Mostrando entradas con la etiqueta Urbanismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Urbanismo. Mostrar todas las entradas

15 de octubre de 2022

El asunto del agua en la villa de Béjar en la Edad Moderna (2ª Parte). Suministro de agua para las fuentes y jardines del Palacio Ducal

  Autor: Agustín García Gómez

      Se comentó en la entrega anterior que la fragilidad de los arcaduces de cerámica de la cañería o conducción del agua para abastecimiento de la población de la villa de Béjar ocasionaba que sus rupturas accidentales o intencionadas para el robo del agua fueran frecuentes, y su reparación dio lugar a una numerosa documentación que facilita su estudio y conocimiento.

Palacio Ducal

          Con fecha 17 de mayo de 1688 el ayuntamiento de la villa aprueba “una petición (del Alcalde) diciendo la grande falta que hacia el agua de las cañerías para las fuentes y jardines del Palacio de su Excª haciendo(se) cargo de esta obligación…”. El 24 de julio de 1688 se ordena su ejecución inmediata. Esta obra debió de tratarse de una reparación de la conducción de agua [1]. En otro infolio de fecha 20 de agosto de 1768 se recogen 34 documentos sobre este asunto. Se ha preferido transcribir la hoja de catalogación del archivero ducal quien, como de costumbre, hace un resumen de distintos hechos con relación al suministro de agua al Palacio Ducal, en la Plaza Mayor y la colación de Santa María en la Villa Vieja [2]. Se ha dividido el texto continuo del archivero en párrafos para su mejor comprensión:

8 de octubre de 2022

El asunto del agua en la villa de Béjar en la Edad Moderna (1ª Parte). El acueducto bejarano (1597-1853)

Autor: Agustín García Gómez
Junio 2022


Tan reciente como que en mayo de 2022 se ha publicado en la red, tanto en la página de la Diputación de Salamanca como en los demás medios de comunicación salmantinos, la noticia que se llevará el agua del pantano de Navamuño en Candelario hasta la recóndita Sierra de Francia con el fin de abastecer de agua el turismo de la localidad de La Alberca, principalmente, y demás localidades de la bella comarca salmantina. Esta noticia ha removido en la memoria el abastecimiento de agua en la Edad Moderna a Béjar que en este escrito se pretende presentar.


Los investigadores bejaranos José Muñoz Domínguez y Juan Félix Sánchez Sancho son los autores de un más que interesante trabajo de investigación titulado “El acueducto de La Corredera. Abastecimiento de agua potable en Béjar entre los siglos XV y XIX” de 2015, cuya lectura de es de total recomendación. En este artículo sus autores nos relatan la historia del acueducto bejarano, detalladamente reflejado en el conocido cuadro Vista de Béjar del pintor Ventura de Lirios de 1726, que servía para abastecer de agua a la villa de Béjar desde su construcción sobre el año 1597 hasta su derribo hacia 1853.

Detalle del Acueducto en el cuadro Vista de Béjar de Ventura de Lirios en 1726. Fotografía: Juan Félix Sánchez Sancho.


8 de abril de 2022

Referencias históricas de un edificio singular: el Museo Judío "David Melul" de Béjar

Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto.

Publicado: Semanario Béjar en Madrid.

          La historia más reciente del edificio que alberga el Museo Judío “David Melul” es bien conocida por todos. Tras la rehabilitación comenzada en 2003 dirigida por el arquitecto bejarano José Luis Rodríguez Antúnez el abandonado inmueble renació y desde la inauguración del museo se ha convertido en lugar de cita obligada para los amantes de la historia del judaísmo de la región y en general para todos los interesados por la historia de Béjar. No está de más recordar la interesante colección que alberga, con piezas arqueológicas de gran valor como la reproducción de la lápida hebrea de doña Fadueña, escudos de los duques de Béjar y elementos de la cultura y el rito judío.[1] Pero nos gustaría hablar ahora no del contenido sino del continente. ¿De quién fue y qué fue este edificio? 

 

 Edificio del Museo Judío "David Melul".


          Ciertamente hasta el siglo XVIII las referencias que conocemos no son muchas y todo lo que podamos decir sobre en qué fecha se construyó será deducción resultante del análisis estilístico del inmueble. La robustez de su construcción así como los detalles decorativos en dinteles con relieves conopiales o la base de las columnas adosadas de su puerta principal nos remiten, indudablemente, al gótico y por lo tanto a finales del siglo XV, época de la que datan los pocos edificios civiles que en Béjar se han conservado de ese estilo. Por lo tanto de tal fecha, escasamente concreta eso sí, suponemos su construcción.

12 de junio de 2021

El largo proceso de construcción del edificio consistorial de Béjar: el Ayuntamiento versus Villafañe (4ª Parte y final)

 Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

Publicado: Béjar en Madrid, 2021.

 

        El singular edificio de Luis de Villafañe, que diera lugar a conflictos entre este y el concejo bejarano, permaneció durante años contiguo al ayuntamiento por su fachada oriental como un apéndice testimonial o una reliquia urbana del pasado. Sin duda el elemento más significativo de esa vivienda y de otras que enmarcaban la plaza Mayor fue su porticado adintelado y sostenido con recias columnas, tal vez de madera, que como el resto de la construcción contrastaba por su sencillez con el noble conjunto del nuevo consistorio. En la década de los años veinte del siglo XVIII aún permanecía en pie ya como un anacronismo constructivo, incluso como un estorbo, tal y como se puede apreciar en un fragmento del famoso cuadro de Ventura Lirios «Vista de Béjar»[1] que adjuntamos. Esta imagen nos permite darnos una idea aproximada del aspecto de la vivienda (señalada con flecha verde) y también imaginar cómo debieron ser las que antes habían ocupado el espacio del propio ayuntamiento. Para cuando Lirios la representó (año 1726) la propiedad ya no correspondía a la familia Villafañe y además el inmueble comenzaba a amenazar ruina. 


Casa de licenciado Villafañe en el cuadro "Vista de Béjar" de Ventura Lirios

29 de mayo de 2021

El largo proceso de construcción del edificio consistorial de Béjar: el Ayuntamiento versus Villafañe (3ª Parte)

Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

Publicado: Béjar en Madrid, 2021.     

 

        La relación entre el licenciado Luis de Villafañe y el Ayuntamiento no fue buena desde el mismo momento en que los regidores locales consideraron necesaria la demolición de una de sus casas a fin de hacer posible la amplitud ideada en el nuevo edificio municipal. El conflictivo proceso de expropiación, que se elevó a instancias judiciales y fue resuelto por la Chancillería de Valladolid, retrasó las obras más de lo que el Ayuntamiento esperaba y supuso un verdadero quebradero de cabeza para sus regidores y alcaldes. Cuando los pleitos entablados entre ambas partes parecían solucionados y las obras del nuevo consistorio iban a buen ritmo el licenciado volvió a la carga. Era el año 1580.
 

Edificio del ayuntamiento de Béjar construido en el siglo XVI

      Como ya hemos dicho en la parte más oriental del actual edificio (la izquierda según se mira hacia la fachada principal) Villafañe tenía dos casas parejas, una de ellas fue la adquirida por el Ayuntamiento para ser demolida, mientras que la otra, que hacía esquina con la salida hacia la calle de las Armas, siguió en pie y en posesión de dicho vecino [1]. Tal vez esta fue la equitativa resolución judicial que había logrado el tenaz licenciado frente a las mayores ambiciones del Ayuntamiento que en primera instancia debió desear aun más espacio para su nueva sede[2]. La rapidez con que el Ayuntamiento demolió y quiso empezar con la nueva obra denota la urgencia de aquel proyecto pero también la necesidad de no demorarse ante los continuos desafíos de aquel vecino. Tal rapidez resultó a la larga precipitada pues Villafañe interpondría nuevo pleito contra el consistorio, esta vez quejándose de los perjuicios que el derrumbe de su antigua casa y la nueva construcción estaban provocando en la que allí le quedaba. 

22 de mayo de 2021

El largo proceso de construcción del edificio consistorial de Béjar: el Ayuntamiento versus Villafañe (2ª Parte)

 

 Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

Publicado: Béjar en Madrid, 2021.


Hacia el año 1560 el concejo bejarano contaba en la plaza Mayor con dos casas contiguas entre sí. Al menos una de ellas no tenía más función administrativa que servir de vivienda para el pregonero de la villa, oficio en cualquier caso vinculado con la institución. Parece ser que el uso público que se le daba a la otra, que acababa de ser adquirida de la ilustre familia Dorantes, era el de carnicería, al que se le uniría más tarde el de alhóndiga o almacén de granos[1]. Ambos inmuebles ocupaban la parte occidental de la fachada del actual edificio consistorial. En la parte oriental de ese bloque, la que da a la entrada de la calle de las Armas, había dos inmuebles más, propiedad del licenciado Luis de Villafañe, de los que después hablaremos. Es posible que todo el conjunto se sostuviera sobre un soportal de columnas de madera como era tradicional desde la Edad Media en las plazas castellanas, precedente del hermoso porticado pétreo que luciría después. 

 


Desde mediados del siglo XVI el Ayuntamiento[2] soñaba con la construcción de un edificio que aunara todas sus dependencias y que, adscribiéndose a los cánones del momento, representara con toda la dignidad posible a su institución. Esta había conseguido elevar su prestigio en enconada rivalidad con el señorío ducal intentando que el inevitable sometimiento a él no fuese excesivo. Pero no había prestigio ni obra posible sin la posesión de un espacio físico suficiente. Por ello a principios del año 1577 el Ayuntamiento, en reunión ordinaria, determina «se compre la casa de Villafañe»[3]. El licenciado Luis de Villafañe, como hemos dicho, tenía un par de viviendas colindantes entre sí: la más oriental hacía esquina con la salida de la plaza hacia la calle de las Armas, y la otra, la que iba a comprar el Ayuntamiento, lindaba a su vez con el resto de propiedades consistoriales.

15 de mayo de 2021

El largo proceso de construcción del edificio consistorial de Béjar: el Ayuntamiento versus Villafañe (1ª Parte)

 Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto
Publicado: Béjar en Madrid, 2021

A lo largo de la Edad Media y del siglo XVI se desarrolla en Béjar, como en otras villas castellanas, el proceso de consolidación de su Concejo que tuvo que confrontarse con los organigramas de poder de los señoríos jurisdiccionales y de los cabildos eclesiásticos, estos últimos en el orden espiritual. El Concejo equivalía al actual Ayuntamiento, es decir a la administración pública representante del interés vecinal, frente a la defensa parcial que de los privilegios de un solo estamento realizaba la nobleza[1]. Antes de generalizarse el uso del término «Ayuntamiento» se lo conocía indistintamente como concejo o justicia y regimiento, y sus miembros eran llamados regidores[2]. Del mismo modo durante aquellos años, además de las pugnas locales, los concejos competían por obtener su espacio de  representatividad en las Cortes frente al poder del rey.

El edificio consistorial un día de Corpus, al sur de la Plaza Mayor

 

16 de enero de 2021

Curiosidades en las que fijarse durante un paseo entre los soportales de la Plaza Mayor de Béjar (1ª Parte)

Autor: Roberto Domínguez Blanca

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2020, pp. 10-13.

      La propuesta que traemos a estas páginas es la de una pequeña guía que sirva al bejarano y al foráneo para conocer algunas curiosidades de nuestra inacabada plaza mayor, a través de algunos detalles arquitectónicos y ornamentales de un espacio tan bello como poco cuidado y desconocido. No nos detendremos en dos de los grandes monumentos que forman parte de la misma, la iglesia de El Salvador y el Palacio Ducal, pues por sí mismos merecen un artículo. En cuanto a la historia de la plaza mayor, de la que aquí expondremos algún apunte, remitimos a los trabajos de José Muñoz Domínguez[1] y Óscar Rivadeneyra Prieto[2]

Vista del lado sur y este de la Plaza Mayor de Béjar
 

          Como es fácil constatar, la actual plaza mayor de Béjar es un espacio urbanístico heterogéneo, consecuencia de un proyecto de unificación arquitectónica que no fue posible completar. La actual plaza sustituiría a otra anterior que sería más irregular, pintoresca y construida con materiales más pobres como entramado de madera, adobe y ladrillo, y con soportales de madera o de piedra.

10 de diciembre de 2018

El Plan urbanístico de Béjar diseñado en 1941-42 por Fernando García Mercadal

Autor: José Muñoz Domínguez

     El primer plan urbanístico de Béjar fue diseñado en 1941-1942 por Fernando García Mercadal (Zaragoza, 1896-Madrid, 1985), creador de la primera obra de arquitectura racionalista de nuestro país (El Rincón de Goya, de 1926-1928) y el único arquitecto español –junto a Juan de Zavala– admitido en el selecto grupo de Le Corbusier que se reunía en las sucesivas ediciones del Congrés International d'Architecture Moderne (CIAM) celebradas en La Sarraz, Suiza (Foto 1). 



 Foto 1. El grupo de arquitectos reunidos en el CIAM de 1928. En el centro, tras madame Mandrot y otra señora, se ve a Le Corbusier.Sentado junto a una joven, Fernando García Mercadal (imagen tomada de http://ulbratorresarquitetura.blogspot.com/)


      En 30 de julio de 1941, García Mercadal y su socio, el arquitecto bejarano Tomás Rodríguez Rodríguez, recibieron del Ayuntamiento el encargo de elaborar el primer plan urbanístico de Béjar, o Proyecto de urbanización y ensanche, del que nos ocupamos seguidamente. 

14 de agosto de 2017

Algunas aportaciones al estudio del urbanismo y la vivienda medieval en Béjar (5ª Parte y final)

Autor: Antonio Avilés Amat
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.779 (16/06/2017), p. 6.


5.-PERVIVENCIA DEL URBANISMO Y DE LA CASA MEDIEVAL


     Como ya se ha aludido más arriba, en determinadas zonas del conjunto histórico, apenas ha cambiado la inicial configuración urbanística impuesta por el primitivo lugar de asentamiento de la población aunque, ya a finales del XVIII y en los más próximos y recientes siglos XIX, XX y los años transcurridos del XXI, la ciudad se ha extendido considerablemente fuera del perímetro circundado por la casi desaparecida muralla, sobre todo hacia el este y menos, al mediodía. Por ello, todavía es posible encontrar en los barrios y calles del casco histórico, como La Antigua, Barrio Neila o Barrionuevo, la pervivencia ––al menos en su aspecto externo y el acceso al interior del habitáculo a través de amplios zaguanes–– de las viviendas bajomedievales en la ciudad contemporánea. Y ello con las lógicas modificaciones devenidas por el paso del tiempo, el bienestar de sus moradores o, en algunos casos, los nuevos usos asignados a las mismas. Tal es el caso, ya citado, de la casa solariega del siglo XV donde actualmente se ubica el Museo Judío “David Melul”.   

 Fachada sur del Museo Judío "David Melul"
                        

     Se halla construida ocupando un solar de casi 160 metros cuadrados y posee además de la planta baja, un primer piso y otro bajo cubierta que, en su momento, pudo estar destinado, como sobrado o desván, a almacenamiento de granos, frutos y otros productos. El aparejo es de piedra de irregular tamaño de granito local dispuesta en hiladas horizontales, en seco, sin ningún tipo de mortero; en alguna ocasión aparece, circundando algún pequeño vano, el ladrillo y, en otras, de relleno asociado al sillarejo. En el interior abundaban las maderas en vigas, balaustres, dinteles o como postigos de los vanos. 

31 de julio de 2017

Algunas aportaciones al estudio del urbanismo y la vivienda medieval en Béjar (3ª Parte)




Autor: Antonio Avilés Amat
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4777 (19/05/2017), p. 6.

       Si desde el Neolítico y edades posteriores ––colonizaciones e invasiones púnica, romana, visigoda y musulmana–– el sitio destinado a vivienda podría ofrecer gran variedad de plantas: cuadrada, rectangular, circular o elíptica ––como nos muestran algunas excavaciones de primitivos castros celtas y poblados iberos o celtíberos[1]––, la ahora predominante será la rectangular con uno o dos pisos, según la clase social de sus moradores, con puertas de acceso y vanos adintelados aunque a veces, en construcciones más suntuosas, se emplee el arco de medio punto y, asimismo, el apuntado u ojival, ya en los siglos finales de este período. 

 Vivienda de Candelario

     Además de la mencionada pudo darse un tipo de vivienda colectiva/comunal o agrupación de varias ––similar a los populares corrales o corralas de vecinos que proliferaron en los siglos siguientes–– con un patio central en el que se situaría un pozo para dotar de agua a las familias ocupantes de la misma. Esta característica residencia, asociada a judíos y musulmanes y tradicional en algunas zonas de Castilla y Andalucía, debió tener alguna implantación local por lo que se podría deducir del estudio de la distribución de calles, parcelario y manzanas en el casco histórico. También es de interés señalar la existencia de alguna calleja cerrada como las que aparecen con alguna frecuencia en el urbanismo medieval aunque más de tipo árabe o judío que cristiano. 

24 de julio de 2017

Algunas aportaciones al estudio del urbanismo y de la vivienda medieval en Béjar (2ª Parte)

Autor: Antonio Avilés Amat
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4776 (5/05/2017), p. 4.


3. CONFIGURACIÓN DEL ESPACIO: URBANISMO Y VIVIENDA (I)


     Tras esta introducción acerca del lugar de asentamiento y de las personas que, como pobladores estables, construirán en el mismo sus casas en función de su trabajo, familia y necesidades y, posteriormente, las habitarán, intentaré un acercamiento a la tipología y características de la vivienda en el periodo histórico bajomedieval y en aquella sociedad sólidamente estratificada como, al igual que las de su entorno, lo sería la bejarana. 

 Casa solariega del siglo XV
Museo Judío "David Melul"

         Buscar un prototipo que refleje como debió ser la generalidad de la vivienda de la época, acorde a la profusión de clases sociales y las diferencias económicas, intereses y motivaciones de cada una, sería empeño baldío ya que la diversificación se impondría sobre la homogeneidad. A este respecto y queriendo resaltar las desigualdades existentes en las propias construcciones, señala Eloy Benito Ruano[1] que no son los mismos ––nunca lo han sido–– su ubicación, sus materiales, ni sus dimensiones. Sin embargo, es posible y justificado un acercamiento a su estudio por lo que se conoce de las técnicas, progresos y soluciones aplicadas, de modo generalizado, a las diversas obras y edificaciones que, en aquel momento, se realizan en territorios musulmanes o cristianos indistintamente. O en este caso particular, referido a Béjar, a donde llegan tales referencias, como al resto de poblaciones, debido al continuo trasvase de conocimientos constructivos y de todo tipo que se expande por el centro y occidente europeo y la cuenca mediterránea. Estudio que será complementado con la observación y el conciso análisis de algunas construcciones de la época y otras tardomedievales (repetición de modelos y patrones anteriores) que, aunque sensiblemente alteradas por el transcurso del tiempo, se conservan todavía en la ciudad. Tales podían ser la casa solariega, que actualmente ocupa el Museo Judío “David Melul”, construida a mediados o finales del siglo XV con elementos góticos reconocibles en el frontispicio y en la fachada este, y otras de Barrionuevo (la mayor parte, por desgracia, demolidas), la Plaza Mayor y La Antigua, sobre las que más adelante me detendré.                                               

17 de julio de 2017

Algunas aportaciones al estudio del urbanismo y de la vivienda medieval en Béjar (1ª Parte)



Autor: Antonio Avilés Amat
Publicado: Béjar en Madrid nº 4775 (21/04/2017), p. 4.


        El tan sugerente, por su artificiosa composición y barroca originalidad, lienzo del pintor italiano —veronés por más señas— Ventura Lirios, Vista de Béjar, realizado por encargo del duque don Juan Manuel II en torno a 1726, refleja con bastante exactitud y detalle como debió ser, en el primer cuarto del denominado siglo de las luces, la vetusta villa bejarana. Esta apenas habría cambiado desde su fundación, varios siglos antes, hasta el momento en que se ejecutaba el cuadro; algo más, casi siglo y medio después, con la incorporación del barrio de la Corredera y de algunos edificios fabriles junto al río, cuando, en 1867,  Francisco Coello traza el plano de la que ya, desde 1850, poseía el título de ciudad. 

 Vista de Béjar, de Ventura Lirios.
Imagen extraída de aquí

       Y no demasiado, si lo comparamos con el tiempo presente, salvo la pérdida de la mayor parte del recinto amurallado[1] y de algunos destacados monumentos y obras públicas de abastecimiento de agua (como el evaporado acueducto del que nunca más se supo) que aparecen en la pintura al principio citada. Por lo demás, la ciudad contemporánea sigue conservando en una proporción importante, aunque se hayan transformado o alterado sustancialmente, la fisonomía de muchas de sus edificaciones y el primitivo aspecto y configuración urbanística desde el Medioevo. 

Plano de Coello

16 de agosto de 2010

Aspectos urbanísticos y arquitectónicos del casco antiguo de Béjar (6ª Parte y final)

Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.


En la evolución de este tipo edificatorio hay que señalar la progresiva representatividad que se le ha ido dando a la fachada principal. Los pequeños e irregulares huecos que, como heredera de la casa ganadera mostraba en su fachada, se van abriendo a la vez que se construyen balcones y galerías, para que la calle entre en la casa y la casa en la calle. Cada vez se procura engalanar más el exterior de la edificación, que debía exteriorizar el estatus de sus habitantes en la sociedad bejarana. Desde finales del siglo XIX, en las construcciones de los promotores con posibilidades económicas, se observa un desdén hacia la tradición constructiva, para ir integrando en sus proyectos elementos de la arquitectura culta de las grandes ciudades. En el primer tercio del siglo XX se van dejando ver edificios eclecticistas, regionalistas, racionalistas…, todo ya de la mano de reconocidos arquitectos. La casa se convierte en símbolo de prestigio del morador para asombro del populacho, buscándose en la medida de lo posible solares en los cruces de las calles para aumentar el número de fachadas representativas, articulándose por medio de algún elemento destacado en las esquinas como las rotondas. En Béjar, la estrechez de sus calles dificultaba la posibilidad de obtener buenas perspectivas desde donde poder admirar el trabajo de los arquitectos.

De este tipo de arquitectura llama la atención el edificio concebido por el catalán Benito Guitart Trulls en 1920, que crea una fachada representativa hacia la calle Mayor en estilo Neoplateresco, mientras que la fachada que da al jardín es formalmente antagónica, al emplear vidrio y estructura metálica vista.
Casa construída por Benito Guitart Trulls.
Calle Mayor. Béjar


7 de agosto de 2010

Aspectos urbanísticos y arquitectónicos del casco antiguo de Béjar (5ª Parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.



Casa en Béjar.Figura nº 1


LA ARQUITECTURA TRADICIONAL BEJARANA (III)

Los comienzos de esta arquitectura los fechamos en la década de 1740 por las fechas grabadas en los dinteles. Un ejemplo es la conocida casa de Juan Luis Meluis en la calle Flamencos. Otro es el de la vivienda de la figura 1 fechada en 1747 y muestra los rasgos típicos de la casa bejarana que se difunde a partir de mediados del siglo XVIII en su década inicial. Se parte de un solar rectangular, con alzado en el que aún el último piso es de entramado encalado, que vuela ligeramente sobre canes bien labrados de madera y cantería. El piso noble, con grandes vanos abiertos a balcones, parece reforma decimonónica. Muy propio de nuestra arquitectura dieciochesca son los vanos de los otros dos pisos, de diversos tamaños (algunos todavía muy pequeños), pero ya siempre con recercado de granito bien labrado. En lo que sobresale del muro medianero debería ir un paño de tejas claveteadas.

30 de julio de 2010

Aspectos urbanísticos y arquitectónicos del casco antiguo de Béjar (4ª Parte)

Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.



LA ARQUITECTURA TRADICIONAL BEJARANA (II)


A mediados del siglo XVIII surge una determinada forma de construir más sólida, en las que la manufacturación de géneros textiles por medio de una rudimentaria maquinaria se sitúa en el piso bajo de la vivienda hasta la tardía revolución industrial y la concentración fabril de la mano de obra en las fábricas. El principio constructivo de esta casa es el mismo que se da en la popular casa chacinera candelariense, presentando algunas diferencias formales, que no estructurales, derivada de la función reservada a algunos espacios resultados de atender las necesidades de la dedicación económica del lugar (por esta razón en el Béjar textil no vamos a encontrar batipuertas ni solanas).


Casa solariega de Candelario


24 de julio de 2010

Aspectos urbanísticos y arquitectónicos del casco antiguo de Béjar (3ª Parte)

Autor: Roberto Domínguez Blanca.

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.

El modo en que los habitantes de Béjar tenían de construir sus viviendas, seguía la tónica general de las construcciones que presentan las poblaciones serranas del sector occidental del sistema central. Sin embargo, la vivienda bejarana más característica parece surgir a mediados del siglo XVIII; un nuevo modo de construir que se implantará con fuerza en nuestra comarca (especialmente en Béjar y Candelario), y en otras localidades cercanas, como Barco de Ávila o Hervás.

De esta forma podemos distinguir dos tipos de construcciones que se suceden en el tiempo: las construidas antes de mediados del siglo XVIII, o las construidas a partir de esa fecha hasta principios del siglo XX, siendo las más características en Béjar.


Candelario


30 de junio de 2010

Aspectos urbanísticos y arquitectónicos del casco antiguo de Béjar (2ª Parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca.

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.

INTRODUCCIÓN (continúa)

Casco antiguo de Béjardesde La Corredera a la Plaza Mayor de la Villa Vieja,
siguiendo el recorrido de la Calle Mayor

Por diferentes razones los ámbitos plaza Mayor y calle Mayor no siempre se han desarrollado en una misma ciudad de forma equilibrada, y se dan casos donde predomina un espacio sobre el otro, o alguno de ellos llega a desaparecer. El soporte físico puede ser muy decisivo. En las poblaciones de montaña es frecuente el asentamiento sobre espolones o muelas alargadas que favorecen el desarrollo de grandes calles en detrimento de la plaza, que necesita una amplia superficie llana. Un caso similar y más evidente es el de los pueblos que han crecido a partir de enclaves en importantes rutas como el Camino de Santiago o la Vía de la Plata, donde el poblado se adapta a lo largo del camino preexistente. Al desarrollarse el burgo a ambos lados del camino, éste en el tramo que lo cruza se convierte en calle Mayor. Ejemplos son en España las localidades de Santo Domingo de la Calzada, Castrojeriz o La Calzada de Béjar.

Diferente es el caso de las villas pobladas en la llanura, donde se favorece el desarrollo de la plaza en detrimento de la calle Mayor, al facilitarse el terreno llano para su asentamiento, y así que la directriz de sus murallas sigue una envolvente más o menos elíptica o circular, casi concéntrica a la plaza, lo que no permite el desarrollo de prolongadas calles salvo en ciudades y grandes villas. Ejemplos de esta posibilidad son Montemayor del Río, Bonilla de la Sierra o Ciudad Rodrigo, por citar localidades próximas.


19 de junio de 2010

Aspectos urbanísticos y arquitectónicos del casco antiguo de Béjar (1ª parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca.
 

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.


INTRODUCCIÓN

El alcor que sirve de soporte a nuestra ciudad es, como sabemos, marcadamente longitudinal, con orientación este-oeste, en cuya dirección se disponen las curvas de nivel desde la parte más elevada junto a la vertiente norte, hasta descender escalonadamente hacia el valle de las huertas al pie de su fachada meridional. Las vías de tránsito más importantes siguen, pues, esta marcada direccionalidad, aunque realmente hay una única calle o sucesión de distintos tramos que comunican los polos de la ciudad. Hay que añadir que la presión que ejerce la muralla subraya esa direccionalidad; más aún en el caso de las puertas principales que se abren a los caminos de comunicación con el exterior, cuya continuación a intramuros y comunicación entre puertas condiciona el trazado de las calles principales, resultado de buscar el recorrido más corto y fluido posible. Otras calles principales surgen de la comunicación con las parroquias, conventos, puertas secundarias, etc. También aparecen los caminos de ronda o vías de circunvalación al interior y al exterior de la muralla.




Vista aérea del casco antiguo de Béjar con el recorrido de la Calle Mayor actual y la Calle Mayor de la Villa Vieja, enlazando Corredera-Plaza Mayor- Plaza Mayor de la Villa Vieja, hoy plazauela de Santiago.


Un desarrollo urbanístico más ordenado se aprecia al este del casco histórico bejarano, con pequeñas callejuelas que cruzan perpendicularmente las vías principales, remontando la fuerte pendiente incluso a través de escalinatas. Como contraste, más al noroeste aparece el trazado de la sufrida judería, con callejuelas muy irregulares, retorcidas y estrechas, incluyendo pasos elevados. Muy quebrada también es la zona de Barrioneila, inmediata al ala sur de la plaza Mayor en una zona de fuerte pendiente con callejas de declive muy acusado y callejones ciegos. Bajo el lienzo meridional de la muralla discurría desde la Corredera un camino paralelo llamado la Solana, que desembocaba a la plaza de la Piedad a través de una puerta de la muralla. En su recorrido se abrían numerosos caminos tortuosos que ascendían desde la Solana a la calle Mayor, atravesando la muralla con portillos.