Mostrando entradas con la etiqueta Ferrocarril. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ferrocarril. Mostrar todas las entradas

3 de noviembre de 2023

A la sombra de sus hermanos: Segundo Olleros Mansilla (2ª Parte y final)

Autora: Carmen Cascón Matas


El quinto hijo del matrimonio formado por Anselmo Olleros Pérez y Petra Mansilla Ramos del Manzano fue Segundo Olleros Mansilla (1850-1890). Como decimos, es una figura ensombrecida por los tres hermanos que le antecedieron por nacimiento[1], pero sus descendientes aún guardan recuerdo de su memoria. Murió, como vemos, joven, con solo cuarenta años. Como miembro de la burguesía bejarana del régimen liberal, desempeñó cargos políticos y representativos a nivel local, a la vez que se dedicaba profesionalmente a la industria textil.

En 1879 le vemos ejerciendo de teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Béjar y de presidente de la comisión específica que trataba los asuntos de las Escuela de Artes y Oficios[2]. Sin embargo, su compromiso con sus paisanos fue más allá, pues ejerció como representante de la empresa que estaba trabajando en la línea de ferrocarril del Oeste que tardaría más de una década en abrirse. Al menos sus oficinas estaban afincadas en su casa hacia 1888[3]. Un año después de esta fecha, en 1889, obtuvo 58 votos en las elecciones municipales en el distrito de la plaza Mayor[4] y en 1890 se le documenta siendo síndico de la comisión de Hacienda en la alcaldía de Fulgencio García López[5]. Distintos cargos de la política municipal siempre de manera altruista, trabajando por su ciudad, entonces en ebullición. 

 Dominica Courtada, francesa de nacimiento, se trasladó con su marido Santiago Harguindegui (Harguindey), también francés, desde Galicia a Puerto de Béjar para construir una fábrica de curtidos después de la Guerra de Independencia. Eran los abuelos de Nicanora. 

Foto del blog Los Abdones


Llega septiembre de 1890, un año fatídico para la familia Olleros. Segundo estaba casado con Nicanora Harguindey Herrero (1852-1930), una mujer del linaje propietario de una de las dos fábricas de curtidos en funcionamiento en Puerto de Béjar. El padre de la novia, Domingo Harguindey Courtada, era uno de los industriales de mayor fortuna de la provincia. El matrimonio a esa fecha tenía nueve hijos, entre ellos Segundo, Feliciano, Arturo, Purificación, María, Tomás y Luisa. 

13 de octubre de 2023

El puente de San Albín y un arquitecto barcelonés (1895-1896) (2ª parte y final)

       Autora: Carmen Cascón Matas

      Publicado: Béjar en Madrid, n º 4.906,  (5/XI/2022), p. 4.

El 26 de diciembre de 1895[1] se reunió el pleno de nuevo con el mismo punto principal: las obras en el puente de San Albín. De nuevo, el dictamen de Benito Guitart Trulls, arquitecto municipal, copó el interés de los presentes. Dejemos que sea el propio arquitecto quien nos describa su proyecto de hace más de un siglo:

            «La forma en que puede levantarse la rasante del Puente de San Albín desde la clave a nivel hasta encontrar la rasante de diez centímetros por metro, o sea en la mitad del puente opuesta a esta Ciudad sin que se altere la seguridad de él, es, según mi opinión, la siguiente: 

Foto antigua donde se ve el puente de San Albín a la izquierda

Foto sacada de aquí

            Se empezará por levantar las losas que forman las aceras y desmontar el terreno hasta quedar al descubierto la parte resistente de los muros que constituyen los paramentos y sirven al mismo tiempo de contención a las tierras de relleno del puente y, examinadas que sean su espesor, que no deben bajar de ochenta centímetros, sus condiciones de resistencia y el material de unión, resultando en buenas condiciones, se recrecerán con el grueso citado hasta el nivel de la nueva rasante con mampostería ordinaria, procurando enlazar perfectamente la construcción nueva con los pretiles viejos y aun mejor sería derribar estos estrechos pretiles viejos y recrecer los muros de contención en todo su ancho hasta la nueva rasante.

4 de octubre de 2023

El Puente de San Albín de Béjar y un arquitecto barcelonés (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, n º 4.905 (21/IX/2022), p. 4.

 

            Con motivo de la limpieza del puente de San Albín de Béjar por la Diputación de Salamanca, se ha aprovechado para levantar una parte del firme a través de una estrecha zanja y sacar a la luz su primitivo enlosado para su catalogación y datación. Sin entrar en un estudio minucioso sobre el mismo, que ya abordó magistralmente José Ignacio Díez Elcuaz[1] y al que remito a los interesados, perfilaremos que se trata del paso principal desde el casco urbano sobre el río Cuerpo de Hombre hacia el norte desde el medievo, momento del que data su construcción, concretamente en el siglo XIV. Ventura Lirios en 1727 captó su relevancia y lo colocó en primer plano de su Vista de Béjar, pues no en vano la perspectiva de nuestra alargada villa la toma desde el norte, en las proximidades del Ventorro Pelayo. Aunque no hay que olvidar que el pintor ducal no seguía las reglas exactas en cuanto a percepción visual y no hay duda de que le otorga un mayor protagonismo del que en realidad tiene este paso granítico sobre el río Cuerpo de Hombre. 

Puente de San Albín en una fotografía antigua. 

Tomada del blog Tierra de charros

 

            El caso es que, viendo las fotografías del perfecto enlosado que aparece resguardado bajo capas de tierra, recordé un pasaje documental del que tomé nota hace tiempo en el Archivo Histórico Municipal de Béjar[2] y que dormía en el sueño de los justos en su cuna de espiral y papel. Porque en 1895 andaba el Ayuntamiento metido de «hoy y coz» con el trazado del ferrocarril y con dimes y diretes con la compañía que estaba llevando a cabo tan magna obra. En octubre[3] se dirimía la necesidad de presentar el proyecto de una gran trinchera que permitiera la llegada de los trenes a la estación de Béjar, un requisito que exigía el «Yngeniero Gefe de Caminos, Canales y Puertos de esta Provincia» y, a mayores, la División de los Ferrocarriles del Oeste de España. La compañía concesionaria había construido las obras de consolidación de la trinchera en el kilómetro 75, pero no había presentado el proyecto en tiempo y forma, así que el Consistorio se consumía ante tal demora, declarando el gran perjuicio que contra el comercio y el público en general que esto suponía. Béjar debía de estar patas arriba, con obras en varios puntos, ejecutada por una Compañía que estaba de paso y que en muchas ocasiones hacía oídos sordos a los requerimientos municipales. 

18 de agosto de 2014

Un paseo por la Ruta del Cedro Centenario (3ª Parte y final)





Autor: Óscar González Hoya
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2011.


        Proseguimos nuestro camino de bajada en el que asombran las proporciones del Viaducto y el antiestético matadero junto a las naves del polígono industrial. Comprensiblemente, y en este caso, en las construcciones modernas, y más en las dedicadas a la industria, no se impone lo artístico y vistoso, sino lo funcional. En contraposición apreciamos las naves de la antigua fábrica de García y Cascón, hundida junto al río, testigo mudo de un tiempo que se fue. Esperemos que en algún momento alguien le otorgue una utilidad pues, de lo contrario, acabarán desapareciendo por el inexorable paso del tiempo. 



 Camino cerca de La Francesa


            Llegamos al final del camino en el que existe una cancela de hierro con unas escaleras habilitadas para salvarla y llegar sin contratiempos a la vía férrea. Llegados a este punto podemos optar por ir hacia la antigua estación de ferrocarril tirando hacia nuestra derecha, aunque, en nuestro caso, iremos a la izquierda en dirección a Cantagallo. Por cierto que hace algunos meses la vía fue limpiada y se nota, pero ha vuelto a crecer la maleza por su falta de uso. Se prometió la realización de un estudio para medir la viabilidad del paso de un tren turístico con salida en Béjar y llegada a Puerto de Béjar. Por desgracia no sabemos nada de este asunto. Posiblemente haya caído en el olvido como todo lo que está relacionado con el ferrocarril en esta provincia, ya que las autoridades se niegan al desarrollo de este medio de transporte que es rentable, respetuoso con el medio ambiente y rápido. Me temo que sólo se patrocinan las comunicaciones por carretera que es carísimo, teniendo en cuenta los precios del carburante, nada respetuoso con el medio ambiente y relativamente lento si lo comparamos con las velocidades que pueden alcanzar los ferrocarriles actuales. 

11 de agosto de 2014

Un paseo por la Ruta del Cedro Centenario (2ª Parte)



Autor: Óscar González Hoya
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2011.


           Siguiendo nuestra ruta y, a partir de este punto, nuestros pasos caminarán por un terreno que los ciclistas denominarían rompe-piernas por la presencia de subidas y bajadas. Al finalizar esta zona la ruta se alisa para llegar al lugar donde estuvo situada originalmente la ermita de Santa Marina. En este paraje, denominado La Centena, se ubican dos casas rurales: Santa Marina y La Centena. Invito a nuestros visitantes a hospedarse en ellas, pues disfrutarán de una estancia en plena naturaleza combinada con las comodidades modernas. El paisaje en este lugar es espectacular, sobre todo en primavera. Hacia la transición entre esta estación y el verano, allá para junio, los árboles adquieren una tonalidad de un verde pálido similar a la del otoño.

            El Cedro Centenario goza de buena salud

          Una vez dejada a un lado la puerta de acceso a la Casa Rural de La Centena, el camino se estrecha. En ese mismo punto nos encontraremos con una vereda a nuestra izquierda que conduce a la Fuente del Lobo, un sendero escarpado escoltado por robles y castaños por ser de nuevo una zona húmeda. Merece la pena transitarla. En nuestro caso continuaremos el recorrido siguiendo la ruta marcada, es decir, hacia delante o hacia la derecha en contraposición al camino que conduce a la Fuente del Lobo. A partir de este momento nuestra marcha será más complicada al situarse el sendero entre paredones divisorios de propiedades y afloraciones graníticas.

26 de octubre de 2013

El futuro de Béjar, a la carta más alta (2ª Parte y final)



Autor: Ignacio Coll Tellechea
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2013, pp. 18-20.

 
La segunda de las cartas es una copia escrita a máquina del original. Lleva también una póliza de una peseta, un sello de entrada de la Presidencia del Consejo de Ministros y la firma, el 7 de febrero de 1907, el presidente de la Cámara de Comercio de Béjar, Fernando Asensio.


Bejaranos a la puerta de la Fonda España
 

Cuatro años después de que el alcalde solicite al Gobierno que no desaparezca la guarnición militar, el representante de actividad comercial e industrial se dirige a la máxima autoridad política del país exponiendo en dos páginas los problemas no solo de seguridad, sino también de servicios, infraestructuras, educación y actividad industrial de Béjar, para cuya resolución pide ayuda[1]. Su lectura es una fotografía escrita de la ciudad con un detalle que convierte la carta en un testimonio que por su valor se transcribe íntegramente:

21 de marzo de 2011

Limpieza de la Vía Férrea



Autor: Óscar González Hoya

Durante estos últimos meses la Asociación de Agricultura de Montaña ha llevado a cabo un trabajo de limpieza de la antigua vía férrea desde la antigua estación hasta el límite con la provincia de Cáceres. Aunque todavía hemos comprobado que el desbroce no se ha concluido, concretamente en la zona próxima a Béjar, así como tampoco se ha recogido enteramente el material vegetal desechado.

El objetivo de este proyecto es la creación de una vía verde sin la destrucción de las antiguas traviesas. En la actualidad se está elaborando un informe que deberá estudiar la posibilidad de viajes turísticos con una locomotora de vapor que no superaría los 30 Km/h. Para ello es preciso comprobar el estado del antiguo trazado.


28 de febrero de 2010

Paseando por Béjar: los alrededores de la ciudad

Autor: Javier R. Sánchez Martín
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.442. Mayo de 2007.




Desde la Ronda de Viriato accedo a la carretera de Aldeacipreste. Antes paso por las casas de Llopis a la altura del lugar donde estaba la tienda de comestibles de Saturnino García “El Chino”, entrañable personaje que llevaba en la sangre su afición al noble arte del toreo.

La carretera de Aldeacipreste siempre se utilizó como lugar de paseo y para tomar el sol en la primavera y el otoño. Hoy día es más complicado, pues sigue siendo igual de estrecha y su tráfico se ha incrementado significativamente, debido a la cantidad de viviendas que se han edificado por esa zona. En efecto, antes de llegar a la fábrica de don Paco se han construido a un lado y otro de la carretera varias urbanizaciones de chalés adosados en las que ya habitan bastantes personas.

Nave de la fábrica de Navamuño o de Gómez- Rodulfo


13 de enero de 2010

Breve Historia de la industria textil (2ª Parte)


Autor: Javier R. Sánchez Martín
Publicado: Béjar en Madrid, Especial de Navidad 2005


La mecanización de la producción, la Escuela Industrial y la llegada del ferrocarril.

El inicio de la era industrial se fija en Béjar hacia 1824, año en el que algunos fabricantes textiles compraron máquinas de hilar y cardar a la casa Cockerill de Lieja (Bélgica). Por aquellas fechas se inició también la mecanización del perchado y del tundido de paños, este último mediante la introducción de tundidoras transversales.

Las máquinas de hilar adquiridas eran con toda seguridad “jennies” y, suponiendo que cada surtido de carda e hilatura estuviese equipado con cuatro jennies de 60 husos, en 1834 existirían en Béjar 144 máquinas de hilar de este tipo, que podrían haber eliminado el trabajo de unas 2.880 hilanderas manuales (unas 20 por cada máquina), que hubieran sido las necesarias para surtir de hilo con tornos tradicionales a los 221 telares existentes en aquel momento en la villa.



Fotografía del interior de la fábrica de Rocamora (La Fabril)

Sin embargo, en lo referente al tisaje, la introducción de la lanzadera volante fue probablemente tardía y poco completa, como lo sugiere el hecho de que entre los 21 telares de que disponía en 1850 la empresa Rodríguez Hermanos, sólo 7 tenían lanzadera volante.

15 de agosto de 2009

La estación de tren de Béjar

Autor: Javier R. Sánchez Martín
Publicado: Béjar en Madrid, 13 de Febrero de 2004

A veces, el ramalazo de la nostalgia encamina mis pasos a la antigua estación de tren. Allí paseo entre viejos raíles oxidados, palancas para el cambio de agujas, topes de frenado, arcos metálicos, curiosos sistemas para bombear agua a las locomotoras, una pintoresca grúa colocada sobre un basamento de piedra, andenes, muelles de carga y, por supuesto, esas peculiares construcciones que siempre llamaron mi atención por su curiosa arquitectura.

Permanecen mudas y semiderruidas las casas de los ferroviarios, pero se han restaurado recientemente el edificio de la antigua estación y alguno de los locales adyacentes, lo cual ha sido una excelente idea. Espero y deseo que el fin para el que van a ser destinados, ese Centro de Ocio Juvenil que tanta falta hace en Béjar, revitalice esta zona y la saque del lamentable estado de abandono en que ha estado sumida los últimos años.

Desde la Estación se tiene una hermosa panorámica de Béjar. Según hacia donde se mire puede verse gran parte de la muralla, el antiguo palacio de los Duques de Béjar, las torres de varias iglesias, la sierra, El Castañar, la Peña de la Cruz, el valle de El Rosal, el viaducto, ... Pero la misma estación es en sí un bonito paraje.

Fotografía antigua de la Estación del Tren. Béjar.