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3 de diciembre de 2022

La relación entre Isabel I de Castilla y los Zúñiga: más recompensas que castigos

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

En 1471 se cruzaban por los caminos de Europa los mensajeros que llevaban a Roma la solicitud de dispensa de consanguinidad para el matrimonio de la princesa Isabel de Castilla con el príncipe Fernando de Aragón; y la de asignación del maestrazgo de la Orden de Alcántara para el niño de doce años Juan de Zúñiga y Pimentel, hijo de Álvaro de Zúñiga, señor de Béjar y Gibraleón, conde de Plasencia y duque de Arévalo, y de su sobrina y esposa Leonor Pimentel y Zúñiga.

 

Isabel la Católica

 

A la muerte de Enrique IV, Álvaro de Zúñiga fue uno de los dos integrantes de la Liga Nobiliaria que reconocieron a la princesa Juana (la Beltraneja) como sucesora, por la palabra dada al monarca y por temor de perder la villa de Arévalo que había pertenecido a la madre de la princesa Isabel, en caso de Álvaro. Sobrevino la guerra de sucesión castellana, y tres de los hijos de este: Pedro, el primogénito, señor de Ayamonte, Lepe y la Redondela; Álvaro, prior de la Orden de San Juan de Jerusalén; y Elvira, condesa consorte de Belalcázar, apoyaron a Isabel.

28 de noviembre de 2020

Leonor de Pimentel y Zúñiga y la misteriosa muerte del infante Alfonso de Castilla

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez      

 

       No es menor la información que a través de textos contemporáneos y modernos se puede obtener de esta notable mujer, de quien lamentablemente no hay retratos, como tampoco de su tío carnal, padrino de bautismo y esposo. El apellido que compartía con su marido, treinta y tres años mayor, fue Stúñiga hasta la avenencia firmada entre este y los Reyes Católicos, y la dignidad de ser la primera duquesa consorte de Béjar, tan anhelada por ella, sólo la pudo disfrutar pocos meses antes de su fallecimiento.

 

Enrique IV de Castilla

       Curiosamente, la unión de los dos principales linajes de Leonor se originó en el asesinato del condestable Álvaro de Luna, en el que participaron su padre Juan Alonso Pimentel, I conde de Mayorga; su abuelo materno y suegro Pedro de Zúñiga, I conde de Plasencia; y su tío y esposo Álvaro de Zúñiga, futuro I duque de Béjar. El grado de consanguinidad y la corta edad de Leonor (diecinueve años) escandalizaron a la corte, pero la pareja obtuvo el apoyo del también cuestionado monarca Enrique IV, desatando en Roma una ola de sobornos y corrupciones que alcanzó al mismísimo pontífice (Pío II), con el fin de obtener la dispensa.      

 

11 de febrero de 2019

Las Siete Partidas y Diego López de Estúñiga, primer señor de Béjar

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

       Sin remitir a referencias, el artículo que dedica wikipedia a Diego López de Estúñiga, I señor de Béjar, afirma que como Justicia Mayor de Castilla y León hizo por el 1410 finalizar la redacción del Código de las Siete Partidas, cuya página principal iluminada lleva su escudo de armas (en campo de plata, una banda de sable y puesta brochante sobre el todo, la cadena de Navarra de ocho eslabones en oro) (consulta de 14 de febrero de 2016).

        A la búsqueda de mayor información, accedí por casualidad a la página blason.es del heraldista madrileño Antonio Salmerón Cabañas, que en la mención a Alfonso X de Castilla da cuenta de la existencia de un manuscrito depositado en la vitrina 4/6 de la Biblioteca Nacional, accesible en la Biblioteca Digital Hispánica. El dato condujo al título Siete Partidas, ilustrado con dos imágenes, de las que la primera corresponde a la página principal iluminada con el escudo ducal de Béjar y de la Casa de Zúñiga en la esquina superior derecha, emblema que se repite en la franja inferior que cierra la cuartilla (no pude obtener la página completa) .

 Página principal iluminada de las Siete Partidas. BDH 

         El texto que la acompaña no hace mención a Diego López de Estúñiga, pero dice que el pergamino perteneció a su nieto Álvaro de Zúñiga, I duque de Béjar, y que pasó después a poder de los Reyes Católicos. Esto pudo haber sucedido por el pacto de avenencia firmado en 1476 entre el noble y los monarcas durante la guerra de sucesión, pacto del que también resultó la castellanización definitiva del apellido, antes Stúñiga y Estúñiga. 

15 de octubre de 2018

La rendición de Granada y el II Duque de Béjar Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán

*Para no saturar demasiado a nuestros lectores con el tema estrella de este año 2018, por conmemorarse el aniversario de los 150 años de la revolución Gloriosa que tanto significó para Béjar, intercalaremos trabajos de otras temáticas. 

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

       Veintidós años tenía Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán, futuro II duque de Béjar, cuando empezó a tomar parte en la Guerra de Granada con pendón y hueste de su abuelo, Álvaro de Zúñiga, I duque de Béjar y I duque de Plasencia (fallecido en 1488) y de su padre Pedro de Zúñiga, II conde de Bañares, según relata el hispanista estadounidense William H. Prescott (1796-1820) en The Art of War in Spain.  

 
The Conquest of Granada 1481-1492, obra reeditada en Londres en 1995. The Art of War in Spain. William H. Prescott 

       El mismo autor señala que, habiendo establecido campamento cerca de Loja, su pariente el II conde de Tendilla Íñigo López de Mendoza recibió en batalla fuertes golpes con maza y casi cayó en manos enemigas, si no lo hubiese salvado a tiempo el joven Álvaro de Zúñiga; y es curioso constatar que otro extranjero, el hispanista alemán Ludwig Pfandl (1881-1942) esta vez, se haya preocupado de rescatar en su obra Felipe II, 1938, el hecho de que el II duque de Béjar Álvaro de Zúñiga cojeaba (en sus últimos años) a razón de una herida en la pierna ganada en la guerra de Granada

4 de abril de 2018

Cuando el Duque de Béjar quitaba y ponía rey


Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
 
Eran otros tiempos, y la verdad es que Álvaro de Estúñiga y Guzmán, como se llamaba entonces, no era aún duque de Béjar sino sólo conde de Plasencia y Justicia Mayor del reino, pero de esos polvos salieron estos lodos. Era de la clase de nobleza levantisca, como muy bien apunta el escritor placentino Jesús Vicente Cano Montero en su novela histórica La Duquesa y el Deán, 2011, y no aguantaba pelos en el lomo. También es cierto que los hechos no se volvieron a repetir hasta mucho después, pero con otros resultados, cuando a dos de su linaje se les acusó de querer levantar Andalucía para convertirla enreino independiente... con uno de ellos como rey. El otro perdió la cabeza.  




 Detalle del retrato de Álvaro de Luna
 en la catedral de Toledo, 1488 



La serie comenzó con el condestable Álvaro de Luna, valido de Juan II, a quien Álvaro y su padre -en realidad toda la familia- llevaron a su eclipse total para librar al rey de su influencia, lo que debe entenderse como librarse ellos mismos de un obstáculo para manejar al rey. De nada le valió a Luna -eso sí post mortem- que un hijo suyo se casara con una hija de Álvaro. Del valido escribió Jorge Manrique, sobrino de Álvaro, en sus Coplas por la muerte de su padre: Pues aquel gran condestable, -maestre que conocimos –tan privado, -no cumple que dél se fable, -sino sólo que lo vimos –degollado.

1 de marzo de 2018

El linaje y el escudo de los Duques de Béjar en el nacionalismo andaluz



Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

        De manos de Teresa Pérez de Guzmán y Guzmán, hija del III conde de Niebla y I duque de Medina Sidonia Juan Alonso Pérez de Guzmán, el señorío compuesto por las villas de Ayamonte, Lepe y La Redondela en la costa occidental de Huelva, pasó como dote en 1454 a su esposo Pedro de Zúñiga y Manrique de Lara, primogénito del I duque de Béjar Álvaro de Zúñiga y Guzmán. Incrementado con otros territorios, fue elevado a condado por la reina Isabel I, y más tarde a marquesado por el emperador Carlos V, en favor de Francisco de Zúñiga y Pérez de Guzmán, hijo de Pedro de Zúñiga y padre de Teresa de Zúñiga y Guzmán, III duquesa de Béjar. Esta rama nobiliaria constituyó la Casa de Ayamonte, vigente hasta hoy.

 
Escudo de la Casa de Ayamonte con las armas 
de Guzmán y Zúñiga

      Francisco Manuel Silvestre de Guzmán y Zúñiga (n. 1606), VI marqués de Ayamonte, fue asesinado en Segovia el 12 de diciembre de 1648 por orden del Rey de España, acusado de traición al apoyar la sublevación de Gaspar Alonso Pérez de Guzmán con finalidad de establecer la primera REPÚBLICA ANDALUZA, según un inserto de prensa publicado en 2009 por el Bloque Nacionalista Andaluz, que agrega: Los andaluces de conciencia no olvidamos su sacrificio. VIVA ANDALUCÍA LIBRE (universoandalucista.blogspot.com). Se trata de la llamada Conspiración de Andalucía, que tuvo lugar en 1641 [1].  

5 de noviembre de 2017

Apuntes para una feria en decadencia (1ª Parte)



Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2016.



            Típico sol de septiembre. Pica. Solanera en la calle Mayor. ¿A cuánto?, pregunta una mujer. Cincuenta céntimos la libra na más. Voces. Tráigame aquí una. Lleno el saco. Unos críos piojosos corren entre los puestos. Un anciano renquea con su bastón ante el de la Manuela. ¡Fuera, chucho!. El chucho sale despavorido. Oigan, oigan, los mejores garbanzos aquí. Más voces. Una moza se acerca, cesta al cuadril. Mira y remira. Mira y vuelve a remirar. Se va sin decir ni ay. ¡El barquillerooooo, el barquillerooooo! Un prójimo bigotudo y con blusón, pipa torcida en los labios, chasquea la lengua. ¡Estos no son garbanzos, ni son na! ¿Qué no? ¿Quién lo ha dicho?, respondo airado, chulesco. El otro: El Canillas y a mucha honra. A ver, ¿qué es lo que pasa aquí? Se acercan los Civiles. El del palillo: ¡na!, ¿pos que ha de pasar? Recula. El sol sigue picando. Me restan diez libras, doce tirando p’arriba. ¡Miren a ver lo que hay aquí! Sombra, se agradece. Un paisano apunta con el dedo. Solo tres en su mano derecha. Las putas máquinas, resopla. ¡Oigan, dos libras se me quieren ir! ¿Quién las quiere? El ocaso que llega. Las sombras se alargan. No hay voces. Los chiquillos siguen corriendo. Piojos y chinches. Los guardas urbanos. ¡A recogerse tocan! Mañana más. Quedan dos días de feria. 


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 Comerciantes en Béjar. Finales del XIX. Cromolitografía. Colección JAM-BÉJAR. Foto sacada de Archivo Fotográfico y documental de Béjar

2 de mayo de 2017

De cómo los duques de Béjar perdieron Plasencia



 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

*A Jerónimo Gómez-Rodulfo Barbero, bejarano-placentino (autor del blog Los Abdones)

      En 1442 d. Juan II hizo merced de la ciudad a d. Pedro de Zúñiga, conde de Ledesma, a cuyo título añadió el de Plasencia. Poco después revocó la donación por ser excesiva y contra su voluntad; pero la revocación no se llevó a efecto, y continuaron gozando del señorío de la ciudad el duque d. Álvaro, hijo del conde d. Pedro, y el duque d. Álvaro su nieto. En 1488, informada Isabel la Católica de que la merced había sido hecha por importunidad y revocada con justa razón, acordó restituir la ciudad al señorío real, dice el historiador y economista compostelano Manuel Colmeiro Penido, en Cortes de los Antiguos Reinos de León y de Castilla, 1883. En realidad fue la nobleza placentina, encabezada por los Carvajal, la que se levantó en armas contra los Zúñiga, ya duques de Béjar, para recuperar el poder que detentaban anteriormente sobre la ciudad y las rentas de las tierras que dependían de las mismas, según el catedrático de la Universidad de Extremadura Antonio Miguel Linares Luján, en El Mercado Franco de Plasencia, 1991. El movimiento habría sido ratificado en las puertas de la catedral por Fernando el Católico, que juró defender siempre los fueros y la libertad de Plasencia, tomando posesión de ella.   




Homenaje a Fernando de Aragón en la fiesta del Martes Mayor de Plasencia. Radiointerior.es



      En la Universidad Complutense de Madrid se encuentra un memorial que alrededor de 1728 envió el XI duque de Béjar, Juan Manuel de Zúñiga, al rey Felipe V, y que en la presentación dice lo siguiente:  Señor: el duque de Béjar, desposeído duque de Plasencia en sus abuelos, persuadido de la benigna justificación de V. Majestad e impelido de la obligación que le impone su conciencia como administrador de su Casa y mayorazgos, legítimamente fundados sobre las sólidas basas de facultades reales, repite hoy, con el mayor rendimiento a los pies de V. Majestad, la súplica que del hecho que propone resultará atendida, como espera la justicia de su causa.

12 de septiembre de 2015

De cómo Álvaro de Zúñiga y Guzmán llegó a ser primer Duque de Béjar

       Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez 

      Hijo de Pedro de Zúñiga (Estúñiga) y García de Leiva, conde de Ledesma y de Plasencia, II señor de Béjar y otras villas, Justicia Mayor de Castilla y Alcalde Mayor de Sevilla; y de Isabel de Guzmán y Ayala, señora de Gibraleón, nació alrededor de 1410 en Encinas de Esgueva (Valladolid) en el castillo que su abuelo, Diego López de Estúñiga y Orozco, había mandado construir en 1394. En sus primeros años recibió educación junto con el primogénito de Enrique III, futuro Juan II.  

 Álvaro de Zúñiga en la serie Isabel

Castillo de Encinas en la actualidad. Foto elnortedecastilla.es

        Heredó a sus padres y abuelo en bienes, títulos y cargos, y antes de cumplir veinte años casó con Leonor Manrique de Lara y Castilla, hija del señor de Amusco, Palencia, y bisnieta de Enrique II Trastámara y de Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, con la cual tuvo nueve hijos. Viudo a los cincuenta años, casó con su sobrina y ahijada Leonor Pimentel y Zúñiga, de diecinueve, hija del conde de Mayorga y de su hermana Elvira de Zúñiga, con quien tuvo cuatro hijos más.