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26 de enero de 2024

Dos obras del ceramista talaverano Juan Ruiz de Luna (1863-1945) en fábricas textiles bejaranas

 Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid,  4.932 (15/12/2023), p. 10.

En 2022 publicamos un artículo, dividido en dos partes, en el que dábamos a conocer un par de ejemplos del arte cerámico de Juan Ruiz de Luna en Béjar: la fuente de la residencia teatina del santuario del Castañar y los murales neoplaterescos de la fachada del edificio construido por Benito Guitart Trulls en la calle Mayor de Sánchez Ocaña 6[1]. Su presencia nos inducía a pensar en la más que probable existencia de más ejemplos en nuestra ciudad hasta ahora desconocidos. Recordemos que Juan Ruiz de Luna (1863-1845) no fue un simple artesano de la cerámica, sino un artista que supo recuperar la tradición decorativa talaverana adaptada a los nuevos gustos y estéticas de finales del siglo XIX y sobre todo de principios del siglo XX. No en vano, se relacionó con otros consumados creadores del momento como Benlliure, Zuloaga o los hermanos Lumière. Sus obras adornan edificios repartidos por toda la geografía española. En Talavera de la reina, además, existe un museo que lleva su nombre.

Mural de la Virgen del Castañar de la fábrica textil de Manuel Bruno Nevado. Foto María Jesús Santamartina

 

En el mencionado artículo dábamos por cierta la relación entre un arquitecto total, muy del estilo de sus homólogos barceloneses, como era Benito Guitart Trulls[2], arquitecto municipal entre 1893 y 1895, y Ruiz de Luna, pues bien pudo haber realizado otros encargos para edificios diseñados por el catalán en su etapa como arquitecto de Ciudad Lineal en Madrid e indudablemente en Béjar, como se demuestra en el hecho de la presencia de los murales para el edificio de la calle Mayor diseñado por Guitart. Sin embargo, la aparición de nuevos ejemplos del talaverano en Béjar rompe los lazos exclusivos con el catalán y se extiende a las preferencias de la burguesía bejarana por su buen hacer decorativo. La razón estriba en que este lapso de tiempo de un año hemos hallado dos nuevos ejemplos de su mano, tema principal del presente artículo.

8 de septiembre de 2023

Oraciones y ruegos en verso a la Virgen del Castañar (2ª parte)

 Autor: Iván Parro Fernández

     En un post anterior hicimos referencia a la poesía dedicada a la Virgen del Castañar, Patrona de Béjar y comarca, incidiendo sobre todo en el aspecto religioso en dos ámbitos: las oraciones, ruegos y súplicas dirigidas a la virgen y su imagen como Patrona. En esta ocasión queremos seguir ahondando un poco más en este sentido, compartiendo otro tipo de poesías dedicadas a nuestra patrona, como por ejemplo el relato de la aparición de la talla de la virgen que encontramos en el periódico Béjar en Madrid en agosto de 1978, compuesto por Germán Sierra y que dice así:


1 de septiembre de 2023

Oraciones y ruegos en verso a la Virgen del Castañar (1ª Parte)

    Autor: Iván Parro Fernández

     Uno de los aspectos más destacados de las celebraciones en honor a nuestra  patrona bejarana que vamos a vivir en los próximos días es, sin duda, el religioso, ya sea con la novena a la virgen, con la solemne misa el mismo día 8 de septiembre en el santuario como es tradicional, la romería y procesión o con todas las celebraciones religiosas que se promoverán estos días.

 
Imagen sacada de Prensa histórica

 

          Muchos creyentes han implorado o lanzado a la Virgen del Castañar peticiones, ruegos, súplicas o también agradecimientos. Ella es la Madre de todos, la cual siempre observa con atención e interés las inquietudes y necesidades de sus hijas e hijos bejaranos. Ella es protectora de nuestras almas y de nuestros corazones. Muchas personas han hecho y manifestado por escrito ese afecto sincero y cercano con nuestra patrona, dejando constancia de sus plegarias o ruegos a la virgen. Como pequeña muestra de ello queríamos compartir algunos ejemplos que están recogidos y fueron publicados en su momento en el periódico La Victoria, y que pueden consultarse a través de la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica en el siguiente enlace: https://prensahistorica.mcu.es

5 de septiembre de 2022

Cuando la investigación histórica sirve para recuperar una pieza artísitica relevante para la ciudad

     Autora: Carmen Cascón Matas     

      Produce satisfacción observar que la investigación histórica tiene a veces una aplicación práctica. Que nuestros desvelos por dar a conocer y difundir el pasado de nuestra ciudad da a veces sus frutos. Que las horas que nos pasamos en archivos y bibliotecas tiene una recompensa. Que el ejercicio de escritura, de recopilación de datos y de lectura bibliográfica sirve para que en algunos casos nuestro trabajo se vea recompensado. Sin embargo, esta labor callada las más de las veces no es reconocida o conocida. En este caso, un cúmulo de casualidades han llevado a que un pequeño tesoro artístico vuelva a casa, si acaso alguna vez estuvo en Béjar, que quizá sí en la vivienda de algún bejarano. 

Pieza adquirida por la cofradía de la Virgen del Castañar ya restaurada


          En marzo de 2022 publiqué en Béjar en Madrid una investigación que llevaba tiempo escribiendo sobre la imagen más antigua que se conserva de la Virgen del Castañar, que se remonta a 1767 y que habéis podido leer en entradas anteriores. A ella remito para las notas al pie, referencias bibliográficas y documentales de esta entrada, y que recomiendo que leáis porque esta entrada es un mero resumen. 

3 de septiembre de 2022

«Para excitar la devoción a Nuestra Señora». Sobre las primeras estampas y grabados de la Virgen del Castañar (2ª Parte y final)

 Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4890 (04/III/2022), p. 4.


        Desglosando la trayectoria artística y profesional de Manuel Salvador Carmona, el autor de la estampa más antigua de la Virgen del Castañar que se conserva, no hay duda de que estamos ante uno de los mejores grabadores, por no decir el mejor, de la Ilustración en España. Y volvemos a la misma pregunta: ¿quién y por qué se encargó una estampa de la Virgen a tan insigne artista? El dispendio por el trabajo salió por la nada desdeñable cifra de 60 doblones de oro, una cantidad que no hemos hallado en el libro de la cofradía, lo cual nos induce a pensar que no fue ésta la que encargó el grabado

 

Manuel Salvador Carmona. Imagen sacada de aquí


 Grabado de la Virgen del Castañar de Béjar

 por Manuel Salvador Carmona, 1756

      Carrete Parrondo la menciona en su obra El grabado a buril en la España Ilustrada: Manuel Salvador Carmona, una referencia utilizada por Domínguez Blanca en el trabajo comentado[1]. Por azares del destino, hoy día tenemos la fortuna de poder contemplar su trabajo gracias a que esta estampa fue utilizada por el padre Francisco Yagüe para ilustrar su Historia de la Imagen del Castañar que se venera en la villa de Béjar, publicada en 1795[2] y de la que se conservan algunos ejemplares. La identidad de Francisco Yagüe sigue siendo un misterio. Sabemos que pertenecía a la familia de idéntico apellido dedicada a las manufacturas textiles, quizá hijo de Juan Francisco Yagüe Meluis, cuyo abuelo (en este caso bisabuelo del padre Yagüe) era ni más ni menos que Juan Luis Meluis, maestro flamenco. Cuando escribió el libro sobre la Virgen del Castañar se definía como «maestro pasante de teología y predicador». 

27 de agosto de 2022

«Para excitar la devoción a Nuestra Señora». Sobre las primeras estampas y grabados de la Virgen del Castañar (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4889 (18/II/2022), p. 4.

         El descubrimiento de uno de los enigmas más interesantes que planean en la historia de la devoción mariana de nuestra ciudad implica el rastreo de la estampa o grabado más antiguo que existe de la Virgen del Castañar. A este respecto sabemos por la investigación de Roberto Domínguez Blanca sobre la construcción del santuario[1], que para sufragar sus obras la cofradía se vio obligada a imprimir estampas de la santa imagen. Su venta otorgaba magros beneficios para tan magna obra, pero si el dinero recaudado se sumaba a las limosnas, la venta de la carne de los toros lidiados y los asientos en la plaza el día de la fiesta, o las “bodas” de la Virgen cuando se veneraba en parroquia de El Salvador[2], el resultado es que se podía continuar con tan loable propósito. Porque los gastos no eran precisamente pequeños si tenemos en cuenta que se edificó el santuario en su totalidad, incluido el presbiterio, la nave y las fachadas, el camarín y la sacristía, se alzaron los tres retablos, el principal y los laterales además de los paneles que cubren la capilla mayor, se costeó el púlpito y la reja, los elementos decorativos en yeso de las bóvedas, los frescos y hasta los confesionarios, tardándose más de un siglo en concluir, concretamente desde 1650 hasta la década de los 70 del siglo XVIII

          

15 de octubre de 2021

Hechuras de un vestido de la Virgen del Castañar confeccionado en el siglo XVII

Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

Publicado: Béjar en Madrid, 2020.

 

      Es sabido que la devoción por la imagen de la Virgen del Castañar, patrona de la ciudad, está muy extendida entre los subscriptores y compradores de Béjar en Madrid. Como no hemos dedicado apenas renglones a tan espirituales asuntos en esta página del periódico lo compensamos con el presente artículo dedicado a algunos aspectos materiales del templo y de la imagen en la segunda mitad del siglo XVII.

         En esa época el barroco vivía su apogeo y tenía su escenario de manifestación más palpable en los ritos sacramentales del catolicismo y en el más perdurable de las imágenes y templos religiosos construyéndose o reformándose en la época. El ingente archivo ducal recoge un buen número de documentos que versan sobre disquisiciones alrededor del templo, sus construcciones adyacentes, la imagen de la Virgen o las celebraciones que se daban

Este año se celebran los 75 años de la Coronación de la Virgen del Castañar y por este motivo la Cofradía y los Padres Teatinos han organizado una exposición conmemorativa. En ella se muestras fotografías, documentos, cuadros, esculturas y también mantos y vestidos. 

      

11 de septiembre de 2021

Diego Antonio de Viga, un bejarano conspirando en Manila

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 2020.

            De vez en cuando un apellido sonoro emerge en el pozo del olvido para ser rescatado por azares del destino. Sonábame el de Rodríguez de Viga por haber sido difundido tiempo ha en un artículo por don Juan Muñoz García en este mismo periódico, entonces semanario, en 1936[1]. Venía a cuento de que el arcediano de Béjar y canónigo de Plasencia, Francisco de Viga, o Rodríguez de Viga, tanto da, había edificado a su costa una casa contigua a la entonces ermita del Castañar con el fin de que sirviese como hospedería al mismo tiempo que como casa para un sacerdote y confesor que atendiese las necesidades del culto a la Virgen, pues existía desde antiguo un casero o ermitaño que velaba por la decencia y limpieza del recinto. Corría entonces el año 1691 y la postura del edificio se remató en once mil reales que pagaría de su costa. Los terrenos, a la par que el permiso de construcción, los solicitó el arcediano al obispo de Plasencia, el cual tuvo a bien aprobar tan piadoso proyecto. Don Juan Muñoz añadía en su escrito que Rodríguez de Viga había nacido en Béjar y que sus bienes eran ingentes, tanto es así que entre sus títulos de propiedad figuraban los terrenos de Los Picozos. La idea de asentar una comunidad religiosa adyacente a la entonces ermita del Castañar no era nueva porque el canónigo Bartolomé López Dávila había intentado lo propio a principios de ese mismo siglo XVII con los carmelitas descalzos, pero el proyecto no cuajó[2]

Primera imagen de Manila, Sacada de aquí

 

3 de julio de 2020

De aquí a Lima siguiendo sus plazas de toros


 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

      Correspondió al catalán don Manuel D´Amat i Junyent, trigésimo primer virrey del Perú, inaugurar en Rímac (Lima) en 1766 la plaza firme de toros de Acho, la más importante y antigua de América, antes que el rey Carlos III terminara de autorizarla.  


 Foto antes de la remodelación de 1944, con el templador o burladero. Plazadeacho.galeon.com


     Lo de plaza firme era por estar cerrada e instalada en lugar fijo, en contraposición a lugares más o menos abiertos y móviles donde se corrían toros, circunstancia aquella que permitía controlar las incursiones espontáneas de indios y negros en la arena. La forma original del coso era octogonal, y tenía al medio un burladero cuya asta, casualidad o no, estaba enclavada en el punto mismo del primitivo quemadero de la Inquisición.


5 de junio de 2020

La muerte barroca de Ruy Gómez de Silva, marqués de Alenquer (1680)


      Autora: Carmen Cascón Matas
      Publicado: Béjar en Madrid, 4.822 (05/04/2019), p. 6

         Las personas que más ascendiente alcanzaron en la educación del Buen Duque Manuel de Zúñiga y Guzmán y de su hermano Baltasar de Zúñiga y Guzmán, marqués de Valero, fueron sus dos tíos maternos Ruy Gómez de Silva y Diego Sarmiento de Silva[1], hermanos de su madre la duquesa Teresa Sarmiento de la Cerda. Los tres hermanos habían nacido en Madrid del matrimonio entre Rodrigo Sarmiento de Silva y de la Cerda e Isabel Margarita Fernández de Silva, IV duques de Híjar. Y se trasladarían a Béjar durante buena parte de sus vidas, una villa que se enlazará a sus destinos por obra y gracia del enlace matrimonial de Teresa con el duque Juan Manuel I. Sus existencias en el Palacio Ducal se han diluido con el paso de los siglos aunque ambos ejercieron el papel de padres al morir el duque de Béjar en 1660, heredando el ducado don Manuel con cuatro años y teniendo dos don Baltasar. La ausencia de la figura paterna otorgará a los tíos maternos solteros una influencia tal en los niños que la piedad de don Ruy y el gusto por las armas de don Diego moldearán las personalidades de los niños

 Grabado que representa el "ars moriendi". El moribundo es asistido por un ángel mientras los demonios acechan.

            Quiero detenerme en el postrero momento de la vida de don Ruy, marqués de Alenquer, tras grandes muestras de piedad, porque es un ejemplo del ars moriendi o arte del buen morir barroco en el que se mezclan la devoción, la fe, las muestras de entereza del moribundo ante la muerte, la dedicación de sus familiares para con el enfermo (en este caso de su sobrino el Duque) y el sentimiento de pesar sus allegados y súbditos. En definitiva un tránsito en la que se garantizaba la salvación del alma [2]. De estos momentos existe una carta anónima, enviada quizá a algún miembro de la Casa Ducal por un testigo directo, en la que se describe cada instante [3]

 Retrato del duque don Manuel de Zúñiga y Guzmán
Grabado de Romeyn de Hooghe

Un día de septiembre de 1680, tras haber acudido a la iglesia de Santiago a rezar ante la tabla de Nuestra Señora de la Antigua, como a las 8 de la tarde, don Ruy sintió frío y esa noche ni siquiera cenó. El lunes se quedó en cama a ruego de su sobrina la duquesa de Béjar, Mª Alberta de Castro y Portugal, porque sufría de calentura y sudaba copiosamente, sobre todo las manos y la frente. Ante el empeoramiento de su estado le ausculta su médico Joaquín Ginés, quien le intentó aliviar los síntomas de la fiebre administrándole algún remedio, mas don Ruy no era precisamente un paciente dócil y rechazó las medicinas alegando que se trataba de un simple resfriado y que se le pasaría en 24 o 48 horas. 

10 de septiembre de 2012

Fotografías de la romería de la Virgen del Castañar 2012



Hace un par de días celebramos la romería de la Virgen del Castañar, la patrona de Béjar y su comarca, con fiestas previas y festejos habituales que suelen durar unos ocho días más o menos. El centro de la fiesta se encuentra precisamente ese día, en el monte y al fresco, hacia donde nos dirigimos los bejaranos y curiosos para ver y participar en la romería. Previa misa, los monaguillos y la cruz de guión abren el recorrido que transcurre desde la plaza de los Tilos (adyacente al santuario) hasta el Mirador de la Virgen dejando a un lado la Plaza de Toros y vuelta al santuario. Creo que las imágenes son bastantes más explicativas que mis palabras, así que dejo la pluma (mejor dicho el teclado) para que admiréis las fotos.

Los monaguillos abren la romería

5 de mayo de 2012

Reedición en fascímil de un libro imprescindible


Esta semana seha reeditado en edición fascímil un tesoro bibliográfico que merece ser leído por los bejaranos de pro y por todos aquellos que se interesen por temas relacionados con la ciudad. Sabíamos de su existencia mas era difícil consultarlo porque no había ejemplares originales conocidos en Béjar. Se trata del libro Historia de la Imagen del Castañar que se venera en la villa de Béjar escrito en 1795 por el padre Yagüe y en él se narran y recogen los relatos alusivos a la historia de nuestra patrona, desde lo milagroso pasando por lo folclórico. Y la idea ha partido de nuestro amigo Luis Felipe Comendador. Según sus propias palabras:

1 de noviembre de 2011

Historia arquitectónica y artística del Santuario de Nuestra Señora del Castañar (7ª Parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Béjar en Madrid, 4.657. 17/06/2011

No volvemos ha encontrar obras de importancia hasta el ocaso del siglo XIX. Clave fue la llegada a Béjar del arquitecto Benito Guitart Trulls[1], quien consiguió la plaza de arquitecto municipal de la ciudad en 1893 por ocho votos a cinco frente a otro catalán, José María Pujol de Barberá. Ambos llegarán a ser personajes muy reconocidos en su oficio. Pujol de Barberá, recién titulado y cercenadas sus aspiraciones en Béjar, trabajará como para el ministerio de finanzas en varias ciudades de España, hasta que en 1897 obtiene el cargo de arquitecto municipal de Tarragona. Allí echará raíces y de su mano saldrán algunos de los mejores edificios modernistas de la ciudad.

Foto de Benito Guitart Trulls. 
Gentileza de la familia Guitart.



24 de octubre de 2011

Historia arquitectónica y artística del Santuario de Nuestra Señora del Castañar (6ª Parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Béjar en Madrid, nº  4.644. 18/03/2011


*Retomamos la serie de artículo dedicados a la edificación del santuario de la Virgen del Castañar, patrona de Béjar. Os dejo aquí los enlaces de los anteriores capítulos para que nadie se pierda. 



A la par que los esfuerzos y los caudales se concentraban en embellecer el camarín, en la iglesia se continuaban haciendo obras menores. Se embaldosó el suelo de la nave, capilla mayor y sacristía entre 1765 y 1766 con maestros de Ledrada como Miguel García Colorado y Cayetano Álvarez [1], y seguidamente se comenzó a adquirir buena parte del mobiliario. Se compraron bancos y entre 1774 y 1778 el desaparecido cancel y dos confesionarios. El cancel se encargó al maestro carpintero Manuel Álvarez por 800 reales, más otros 32 que costó el traer una piezas de Salamanca. Con seguridad estas piezas eran adornos de talla de gusto rococó cuyo objeto sería dar un toque moderno a la carpintería local de cuarterones. De hecho, el tallista salmantino M. Márquez [2] recibe 4 reales por tres serafines para el cancel, un adorno para colocar sobre la entrada del camarín y otras piezas [3]. Un ejemplo de este tipo de carpintería lo tenemos en el cancel de la portada norte de la iglesia de San Juan. Respecto a los confesionarios, éstos fueron contratados con el maestro tallista Francisco Álvarez por 233 reales, en los que se incluía el precio de la madera [4].

Fotografía antigua del santuario

9 de septiembre de 2011

Fotos de la Romería de la Virgen del Castañar 2011





Un año mas los bejaranos subimos al santuario de la Virgen del Castañar para asisitir a la Misa y posterior romería. En esta foto la Patrona sale de la Plaza de los Tilos, adyacente al santuario donde tiene lugar la celebración religiosa.




En esta ocasión un nuevo personaje en forma de estatua junto a la Plaza de Toros también asisitió a la fiesta. Se trataba del torero Julián Casas "El Salamanquino", nacido en Béjar, del cual se ha instalado hace poco una escultura en su honor con motivo del III Centenario de la Plaza de Toros. 

13 de junio de 2011

Romería de Los Paporros 2011 y el hallazgo de la Virgen del Castañar




Autora: Carmen Cascón Matas

Hoy mismo se ha celebrado la fiesta del pueblo de La Garganta (Cáceres), aunque hermanada con Béjar (Salamanca) por compartir como patrona a la Virgen del Castañar. Según fray Francisco Yagüe en su “Historia de la Imagen de Nuestra Señora del Castañar” publicada en 1795, la aparición la talla tuvo mucho de milagroso, como no podía ser menos. Al fraile franciscano, en una suerte de historiador de finales del siglo XVIII, se le metió entre ceja y ceja la ardua tarea de revolver entre los legajos del archivo del concejo para hallar todo lo que tuviera que ver con la patrona. Allí encontró un legajo con el título siguiente: “Aparición de la Virgen del Castañar según los manuscritos que tenía el señor don Francisco Pérez de Sotomayor, capellán del Excmo. Señor duque de Béjar don Francisco, los cuales recogió el señor don Diego de Silva en 1671”.No se nos escapa que el hallazgo de la Virgen tuvo lugar en 1446, que don Francisco de Sotomayor vivió a caballo entre el siglo XVI y XVII, que don Diego de Silva los recopiló en 1671 y que fray Francisco lo halló a finales del siglo XVIII. Muchas manos pasaron por medio.


      

9 de marzo de 2011

Historia arquitectónica y artística del santuario de Nuestra Señora del Castañar (5ª parte)



Autor: Roberto Domínguez Blanca

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4627.

La decoración del camarín del santuario tiene dos momentos clave: el primero en el siglo XVIII tras su construcción, y el segundo a finales del siglo XIX y principios del XX, al que pertenecen la mayoría de los vestigios.

Respecto al exterior del mismo, en las cuentas de 1731 a 1736[1] se aclara que en su parte superior se hizo el adorno de hierro rematado en una cruz, así como las primitivas vidrieras con sus redes y herrajes para los vanos. Éstas se encargaron al maestro rejero bejarano Juan Pérez por 208 reales. Al parecer el coste fue superior, pero Pérez terminaría por rebajar el precio final.


Cúpula del camarín


3 de marzo de 2011

Historia arquitectónica y artística del santuario de Nuestra Señora del Castañar (4ª parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.626. 12/11/2010.

En este capítulo nos vamos a detener en detallar las obras que adelantamos que se estaban haciendo en la capilla mayor.

Una vez que se instala el nuevo púlpito sobre 1740 y 1741, el antiguo es vendido a la iglesia de Vallejera por 27 reales con 16 maravedíes; el nuevo había costado nada menos que 493 reales con 2 maravedíes [1]. El tornavoz de madera y su talla fue lo último que se hizo, pagándose en las cuentas del bienio 1744-1745[2].

Panel del lado de la Epístola


6 de enero de 2011

Historia arquitectónica y artística del Santuario de Nuestra Señora del Castañar (3ª Parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.622. 15/10/2010.

Lo último que quedaba por hacer arquitectónicamente en todo el templo era la tribuna del coro de la iglesia, levantándose entre 1746 y 1748. Se resolvió en arco carpanel por el maestro cantero gallego Francisco Sino [1], quien cubrió el sotocoro con una bóveda de lunetos y cobró por su trabajo 2.400 reales. La barandilla del coro, que aún se conserva, fue encargada al cerrajero bejarano Francisco Javier Hernández por 1.347 reales y 26 maravedíes [2]. Años más tarde, entre 1761 y 1764, a Francisco Sino se le encomendará la creación de la nueva sacristía [3]. Este mismo artífice terminaría en 1764 la bóveda del sotocoro y la portada de acceso al órgano de la iglesia de Navacarros [4]. Consta que también trabajó en las iglesias de La Hoya, Puente del Congosto y de El Salvador de Béjar, así como en la Cárcel Real de la villa.

Con la iglesia y el camarín concluidos en lo arquitectónico, los esfuerzos de la cofradía se centran ahora en equipar y adornar convenientemente ambos espacios. Muchas de las obras que se están acometiendo se pudieron llevar a cabo gracias a que se desviaron para su provecho las rentas de las ermitas de Santa Ana, San Lázaro y la Magdalena, hasta que el obispo de Plasencia ordena en 1751 finalizar esta contribución[5].

Retablo mayor del Santuario, obra de Lucas Badarán y Ortega


17 de diciembre de 2010

Historia arquitectónica y artística del santuario de Nuestra Señora del Castañar (2ª parte)

Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.621. 8 de octubre de 2010

La nave de la iglesia del santuario se concluiría en 1720 cuando se hizo la fachada occidental. Esta fachada se divide en dos cuerpos por una simple moldura o imposta. El primero se inspira en las fachadas tradicionales de los eremitorios de la zona: dos pequeños vanos a ambos lados del arco de acceso, aunque éstos se cegaron posteriormente. Bajo la imposta, tres ménsulas dan testimonio del desaparecido pórtico que resguardaba la entrada al templo. El cuerpo superior se remata en forma de hastial, y sobre la masa granítica tan sólo se abre un óculo o vano circular para iluminar la tribuna del coro. El 14 de abril de 1720 se colocó sobre el arco de la portada el escudo del obispo placentino Francisco de Perea y Porras, tallado en granito de Ledrada, por el impulso que dio este prelado para acabar las obras[1]. El 26 de julio se firma el acuerdo con un maestro carpintero de Valdefuentes de Sangusín para hacer el techado provisional[2], en espera de que comenzaran los trabajos de las cubiertas definitivas que engalanan la iglesia.

Fachada occidental