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19 de enero de 2024

Música salmantina en los funerales por la marquesa de Loriana (Béjar, 1653)

Esta semana saltaba en los medios de comunicación de la provincia de Salamanca la noticia  de que nueve utensilios musicales de la catedral salmantina, datados entre los siglos XVI y XVII, habían sido restaurados por el Instituto de Patrimonio Cultural de España. Se trataba de "dos chirimías con sus fundas, una trompa marina, un arpa, dos estuches de cornetas y otro que podía albergar hasta diez flautas". Tal es su importancia que es una de las colecciones más completas de instrumentos renacentistas y barrocos de Europa. 

https://www.lagacetadesalamanca.es/salamanca/sonaba-banda-sonora-catedral-siglo-xvi-20240117131237-nt.html

Por eso traemos hoy esta entrada sobre una ceremonia religiosa celebrada en la iglesia de Santa María la Mayor de Béjar en 1653 en la que participó la capilla musical de la catedral de Salamanca. El peticionario de tal lujo no fue otro que el VIII duque de Béjar y aquí se trasladaron con sus arpas, bajones y bajoncillos. Quiero imaginar que alguno de los instrumentos hoy restaurados hubiera podido sonar en Béjar en aquella ocasión. 

 Si quieres saber cómo sonaban

https://youtu.be/TmSyTUjiv98?si=8nMr6G_ZHmY8m9mU


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Autora: Carmen Cascón Matas 

Publicado: Béjar en Madrid, 2022.

Un día lóbrego a la vez que alegre para el marqués de Loriana, don Diego de Zúñiga Sotomayor Hurtado de Mendoza[1], aquel de 1653. No hay nada más complejo que el alma humana, pues es sorprendente que dolor y pena puedan sentirse a la par que alegría. Así debió de sentirse cuando le informaron de que su mujer, la V marquesa de Loriana y condesa de la Puebla de Ovando por derecho, había fallecido de resultas del parto de su tercer hijo, Francisco Melchor de Zúñiga y Guzmán de Ulloa, futuro VI marqués de Loriana. Es posible que en su matrimonio no existiera el amor, como era usual en aquellos casamientos por intereses nobiliarios, pero qué duda cabe que ambos habían compartido nueve años de vida en común. Don Diego quedaba viudo con treinta años. 

 

Fotografía de La Gaceta de Salamanca

            Ostentaba por entonces la corona ducal Alonso II, VIII duque de Béjar, quien había obligado a su hermano don Diego a casarse por motivos políticos tras haberle destinado su padre, el duque don Francisco, en un principio a la Iglesia. No en vano la futura novia era prima del todopoderoso valido de Felipe IV don Gaspar de Zúñiga y Guzmán, conde-duque de Olivares, y, de paso, pariente lejano de la rama bejarana. Cual juguete del destino, al novio se le había sacado del enclaustramiento clerical y se le había colocado en el tablero de los casamientos. Nueve años estuvieron casados, como decimos, procreando -no les quedaba más remedio-, tres hijos, uno de los cuales había sido bautizado con el mismo nombre que su padre, Diego, en la iglesia de Santa María la Mayor de Béjar[2].

            Regresemos a 1653. Doña Leonor Dávila y Guzmán de Ulloa yace en su ataúd, amortajada, en Uceda (Guadalajara), localidad donde había fallecido. Se celebran por su óbito funerales y misas sin cesar, mientras se la vela de cuerpo presente sobre un túmulo acorde a su condición. Una vez enterrada, el duque de Béjar decide organizar en la parroquia de Santa María la Mayor de Béjar un funeral en memoria de su cuñada fallecida. Y no desea una ceremonia vana y de escasa memoria, sino ostentosa, digna de su título. Es por ello por lo que manda recado en el mes de septiembre al Cabildo Eclesiástico de la Catedral de Salamanca con el fin de que acuda su capilla musical, de gran aparato y fama, a la celebración religiosa[3]

29 de diciembre de 2023

Prolífico 2023 en cuanto a libros, documentales y cds relacionados con Béjar

Es una tradición de este blog despedir el año con una entrada que resuma los libros escritos por bejaranos o que tienen que ver con Béjar que hayan sido publicados en estos 365 días que se despiden dentro de un par de días. En esta entrada vamos a incluir también dos documentales y un cd de música que merecen figurar aquí. Porque no somos nada sin libros, creo que este pequeño homenaje a las letras y a la investigación es necesario por cuanto que el blog también se nutre de ambas inspiraciones. Nuestra ciudad es prolífica en cuanto a libros, siempre lo ha sido y esperemos que siempre lo sea. 

Y si veis que algún libro editado este año no ha sido incluido, no es por mala fe, sino por despiste o porque lo desconozco. Si sois tan amables, me lo indicáis en comentarios y lo pongo sin problema. 

 

Dios nunca pide disculpas. Aforismos. Álvaro Medina de Toro. 

Editorial Cuadernos del laberinto. 

16 de junio de 2023

Las fiestas de antaño y su música en Béjar (2ª Parte y final)

Autora: Josefa Montero García

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2019, pp.24-29.
 

Fiestas populares y civiles

Apenas se encuentran ejemplos de fiestas puramente civiles, sin ninguna ceremonia religiosa. Este es el caso del 1 de mayo, que los obreros celebraban con distintos actos y una manifestación, siempre acompañada por la banda de música. En 1919, esta agrupación les ofrecía un concierto vespertino en Santa Ana, donde se estrenó el pasodoble Nabuco, de Adrián Martín, hijo del director Gonzalo Martín, y entre otras piezas, sonó un fragmento de la ópera Garín de Tomás Bretón, salmantino y autor de la famosa Verbena de la Paloma, que gozaba de gran prestigio en la época[1].

 Salón Variedades de Béjar. Foto sacada de aquí

Con la infancia como protagonista, se celebraba en primavera la fiesta del árbol. Asistían los niños de escuelas públicas y colegios privados, que salían al campo en procesión, acompañados de sus maestros y autoridades civiles, militares y religiosas. En 1917, fue el 29 de abril y asistieron más de 1 400 niños que se dirigieron a “la extensa pradera que se extiende a ambos lados del comienzo del viejo y frondoso camino del Bosque”. Allí hubo discursos de mayores y pequeños y la gran masa infantil cantó el Himno del árbol y el Himno de la bandera. Costeó la abundante merienda el industrial Felipe Gutiérrez[2]. En 1919, la fiesta se celebró alrededor de la ermita de Santa Ana y acompañó la banda de música del Colegio Salesiano[3].

9 de junio de 2023

Las fiestas de antaño en Béjar y su música (1ª parte)

Autora: Josefa Montero García

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2019, pp.24-29.

Con este artículo quiero realizar un breve recorrido por las fiestas que tenían lugar en Béjar hace aproximadamente cien años, junto con las personas y entidades que las organizaban. La música era imprescindible y había que interpretarla en directo, pues los incipientes aparatos de grabación no estaban al alcance de todos y su técnica tampoco permitía la actual presencia constante y quizás abusiva de la música. Sin duda, aquellos bejaranos la apreciaban más que nosotros y se preocupaban de contar con músicos profesionales o aficionados en los principales actos de la vida ciudadana. 

La religión estaba muy presente en la vida cotidiana, por lo que la mayor parte de las fiestas tenían origen o carácter religioso y comprendían actos litúrgicos en los que se interpretaban piezas musicales de gran envergadura; después había bailes y veladas en el teatro, en el Casino Industrial o en el Casino Obrero. También se festejaban los eventos académicos, como aperturas o finales de curso de los centros educativos, donde destacaban las escuelas y especialmente el Colegio Salesiano. 

Foto antigua de Béjar sacada de aquí

 

En aquellos veranos, Béjar era un centro turístico frecuentado especialmente por familias extremeñas acomodadas, potenciales consumidores de ocio. Se anunciaban pisos disponibles, que se ofrecían amueblados y con buenas comodidades y había una buena colonia de veraneantes, que asistía a las actividades estivales, algunas de las cuales se organizaron teniendo en cuenta la presencia de forasteros.

26 de mayo de 2023

La fundación del convento de la Piedad, las donaciones de la duquesa fundadora y la procesión del Corpus (2ª parte y final)

 Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4884 (3/XII/2021), p. 4.

 

        Siguiendo con las donaciones realizadas por la duquesa Brianda Sarmiento de la Cerda a su convento de la Piedad, hizo entrega de un palio de tela de oro amarillo y encarnado con goteras bordadas para procesiones y otras ceremonias religiosas en las que fuera preciso salir de los muros del convento. Con destino a la capilla regaló un conjunto de seis tapices «de figuras de juicio y salve», relacionadas con el paisaje bíblico del Juicio Final. Para aliviar el frío de las losas de piedra del suelo, hizo donación de una alfombra grande que compró en la almoneda realizada con los bienes del obispo de Plasencia, don Andrés de Noroña[1]. La lista de paños para el convento se cierra con dos de brocado[2] y otro de terciopelo negro para los sepulcros que hubiese en la capilla mayor, es decir, para los de los propios fundadores y los de sus sucesores y miembros de la Casa. De hecho en el propio documento se cita a varios ilustres difuntos presentes y futuros, tales como los mencionados fundadores y dos hijas del matrimonio ya fallecidas: la marquesa de Ayamonte Ana Felisa de Zúñiga Sarmiento e Isabel de Zúñiga, cuyos huesos reposaban en el convento de la Anunciación y fueron trasladados al de la Piedad. 


Lignum Crucis de Valladolid

 

            En cuanto a las reliquias, necesarias para la celebración de la misa, la duquesa Brianda Sarmiento de la Cerda entregó todas las que se encontraban en su oratorio privado, guarnecidas en plata en sus relicarios, hasta un total de once, así como un retablo pequeño de plata con figuras de oro, quizás portátil. La más importante de ellas era un Lignum Crucis o trozo de la cruz de Cristo que salía en la procesión del Corpus. En este sentido inserta una cláusula específica en su testamento que ordena su cesión durante ese día por parte de las monjas, aunque su veneración a lo largo del año fuera en la capilla del convento. En el inventario figura una cabeza de una virgen, también de su oratorio, guarnecida en plata, y una lámpara del mismo metal para la capilla mayor. Del gusto por el coleccionismo de reliquias y su relevancia para la fundación de centros religiosos, solo es necesario fijarse en la concentración de las mismas en el monasterio regio de San Lorenzo de El Escorial.

25 de febrero de 2023

Zarzuelas en Béjar a comienzos del siglo XX (2ª Parte y final)

Autora: Josefa Montero García

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2022, pp. 54-56.


Escenarios y entidades culturales

El Colegio Salesiano celebraba habitualmente veladas donde participaban sus jóvenes alumnos. En febrero de 1904 hubo una función de teatro, donde los niños representaron distintas “obritas”, como la zarzuela burlesca titulada La muerte del Carnaval, de José Pujol, profesor del mismo colegio. El redactor de La Victoria subrayaba el éxito de los niños y alababa la labor social y cultural de los salesianos en Béjar[1]. El colegio tenía, además, su propia banda de música, que actuó algunas veces en el Círculo Católico, donde interpretó una sinfonía en abril de 1905 como comienzo de una velada, donde hubo discursos y dos zarzuelas en un acto (La escuela de la aldea y El deshollinador), además de la comedia El mejor premio.

                       Foto extraída de Archivo fotográfico y documental de Béjar

        En las funciones del Círculo Católico, alternaban las zarzuelas con obras instrumentales, como la tanda de valses Los hidrópatas, con que comenzaba el programa de la velada literario-musical, que se anunciaba para la noche del 15 de abril de 1906[2]. El evento continuaba con una conferencia de Salvador Cuesta Martín, vicerrector y catedrático de la Universidad de Salamanca, a la que seguiría un arreglo para violín y piano de La sonámbula de Bellini, un pasodoble de Chueca adaptado para sexteto y piano y, finalmente, la zarzuela anteriormente mencionada Música clásica, del conocido Ruperto Chapí, que fue arreglada para la ocasión. Por fallecimiento de un socio, la velada se aplazó para el día siguiente y los intérpretes fueron muy aplaudidos[3].

18 de febrero de 2023

Zarzuelas en Béjar a comienzos del siglo XX (1ª Parte)

Autora: Josefa Montero García

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas 2022, pp. 54-56.

Introducción

La prensa bejarana de hace poco más de un siglo nos muestra una vida cultural bastante activa, con numerosos espectáculos y veladas, que solían incluir alguna zarzuela. Queremos ocuparnos aquí de alguna de estas actuaciones, donde participaban bejaranos de distintas edades, que acudían a escenarios como el Teatro Cervantes, el Salón Variedades, el Colegio Salesiano o el salón del Centro Social. Nos ocuparemos tanto de compañías y actores profesionales, como de la actividad de los numerosos aficionados, que dedicaron su tiempo libre a la distracción de sus conciudadanos.

Teatro Cervantes de Béjar. Foto de aquí

 

Para realizar este pequeño recorrido por las piezas teatrales que en este contexto se representaban, especialmente las zarzuelas, hemos recurrido a las principales cabeceras bejaranas, que incluyen noticias, críticas y detalles de los espectáculos, permitiéndonos reconstruir en parte aquel ambiente y fijarnos en las personas que lo hicieron posible. La programación de estos espectáculos estaba en sintonía con lo que ocurría en otras poblaciones españolas, aunque obviaremos la comparación por no alargar estas líneas.

4 de febrero de 2023

Yo viví el Club Juvenil Bosco de Béjar. Una breve historia (5ª Parte)

Autor: Francisco Tejeda Blázquez

Centro-bar y salón

El centro-bar y el salón eran los locales donde más vida social se hacía. En 1971 el Club había estrenado y disfrutado de unos sencillos salones, pero no fue hasta octubre de 1973 cuando se inauguran los nuevos locales, siendo presidente de los Antiguos Alumnos Salesianos Jorge Martínez Herrero y del Club Juvenil José Ángel Hernández, consiliarios, Julio J. Montero y Francisco Gutiérrez (en octubre de este mismo año se inauguraba el Cine Béjar con la proyección de la película ¡Tora, tora, tora!). 


 

En 1976 se reforma el salón con nueva decoración en las paredes, cubriéndolas de moqueta y madera, se adquiere nuevo mobiliario como tresillos y demás, se instala una artística colmena de luces en el techo… Durante los años siguientes se siguieron haciendo reformas y cambios. En estos salones era donde más horas pasábamos, donde nos conocimos, donde hicimos los mejores amigos. Aquí reinaba la amistad, la solidaridad, el buen rollo, y ahí quedaron los mejores recuerdos de nuestra juventud, amistades que hoy en día perduran, donde muchos conocimos a nuestras parejas… un verdadero Centro Juvenil, donde nos sentíamos jóvenes y útiles, teníamos los juegos de salón, jugábamos a las cartas, damas, ajedrez, ping-pong, futbolín, charlábamos, leíamos, preparábamos las futuras actividades como excursiones y convivencias, disfrutábamos de los bailes discotequeros, los cotillones de Nochevieja llenos de sorpresas, o los musicales especiales, con los que nos amenizaban los encargados del salón, Pedro Sánchez o Luis Bruna, los concursos y bailes de disfraces, concursos de sombreros, los bailes de salón, campeonatos de ajedrez, damas, cartas, futbolín, concursos discográficos, celebrábamos las fiestas de San Juan Bosco, las fiestas de la Unión, El Un Dos Tres, Responda Otra Vez.

12 de enero de 2023

Yo viví el Centro Juvenil Bosco de Béjar. Una breve historia (2ª Parte)

Autor: Francisco Tejeda Blázquez

Festivales de la Canción Infantil

En 1974 se celebró el I Festival de la Canción Infantil incluido dentro de la Primera Semana Infantil. En él los ganadores fueron los grupos Amantes, Voces, Copos de nieve y Maite Conesa. Estos festivales tenían el mismo tirón que los Juveniles y en su mayoría se celebraron en el Cine Béjar. Se participaba con canciones dirigidas a los más pequeños, incluso solían ser intérpretes jóvenes, solistas, dúos, etc. Los más asiduos eran grupos de los colegios de Béjar y comarca. El II festival de 1975 y el III de 1976 se celebraron dentro de las Semanas Infantiles.

En mayo de 1977 tuvo lugar la IV edición y los vencedores fueron Mercedes Ramírez con El Pescador y el grupo Élite con Luchar, amar y esperar seguidos de Jerónimo con El caserío y el dúo Luis Felipe y Antonio con Hoy amaneció; el premio a la simpatía fue para el grupo Cow-boys con Chico Paco. Amenizaron el fin de fiesta la orquesta Camp y el Show de María Jesús. 

4 de enero de 2023

Yo viví el Centro Juvenil Bosco de Béjar. Una breve historia (1ª Parte)

Autor: Francisco Tejeda Blázquez

Dedicado a Marifely García

Y un recuerdo muy especial para Javier Fuentes.

 

Quién no recuerda al Club Juvenil Bosco (anteriormente “Círculo Domingo Savio”) o Centro Juvenil Bosco como pasó a llamarse aproximadamente a partir de 1980, cuando empezó a ser coordinado por Alfredo Martín. Como Club Juvenil comenzó su andadura en 1970

 

El periodista bejarano Julián Martín Carrasco publicó en el periódico El Adelanto: «El Club Juvenil Bosco, verdadero semillero de inquietudes culturales en nuestra ciudad» en una entrevista hecha a Julio Javier Montero. El Béjar en Madrid dice «el Club Juvenil en sí mismo se ha señalado unos objetivos que son muy ambiciosos, intenta dar una formación integral a todos sus componentes y al mismo tiempo quiere que esto se logre a base de amistad entre chicos y chicas, entre los distintos grupos del Club», «lo ideal sería que este club no tuviera una estructura fija, no obstante, el número de jóvenes que lo integran, unos 400, hace que el club en sí mismo tenga una estructura base: una junta directiva que oriente sus seis departamentos: teatro, cine, aire libre, cultura, deporte y salón». Manuel Torrico también publicaba en este semanario en 1987 «llegó a convertirse en una verdadera Organización Cultural Cristiana dentro de un ambiente de cordialidad y libertad, habiendo pasado por sus locales un gran porcentaje de la juventud bejarana».

2 de noviembre de 2022

Notas al programa del CD conmemorativo de la creación de la Banda Municipal de Música de Béjar

*Si recordáis hace un tiempo compartimos con vosotros la historia de la Banda Municipal de Béjar que en 2022 cumple cien años desde su fundación. Hoy queremos difundir las notas al programa de un cd conmemorativo que ha editado TGC Ediciones.

Autor: Pedro Javier Cañones Garzón

Hilario José Ceballos, subdirector de la Banda Municipal de Música de Béjar, nos presenta cuatro de sus obras. Virgen de la Piedad es una marcha procesional en la que se describen los sentimientos de María mientras acoge en su regazo a su hijo muerto. Hombres de Musgo es un pasacalle festivo que ilustra la conocida y ancestral tradición de nuestra ciudad. De Valdehijaderos a La Ancianita revive las antiguas romerías que en todos los pueblos de la comarca se organizaban para disfrutar de las “Fiestas y Ferias de Béjar”. El Poeta de la Sierra constituye un sentido homenaje del compositor a Manolo Chinato, cuyas aportaciones literarias y vitales resultan entrañables en nuestro entorno.


 Foto sacada del perfil de facebook de la Banda Municipal de Béjar

La Obertura 1812 es una de las obras sinfónicas más populares de Piotr Ilich Tchaikovsky. Sin embargo, su autor siempre se mostró desencantado del resultado final de esta pieza, quizá porque, según sus propias palabras, la había compuesto “sin calidez ni cariño”. Las dificultades técnicas derivadas de la interpretación de la partitura impidieron que llegara a escucharla tal y como la había concebido.

23 de julio de 2022

La Banda Municipal de Béjar: los orígenes de una banda que cumple cien años

Autor: Roberto Domínguez Blanca

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar 2017.

    La Banda Municipal de Música de Béjar en este año de 2022 cumple 100 años de existencia y actividad ininterrumpida, y sobra decir que es una de las instituciones con más arraigo y presencia en el transcurrir de la actividad cultural bejarana. Desde entonces cinco directores han tomado la batuta. Todo comienza con Gonzalo Martín García, quien llega al cargo tras casi cuatro décadas de actividad musical, hasta 1932; le sustituye su hijo, Adrián Martín Moreno, que había sido subdirector con su padre y director hasta 1958. Pocos años estará en el cargo José Pernas Montero (1958-1962), sucediéndole otro maestro gallego, Antonio Vaquero, que permanecerá en esta labor hasta su muerte a finales de 1988. Meses más tarde, en 1989 y tras ocuparse de la banda el subdirector, nuestro entrañable Manolo González, tomará las riendas de una muy mermada banda el director actual, Lorenzo Torrico Hernández, quien conseguirá relanzarla y auparla a destacados niveles de calidad musical[1]

 Banda de Domingo Guijo

La historia y los orígenes de la Banda Municipal de Música de Béjar son, sin embargo, poco conocidos y sorprendentemente son escasos los textos dedicados a ella a lo largo de su trayectoria. Hay que destacar algunos recuerdos recogidos por Ruperto Fraile[2] o las investigaciones de Dolores González Canalejo[3], quien en el segundo volumen de la Historia de Béjar dedicó un capítulo a la historia de la música en Béjar, aportando datos importantes e inéditos sobre el origen y el devenir de la banda.

21 de noviembre de 2020

Sobre el mecenazgo musical de la Casa de Zúñiga

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

          No ha sido este un linaje de ejecutantes del arte musical, sino más bien de admiradores y mecenas. Los hay, sí, como el joven pianista Edwin Zúñiga Flores, que triunfa hoy en Plasencia, conocido en este extremo del mundo por el bejarano-placentino Jerónimo Gómez-Rodulfo y traído a colación en el postulado de que, en este caso, linaje y apellido son sinónimos por tener un único origen (Menéndez Pidal de Navascués, Faustino: El linaje y sus signos de identidad, 2006). 

 


 
         Pasando a los duques, la licenciada en Historia y Ciencias de la Música, María Dolores González Canalejo, dice lo siguiente en su conferencia La música en la villa y tierra de Béjar hasta el siglo XXI, presentada en febrero de 2015 en el Espacio Cultural Bizarte: Otro de los elementos que singularizan la historia de Béjar es la presencia en la ciudad de la familia noble que rigió sus destinos a lo largo de varios siglos, los Zúñiga o Stúñiga. Pues bien, esta familia se distinguió, entre otras cosas, por sus aficiones artísticas, entre las cuales se encontraba la música.

 

11 de septiembre de 2017

Los Lidón, música bejarana para cuatro reyes de España

Autor: Ignacio Coll Tellechea

El texto en el que está basada esta entrada fue publicado originalmente en el número 52 de El Día de Salamanca el 17 de junio de 2017.


La música de cámara acompaña a los monarcas y demás miembros de la realeza por todos los tronos que se precien. Scarlatti, Haydn, Mozart y Bach son apellidos sobresalientes vinculados durante varias generaciones a las cortes europeas, donde la música era un instrumento de poder más que un divertimento.

 Retrato de Mariano Lidón


En España hay varios ejemplos, quizá no tan notables como aquellos. Una de esas sagas musicales hunde sus raíces en Béjar, y su historia acaba de ver la luz a través de la investigación de Josefa Montero, cuyo discurso de ingreso en el Centro de Estudios Bejaranos se ha publicado con el título de La familia de José Lidón: Biografía, música y política. El trabajo fue presentado el 3 de junio pasado en el Ayuntamiento de Béjar.

21 de julio de 2014

Elogio a la banda de música de Béjar



    
Autor: Antonio Avilés Amat
Publicado: Béjar en Madrid, 04/07/2014, 4.706.
  

         Muchos de mis recuerdos infantiles se hallan asociados a las fiestas patronales de mi pueblo. Aquellas fiestas no eran realmente tales fiestas, ni poseían la exultación y el regocijo que debían ser inherentes a ellas hasta que no las anunciaba tocando, cada jornada, las floreadas dianas, la banda de música local con su alegre “tachín, tachán”; tampoco la misa mayor –que marcaba el apogeo o la plenitud de las mismas- era tan solemne si no ejecutaba, también la banda, durante el momento de la consagración, el himno nacional; ni la procesión con el santo parecía tan fastuosa y memorable si no transitaba a los acordes que emitían los instrumentos de tal grupo musical; ni el recinto ferial se animaba hasta que no se escuchaban los ampulosos y jaraneros compases -ejecutados por sus miembros uniformados de azul marino y cubiertos con gorra de plato- y el entrechocar de los platillos que tanto entusiasmaban a la chiquillería; ni las corridas de toros en la plaza –tendidos de sol y de sombra y en todos sudando, porque era estío- tenían sentido, ni gracia, ni solera, si no sonaban los cornetines anunciando los tercios de la lidia o los pasodobles que, por descontado, la banda interpretaba, acompañando las faenas de muleta del diestro… Esto son evocaciones de mi infancia unidas a las recordadas músicas de la bulliciosa banda de mi pueblo, que no sé si afinaría o no cuando las interpretaba, pero que a mí me parecía fantástica y levantaba, con sus cadencias festivas y sus sonidos bullangueros, nuestros ánimos y nos predisponían a gozar en plenitud de aquellos días de asueto y de jolgorio.


 Concierto en la Plaza Mayor

     

14 de marzo de 2014

Nuevas aportaciones a las raíces bejaranas de los Argenta

Autora: Carmen Cascón Matas

         Hace unas semanas [1] compartí con vosotros el descubrimiento de que don Vicente Martín de Argenta(1829- 1896), abuelo del famoso director de orquesta Ataúlfo Argenta, había vivido unos años en Béjar ejerciendo como farmacéutico con botica propia, dato que me proporcionó José Antonio Sánchez Paso a raíz de la presentación de un libro escrito por Salvador Arias Nieto, El soplo musical de Ataúlfo Argenta. A raíz de aquella entrada, Jesús Ángel Gómez Pereda (cuyo blog La cueva del tasugo os recomiendo) me dejó un comentario que auguraba nuevos datos sobre el personaje. Pocos días después llegó a mi casa un paquete con trazas de libro procedente de tierras cántabras, la patria de Ataúlfo Argenta. Abrí el gran sobre verde en el que venía convenientemente empaquetado y de su interior surgió un libro titulado Ataúlfo Argenta. Centenario 1913- 1958. Artistas plásticos del siglo XXI [2], cuyos textos estaban escritos por Fernando Argenta y Salvador Arias Nieto. Nada más traspasar el umbral de la portada, una cara conocida me reveló la importancia de la publicación para la entrada que había colgado en el blog: don Vicente Martín de Argenta y Teixidor me miraba con aquellos ojos oscuros suyos, la mirada resuelta, la barba poblada y la pajarita a la moda de entonces en la misma fotografía que ilustraba mi entrada. 


11 de julio de 2012

Festival Internacional de Blues en Béjar: alma de blues


 *En internet me he encontrado con este ejemplo de la buena pluma de mi buen amigo José Antonio Sánchez Paso, sí aquél que nos dió a conocer en este mismo espacio las andanzas de don Francés de Zúñiga, bufón de Su Majestad Imperial. El texto ha visto la luz en la Revista Emociones nº 16, editada por la Diputación de Salamanca, que podréis bajar por completo pinchando en el enlace anterior. 

           Estamos a las puertas del guitarrazo negro que anuncia el comienzo de una nueva edición del Festival Internacional de Blues de Béjar, ese relámpago nocturno que incendia El Castañar, el monte umbroso a la vera de la ciudad textil, y que tarda en apagarse un par de días. 

             Intuyéndolo, el fibber -para entendernos, el seguidor habitual del festival- se enfunda en la ropa más cómoda, se desaliña de forma cuidadosa y se mira en el espejo antes de emprender la marcha hasta ese hervidero del blues en que durante una semana se convierte Béjar. El fibber, digámoslo, no es el británico que se nutre de cerveza ante un escenario playero de Benicassim, como el vulgo equivocadamente cree. El fibber bejarano es un blusero castizo que se alimenta de vino y calderillo -el humeante guiso de carne de vacuno y patatas pimentonadas típico de la ciudad ducal–; es también aquel que sestea bajo los castaños, mientras tararea en inglés meseteño romances de ausencia que un negro en un balancín musitaba en el delta del Mississippi, con un solo diente y una armónica. 

           Sirva todo lo dicho para hacerle memoria al lector de que vuelven las noches de blues un verano más a Béjar, en la cita inexcusable para todos los aficionados a la más popular música negra del último siglo. En esta edición 2012 una decena de artistas subirán a distintos escenarios de la ciudad los días 13 y 14 de julio para dar cumplida razón al XII Festival Internacional de Blues. Este acontecimiento musical se ha ganado a pulso un lugar de honor en el circuito blusero de nuestro país, y constituye al mismo tiempo una referencia cultural veraniega en las lindes serranas de Salamanca.



5 de junio de 2011

José Lidón: compositor, organista y maestro de la Capilla Real (1748- 1827) (2ª Parte y final)


Autora: Carmen Cascón Matas


Con la llegada al trono de Carlos IV se produce el gran florecimiento en la vida artística de José Lidón, pues el monarca sí tenía buen oído y fomentó el auge de la música española. Entre 1789 y 1808 nuestro bejarano compuso 63 partituras de las cuales se pueden mencionar las Vísperas, las Completas, dos Misereres y el Ave Maris Stella. En 1805 fue nombrado maestro de la Capilla Real y Rector del Colegio de Niños Cantores, el cargo musical más importante de la Villa y Corte, convirtiéndose de esta forma en uno de los músicos más relevantes de su época. 

Partitura de José Lidón

28 de mayo de 2011

José Lidón: compositor, organista y maestro de la Capilla Real (1748- 1827) (1ª Parte)


Autora: Carmen Cascón Matas

*El pasado viernes la Escuela Municipal de Música y Danza hizo pública la noticia de que a partir de ese momento pasarían a llamarse con el ilustre nombre de no menos importante bejarano: "José Lidón". Se colocó una placa y se interpretaron varias piezas de música para conmemorarlo. Es por ello que he decidido realizar una pequeña biografía sobre este músico que vivió en el siglo XVIII. 

*Al mismo tiempo quiero dedicar estas dos entradas a Josefa Montero, bejarana y especialista en el tema, colaboradora de este blog, por lo que ya sabe. 


        Volviendo a los personajes nacidos en Béjar, no puedo dejar en el tintero la vida de José Lidón Blázquez, que nació en la villa el 2 de junio de 1748 fruto del matrimonio entre Francisco Javier Lidón Moreno (nacido en Plasencia aunque de raíces francesas) y de Manuela Blázquez (natural de Baños de Montemayor). Su padre ostentaba el humilde cargo de sacristán de la iglesia de Santa María la Mayor, parroquia cuya jurisdicción englobaba el Palacio Ducal, aunque los señores de la villa casi ya no visitaban ni siquiera una vez al año sus posesiones pues su residencia estaba asentada ya permanentemente en Madrid, cerca de la corte. Cuando José vino al mundo el ducado se hallaba en manos de Joaquín I, quien aunque matrimoniando en tres ocasiones, nunca logró dar un heredero a sus dominios, al igual que su hermana Josefa de Zúñiga, marquesa de Sarria. 

            De orígenes franceses, el primer Lidón venido a España procedía de Soulac, de la región de Dordonge y es posible que emigrara a nuestro país con motivo del advenimiento al trono de Felipe V tras la Guerra de Sucesión. Jean Lidón, abuelo de José, se asentó en Plasencia y de su matrimonio le nacieron tres hijos: Francisco Javier (padre nuestro personaje), Luis y Juan, quienes ya hacia 1740 residían en Béjar.  

Músicos del Barroco
  

16 de marzo de 2009

Concierto este miércoles 25 de marzo en Madrid




Autora: Josefa Montero García
Publicado: Béjar en Madrid, 13 de Marzo de 2009, nº 4539

Imágenes: 
-Retrato de Manuel J. Doyagüe (Archivo de la Catedral de Salamanca).
-Partitura de Jose Lidón (Signatura AM 2620, Archivo de la Catedral de Salamanca).

Cuando nos referimos al patrimonio artístico, casi todo el mundo piensa en los antiguos edificios que reflejan un determinado estilo arquitectónico, en las pinturas e incluso en nuestros autores literarios y en los libros que nos han legado nuestros antepasados, muchos de ellos verdaderas obras de arte. Sin embargo, muy poca gente piensa en la música; y menos aún, en la gran cantidad de partituras que testimonian la actividad musical de nuestros antecesores, y que ahora permanecen mudas en las estanterías de muchos archivos.

Aunque cualquier obra de arte se aprecia mejor cuando se poseen determinados conocimientos específicos, no es necesario ser un erudito para disfrutar de las artes visuales. Sin embargo, la música que encierran estos “antiguos papeles”, que tienen un aspecto muy simple, no puede apreciarse sin tener una mínima formación, o si no hay intérpretes de por medio. Por eso, es un hecho importante “despertar” a este patrimonio y ponerlo al alcance del público. Y a ello dedicamos algunos buena parte de nuestro tiempo.