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29 de octubre de 2021

El edificio del colegio salesiano de Béjar: del "muño maior" a doña Felisa Esteban (2ª Parte)

 Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

¿Cuál había sido la historia anterior de este edificio, la casa del muño mayor, situada en lo que luego fue colegio salesiano de Béjar? El documento más remoto al que hemos tenido acceso data de 1718 y determina la fecha en que la casa ducal adquiere el inmueble. El 4 de septiembre de aquel año

«Antonio Carlos Manrique, hortelano del Bosque de Béjar, ante el escribano Tomás de Silva, vende al duque [Juan Manuel II][1] una casa con parral y majuelo grande en la parroquia de Santa María por 3700 reales». 

Casa del duque a mediados del siglo XVIII. Pincha para ver con detalle. Elaboración de Óscar Rivadeneyra

 

11 de enero de 2016

Bernardo Ordóñez de Lara, tesorero de los condes de Monterrey y de la catedral de Salamanca (1620-1676) (1ª Parte)


   Autora: Carmen Cascón Matas
   Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.730 (5/06/2015), p. 6.


   En enero del pasado año se presentó en Salamanca el libro que contiene los trabajos de investigación conmemorativos al V centenario de la construcción de su Catedral Nueva. Coordinada por Mariano Casas y auspiciada por la diputación de Salamanca, la publicación lleva por título La Catedral de Salamanca. De Fortis a Magna y en ella he tenido el gusto de participar con un artículo dedicado a un bejarano desconocido, Bernardo Ordóñez de Lara. Para aquellos que no dispongan de la oportunidad de hacerse con este libro, y con el fin de difundir someramente la vida del biografiado, escribo estas líneas que son una sombra de las andanzas de Bernardo, un leal siervo a las órdenes de la nobleza y de la Iglesia salmantina, como le he definido en el título del trabajo no sé si acertada o erróneamente. 



 Portada del libro
La Catedral de Salamanca. De Fortis a Magna

       Por aquello de reunir los datos del personaje de manera cronológica iniciaremos el relato de su vida por su nacimiento. Bernardo Ordóñez de Lara vio la luz en Béjar en el año 1620, hijo menor de Paulo Ordóñez de Lara y de Águeda Fernández de Castañares [1], hidalgos ambos, de rancio abolengo él según prueban las escrituras de probanza de su estatus. El linaje paterno procedía de Salas de los Infantes [2] y su pertenencia al estamento nobiliario había permitido a Paulo introducirse entre la servidumbre funcionarial y administrativa de la Casa Ducal bejarana. Así Ordóñez de Lara desempeñó los cargos de alcalde mayor de la fortaleza o palacio ducal de Béjar y secretario de los duques Francisco III, Alonso I y Francisco IV, lo cual le posicionaba cerca de la familia Zúñiga. Dentro de la compleja corte ducal, compuesta por decenas de personas tanto en Madrid (lugar de residencia habitual de los duques) como en Béjar, Paulo ocupaba una posición preponderante. Por su parte, Águeda Fernández de Castañares, de su mismo nivel social, era sobrina- nieta del cura rector de la parroquia de Santa María la Mayor y comisario del Santo Oficio de la Inquisición, Pedro Fernández de Castañares [3]. La pertenencia a una familia de tales características fue determinante en la vida del pequeño Bernardo Ordóñez de Lara, como veremos posteriormente. 

4 de julio de 2009

El Licenciado Castañares y la lucha por la preeminencia (2ª Parte)



Autor: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4452. Julio de 2007.




El conflicto por la preeminencia parroquial entre las iglesias de San Juan Bautista y de Santa María la Mayor no terminó, sino que se acentuó aún más si cabe. Ya relatamos en el artículo antecedente los altercados que se produjeron entre los clérigos de Béjar el 14 de agosto de 1597, día del entierro del cura rector de San Juan, y los del día siguiente, hechos motivados por el orden de las cruces procesionales y que se resolvieron con la confirmación de la preeminencia de la de Santa María.. Los alborotos continuaron un año después: en mayo de 1598 el Obispo de Plasencia, ante la situación, y por un despacho enviado por el duque de Béjar Francisco III, resuelve dirimir el conflicto volviendo a confirmar la preeminencia de la parroquia de Santa María, declarada ya por D. Pedro Ponce de León en 1568. Sin embargo, la resolución no parece ser aceptada, pues un tal Gaspar de Oviedo, entre otras personas, enviaron despachos desde el Consistorio a Plasencia contra esta medida. La decisión del Obispo, apoyada por el Duque, se mantuvo con firmeza, a pesar de las dichas oposiciones.

Tribunal de la Inquisición. Extraído de portal planeta

Pero, la vida del Licenciado Castañares no se centró sólo en conflictos: como cura párroco de Santa María la Mayor, a la que se adscribía el Palacio Ducal, poseía el privilegio de bautizar a los hijos de los duques de Béjar. Así ocurrió en el caso de Don Alonso de Çúñiga y Sotomayor, hijo legítimo y primogénito de los Excelentísimos Señores Duques de Béjar Francisco Diego López de Çuñiga Sotomayor y Doña Ana de Mendoça su mujer bautizado por nuestro personaje el día 11 de Febrero de 1621 y que luego sería Duque de Béjar con el nombre de Alonso II. (si quereis saber más de los bautismos y otras ceremonias de la familia ducal
http://ccasconm.blogspot.com/2008/12/ceremonias-religiosas-y-familia-ducal.html
http://ccasconm.blogspot.com/2009/01/normal-0-21-false-false-false.html


29 de junio de 2009

El Licenciado Castañares y la lucha por la preeminencia (1ª Parte)


Autor: Mª del Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.451. Julio de 2007


El Licenciado Castañares recorre nuestras calles de Béjar durante el Siglo de Oro, a caballo entre un siglo XVI, sinónimo de apogeo del dominio español, que declina, y un siglo XVII, sinónimo de crisis, que comienza; entre los reinados de Felipe II y de Felipe III; entre los ducados de Francisco II (que embelleció el palacio ducal con la construcción de su patio y cuya viuda doña Brianda mandó construir el Convento de la Piedad), Francisco III (que costeó el patio del Convento San Francisco), Alonso I (a quien dedicó Cervantes su primera parte del Quijote) y Francisco IV (mecenas como todos sus antecesores).

El señor licenciado Castañares (cuyo nombre completo era Pedro Hernández o Fernández de Castañares) nació con probabilidad en Béjar entre las décadas de 1560 o 70. No sabemos si el Pedro Hernández de Castañares que aparece citado en el Libro de reducción parroquial de 1568 es nuestro personaje o su padre. Lo que sí es cierto que el Antonio Hernández de Castañares, al que hace mención, ejercía en Béjar profesión de notario por esas mismas fechas, lo que denota que su familia debía poseer cierto carácter hidalgo o con posibles, pues este oficio requería una cierta solvencia económica. El hecho de poder cursar estudios mayores o universitarios indicaba una familia que podía costear los gastos que conllevaban esos estudios, pues la mayoría de la población sólo podía aspirar a sobrevivir de la agricultura en medio de un analfabetismo generalizado. La suerte de haber nacido en el seno de una familia del estamento privilegiado, permitió al padre de Pedro dedicar a su hijo a la carrera eclesiástica con el título superior de licenciado.Al término de sus estudios, vuelve a Béjar, siendo destinado a la iglesia de Santa María la Mayor y nombrado párroco en 1592, tras la muerte de Francisco Gil de Arellano.



Estatua orante del Licenciado Pedro Hernández de Castañares.
Iglesia de Santa María la Mayor. Béjar.