Mostrando entradas con la etiqueta Molinos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Molinos. Mostrar todas las entradas

14 de abril de 2019

Los saltos hidráulicos de la cuenca alta del río Cuerpo de Hombre y sus propietarios (2ª Parte). El Navazo

Autor: José Ignacio Díez Elcuaz 
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2009


LAS INSTALACIONES DEL NAVAZO 

     Poco después de la fábrica de papel se encuentra la presa y la bocamanga de un canal que conduce el agua a la actual central de Samuel Solórzano, antiguo molino harinero que, en 1752, era propiedad de Juan Martín, sacerdote residente en La Garganta. En 1905, la aceña era propiedad de los herederos de Estefanía Bejarano Bejarano y era la única, de las seis que había en Candelario, con actividad continua a lo largo del año, pues las demás sólo molían en la temporada de lluvias. Su renta anual se calculaba en 309 pesetas. En 1929 se la denominaba ya fábrica de harinas. A ella volveremos más adelante

 Vista aérea de El Navazo

        Estamos ya en el Navazo, paraje estrechamente relacionado con la familia Olleros. Veamos cómo surgió este vínculo. La presencia de la familia Olleros en el Navazo se inició en 1812, cuando Pedro Antonio Olleros adquirió las primeras posesiones en el lugar, enajenadas por el Ayuntamiento de Béjar para hacer frente a las contribuciones impuestas durante la guerra de la Independencia. Se casó con Isabel González (quien falleció viuda hacia 1830). De este matrimonio nacieron tres hijos: Antonio María, Ángela y Vicenta

25 de enero de 2011

Molinos hidráulicos, batanes y fábricas textiles en Béjar

Autor: Javier R. Sánchez Martín

*Resumen de la conferencia pronunciada en las IV Jornadas Técnicas sobre el Arroyo del Bejarano en Córdoba de este mismo año. El texto ha sido extraído con permiso de su autor del blog Bejaraniensis

La historia de Béjar, pequeña ciudad castellana situada al sur de la provincia de Salamanca, ha estado siempre ligada a la industria textil lanera. Para bien y para mal, pues cuando la industria textil pasó por épocas de prosperidad los bejaranos prosperaron con ella, y cuando el textil arrostró una de sus cíclicas crisis la ciudad pasó momentos de penuria.

Se trata de uno de los casos más importantes de especialización productiva de Castilla que, con todos sus avatares, ha sobrevivido al paso de los siglos e incluso a la desaparición de casi toda la industria textil castellana. Esta supervivencia es aún más loable si se tiene en cuenta que se trata sólo de una pequeña ciudad, casi aislada en lo que se refiere a la actividad textil, y muy alejada de las áreas textiles españolas de referencia, la catalana y la valenciana.

El río que pasa por Béjar es el Cuerpo de Hombre, que ha sido clave en el desarrollo industrial de la ciudad. Este río nace en la Sierra de Béjar, a 2280 metros de altura y desemboca en el río Alagón a 420 m. de altura. Es decir, en poco más de 40 km de recorrido sinuoso salva un grandísimo desnivel, de casi 2.000 m., lo que hace que haya sido utilizado siempre para transformar la energía hidráulica en energía mecánica y, más adelante, en energía eléctrica.