dentro de las tripas de un barco dan ganas de marearse o de ponerse histérico con sítomas de claustrofobia.

    Un abrazo

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  21. El Gaucho Santillán: la anécdota pone los pelos de punta, pero creo que ese tipo de bravatas se contaban entre los marineros para aumentar la valentía del jefe del barco. Así la leyenda de estos lobos de mar se engrandecía de generación en generación. Quizás el asunto se podría reducir a la mitad o quizás borrarse por no haber sucedido nunca, lo que no resta bravura al personaje.

    Saludos

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  22. Es que los marinos de entonces estaban preparados para todos: no me queda claro como un barbero, tras sacar una muela, es capaz de colocarla otra vez en su sitio y que se mantenga. Este hombre conoció en los barcos españoles todas las posesiones hispanas de ultramar: cuba, Puerto Rico, Filipinas y las colonias africanas, no esta mál Un cordial saludo, Carmen.

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  23. Lorenzo: continuamos con lo reflexionado en el comentario anterior. Quizás lo que comentas es signo inequívoco de que la anécdota no sea más que la exageración de un hecho o la invención del mismo.

    La segunda parte llegará, no te preocupes.

    Saludos

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  24. Cayetano: lo dicho. Vete a saber si no era una leyenda que se contaba de tripulación en tripulación para aumentar los arrestos del jefe, lo cual no le quita méritos al personaje. Creo que estas leyendas marineras hacían que se aumentara la confianza en el capitán del barco, porque al fin y al cabo uno se ponía a las órdenes suyas y era él quien podía salvar el pellejo de todoa en una situacióin comprometida.

    En cuanto a lo que comentas de los marinos surgidos en sacano, la verdad es que asombra que un tipo nacido entre montañas en el corazón de España se dedique a la Marina. De todos modos entre sus antepasados ya se contaba con militares de tierra. Habría que investigar si alguno de ellos fue marino como él.

    Saludos

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  25. La Dame Masquée: desde luego desde pequeño Tomás se forjó una idea que vio cumplirse en la edad adulta. Creo que lo tenía claro desde el principio enrolándose a una edad tan temprana en la Marina.

    Un beso

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  26. Mª Ángeles y Jose: y esto es sólo el principio.

    Besos

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  27. Francisco Espada: a mi también empezó a picarme la curiosidad cuando leí algún artículo (poca cosa) de historiadores locales y sobre todo a raíz de un artículo publicado por Sánchez Paso en el que se le mencionaba sin muchos más datos. Preguntando acabaron pasándome un librito no venal sobre su vida realizado por un sobrino nieto suyo y de él ha surgido este pequeño relato.

    Saludos

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  28. Valverde de Lucerna: prometo colgar la segunda parte en breve.

    Saludos

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  29. Eduardo: de este personaje se podría escribir una verdadera biografía, mucho más extensa y contextualizada que estos pequeños apuntes que cuelgo hoy. Don Tomás, como bien dices, estuvo presente en muchos de los conflictos españoles de la segunda mitad del siglo XIX.

    Abrazos

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  30. Desde la terraza: don Manuel fue un sobrino tataranieto suyo, o algo parecido. De todos modos el paellido de este gran marino se ha relacionado en Béjar con el desarrollo de la industria textil desde finales del siglo XVIII, moemento en que esta familia se asentó en Béjar y fundó una próspera fábrica en funcionamiento hasta hace unos 5 años aproximadamente.

    Saludos

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  31. Allek: encantada de recibirte en este espacio.

    Un saludo

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  32. Javier Peralta: lo mismo Pérez- Reverte lee este post y se le ocurre escribir una novela, jejej Porque te adelanto que su vida amorosa fue también de novela.

    Saludos

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  33. Carolus: qué pena que don Tomás no viviera a las órdenes del Rey Católico allá por los siglos XVI o XVII, porque si no hubieras tenido otro personaje encuadrado en tu época favorita. De todos modos te adelanto que escribí hace ya un tiempo sobre la vida de otro militar bejarano que estuvo en Flandes en los Tercios de Felipe II, en Italia y la conquista de las Terceras. No sé cuándo colgaré este texto porque es bastante largo, pero todo se andará. Por cierto, el personaje se llamaba Capitán Juan de Bolaños.

    Tu abuelo vivió para contarlo; otros no tuvieron la misma suerte. Seguro que en tu familia guardan como un tesoro las fotografías de tu abuelo vestido para la ocasión.

    Besos

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  34. Xibeliuss: veo que he despertado el interés de muchos de vosotros, porque no es fácil que de Béjar, una ciudad del interior y serrana, surgiera un personaje como éste.

    Saludos

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  35. MariCari: creo que de piratilla tenía poco. Más bien creo que era un hombre con gran sentido del deber; es decir, todo lo contrario. Lo tendré presente, aunque te adelanto que no me suena ese nombre.

    Besitos

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  36. Silvia: sí, parece que más allá de Mateo Hernández (del que por cierto no he hablado para nada en este blog) no existe nadie.

    Besazos

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  37. Laura M.: ¿sabes que de este aventurero nadie tenía noticias salvo un par de articulitos pequeños en el Béjar en Madrid? Menos mla que un sobrino nieto suyo escribió un librillo para lectura familiar que ha venido a caer en mis manos que, si no, me parece que no nos enteramos.

    Besos

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  38. Retablo: lo gracioso es que no es una vida sacada en una novela, sino una vida de novela, ¿no te parece?

    Saludos

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  39. Paco Hidalgo: como comentaba por ahí arriba en otro comentario me parece que es una leyenda magnificada que los marineros se transmitían unos a otros para aumentar su confianza y temor a las órdenes del capitán don Tomás, ¿no te parece?

    Saludos

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  40. Hiiperión: el placer es mío.

    Saludos

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  41. Interesante personaje. Al parecer, el barbero tenía poca experiencia. Espero la segunda parte. ¡Cuántos personajes interesantes desconocemos!
    Un abrazo

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  42. Gran protagonista en una gran historia...

    Los piratas me fascinan.

    Saludos Carmen

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  43. Muy interesante el relato, Carmen.

    También había muchos extremeños en siglos anteriores que se lanzaban al mar sin conocerlo, pero a aquellos como a algunos de los africanos que hoy dia hacen lo mismo sin haber visto en su vida el mar, les movía y les mueve, por desgracia, el hambre.

    A Tomás Olleros, por lo que dices, no le faltaba el pan, a juzgar por la trayectoria de su familia.Por cierto, eran de origen catalán? aqui existe el apellido oller (ollero).

    Muy buena idea lo del libro, pero no hace falta que sea Pérez Reverte, sino Carmen Cascón, que lo haría estupendamente y ahora nos deja con la miel en los labios. Puede ser de este o cualquier otro personaje bejarano, eso sí.
    Un abrazo,

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  44. un marino de tierra adentro con una vida llena de aventuras que seguiré atento a no perderme

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  45. Carmen gracias por la referencia sobre el militar bejarano ;)

    de mi bisabuelo y sus aventuras y desventuras en cuba contamos con una foto y una maleta de madera que ocnstituyen un pequeño tesoro familiar :) ...de otro abuelo conservamos también sus fotos como militar en África

    Un beso.

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  46. Buenas tardes Carmen,

    Qué de sueños me trae a la mente esta entrada. La vida de oficinista Bartleby puede conmigo y si encima leo tus entradas siento unas ganas enormes de aventura.

    Un besote,

    Antonio

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  47. Antorelo: y cada vez surgen más nombres y más ganas de conocerlos.

    Saludos

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  48. Manuel: creo que de pirata, Tomás Olleros Mansilla, tenía poco. Más bien era un perseguidor de piratas.

    Saludos

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  49. Agev: la familia de Tomás Olleros Mansilla era muy solvente económicamente, pues poseían fábrica con tinte propio, cosa poco frecuente en el Béjar de la época. Sus antepasados, apellidados Olleros como él, provenían de Galicia y se asentaron en la villa en el siglo XVIII para trabajar en el textil. De hecho el primer Olleros que llegó a Béjar casó con otra gallega inmigrante de apellido Neira.

    Todo se andará Vega... la vida da para mucho. Gracias por los ánimos.

    Besos

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  50. Jose Luis de la Mata: la historia la concluyo en otra entrada más. El personjae da para mucho, pero esa labor se la dejo a otro investigador.

    Un saludo

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  51. Carolus II: veo que en tu familia había muchos militares. En la mía me temo que son todos fabricantes, notarios, jueces, algún que otro corregidor e impresor, maestros flamencos y campesinos, mucha gente humilde, por cupuesto. Había de todo, jejeje

    Guardad esas fotos como un tesoro.

    Un beso

    P.D. Estoy con el artículo de don Juan Manuel, añadiendo aspectos de su vida relacionados con Béjar. Ya te contaré.

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  52. Markosy: o sea, que utilizas esta blog como vía de escape... Pues me parece estupendo. Olvídate de la oficina y sueña con el mar y las aventuras.

    Saludos

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  53. Estupenda biografía rescatada del anonimato de este paisaino tuyo. Me ha gustado mucho la anécdota de la muela. Yo que he padecido con la boca se lo que es un dolor de muelas. Me ha gustado mucha la reseña. Todo un valiente este Tomás Ollero. Esto era viajar arriesgando la vida en cada momento.
    Un beso y buen finde que se presenta primaveral.

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  54. Vaya personaje novelesco y que trajín se traía de océano en océano, sólo le faltaba haber participado en la Copa América.

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  55. Magnífica semblanza de un hombre aventurero y lanzado como pocos. ESperamos la 2. Yo, Carmen, ando buscando también una bufanda fukushima.
    Saludos blogueros

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  56. Katy: el fin de semana está haciendo un tiempo maravilloso, así que por aquí los bejaranos nos vamos al campo para disfrutar d elos primeros rayos de sol primaverales. Además la sierra está repleta de nieve y son muchos los esquuiadores que nos visitan.

    Besos

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  57. Roberto: ¿te le imaginas en yate?jajaja

    Saludos

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  58. Jose Antonio del Pozo: con la que está cayendo me parece genial prevenir antes que lamentar.

    Saludos

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  59. También los míos eran una humilde familia campesina en Lagunilla :), pero ya sabes que en aquellos años de guerras las levas eran obligatorias y llegaban hasta el corazón de la misma Castilla. Pero sí, parece que gusta eso del uniforme en mi familia porque también contamos con un guardia civil y un policía nacional :)

    Un beso.

    PD: ok para lo del Duque ;)

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  60. Carolus II: tienes razón. En aquella época muy pocos podían elegir y eran muchos los obligados a ir a levas.

    Besos

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  61. Vaya Carmen, con las aventuras de Don Tomás no nos alejamos mucho del mundo de las goletas y de los píratas, me gusta. Es evidente que te gusta investigar y lo haces muy bien por cierto, con gran suerte para nosotros que disfrutamos con tus narraciones.
    No me extraña que este hombre tan peciliar haya despertado tú interés, no es frecuente que un hombre que nació y vivió lejos del mar tuviese tendéncia hacía una carrera naval.
    Demuestra mucho arrojo y valor ¡Ay! aún me rechina la muela :D
    Me encantará seguir leyendo sobre él.
    Un beso.

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  62. Wendy: de momento haré un punto y a parte en la vida del marino bejarano porque hay dos pequeñas noticias que quiero dar a conocer antes de continuar con don Tomás.

    Besitos y gracias por comentar

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  63. Me ha encantado la publicación que has hecho referente a Manuel Olleros, para mí era como mi abuelo; nunca me cansaba de oir sus historias que las reproducía de forma muy amena!!

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  64. Anónimo: imagino que la mención a la esta pequeña publicación familiar dedicada a este marinero no te habrá dejado sorprendida, porque imagino que tendrás un ejemplar en tus manos. Gracias a este pequeño librito que ahonda por vez primera en la figura de Tomás Olleros hemos sabido de su existencia. Manuel Olleros era un gran contador de historias, un historiador por afición de los que ya quedan pocos y un gran articulista. Recuerdo algunos textos suyos publicados en Béjar en Madrid que he fotocopiado por desvelar información muy interesante sobre el pasado de Béjar.

    Me alegro de que te haya gustado este homenaje que le hecho en ese mismo semanario bejarano en el que él publicó y en el blog ahora.

    Un saludo

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.