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28 de marzo de 2017

Siguiendo el rastro del retrato del general Ramón Pardiñas (2ª parte)


Autor: Carmen Cascón Matas
Publicado: Semanario Béjar en Madrid,  4.753 (20/05/2016), p. 6.



Con respecto al artista del retrato del general Pardiñas que se conserva diremos que en julio de 1871 se encarga a Juan Gómez de la Torre en Madrid, un representante del Ayuntamiento bejarano en la Corte, que contrate a un pintor, barajándose los nombres de Cappa y Acosta. Gómez de la Torre se inclina por este último por ser “persona muy capaz para llenar los deseos que se apetecen, no solo me fundo en las obras que tiene en su estudio, que he visto, sino en los premios que ha ganado tanto en el Reino como en el Extranjero, considerando persona más autorizada para informar con más acuerdo[1]”. Por carta de Marcos Giráldez Acosta sabemos que se iba a tratar de un retrato “de vara y media (poco más o menos) con manos, tamaño natural, y con uniforme. 4.000 reales, mínimo, 9.000 máximo[2]”. Y pregunta si puede elegir con libertad si plasmarle en traje de gala o de campaña, o decidirá el Ayuntamiento. Como sabemos le representará en uniforme de gala y se estimará el precio menor, es decir 4.000 reales. 

 Retrato del general Pardiñas que se conserva en el sala de concejales del Ayuntamiento de Béjar

     Una vez obtenido el consenso de los miembros del Ayuntamiento y elegido al artista, el defendido Acosta, se procede a dar los pasos siguientes con respecto al encargo del retrato. Y una pregunta asalta tanto a los concejales como al artista. ¿Cómo eran los rasgos faciales del militar fallecido hacía ya tantos años? 

24 de marzo de 2017

Siguiendo el rastro del retrato del general Ramón Pardiñas (1ª parte)



Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado:  Béjar en Madrid nº 4.752 (06/05/2016), p. 6.




        Una calle y un retrato retienen en la memoria colectiva el apellido de un general gallego que defendió Béjar y a sus habitantes de un peligro real y palpable llamado carlismo. El 3 de mayo de 1838 las tropas del general carlista Basilio García se dirigían con prontitud desde Extremadura a refugiarse entre las defensas amuralladas de Béjar. La plaza era segura, pues pocos meses antes había sido ocupada por facciones rebeldes que en ese momento campaban a sus anchas por las calles bejaranas. La razón de tanta premura era tan urgente como que una división del ejército del norte al mando del general Ramón Pardiñas les perseguía a uña de caballo.

 Retrato del general Ramón Pardiñas 
según un grabado de la época