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24 de septiembre de 2022

Béjar 1868: el año en que vivimos peligrosamente (2ª Parte y final)

         Autor: Javier R. Sánchez Martín

Discurso  pronunciado por el 28 de septiembre de 2021 en la Puerta de la         Villa de Béjar.

En una revolución donde los protagonistas fueron hombres, es precisamente en el proceso judicial abierto después de los sucesos cuando se hacen visibles algunas de las mujeres que fueron testigos de los hechos o incluso participaron en cierto modo en ellos. Son solo ocho -entre ellas una llamada paradójicamente Isabel Borbón-, que relatan lo que aconteció en sus casas cuando fueron tomadas por los asaltantes. No se dice nada de todas aquellas que ayudaron en los preparativos, en la intendencia y en otras tareas a los combatientes, por lo que sabemos a día de hoy. Pero no podemos reinterpretar la historia con ojos del siglo XXI, hay que hacerlo dentro del contexto del siglo XIX.

 Batalla del Puente Alcolea

El ejército se replegó hasta Sorihuela con la idea de volver al día siguiente, el de San Miguel, patrono de Béjar. Afortunadamente, recibieron noticias de la derrota del ejército realista en Alcolea, cerca de Córdoba y se les ordenó la retirada el 29. Pero el acto heroico ya había sido llevado a cabo por los bejaranos el día anterior, enfrentándose y rechazando a un ejército numeroso y organizado cuando aún nadie sabía lo que iba a pasar en España y asumiendo grandes riesgos.

17 de septiembre de 2022

Béjar, 1868: el año en que vivimos peligrosamente (1ª Parte)

 Autor: Javier R. Sánchez Martín

Discurso  pronunciado por el 28 de septiembre de 2021 en la Puerta de la Villa de Béjar. 


Me siento honrado por haber sido invitado a hablar en el histórico lugar en el que en 1868 sucedieron hechos trascendentales. Muchas gracias por haber venido a escuchar a este bejarano sin filiación política, pero preocupado por su país y por su pueblo.

Quiero también agradecer la labor realizada por la asociación “Béjar 68”, a la que he pertenecido y de la que es heredera el Centro de Estudios Bejaranos, por la labor que ha realizado para conocer mejor la realidad de los hechos y darlos a conocer mediante un buen número de actividades, que culminaron en las Jornadas Universitarias de 2018.

Hagamos ahora volar la imaginación y trasladémonos aquí mismo, pero el 28 de septiembre de 1868. Podemos revivirlo gracias a la magnífica foto del francés Juan Cambón, establecido en Béjar y que en este caso actuó como uno de los primeros reporteros de guerra de este país. Por favor, recuerden la foto y sitúense en ella. La calle estaba enrollada, con bordillos alargados de granito para delimitar la calzada y separarla de lo que era una rudimentaria acera y con travesaños también de granito para que los rollos no se movieran, ya que el tramo de la calle de la Feria está en pendiente. Al final, un poco más arriba, se ve la Puerta de Ávila o Puerta de la Villa, una de las puertas de la muralla, de notable factura, pero que ya estaba reformada con respecto a la medieval original.

Esta puerta estaba construida con piedras de sillería y rematada por un arco de medio punto. Justo encima tiene el escudo de Béjar flanqueado por dos figuras que parecen de niños. Arriba el adarve para moverse los centinelas y, a ambos lados de la puerta, dos columnas sostienen dos torres circulares almenadas, cada una de ellas con una tronera de pequeño tamaño en forma de cruz sobre lo que parece un círculo o quizá un triángulo. A la izquierda se ve la muralla y sobresalir una casa grande con gente asomada a sus ventanas. A la derecha solo se ve una vivienda con balcón ubicada extramuros, delimitando la calle.

30 de mayo de 2015

Benito Guitart Trulls, un arquitecto catalán en el Béjar de hace cien años (3ª Parte y final)


Autores: Javier R. Sánchez Martín y Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2015, pp. 55-60.

La casa de Mateo Iglesias en Béjar

       Pero quizá la obra por la que se recuerda a Benito Guitart Trulls en Béjar es por el edificio que diseñó y construyó por encargo de Mateo Iglesias, propietario de varios comercios de tejidos y confecciones en Béjar. Este empresario era el dueño de los Grandes Almacenes Mateo Iglesias, situados en el edificio que estuvo hace años Correos y después la imprenta Hontiveros, en la Plaza de la Piedad. También del comercio llamado La Innovación, al principio de la calle Mayor de Reinoso (donde estuvo el antiguo Banco de Bilbao hace ya años). A su muerte, algunos de sus empleados pusieron en marcha El Palacio de la Moda, que primero estuvo donde Junquera (el edificio que albergó Auxilio Social, que fue derribado hace pocos años para dar vista al Teatro Cervantes) y luego pasaría enfrente, donde está hoy día Saldos Arias. La única hija de Mateo Iglesias, Margarita, se casó con Francisco Núñez, por lo que la casa en cuestión también se conoce como “Casa de Núñez”.
Casa de Mateo Iglesias. 
Fachada principal antes de la restauración

      Este edificio se puede encuadrar dentro del auge neoplateresco del momento, como ya señalara Nieves Rupérez [1]. Según Díez Elcuaz, el neoplateresco debe su aparición en Salamanca a la actividad del arquitecto Santiago Madrigal, quien a partir de 1916 empieza a proyectar edificios basándose en la arquitectura renacentista local, siguiendo las recomendaciones del VI Congreso Nacional de Arquitectos (1915) en el que se proponía la vuelta a los estilos arquitectónicos de cada región[2].

24 de mayo de 2015

Benito Guitart Trulls, un arquitecto catalán en el Béjar de hace cien años (2ª Parte)


Autores: Javier R. Sánchez Martín y Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2012, pp. 55-60.


Los primeros trabajos de Guitart en Béjar y su entorno

    Benito Guitart se encargó, además de numerosas cuestiones rutinarias, de otras obras urgentes y de más enjundia que afectaban a los edificios religiosos de nuestra ciudad.

     El 4 de abril de 1893 desde el consistorio se da la orden de desmantelar la capilla del hospital de San Gil, teniendo que ser llevados todos sus bienes muebles a la del hospital de San Francisco. Pero surge un problema, y es que los retablos no se acomodan con exactitud a la nueva capilla, por lo que se decide esperar el dictamen de Guitart para acometer las reformas, con la esperanza de inaugurarla el 3 de mayo. Finalmente el traslado no será aprobado hasta enero del año siguiente.

Torre de San Gil

       Como hemos comentado, se le encargó de la revisión de los edificios religiosos de la ciudad. Así, el 20 de junio Guitart presenta su dictamen sobre la inseguridad de una esquina de la iglesia de San Juan y del tejado de su torre, a cuenta del reloj construido sobre ésta, cuya techumbre cedió ante este peso extra. Parroquia y consistorio no se ponen de acuerdo en cómo afrontar los gastos. La primera entiende que todo el coste ha de ser por cuenta del Ayuntamiento, ya que la ruina la ha ocasionado el reloj público; mientras que el segundo propone solventar el gasto a medias entre las dos instituciones, pues achaca a la mala construcción de la cubierta de la torre el vencimiento del reloj. En el informe, Guitart señala que el punto de mayor peligro para la ciudadanía es la calleja que circunvala la torre, por lo que se propone prohibir su tránsito.

17 de mayo de 2015

Benito Guitart Trulls, un arquitecto catalán en el Béjar de hace cien años (1ª Parte)


Autores: Javier R. Sánchez Martín y Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar,  2012, pp. 55-60.

Introducción

       Benito Guitart i Trulls nació en Barcelona el 12 de agosto de 1866. Allí estudió su carrera en la Escuela Superior de Arquitectura, donde se tituló en 1890[1]. Llegó a Béjar en 1893, permaneciendo aquí hasta 1895 y desarrollando una fructífera labor como arquitecto municipal

Benito Guitart Trulls en una fotografía


         Cuando llevaba sólo unos meses de estancia en Béjar se desplazó a Barcelona para contraer matrimonio con Mª Dolores Sivilla, también barcelonesa. Un hermano de su esposa, Félix Sivilla i Prats, dirigía la empresa “Sivilla y Cía”, con sede en Madrid y dedicada principalmente a actividades de fundición y mecanización, con la que enseguida empezaría a colaborar Guitart. En ella coincidirá con Miguel Munar i Cona, ingeniero industrial de origen mallorquín. En 1896 la sociedad se disuelve, constituyéndose una nueva en la que Sivilla ejerce como socio comanditario, y Guitart y Munar como socios gerentes[2]. Esta asociación será el origen de la próspera “Munar y Guitart”, que pudo constituirse a finales del siglo, fecha en la que Guitart ya residía en Madrid.

13 de abril de 2015

Aquellas bejaranas que se fueron a Alemania en los años sesenta (4ª Parte y final)



Autor: Javier R. Sánchez Martín

La etapa posterior al cierre de la Wülfing


        Desde 1997, a poco de producirse el cierre de la empresa, una Asociación compuesta por antiguos empleados de ésta se puso a trabajar para construir el Museo Wülfing. Uno de sus objetivos fue conservar el edificio principal, de piedra y ladrillo, las chimeneas, el puente de acero, el laboratorio, el gran archivo de muestras de tejidos, algunas de las máquinas textiles y, por supuesto, la magnífica máquina de vapor que fue durante años el corazón energético de la fábrica. Este generador de vapor funcionó desde principios del siglo XX hasta 1946 y se conserva todavía en la ubicación original. Existe también una turbina Francis de 1922 que, modernizada, sigue en funcionamiento. Por ello, con el tiempo se pretende también musealizar la historia de la producción de energía en la fábrica durante el largo período de su funcionamiento. 


       Estas acciones postreras demuestran que la Wülfing no fue para los habitantes de la zona una fábrica más de las que comienzan su andadura, funcionan durante algunos años y finalizan su ciclo vital sin pena ni gloria. Al contrario, la empresa fue todo un símbolo de progreso industrial para los ciudadanos de Remscheid-Lennep-Dahlerau y, por supuesto, también para los españoles, austríacos, italianos y de otras nacionalidades que encontraron su destino laboral en la Wülfing y que convivieron en absoluta armonía con los naturales de la zona durante muchos años.

El Museo lo llevan antiguos empleados de la empresa.

Con nuestro guía, antiguo empleado de la Wülfing, visitando el Museo


      Además, la vetusta fábrica se encuentra en un lugar privilegiado, en el entorno del río y rodeada de verdes laderas arboladas, como si fuera una pequeña isla industrial centrada en la antigua fábrica-villa, todo ello constituyendo un conjunto bien conservado. Hoy día, parte de los antiguos edificios se encuentran ocupados por empresas vivas dedicadas a actividades que no tienen que ver con el textil.  


        Pues bien, a este lugar llegábamos en coche un frío día de enero de 2009. Nos costó un gran esfuerzo localizar la fábrica, pues no está fácil de encontrar y, salvo una señora que nos dio indicaciones en un inglés rudimentario, los demás nos atendían muy amablemente, pero en alemán, con lo que, aunque sabíamos que estábamos muy cerca, no había forma de terminar de encontrarla.

6 de abril de 2015

Aquellas bejaranas que se fueron a Alemania en los años sesenta (3ª Parte)

Autor: Javier R. Sánchez Martín 


La mítica empresa Johann Wülfing & Sohn


La empresa a la que se incorporaron estas bejaranas entre 1960 y 1962 era la “Johann Wülfing & Sohn” y disponía por entonces de tres factorías en un radio de unos 7 km. Una estaba en Dahlhausen y otra en Dahlerau, en la cuenca del río Wüper, afluente del Rhin, en una zona cuya orografía recuerda en cierto modo a la del lugar conocido como Navazo. La tercera estaba en la ciudad de Lennep. Entre todas disponían de hilatura de estambre, de carda y de tejiduría, además de tintes y de acabados. Es decir, era lo que se conoce como una empresa vertical.


Pero la Wülfing no era una empresa cualquiera, sino que se trataba de una de las sociedades textiles más antiguas del mundo. Había sido fundada en 1674 por Gottfried Wülfing (1651-1721) originariamente en la ciudad de Lennep. En 1774 adoptó el nombre de Johann Wülfing & Son, que correspondía al de su propietario y a la vez director, así como a su hijo. 

 Foto actual de una parte de los edificios de la Wülfing.


Aunque inicialmente la empresa fue la clásica spinnerei (hilatura) y estaba ubicada en Remscheid-Lennep, en 1816 instaló una nueva hilatura-tejeduría en la cuenca del río Wupper -en lo que luego fue Dahlerau-, con objeto de aprovechar la energía del agua de este río, afluente del Rhin.


De esta forma, la compañía se convirtió a principios del siglo XIX en una de las mayores fábricas textiles de Alemania y formaba una especie de mundo aparte, un pueblo con todos sus servicios, organizado alrededor de la factoría.

23 de marzo de 2015

Aquellas bejaranas que se fueron a Alemania en los años sesenta (2ª Parte)


Autor: Javier R. Sánchez Martín

Solución al paro: la emigración. Las pioneras bejaranas.



En España, y también en Béjar, vuelve a hacer su aparición la emigración. Así, entre 1960 y 1975, siete millones de españoles abandonaron sus lugares de origen para tratar de encontrar un trabajo en las zonas más ricas de España (Madrid, Cataluña, País Vasco,…), aunque hubo entre dos y tres millones que lo hicieron al extranjero, la mayoría a otros países europeos, como Alemania, Francia, Suiza… 


Las divisas que aportaron fueron el maná que alimentó la economía española durante años. Sin estos dineros, duramente ganados, difícilmente podría haber logrado España el grado de desarrollo económico conseguido en los años sesenta.


Muchos de esos españoles fueron a Alemania, donde el colectivo de nuestro país llegó a ser el segundo, después de los italianos. ¿Quiénes fueron los artífices que hicieron posible esta emigración organizada? Los personajes claves son Miguel de Lis, delegado de Trabajo y Emigración, Enrique Sorribes, agregado laboral de la embajada de España en Bonn y, en el caso concreto de Béjar, el jefe de personal de la histórica Wülfing, Horst Kubiak, que había coincidido en los campos rusos de prisioneros con soldados de la División Azul española.


En casi todos los casos se fueron legalmente, con un contrato de trabajo firmado en la mano, sabiendo incluso que allí iban a desarrollar tareas que ya conocían de sobra, en un guill, selfactina, bobinadora o continua de hilar. En fin, nada diferente a lo que habían hecho hasta ahora. Pero en Alemania les esperaba una sociedad bastante distinta a la que ellas conocían, con un idioma y unas costumbres muy diferentes a las que había en la España de la época.


Las primeras bejaranas salieron de la puerta del Bar Pepe, después (y hasta hace bien poco) Bar Sol, a las cuatro de la mañana del día 19 de marzo de 1960. En Salamanca recogieron a unas cuantas más hasta sumar un total de 43. Imagínenselas a una hora tan temprana, con las brumas del sueño aún rondando sus ojos -si es que durmieron algo esa noche-, acompañadas de sus familiares y algunas de sus novios o maridos (de las 43, tres eran casadas). Supongo que a la mayoría de ellas la situación les parecería irreal, hasta me atrevería a decir que un poco absurda, y que estarían tratando de dilucidar si habían tomado la decisión correcta. Seguro de que, cuando montaron en el autobús, a alguna de ellas les daría ganas de bajarse y terminar con la aventura antes de comenzarla. No obstante, Kubiak, verdadero artífice de este lance, viajaba con ellas, animándolas y ocupándose de los detalles del viaje.





Foto 1. En la foto están, entre otras, Paquita, Marta, Berta, Pilar y Carmen delante de la conocida como Residencia de españolas en la Wülfing.

16 de marzo de 2015

Aquellas bejaranas que se fueron a Alemania en los años sesenta (1ª Parte)

Autor: Javier R. Sánchez Martín,
profesor y miembro del Centro de Estudios Bejaranos 


Un homenaje


Por las ferias de San Miguel del año 2008 el Ayuntamiento de Béjar realizó un homenaje y proclamó “Ciudadanas Ilustres” a aquellas pioneras bejaranas que partieron un día del lejano 1960 con dirección a Alemania. Las primeras que lo hicieron fueron cuarenta y tres mujeres y salieron en autobús en marzo de 1960, en dirección a Remscheid, cerca de Lennep. No era un viaje cualquiera; se trataba en algunos casos de buscar allí el trabajo que aquí no encontraban, en otros de buscar mejores salarios y en otros de seguir a sus maridos o novios que habían decidido realizar antes que ellas ese viaje que sabían de difícil retorno, al menos a corto plazo.

Todas y todos se fueron pensando que sería sólo para unos años, quizá hasta que ahorraran lo suficiente o, quizá, hasta que en su añorado Béjar mejoraran las expectativas laborales.

Pero, a pesar de que trabajaron duramente en Alemania para construir un futuro en España, en la mayoría de los casos éste nunca llegó o, al menos, no como esperaban.

Foto 1.- Esta es la conocida foto que se hicieron las primeras expedicionarias al llegar a Remscheid, acompañadas de Horst Kubiak (a la derecha, en un discreto segundo plano).

La situación en Béjar en 1959-60

A finales de 1959 la situación del textil bejarano era difícil. La emblemática firma Rocamora acababa de cerrar la última de las empresas que le quedaba, de todas aquellas que había puesto en marcha a partir de su llegada a nuestra ciudad, en 1937. Por aquel entonces la Guerra Civil Española prácticamente acababa de empezar y Béjar era el único centro textil de cierta importancia que había quedado en la conocida como “zona nacional”. Aquí llegaron los hermanos catalanes Santiago y Enrique Rocamora Moratonas para poner en marcha inicialmente una hilatura de estambre, industria de la que carecía Béjar pues THESA aún no había logrado poner en marcha la suya. El cierre de esta última empresa, conocida popularmente como la Fabril de Rocamora, por su ubicación, pero comercialmente denominada “Industrial Lanera S.A.” (ILSA), dejaba en la calle a más de cien personas. Pero con esta quiebra acababa también una etapa de desarrollo industrial intensivo que empezó en 1936 y que a finales de la década de los cincuenta comenzaba a mostrar síntomas claros de agotamiento.

22 de diciembre de 2014

Vista a vuelo de pájaro de los establecimientos maquinarios de Geronimo Gomez y Compª. (2ª parte y final)



Autor: Javier Ramón Sánchez Martín
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar 2014.


La parte de arriba de la finca

     La Heredad de Picozos fue propiedad de los duques de Béjar y, posiblemente, además de cazadero pudo haber algún tipo de jardines, si bien más sencillos que los de El Bosque.

 
      El actual predio de Gómez Rodulfo, hoy día de distintos propietarios, ocupa una superficie de 20.000 m2. Como puede verse en el plano, lo que hoy es la finca de la fábrica ocupaba en 1870 una superficie muy inferior y, sin embargo, disponía más abajo de una finca muy grande, la que después acogió al conocido como “Molino de Chencho”. De hecho, en el solar donde hoy está la fábrica sólo existía la antigua nave de planta rectangular y tejado a dos aguas que está ubicada en la orilla izquierda del río y en línea con él, la marcada como nº 1 en el plano, y que entonces “llevaban en arrendamiento los señores Lozano”. A pesar de que este edificio existía desde finales del siglo XVIII, cuando se elaboró el plano aún no se había subido una planta más, que es como puede verse en la actualidad. Un poco más arriba, marcado con el nº 5 estaba y está el puente llamado “Puente Seca”, sobre el río Cuerpo de Hombre.

14 de diciembre de 2014

Vista a vuelo de pájaro de los establecimientos maquinarios de Gerónimo Gómez y Compª. (1ª parte)

Autor: Javier Ramón Sánchez Martín
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2014

LOS GÓMEZ-RODULFO

       La familia desciende de Juan Gómez Muñoz de la Peña, de profesión batanero, el cual contrajo matrimonio en 1785 con Polonia Rodulfo, descendiente de uno de los artesanos flamencos que llegaron a Béjar a finales del siglo XVII [1].

       Juan Gómez se estableció como fabricante de paños en 1787 en un edificio de nueva construcción ubicado en el lugar conocido como "Los Picozos". De esta época es el edificio más antiguo del complejo, que está a la orilla del río y es el número 1 en el plano de Muñoz Amador, del que hablamos más adelante. En ese enclave ha permanecido la empresa hasta su cierre en 1998, más de 200 años después de su fundación.


     A la muerte de Juan Gómez, ocurrida en 1806, continuaron el negocio sus hijos Juan y José Gómez Rodulfo. Juan quedó en Béjar al frente de la fábrica, llegando a ser uno de los más importantes fabricantes de paños de la villa en los primeros años del siglo XIX. Se casó con Teresa Hernández Bueno y tuvieron tres hijos: Jerónimo, Ruperto y Juana. El nacimiento de su primer hijo, Jerónimo Abdón Gómez (Rodulfo) Hernández [2], se produjo el día 30 de Julio de 1.809, en plena Guerra de la Independencia, estando refugiado el matrimonio en la falda de la Sierra (como muchos otros bejaranos), huyendo de los franceses. El parto tuvo lugar en una cueva no muy lejos del nacimiento del Río Cuerpo de Hombre, al sitio de Navamuño.

8 de marzo de 2014

Las piedras son la voz de la historia




             Publicado: Béjar en Madrid, nº 4260, 7 de noviembre de 2003, pág. 3.
          Autor: Javier R. Sánchez

          En agosto de 1929 fallecía D. Remigio Gosálvez Rodríguez, de antiguo y honroso abolengo industrial. La fábrica que regía había sido fundada en 1860 por D. Antonio Gosálvez Cortés, su abuelo paterno. D. Remigio había perfeccionado las instalaciones fabriles, invirtiendo cuantiosas sumas en los lavaderos, tintes, fábrica de lanas regeneradas y el magnífico desmote químico –puesto en marcha este último en junio de 1922-, todo ello reunido en una hermosa colonia industrial, según recoge el ejemplar de Béjar en Madrid correspondiente al 24 de agosto de 1929.

 Fábrica de Gosálvez. Acuarela de Óscar Rivadeneyra.

 
            Estaba casado con Dña. Martina Faure, descendiente del ciudadano francés D. Miguel Faure, quien había llegado a Béjar en 1825 llevando bajo el brazo su título de Maestro Tintorero de lana, expedido por el Rey, y que ejerció en el Tinte del Duque. Esta familia enraizaría en Béjar y en ella viven en la actualidad varios de sus descendientes.

2 de enero de 2014

Crónicas viajeras: Bruselas y Brujas



Autor: Javier R. Sánchez Martín
Béjar en Madrid, número 4.385, del 31 de marzo de 2006, pág. 9
Imágenes: wikipedia (salvo la primera) 


        En marzo de 2006, los profesores de la “Asociación Ciudadanía Europea” realizamos un viaje a Bruselas para conocer algunas de las instituciones de la Unión Europea. En este viaje, muy bien organizado por la catedrática de Lengua del I.E.S. Río Cuerpo de Hombre, Concha Pérez Escanilla, hemos participado profesores de enseñanza primaria, de secundaria, y también alguno de la universidad, la mayoría destinados en Béjar.


          Así, el domingo 26 de febrero, en medio de una nevada impresionante caída la noche anterior que nos hizo temer por el viaje, partimos hacia Bruselas. La primera parte la tuvimos que hacer por Plasencia y Navalmoral de la Mata, ya que por Ávila hubiéramos tenidos bastantes problemas.



7 de diciembre de 2013

El esplendor cultural de Béjar en la segunda mitad del siglo XIX



Autor: Javier R. Sánchez Martín 
Publicado: Semanario Béjar en Madrid,  nº 4.270, 16 de enero de 2004




Béjar sufrió una auténtica eclosión industrial, económica y cultural a lo largo del siglo XIX, acentuándose ésta en su segunda mitad. El eje de todo el movimiento lo constituía la industria textil, principalmente lanera, alrededor de la cual giraba la vida de la ciudad. Según ha documentado Rosa Ros, la revolución industrial llegó a Béjar en 1824 cuando fueron importadas las primeras máquinas de hilar y cardar. Dice Madoz que “se trajeron de Bélgica y Sajonia perchas, cepillos y lustres, aparatos para cardar e hilar, escardar y la primera máquina con que se elaboraron bayetas de todas clases y colores”. Gabriel Rodríguez López relata, en relación con este auge, que “ante los buenos resultados obtenidos, muchos molinos harineros que había en las orillas del río Cuerpo de Hombre se fueron transformando en fábricas de paños”. 

 Interior del Teatro Cervantes de Béjar inaugurado en 1857

12 de agosto de 2013

Elogio de los hombres sencillos


*Quisiera hacer un alto en la vida de los Bolaños y acercarme a otros hombres sencillos como nosotros que vivimos el día a día, lejos de glorias vanas, desde el prisma de Javier R. Sánchez Martín y el recuerdo de su suegro Isidro.

Autor: Javier R. Sánchez Martín. 
Publicado: Béjar en Madrid 15/04/2011



La vida está hecha de momentos que pasamos principalmente al lado de aquellos que nos corresponde por nacimiento -nuestros familiares- o por elección, -nuestros amigos, nuestros cónyuges-. Además, nuestros consortes tienen una familia con la que también entras tarde o temprano en relación.


De este último modo fue como conocí a Isidro, mi suegro, hace ya años de esto. Por aquel entonces empezaba a levantar cabeza, económicamente hablando, gracias a su puesto de trabajo en una fábrica de confección y a que trabajaban varias de sus hijas, entre ellas la que hoy es mi mujer (siempre me ha parecido que decir esposa queda un poco cursi). La confección industrial marcó por entonces el declive de profesiones artesanales a las que sustituía, como la de sastre, y cubrió toda una etapa de industrialización rápida y de mano de obra intensiva en nuestro país.

 Sierra de Béjar al anochecer


Desde el principio me pareció un hombre sencillo, que otorgaba su justo valor a las pequeñas cosas que le proporcionaba el presente y que las disfrutaba lo mejor que podía, sin pedir más. Probablemente sin conocerlo hacía suyo ese viejo aforismo que dice que no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita. Siempre le envidié un poquito esa capacidad que tenía de disfrutar el día a día, cultivando una pequeña huerta, yendo a pescar con algún amigo, participando en las actividades de la peña a que pertenecía o, simplemente, tomando un vino con los amigos o con la familia.


23 de febrero de 2013

El doctor Ramiro Arroyo y la lucha contra la gripe española (2ª parte y final)



           

Autor: Javier R. Sánchez Martín
Artículo: ¿Quién fue Ramiro Arroyo?
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2011.


             D. Ramiro hablaba bien el francés y se defendía en inglés y alemán, por lo que fue contratado por la Escuela Industrial para dar clases de francés y de otras materias, faceta en la que también destacó, ganándose el aprecio de sus colegas y de sus alumnos.


            En 1918 obtuvo por oposición una plaza de inspector provincial de Sanidad, pero antes de tomar posesión renunció a ella para no tener que abandonar Béjar. 


            Una prueba de fuego importante para él y para todos sus compañeros de la profesión médica habría de llegar en ese mismo año en que, pudiendo hacerlo, había desistido de abandonar Béjar. En efecto, en septiembre de 1918 llegó a Béjar la famosa epidemia de “gripe española” (Spanish flu virus), cuyo nombre se demostró que era completamente inapropiado, pues muy probablemente se originó en Estados Unidos. Para hacerse una idea de la letalidad de la epidemia a nivel mundial, baste decir que, desde su detección en la primavera de 1918, mató a al menos cuarenta millones de personas aunque hay medios que afirman que la mortalidad fue más alta aún. En España pudieron fallecer hasta 300.000 personas, si bien las cifras oficiales redujeron las víctimas a 147.114. 

 Víctimas de la gripe española en un hospital cercano a Fort Riley (Kansas) en 1918


            En la provincia de Salamanca la cifra de mortalidad estuvo entre 3.000 y 6.000 personas y en Béjar la epidemia causó también estragos. En efecto, en relación con nuestra ciudad El Adelanto publicó que había habido 4.560 afectados y 225 defunciones. El Béjar en Madrid está de acuerdo con la primera cifra, pero eleva la segunda hasta 365. Si la primera de las cifras es fiable al tener Béjar por entonces unos 9.200 habitantes, querría decir que la epidemia afectó a alrededor de la mitad de la población. Respecto a las defunciones, si tenemos en cuenta que en 1918 hubo 258 nacimientos y 522 de funciones, es decir 225 defunciones más que en 1917, la cifra de decesos por la epidemia pensamos que podría estar más cercana a la que proporciona El Adelanto que a la que da Béjar en Madrid, si bien no la hemos podido asegurar. De cualquier forma, más de doscientos muertos en poco más de dos meses en nuestra localidad supone una cifra muy importante de decesos.

17 de febrero de 2013

El doctor Ramiro Arroyo y la lucha contra la gripe española (1ª Parte)




Autor: Javier R. Sánchez Martín
Artículo: ¿Quién fue Ramiro Arroyo?
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2011.





            A veces te encuentras que una calle lleva el nombre de una persona que seguramente fue muy conocido en la época en que vivió, pero que, andando el tiempo, poca gente recuerda quién fue.


            Eso es lo que pienso que sucede con el personaje que da nombre a la calle Ramiro Arroyo. Por eso y porque creo que debe hacerse justicia a tan eminente y desinteresado médico, me he decidido a escribir sobre él. Si con estas líneas contribuyo a rescatarlo del injusto olvido en que se halla, me daré por bien pagado.

 Foto de Ramiro Arroyo. 
La Victoria, 28/11/1925



            Ramiro Arroyo Samaniego nació en un pueblecito cacereño, llamado Valdehúncar. Su padre, Emilio Arroyo, también médico, estaba destinado en esa localidad, aunque enseguida se trasladaría al cercano Navalmoral de la Mata (Cáceres), donde la familia fijaría su residencia. D. Emilio falleció cuando Ramiro era muy pequeño, por lo que quedó bajo la tutela de su madre, Felipa Samaniego.

21 de noviembre de 2012

Conferencia en el Casino Obrero



Desde el blog Pinceladas de Historia Bejarana queremos invitar a asistir a la conferencia de nuestro colaborador y miembro del Centro de Estudios Bejaranos, el profesor Javier Ramón Sánchez Martín, que tendrá lugar en el Casino Obrero de Béjar el próximo viernes a las 20.15 horas. La conferencia tendrá como tema su discurso de ingreso al Centro de Estudios pronunciado en marzo de este año 2012 y se titulará "La fábrica textil de Navahonda en un plano de 1868 (visión de una fábrica lanera bejarana en el siglo XIX)".





5 de junio de 2012

Semana de conferencias en Béjar


Nota informativa: 

El Museo del Comercio y la Industria de Salamanca, en colaboración con el Centro de Estudios Bejaranos y el colectivo Llámpara (Valladolid), está organizando un ciclo de conferencias titulado ‘Tres miradas sobre el patrimonio industrial de Béjar’, en el que se expondrán cuestiones relativas a la historia fabril de esta comarca salmantina y se analizará la situación actual de su rico patrimonio industrial.



25 de marzo de 2012

Presentación de "La fábrica textil de Navahonda en un plano de 1868", discurso de ingreso al C.E.B. de Javier R. Sánchez Martín




El viernes pasado día 23 de marzo, y en el salón de plenos del ayuntamiento de Béjar, Javier R. Sánchez Martín presentó su discurso de ingreso al Centro de Estudios Bejaranos. Creo que este nombre no podrá resultaros ajeno, habida cuenta de que es colaborador asiduo de este blog en el que aporta estudios centrados, sobre todo, en la historia textil de la ciudad. El tema de su discurso no podía ser otro que éste que mencionamos: La fábrica textil de Navahonda en un plano de 1868


Membrete de la fábrica con un grabado de la misma hacia 1927