19 de octubre de 2013

El futuro de Béjar, a la carta más alta (1ª Parte)



Autor: Ignacio Coll Tellechea
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2013, pp. 18-20.
*Fotografías sacadas del blog Fotos Antiguas de Béjar (excepto las de la carta)
El arranque del siglo XX fue una época compleja en España. El país se hallaba deprimido tras la pérdida de las últimas colonias de ultramar, agarrotado en la parálisis de un marco político inestable, heredero del turnismo de la Restauración y preso de un sistema caciquil, aspectos a los que se unían, y a la vez alimentaban, los problemas sociales, las tensiones en el Ejército, el ascenso del movimiento anarquista y de los nacionalismos periféricos.

 
  Estación de tren de Béjar


Béjar no era ajena a esa situación de inestabilidad, que a nivel local se agravaba con los problemas arrastrados por una importante crisis de la industria textil de finales del XIX, una de cuyas consecuencias fue la pérdida de un 20% de la población[1]. Con un índice de analfabetismo del 57% y malas expectativas laborales, los enfrentamientos y tensiones entre obreros y patronos, pero también entre los propios trabajadores, e incluso los problemas derivados de las rivalidades locales con municipios del entorno, hacían necesario que las autoridades y las fuerzas vivas tomaran la iniciativa para paliar esos problemas[2].

     La casualidad quiso que, hace unos meses, en la búsqueda de información sobre otro tema, encontrara dos documentos históricos que ilustran la situación de Béjar en la primera década del siglo XX. Se trata de dos cartas enviadas por el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio al ministro de la Guerra y al presidente del Consejo de Ministros, respectivamente.


La primera de ellas está fechada el 7 de febrero de 1903. Se trata de un documento de tres páginas escrito a mano, sellado con un timbre de una peseta y con registro de entrada en el Ministerio de la Guerra del día 24 de febrero. Su contenido es monotemático, ya que se trata de una solicitud al ministro, en aquel momento Arsenio Linares Pombo, para que no se desmantele la guarnición militar que permanece en la ciudad.

 Un día de nieve en Béjar


Los argumentos del alcalde, José Mérida, permiten dibujar el mapa social del Béjar de aquel momento, que el munícipe explica con detalle:


Sabido es que los pueblos fabriles como este en el que existen millares de obreros, las huelgas se suceden con frecuencia, y como en plazo muy corto termina el contrato que hoy rige entre los patronos y el gremio de tejedores, que es el más numeroso en estas fábricas, de temer es que al finalizar ese contrato se promueba (sic) la huelga más importante de cuantas hasta ahora han ocurrido[3].


Por otra parte –apostilla el alcalde bejarano- es casi seguro que el próximo Otoño se susciten nuevos y grandes conflictos entre este vecindario y el de la inmediata Villa de Candelario, con motivo del uso y aprovechamiento de las aguas del río Cuerpo de Hombre, que sirven de motor para todos los artefactos fabriles que constituyen la vida de esta población, y que ya en años anteriores hicieron necesaria la concentración de la Guardia Civil de toda la provincia y el envío del fuerzas del Ejército”.

 El túnel del tren pasa por debajo de Béjar. Fue una obra de ingeniería de gran complejidad realizada a finales del siglo XIX



Termina su escrito el regidor ofreciendo un cuartel acorde con las necesidades de la citada fuerza, que posiblemente fuera el antiguo palacio ducal, y encomendándose al certero criterio del ministro:


Es gracia que no duda alcanzar de la muy digna autoridad de VE, a quien Dios guíe muchos años”.

 
Continuará


 







[1] Del problema de la emigración en Béjar a principios del siglo XX da cuenta Ceferino García Martínez en el Centenario de la Cámara de Comercio de Béjar 1886-1986, en el que se reproduce una doble página publicada por Nuevo Mundo en 1906 titulada “Un pueblo en ruina. La emigración de Béjar”.

[2] Entre otros autores se refiere a estos enfrentamientos Jesús López Santamaría en Las Cinco Abejas. Béjar en el siglo XX.  2005, Centro de Estudios Bejaranos. Pág. 127.


[3] No le falta razón al regidor, ya que ese mismo año 400 obreros se declaran en huelga durante seis meses. Lo recoge Javier Ramón Sánchez Martín en El cambio de uniforme militar y la crisis de los años 20 en Béjar. Revista del Centro de Estudios Bejaranos, número 7, 2003. Pág. 113.

29 comentarios:

  1. Este artículo; da mucho que pensar en nuestros tiempos, tiene un cierto tufillo a esta desestabilización o mejor dicho esta espiral en la economía actual.Aunque aun tenemos más delito porqué: estas gentes de las que hace referencia Ignacio en su artículo: venían de la misería más absoluta y del sometimiento más caciquil: hoy, se cometen errores por la ambición de unos pocos y la pasibidad de unos muchos.Hoy,los analfabetos poblacionales son un 2 ó cómo mucho un 3% en comparación al 57% de esa época.Y si no nos ponemos a reflexionar se vuelven a cometer los mísmos errores.

    Muchas gracias por compartir este interesante artículo.Felicitaros por la revista: que es, de lo que se trata,de no enterrar el pasado si no simplemente poder rectificar para ser más sabios.

    Un abrazo Carmen.

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  2. Madame, tal parece que el país no deje de vivir una sucesión de épocas complejas que apenas dan alguna tregua. Y los problemas, al parecer, varían poco con los siglos. Ojala termine de encontrarse alguna vez una solución permanente.

    Feliz fin de semana

    Bisous

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  3. Pues parece que no han cambiado mucho las cosas; salvo en un punto, ya no quedan obreros textiles que puedan ponerse en huelga. Un abrazo,

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    1. Quedan pocos, en efecto, Miguel, pero todavía quedan.
      Un saludo

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  4. Hola Carmen:
    La historia se recicla, otros protagonistas, casi los mismos hechos. Hoy habrá más tecnología, pero siguen vigente muchas de aquellas circunstancia que obligaban a manifestarse.

    Besos

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  5. Aunque las campanas parece que suenan igual son muy diferentes a lo que fueron a principios del siglo XX afortunadamente.
    Besos.

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  6. Una época convulsiva a la que no era ajena Béjar por su actividad fabril. Había temores fundados de un posible estallido social.
    Un saludo.

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  7. Fueron tiempos convulsos, que se acabaron de convulsionar 30 años después. Ahora también está el panorama bastante inquieto, aunque esperemos saber resolverlos sin recurrir a ningún tipo de violencia, ni física, ni verbal, ni de pura coacción, que también es violencia.

    Sobre las fotos, la segunda tiene su "fondo". Nada de lo que aparece en esa foto, salvo la chimenea más cercana y el cementerio que se adivina al fondo a la derecha, existe ya. El pasado fabril de Béjar casi desaparecido, quedamos unos cuantos luchando, esperemos que por muchos años.

    Saludos.

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    1. Tiempos marchitos, que se fueron, pero de los que somos aún deudores. La violencia es insana, se mire por donde se mire, así que hay que arrgeglar las desavenencias con el diálogo. El problema viene cuando tu interlocutor no escucha o no quiere escuchar.
      Saludos

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  8. No sabemos cómo serán las comunicaciones de hoy día,, pero seguro que no son cartas manuscritas como la que nos detallas. Fue un tiempo muy convulso, donde las carencias eran superiores a las de hoy, ya que el auxilio social era casi inexistente.
    Un beso

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  9. Muy revueltas estaban las cosas en aquella época y como dice Juan Carlos, quedan unos cuantos de esos millares de obreros, que siguen luchando por su trabajo.
    Que pena me da ver ese tren, Carmen desde el año 84 , no ha vuelto a pasar ninguno.
    Un beso

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    1. Todavía recuerdo a los trenes de mercancías pasando muy cerca de tu casa, Laura, cuando era pequeña. Ojalá pasaran otra vez.
      Un beso

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  10. :( Es sorprendente y descorazonadora la cantidad de paralelismos que pueden hacerse con la situación actual...Un abrazo, Carmen

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  11. Un polvorín a punto de estallar - y entonces se buscan las soluciones militares y policiales.
    Me pregunto si hoy no se habrán mandado cartas similares.

    Saludos, Carmen

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    1. Lo doy por seguro, aunque creo que ya no se recurre, afortunadamente, a los militares...
      Saludos

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  12. Excelente documento, felicidades Ignacio. Como suele ocurrir, la vida se divide en ciclos y estos a su vez, tienden a repetirse. Aún así,seguimos sin ser capaces de solucionar los errores y abusos de las personas que nos gobiernan, siempre conformándonos, a pesar de los palos recibidos.

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  13. Desgraciadamente la situación de malestar se repite con los tiempos, no solo en Béjar , ahora no hay lugar del país que se libre del duro drama del paro, nuestros jóvenes se encuentran perdidos y sin horizonte.

    Besos
    http://ventanadefoto.blogspot.com.es/

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  14. Momentos convulsos, estaremos atentos a lo que nos deparan próximas entradas.
    Un saludo.

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  15. Un polvorín Béjar aquel comienzo de siglo. A los enfrentamientos entre los patronos y los trabajadores, sólo le faltaba el enfrentamiento entre pueblos por el agua, No me extraña que al menos esto último justificara la presencia de fuerzas del orden.
    Un saludo.

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  16. Siempre me ha gustado el Nombre de ese Río..."Cuerpo de Hombre".
    Impresionante la actividad Textil que había en Béjar...Desde mis tiempos de colegio siempre me llamó la Atención y, ahora que he podido visitarla en numerosas ocasiones más me gusta y me hace retroceder a aquellos Tiempos.
    ¡¡¡Gracias por tu Comentario lleno de Humanidad, Cariño y Complicidad!!!
    Eres un Encanto y un Ser Especial.
    Abrazos y besos.

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    1. Un nombre curioso y con su transfondo de historia. Proviene de una leyenda que cuenta la presencia de un cuerpo de un hombre fallecido flotando en las aguas del río, allá cuando estas tierra comenzaron a repoblarse.
      Muchas de nadas y ánimo.
      Un abrazo

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  17. Buenas noches Carmen !Cuántas cosas se aprenden en tu blog!
    Mi madre era tejedora y recuerdo que en Cataluña, las fábricas textiles estaban por doquier, los dueños que eran empresas familiares, hacían verdaderos pueblos(colonias) apartados al lado de los ríos con muchas casitas para los obreros, había un escuela, donde los niños casi no pisaban porque eran aprendices, y una Iglesia, además de una sola tienda, donde todos estaban obligados a comprar.La emigración masiva del campo a la empresa textil fue decisoria, ya en el siglo XIX empezó a ser de obreros eminentemente masculinos a femeninos, a medida que se iba mecanizando la Industria y no necesitar la fuerza del hombre y a la mujer se la pagaba menos.Pero a pesar de querer aislar a los trabajadores, las ideas revolucionarias fueron prosperando, hasta llegar al enfrentamiento.Así que es que se explica la alfabetización, la despoblación del campo y los grandes conflictos económicos-sociales . Me da pena, ver aún esas colonias abandonadas, aunque no era lo mejor del mundo, pero es que ya no hay fábricas, algunas hoy son museos.
    Mil gracias
    Un abrazo
    Sor.Cecilia

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    1. Béjar funcionaba en si como una gran colonia de todas las fábricas que se asentaban junto al río y dentro de la propia población. El tamaño de los centros fabriles, perqueños en comparación con los catalanes, no favoreció la creación de colonias apartadas de Béjar, salvo en algunos casos (me refiero a la colonia San Francisco, que no se puede calificar de tal puesto que no logró desarrollar un núcleo habitacional a su alrededor). Sí fue aprovechada la existencia de pequeños pueblos para la instalación de fábricas textiles (Puerto de Béjar o Fuentes de Béjar).
      Desde el siglo XVIII la villa vio llegar a cientos de inmigrantes desde todos los lugares de la geografía española, y este proceso aumentó a lo largo del siglo XIX y XX. Muchos catalanes tuvieron que venir a Béjar a trabajar después de la guerra al ser destruidas muchas instalaciones fabriles.Se puede decir que Béjar y Cataluña tuvieron vidas paralelas, por lo menos en cuanto al textil se refiere.
      Me gusta mucho la reflexión que nos ha hecho en su comentario, sor Cecilia. Se agradece.
      Un abrazo y feliz sábado

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  18. Los siglos pasan, los problemas permanecen; pero ella ahora esta muy linda y pujante aunque linda tambien se la ve a Bejar en sepia, bella en su lejania, nostalgica y romanticamente nevada.
    Un beso.

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  19. Las huelgas siempre han sido un derecho (a pataleo) de todo trabajador, y más cuando las condiciones laborales del mismo son infrahumanas, inseguras o humillantes. En el convulso siglo XIX, francamente temibles, de ahí que no extrañe esa solicitud al ministro para que no se desmantelara esa guarnición militar en Béjar. Hoy, las cosas quizás de los "quizases", las cosas no hayan cambiado mucho: mañana hay huelga general en el sector de educación. Veremos los resultados... a ser posible, en la calle, que en la TV ya sabemos cuáles van a ser.

    Me ha gustado el trabajo de Ignacio Coll. Las fotografías son realmente fantásticas.
    Un besote, Carmen.

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  20. No me extraña nada el temor a la falta de fuerzas del orden que protegieran la ciudad del lógico estallido que se preveía. Hoy, cuando en un lugar se rumorea que proyectan desmantelar un cuartel de la Guardia Civil, a los habitantes se les sigue poniendo el pelo de punta.

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  21. Cuánta historia que revela este blog y que forma parte de un tiempo que tú tan bien traes a la memoria. Todos los países tienen sus huellas y con ellas se va gestando una realidad, la de aquellos días.
    Un beso grande.

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  22. El poder siempre ha sido quien ha ordenado, reprimido y sojuzgado a todos aquellos que eran, en definitiva, los enriquecedores de comarcas o señores. Pocas veces henos visto que la investigación sobre nuevos medios sea emprendida por los dueños del bien y el mal, ayudados por las fuerzas mantenidas por todos. Es evidente que no es fácil un leve cambio en la estructura social porque, de forma continua, se sostienen los nuevos movimientos en la estructura social imperante. A pesar de ello, siendo previsores, los directores y gerentes de las industrias a las que se les auguraba poco futuro deberían haber tomado iniciativas de diversificación de trabajo y no represoras. Este es el mal de finales del XIX y el mal del momento actual. Las fotografías y documentación son excelentes.

    Un fuerte abrazo, querida Carmen.

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  23. QUERIDA CARMEN , QUE PENALIDADES LAS DE AQUELLOS TIEMPOS , YO DIGO , QUE ESO HA EXISTIDO SIEMPRE Y EXISTIRÁ, MIENTRAS LOS GRANUJAS DE LO MAS SELECTOS , DE ESOS QUE USAN GUANTE BLANCO Y PAJARITA , SIGAN LLENANDOSE LOS BOLSILLOS A DIESTRO Y SINIESTRO , CON DINERO DE OTROS, NO TENDRÁ ARREGLO,
    NADA DE CUANTO NOS ESTÁ AFECTANDO NI SOLUCIÓN, ,,, ESTA POBRE ESPAÑA DE PANDERETA PERMANENTE , AUN CON LOS ESTOMAGOS VACIOS,,,UN ABRAZO , QUERIDA CARMEN, AUN QUE TE VISITO POCO
    TE RECUERDO,,, ERES PERSONA INTELIGENTE E INTERESANTE,,, CONCHITA

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.