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26 de enero de 2024

Dos obras del ceramista talaverano Juan Ruiz de Luna (1863-1945) en fábricas textiles bejaranas

 Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid,  4.932 (15/12/2023), p. 10.

En 2022 publicamos un artículo, dividido en dos partes, en el que dábamos a conocer un par de ejemplos del arte cerámico de Juan Ruiz de Luna en Béjar: la fuente de la residencia teatina del santuario del Castañar y los murales neoplaterescos de la fachada del edificio construido por Benito Guitart Trulls en la calle Mayor de Sánchez Ocaña 6[1]. Su presencia nos inducía a pensar en la más que probable existencia de más ejemplos en nuestra ciudad hasta ahora desconocidos. Recordemos que Juan Ruiz de Luna (1863-1845) no fue un simple artesano de la cerámica, sino un artista que supo recuperar la tradición decorativa talaverana adaptada a los nuevos gustos y estéticas de finales del siglo XIX y sobre todo de principios del siglo XX. No en vano, se relacionó con otros consumados creadores del momento como Benlliure, Zuloaga o los hermanos Lumière. Sus obras adornan edificios repartidos por toda la geografía española. En Talavera de la reina, además, existe un museo que lleva su nombre.

Mural de la Virgen del Castañar de la fábrica textil de Manuel Bruno Nevado. Foto María Jesús Santamartina

 

En el mencionado artículo dábamos por cierta la relación entre un arquitecto total, muy del estilo de sus homólogos barceloneses, como era Benito Guitart Trulls[2], arquitecto municipal entre 1893 y 1895, y Ruiz de Luna, pues bien pudo haber realizado otros encargos para edificios diseñados por el catalán en su etapa como arquitecto de Ciudad Lineal en Madrid e indudablemente en Béjar, como se demuestra en el hecho de la presencia de los murales para el edificio de la calle Mayor diseñado por Guitart. Sin embargo, la aparición de nuevos ejemplos del talaverano en Béjar rompe los lazos exclusivos con el catalán y se extiende a las preferencias de la burguesía bejarana por su buen hacer decorativo. La razón estriba en que este lapso de tiempo de un año hemos hallado dos nuevos ejemplos de su mano, tema principal del presente artículo.

13 de octubre de 2023

El puente de San Albín y un arquitecto barcelonés (1895-1896) (2ª parte y final)

       Autora: Carmen Cascón Matas

      Publicado: Béjar en Madrid, n º 4.906,  (5/XI/2022), p. 4.

El 26 de diciembre de 1895[1] se reunió el pleno de nuevo con el mismo punto principal: las obras en el puente de San Albín. De nuevo, el dictamen de Benito Guitart Trulls, arquitecto municipal, copó el interés de los presentes. Dejemos que sea el propio arquitecto quien nos describa su proyecto de hace más de un siglo:

            «La forma en que puede levantarse la rasante del Puente de San Albín desde la clave a nivel hasta encontrar la rasante de diez centímetros por metro, o sea en la mitad del puente opuesta a esta Ciudad sin que se altere la seguridad de él, es, según mi opinión, la siguiente: 

Foto antigua donde se ve el puente de San Albín a la izquierda

Foto sacada de aquí

            Se empezará por levantar las losas que forman las aceras y desmontar el terreno hasta quedar al descubierto la parte resistente de los muros que constituyen los paramentos y sirven al mismo tiempo de contención a las tierras de relleno del puente y, examinadas que sean su espesor, que no deben bajar de ochenta centímetros, sus condiciones de resistencia y el material de unión, resultando en buenas condiciones, se recrecerán con el grueso citado hasta el nivel de la nueva rasante con mampostería ordinaria, procurando enlazar perfectamente la construcción nueva con los pretiles viejos y aun mejor sería derribar estos estrechos pretiles viejos y recrecer los muros de contención en todo su ancho hasta la nueva rasante.

4 de octubre de 2023

El Puente de San Albín de Béjar y un arquitecto barcelonés (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, n º 4.905 (21/IX/2022), p. 4.

 

            Con motivo de la limpieza del puente de San Albín de Béjar por la Diputación de Salamanca, se ha aprovechado para levantar una parte del firme a través de una estrecha zanja y sacar a la luz su primitivo enlosado para su catalogación y datación. Sin entrar en un estudio minucioso sobre el mismo, que ya abordó magistralmente José Ignacio Díez Elcuaz[1] y al que remito a los interesados, perfilaremos que se trata del paso principal desde el casco urbano sobre el río Cuerpo de Hombre hacia el norte desde el medievo, momento del que data su construcción, concretamente en el siglo XIV. Ventura Lirios en 1727 captó su relevancia y lo colocó en primer plano de su Vista de Béjar, pues no en vano la perspectiva de nuestra alargada villa la toma desde el norte, en las proximidades del Ventorro Pelayo. Aunque no hay que olvidar que el pintor ducal no seguía las reglas exactas en cuanto a percepción visual y no hay duda de que le otorga un mayor protagonismo del que en realidad tiene este paso granítico sobre el río Cuerpo de Hombre. 

Puente de San Albín en una fotografía antigua. 

Tomada del blog Tierra de charros

 

            El caso es que, viendo las fotografías del perfecto enlosado que aparece resguardado bajo capas de tierra, recordé un pasaje documental del que tomé nota hace tiempo en el Archivo Histórico Municipal de Béjar[2] y que dormía en el sueño de los justos en su cuna de espiral y papel. Porque en 1895 andaba el Ayuntamiento metido de «hoy y coz» con el trazado del ferrocarril y con dimes y diretes con la compañía que estaba llevando a cabo tan magna obra. En octubre[3] se dirimía la necesidad de presentar el proyecto de una gran trinchera que permitiera la llegada de los trenes a la estación de Béjar, un requisito que exigía el «Yngeniero Gefe de Caminos, Canales y Puertos de esta Provincia» y, a mayores, la División de los Ferrocarriles del Oeste de España. La compañía concesionaria había construido las obras de consolidación de la trinchera en el kilómetro 75, pero no había presentado el proyecto en tiempo y forma, así que el Consistorio se consumía ante tal demora, declarando el gran perjuicio que contra el comercio y el público en general que esto suponía. Béjar debía de estar patas arriba, con obras en varios puntos, ejecutada por una Compañía que estaba de paso y que en muchas ocasiones hacía oídos sordos a los requerimientos municipales. 

25 de marzo de 2023

Dos ejemplos de la azulejería de Juan Ruiz de Luna en Béjar (1863-1945) (2ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4.903 (14/IX/2022), p. 11.


          Si en octubre de 2021 me topé por vez primera con una obra del artista cerámico de Talavera de la Reina Juan Ruiz de Luna (recordemos, una fuente en la residencia teatina del Castañar) en Béjar, en marzo de 2022 volvía a cruzarse en mi camino de la mano de Maika Martín Peña y el bello edificio de Mateo Iglesias en la calle Mayor, cuya característica fachada ha sido restaurada hace unos años. 

Firma de Ruiz de Luna en uno de los azulejos que decoran la fachada de Sánchez Ocaña

 

            La construcción, debida a la mano del arquitecto Benito Guitart Trulls[1], luce en su fachada unos bellos paneles de azulejos con motivos platerescos azules sobre blancos. Inspirados en los relieves de los edificios salmantinos y no portugueses, como bien se ha barajado en los últimos tiempos, son charros en cuanto a la recuperación de elementos decorativos renacentistas y talaveranos por el taller de procedencia. La idea primigenia de colocación podemos explicarla, bien a la voluntad de Guitart, ejemplo de artista total que encarnaban los modernistas con el ejemplo de arquitectos como Domenech i Montaner o Puig i Cadafalch –eran capaces de diseñar mobiliario, azulejería, ferretería y otros elementos constructivos y decorativos, o bien de planear todos estos elementos en su conjunto-, bien al mecenas del edificio, el comerciante Mateo Iglesias, quien no dudaría en encargar al más afamado ceramista de Talavera la decoración de su casa bajo el proyecto del arquitecto barcelonés. Si la fuente del Castañar fue un regalo realizado a la residencia teatina por un industrial, los paneles cerámicos del edificio de la calle Mayor de Sánchez Ocaña procederían de la adquisición directa de su promotor o por la relación que existía entre los intelectuales y artistas del momento, véase un Guitart que entonces estaba trabajando en la Ciudad Lineal de Madrid[2] con Ruiz de Luna

13 de julio de 2019

Cuatro vergeles en el Béjar del siglo XVI (3ª Parte y final)


Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto


Es posible deducir la localización aproximada de los vergeles que estamos estudiando, pero no resulta fácil recrear el aspecto y contenido que tuvieron, la traza de sus parterres o la distribución vegetal. Podríamos intuir en ellos el ordenamiento y simetría propios del Renacimiento, así como una primera ausencia de grandes árboles (sí, en cambio presencia de frutales) primando los setos de boj y los consabidos parrales. Quizá ciertas plantas trepadoras hacían ya acto de presencia en el aprovechamiento del terreno escalonado y de los altos muros que limitaban aquellos jardines, precedente de los jardines  casi colgantes hacia los que evolucionaron en la Edad Contemporánea.

Probable espacio que ocupó el vergel de Cristóbal de Zúñiga en la actual calle de Rodríguez Vidal


Un buen ejemplo de ello podría ser el vergel de Cristóbal de Zúñiga, localizado junto a la iglesia de Santa María, justo en el lado opuesto de la plaza en el que estuvo el de la familia Oviedo, tal y como expresamos en el anterior artículo.

 En rojo localización posible sobre el mapa de la casa y vergel de Cristóbal de Zúñiga

30 de mayo de 2015

Benito Guitart Trulls, un arquitecto catalán en el Béjar de hace cien años (3ª Parte y final)


Autores: Javier R. Sánchez Martín y Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2015, pp. 55-60.

La casa de Mateo Iglesias en Béjar

       Pero quizá la obra por la que se recuerda a Benito Guitart Trulls en Béjar es por el edificio que diseñó y construyó por encargo de Mateo Iglesias, propietario de varios comercios de tejidos y confecciones en Béjar. Este empresario era el dueño de los Grandes Almacenes Mateo Iglesias, situados en el edificio que estuvo hace años Correos y después la imprenta Hontiveros, en la Plaza de la Piedad. También del comercio llamado La Innovación, al principio de la calle Mayor de Reinoso (donde estuvo el antiguo Banco de Bilbao hace ya años). A su muerte, algunos de sus empleados pusieron en marcha El Palacio de la Moda, que primero estuvo donde Junquera (el edificio que albergó Auxilio Social, que fue derribado hace pocos años para dar vista al Teatro Cervantes) y luego pasaría enfrente, donde está hoy día Saldos Arias. La única hija de Mateo Iglesias, Margarita, se casó con Francisco Núñez, por lo que la casa en cuestión también se conoce como “Casa de Núñez”.
Casa de Mateo Iglesias. 
Fachada principal antes de la restauración

      Este edificio se puede encuadrar dentro del auge neoplateresco del momento, como ya señalara Nieves Rupérez [1]. Según Díez Elcuaz, el neoplateresco debe su aparición en Salamanca a la actividad del arquitecto Santiago Madrigal, quien a partir de 1916 empieza a proyectar edificios basándose en la arquitectura renacentista local, siguiendo las recomendaciones del VI Congreso Nacional de Arquitectos (1915) en el que se proponía la vuelta a los estilos arquitectónicos de cada región[2].

24 de mayo de 2015

Benito Guitart Trulls, un arquitecto catalán en el Béjar de hace cien años (2ª Parte)


Autores: Javier R. Sánchez Martín y Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2012, pp. 55-60.


Los primeros trabajos de Guitart en Béjar y su entorno

    Benito Guitart se encargó, además de numerosas cuestiones rutinarias, de otras obras urgentes y de más enjundia que afectaban a los edificios religiosos de nuestra ciudad.

     El 4 de abril de 1893 desde el consistorio se da la orden de desmantelar la capilla del hospital de San Gil, teniendo que ser llevados todos sus bienes muebles a la del hospital de San Francisco. Pero surge un problema, y es que los retablos no se acomodan con exactitud a la nueva capilla, por lo que se decide esperar el dictamen de Guitart para acometer las reformas, con la esperanza de inaugurarla el 3 de mayo. Finalmente el traslado no será aprobado hasta enero del año siguiente.

Torre de San Gil

       Como hemos comentado, se le encargó de la revisión de los edificios religiosos de la ciudad. Así, el 20 de junio Guitart presenta su dictamen sobre la inseguridad de una esquina de la iglesia de San Juan y del tejado de su torre, a cuenta del reloj construido sobre ésta, cuya techumbre cedió ante este peso extra. Parroquia y consistorio no se ponen de acuerdo en cómo afrontar los gastos. La primera entiende que todo el coste ha de ser por cuenta del Ayuntamiento, ya que la ruina la ha ocasionado el reloj público; mientras que el segundo propone solventar el gasto a medias entre las dos instituciones, pues achaca a la mala construcción de la cubierta de la torre el vencimiento del reloj. En el informe, Guitart señala que el punto de mayor peligro para la ciudadanía es la calleja que circunvala la torre, por lo que se propone prohibir su tránsito.

17 de mayo de 2015

Benito Guitart Trulls, un arquitecto catalán en el Béjar de hace cien años (1ª Parte)


Autores: Javier R. Sánchez Martín y Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar,  2012, pp. 55-60.

Introducción

       Benito Guitart i Trulls nació en Barcelona el 12 de agosto de 1866. Allí estudió su carrera en la Escuela Superior de Arquitectura, donde se tituló en 1890[1]. Llegó a Béjar en 1893, permaneciendo aquí hasta 1895 y desarrollando una fructífera labor como arquitecto municipal

Benito Guitart Trulls en una fotografía


         Cuando llevaba sólo unos meses de estancia en Béjar se desplazó a Barcelona para contraer matrimonio con Mª Dolores Sivilla, también barcelonesa. Un hermano de su esposa, Félix Sivilla i Prats, dirigía la empresa “Sivilla y Cía”, con sede en Madrid y dedicada principalmente a actividades de fundición y mecanización, con la que enseguida empezaría a colaborar Guitart. En ella coincidirá con Miguel Munar i Cona, ingeniero industrial de origen mallorquín. En 1896 la sociedad se disuelve, constituyéndose una nueva en la que Sivilla ejerce como socio comanditario, y Guitart y Munar como socios gerentes[2]. Esta asociación será el origen de la próspera “Munar y Guitart”, que pudo constituirse a finales del siglo, fecha en la que Guitart ya residía en Madrid.

26 de mayo de 2013

Romería de la Virgen de la Vega, patrona del valle del Corneja (Ávila)




 Autora: Vega Gómez González

Son muchas las romerías que se celebran en torno a la Pascua de Pentecostés (la Hiniesta de Zamora, Valdejimena o los Paporros del Castañar, entre otras). La más importante para los habitantes del valle del Corneja (Ávila) es la de la Virgen de la Vega, que congrega a gentes de todo el contorno en su santuario el lunes de Pentecostés. Muchos de ellos han asistido el día anterior a Valdejimena, que cae a unos 25 kilómetros. La cercanía y la fuerte devoción de que gozan las dos Vírgenes propicia coplas como esta de la Charrada de Piedrahíta:




Virgen Santa de la Vega

¿Dónde tienes tus hermanas?

la una está en Valdejimena

y la otra en la Peña Francia

1 de noviembre de 2011

Historia arquitectónica y artística del Santuario de Nuestra Señora del Castañar (7ª Parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Béjar en Madrid, 4.657. 17/06/2011

No volvemos ha encontrar obras de importancia hasta el ocaso del siglo XIX. Clave fue la llegada a Béjar del arquitecto Benito Guitart Trulls[1], quien consiguió la plaza de arquitecto municipal de la ciudad en 1893 por ocho votos a cinco frente a otro catalán, José María Pujol de Barberá. Ambos llegarán a ser personajes muy reconocidos en su oficio. Pujol de Barberá, recién titulado y cercenadas sus aspiraciones en Béjar, trabajará como para el ministerio de finanzas en varias ciudades de España, hasta que en 1897 obtiene el cargo de arquitecto municipal de Tarragona. Allí echará raíces y de su mano saldrán algunos de los mejores edificios modernistas de la ciudad.

Foto de Benito Guitart Trulls. 
Gentileza de la familia Guitart.



16 de agosto de 2010

Aspectos urbanísticos y arquitectónicos del casco antiguo de Béjar (6ª Parte y final)

Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.


En la evolución de este tipo edificatorio hay que señalar la progresiva representatividad que se le ha ido dando a la fachada principal. Los pequeños e irregulares huecos que, como heredera de la casa ganadera mostraba en su fachada, se van abriendo a la vez que se construyen balcones y galerías, para que la calle entre en la casa y la casa en la calle. Cada vez se procura engalanar más el exterior de la edificación, que debía exteriorizar el estatus de sus habitantes en la sociedad bejarana. Desde finales del siglo XIX, en las construcciones de los promotores con posibilidades económicas, se observa un desdén hacia la tradición constructiva, para ir integrando en sus proyectos elementos de la arquitectura culta de las grandes ciudades. En el primer tercio del siglo XX se van dejando ver edificios eclecticistas, regionalistas, racionalistas…, todo ya de la mano de reconocidos arquitectos. La casa se convierte en símbolo de prestigio del morador para asombro del populacho, buscándose en la medida de lo posible solares en los cruces de las calles para aumentar el número de fachadas representativas, articulándose por medio de algún elemento destacado en las esquinas como las rotondas. En Béjar, la estrechez de sus calles dificultaba la posibilidad de obtener buenas perspectivas desde donde poder admirar el trabajo de los arquitectos.

De este tipo de arquitectura llama la atención el edificio concebido por el catalán Benito Guitart Trulls en 1920, que crea una fachada representativa hacia la calle Mayor en estilo Neoplateresco, mientras que la fachada que da al jardín es formalmente antagónica, al emplear vidrio y estructura metálica vista.
Casa construída por Benito Guitart Trulls.
Calle Mayor. Béjar


14 de febrero de 2010

Paseando por Béjar: de La Corredera a la Plaza Mayor

Autor: Javier Ramón Sánchez Martín

Publicado: Béjar en Madrid, n.º4.435. 16 de marzo de 2007.



Es un sábado precioso de finales de otoño. El tiempo acompaña y estimula a salir a pasear. Paso por el parque y me sorprendo de que los árboles conserven todavía muchas de sus hojas. La verdad es que no me había fijado hasta ahora e ignoro si ha pasado en años anteriores, pero resulta extraño. Yo creo que el calentamiento de la atmósfera y otras lindeces, fruto de las tropelías que los humanos estamos cometiendo con el medio ambiente, están conduciendo a un cambio climático irreversible que ya estamos empezando a pagar y, sobre todo, que pagaran con creces los futuros habitantes del sufrido planeta Tierra. Porque en el tema medioambiental no estamos sólo dilapidando la herencia de nuestros antepasados, sino que estamos gastando a cuenta la herencia de nuestros hijos; y eso es grave.

La Corredera

De hecho, cada vez se observan más indicios de una cruda realidad: el clima está cam-biando y no precisamente a mejor. Así, la primavera y el otoño son cada vez más cortos; a veces hace otoño en invierno; las nevadas que caían todos los años en Béjar por navidad hoy día son historia; cuando menos se espera una catástrofe natural asola cualquier punto del planeta,… y podríamos seguir hasta llenar varias páginas.