2 de enero de 2014

Crónicas viajeras: Bruselas y Brujas



Autor: Javier R. Sánchez Martín
Béjar en Madrid, número 4.385, del 31 de marzo de 2006, pág. 9
Imágenes: wikipedia (salvo la primera) 


        En marzo de 2006, los profesores de la “Asociación Ciudadanía Europea” realizamos un viaje a Bruselas para conocer algunas de las instituciones de la Unión Europea. En este viaje, muy bien organizado por la catedrática de Lengua del I.E.S. Río Cuerpo de Hombre, Concha Pérez Escanilla, hemos participado profesores de enseñanza primaria, de secundaria, y también alguno de la universidad, la mayoría destinados en Béjar.


          Así, el domingo 26 de febrero, en medio de una nevada impresionante caída la noche anterior que nos hizo temer por el viaje, partimos hacia Bruselas. La primera parte la tuvimos que hacer por Plasencia y Navalmoral de la Mata, ya que por Ávila hubiéramos tenidos bastantes problemas.





      El avión salió de la temida T-4 de Barajas y llegamos a Bruselas sobre las cinco y media de la tarde, donde nos alojamos en el céntrico hotel “Le Plaza”. 


       Como nos quedaba tiempo hasta la hora de cenar, decidimos dar un paseo por el casco histórico de la ciudad que, además de la capital de la región de Flandes y, por supuesto, de Bélgica, es la sede de las principales instituciones de la Unión Europea. Bruselas tiene alrededor de un millón de habitantes, de los que una parte significativa procede de otros países. El paseo dio bastante de sí, pues pudimos acercarnos a algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, como la catedral, el Palacio Real y sus jardines, el Pasaje del Rey, la Plaza de los Mártires, la de Luxemburgo y, como no, la Grand Place. Después de tomar algo en el café Kafka, fuimos a cenar al famoso “Leon de Bruxelles”, donde la base del menú son los tradicionales mejillones al vapor.


  Catedral de Bruselas
      
      Pero si viajamos a Bruselas era precisamente porque es la sede de las tres instituciones principales de la UE: la Comisión Europea (Edificio Berlaymont), el Consejo de la Unión Europea (Secretariado general) y el Parlamento Europeo (aunque las sesiones plenarias también se realizan en Estrasburgo). También acoge el edificio del Comité Económico y Social Europeo y del Comité de las Regiones.


       Por ello, en la mañana del día 27, un autobús nos desplazó a uno de los edificios de la UE donde nos habían organizado una serie de conferencias-coloquio, impartidas por altos funcionarios de la delegación española. En la primera de ellas, Inmaculada Valencia, de la Dirección general Educación y Cultura, nos habló de forma amena y distendida de las razones por las que se formó la Unión Europea, de las distintas etapas por las que ha ido pasando, de sus distintos órganos que la componen y de sus funciones, y también de los símbolos que definen esta estructura supranacional. Aunque todo te suena, la charla resultó útil para ordenar las ideas y clarificar algunas cosas. La segunda conferencia la impartió Eugenio Rivière sobre un programa formativo de confección muy reciente, llamado “e-twinning”, cuyo objetivo es acercar comunidades educativas de enseñanza primaria o secundaria de diferentes países europeos mediante la realización de un proyecto común por la vía de Internet. Por último, y ya por la tarde, nos habló uno de los máximos responsables del programa de intercambio de universitarios Sócrates-Erasmus, Pedro Martínez Macías, que nos puso de manifiesto la gran importancia que ha adquirido este programa a nivel europeo, así como los cambios que se avecinaban, entre ellos, la posibilidad de que el alumno erasmus realice prácticas en empresa en el país de acogida.


 Comisión Europea (Bruselas)


        Al terminar esta última charla, un autobús trasladó a la mayor parte del grupo a la Estación Central, donde cogimos un tren que nos depositó una hora más tarde en Brujas (Brugge), ciudad que estábamos interesados en conocer. Y no nos defraudó. Nada más abandonar la estación y comenzar a caminar por las calles de Brujas, tienes que frotarte los ojos para comprobar que sigues en el presente y no has viajado a través del túnel del tiempo hacia la Edad Media. 


       Y es que, según se avanza por el casco urbano, la impresión es que te trasladas varios siglos atrás en el tiempo; parece como si, en cualquier momento, fuera a aparecer en una esquina un caballero o dama medieval o incluso, por qué no, algún capitán de los temibles tercios de Flandes, resonando los cascos de su caballo al trotar sobre los adoquines de las calles. Para apreciar la belleza serena de esta pequeña y acogedora ciudad hay caminar con tranquilidad  por sus calles, observar con detalle sus notables monumentos -muchos de ellos góticos- y los bien conservados edificios de época, parándose también a admirar sus canales, esas arterias fluviales que, atravesadas por coquetos puentes, van lamiendo las paredes de los antiguos edificios hasta perderse en la lejanía.

 Canales de Brujas


        Brujas fue un importante centro comercial en el pasado que producía magníficos paños. Imposible no pensar en esos flamencos que vinieron a Béjar hace más de tres siglos a ayudarnos a perfeccionar nuestra industria textil local, algunos de los cuales procedían de esta zona.


       Pero el verdadero centro de la ciudad está en el espacio conformado por la Plaza Mayor, o Markt, y la plaza del Ayuntamiento, o Burg contigua a la anterior. Cenamos en un establecimiento de la primera para, enseguida, coger el tren de regreso a Bruselas e ir a descansar al hotel. En resumen, un día completo y muy agradable.

 Grote Markt (Brujas)


      El martes, 28 de febrero, visitamos la sede del Parlamento Europeo (hay otra sede en Estrasburgo). Nos vino a recoger al hotel Isabel Mateo, funcionaria del P.E. en Madrid. Cuando entramos en el P.E. nos llevaron a una sala de conferencias donde ¡sorpresa! nos encontramos con una excursión del I.E.S. Gabriel y Galán de Plasencia, a una de cuyas profesoras conocía. Aparte de uno de los jefes de prensa del P.E., de nacionalidad española, nos atendieron varios altos funcionarios, que trabajan en distintas áreas tales como política exterior, política interior, etc. Fueron muy interesantes los temas tratados, y varios de los presentes intervinimos activamente en los coloquios. Luego fuimos a ver el anfiteatro del P.E., que es impresionante, y donde nos contaron un poco cómo funcionaba la cosa y algunas de las anécdotas que se generaban como consecuencia de tanta traducción simultánea.


       Después de comer allí mismo, tomamos un autobús hasta el aeropuerto de Bruselas, y dos horas después estábamos nuevamente en Madrid. Sobre las doce de la noche llegábamos a  Béjar, completando un viaje intenso, pero muy agradable y lleno de sensaciones.

Javier R. Sánchez Martín

18 comentarios:

  1. Fue un Viaje de trabajo, con un poco de turismo bien aprovechado.
    Conozco Plasencia y Navalmoral, que se ven hermosos paisajes por carretera.
    Brujas, por lo que dices, es un poco Venecia y la parte de Cáceres donde esperas cruzarte con un caballero medieval.
    Buena Entrada.

    manolo

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  2. Eso es lo bueno desplazarse por trabajo y aprovechar ver dos bellas ciudades, la foto numero cuatro es preciosa, yo casi la tengo igual.
    Saludos.

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  3. Lo cortés no quita lo valiente. Desplazarse por razones de trabajo y de paso conocer un trocito de Europa. Brujas es una localidad preciosa.
    Un saludo.

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  4. Ya sabes que aquí, en Brujas, está un museo dedicado exclusivamente a Dalí... Ciudad preciosa, por la que me perdí... no solo por sus calles sino por su chocolate, jaja

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  5. Buen viaje de placer con la magnífica excusa de conocer las instituciones europeas, lo que me parece magnífico. Eso sí, me sorprendió en el relato la alusión a la "temida T4 de Barajas" que, para mi es, de las que conozco, una de las terminales más sencillas para el viajero; eso sí, reconozco que un pelín larga de recorrer pero bien estructurada y señalizada. Un abrazo y feliz año.

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  6. Estupendo viaje y gran narración. A mi me encanta Bélgica, he estado varias veces en diferentes ciudades: Bruselas, Brujas, Gante, Lovaina...me encanta su gente, sus paisajes y sus monumentos, tan ligados históricamente a España (no se dejan de ver escudos e inscripciones de reyes de España) y cuando uno se pone a contemplar todo esto, por lo menos a los que somos apasionados de la historia, no puede dejar de imaginarse a la soldadesca española hace 300 años pasando penalidades entre esos fríos, nieves y nieblas...aquí te dejo la entrada que escribí, quizás al recuerdes, a mi vuelta de uno de esos viajes. Un beso y feliz año http://reinadodecarlosii.blogspot.it/2010/08/de-vuelta-de-bruselas-y-brujas.html

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  7. Son dos ciudades que a mí me encantaron cuando las visité, sobre todo Brujas. Parecía que de repente habías cogido la máquina del tiempo para retroceder a la Edad Media. Poder combinar este viaje de trabajo con el disfrute de las ciudades tuvo que ser todo un regalo. Saludos!

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  8. Un familiar bastante allegado viajó también a Bruselas y también visitó la ciudad de Brujas, tan solo que creo que fue sobre junio o julio y entonces no había nieve. Cuando regresó nos enseñó las imágenes.

    Estupendo viaje.

    Un abrazo

    http://ventanadefoto.blogspot.com.es/

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  9. Felicidades.
    No debe haber nadie que viaje a Brujas y no se enamore de la ciudad, toda ella es una obra de arte. Fuimos hace años en una autocaravana y dormimos junto a un canal. Inolvidable.

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  10. Bruselas es impactante Me gusta por ser pequeña.
    Un viaje interesante. Trabajo y ocio se puede. Muchas veces hice viajes de ese estilo

    Besos Carmen

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  11. Un estupendo viaje que yo también hice pero sin entrar en estas instituciones que comentas que seguro te dejaron buen sabor de boca. Igual este año tengo la posibilidad de repetir viaje con ampliación:-) Buenas fotos y gracias por compartir tu experiencia.
    Bss y feliz año

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  12. Que interesante este viaje guiado que emoción saber que en esta bella ciudad ya se conocia la calidad de los paños de Béjar.No cabe duda que tienen un pasado ligado a España.

    Besos.

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  13. Genial manera de contar. Me ha parecido estar reviviendo no lo vivido, haber estado presente en ese viaje que para mí no pasa de imaginativo. ¡Genial!
    Un abrazo.

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  14. Qué afortunada de haber podido darse una vueltecita por esos lugares que nos describe. Toda Bélgica es una belleza, y para cualquier amante de la historia todo un filón.

    Feliz año, madame

    Bisous

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  15. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  16. Brujas posee, junto a Gante, la línea del cielo más impresionante que se pueda ver. Recuerdo haber estado en Brujas cuatro veces y, en la primera, me enamoré de esa neblina, que no es niebla, con microscópicas gotas de agua mientras paseaba por las riberas de los canales y su multitud de puentes. Cada vez que he vuelto a Bélgica, con la suerte de que es pequeñita, la he visitado siempre que he podido. Bruselas, al igual que el resto de ciudades, en función de las estaciones del año es tan bella como delicada. Me has encantado y recordado muchos detalles de estas ciudades, Carmen.

    Un fuerte abrazo, querida Carmen.

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  17. Grandes Temas a Tratar y debatir, sobre Todo, el Programa Sócrates - Erasmus.
    Preciosa Bruselas...Nunca he estado. La Catedral es impresionante y esos Canales de Brujas romáticos y llenos de Luz.
    Grote Markt cosmopolita y, encima os encontráis con la Excursión de I.E.S. Gabriel y Galán de Plasencia...¡¡¡Ya no se puede pedir más!!!
    A Dama le encanta el coche y conoce a la perfección los sonidos de los nuestros, sobre todo en el que va ella de paseo con nosotros la muy Pilla.
    Abrazos y Besos.

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.