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29 de diciembre de 2014

Sobre los subterráneos secretos de Béjar

Autor: Gabriel Cusac Sánchez
Publicado en su web aquí
 
      El término bosquero, como cuidador de la villa ducal de El Bosque, ya aparece documentado en el  XVI. Algunos siglos más tarde, yo también tuve la obligación y el privilegio de ocupar este puesto, y pude comprobar entonces el profundo arraigo, en el imaginario popular bejarano, de dos ficciones undergrounds. Porque fueron muchos paisanos quienes, sin asomo de duda, me certificaban la existencia de sendos subterráneos con punto de partida en la misma pieza arquitectónica: el Cubo del Desaguadero. Uno conduciría a la isla central, la pequeña Citera del estanque, y, a modo de estribillo, siempre escuchaba el mismo argumento: los músicos que tocaban en el templete de la isla entraban y salían por aquí. El otro subterráneo, de más envergadura, comunicaría con la residencia urbana, el Palacio Ducal cuyos muros acogen hoy el Instituto Ramón Olleros y  la Cámara Oscura.
 
 Plano de El Bosque en un folleto informativo del Grupo Cultural San Gil
 
    Preciosas invenciones -pero invenciones, al fin y al cabo- superadas por aquélla que pretende un túnel secreto entre el propio Palacio Ducal y el Castillo de San Vicente, en Montemayor del Río, a 16 kilómetros de Béjar. Un castillo que, por meros intereses de explotación comercial, fue rebautizado como del Paraíso -nombre bastardo, artificial patraña de marketing que en ningún caso debemos aceptar- y un túnel quimérico que, como ya escribí en otro lugar, fue gótico soporte literario  de “El castillo de Montemayor”, folletín que Fernando Aguilar y Álvarez publicó capítulo a capítulo en su periódico La locomotora entre los años 1881 y 82, y que recientemente ha sido reeditado a cargo de Miguel Sánchez González. Es posible, también, que muchos lectores bejaranos hayan oído hablar de otra abracadabrante galería con salida en las proximidades de la ermita de Santa Ana. Ya vemos con qué ligereza, por los atajos de la fantasía, se sortean las vaguadas, la distancia, los cursos fluviales y la morfología granítica de estas tierras. No obstante, el río suena demasiado para que todo sea incierto. Porque tanto florilegio legendario debe tener su origen en un poso de verdad.

El palacio ducal en el XIX

        La entrada “Béjar” en el Diccionario de Pascual Madoz apunta: “Descuella entre todos los edificios por su eminencia e importancia arqueológica el palacio ducal, del que no puede menos de darse una ligera idea. Su más antigua y primitiva forma está desfigurada por las diferentes épocas que han mediado; así es que cada día se han encontrado terraplenadas u obstruidas habitaciones y galerías subterráneas sin uso alguno”. Una descripción que parece tener su continuidad en El palacio, artículo histórico por entregas (1-X/1-XII de1918) que el erudito local Juan Muñoz publica en el entonces quincenario Béjar en Madrid: “El palacio tenía galerías subterráneas con salidas o desemboques que no se conocen ya, y las cuales galerías han sido terraplenadas, lo mismo que muchas habitaciones inferiores […] Llama la atención que todo el palacio está lleno de escaleras estrechas, como de servicio, situadas entre los gruesos de los muros, hallándose hoy condenadas casi todas por las reformas hechas en él”. Este artículo está dedicado al director del periódico, Toribio Zúñiga, quien un año antes, y sin mayor trascendencia para el tema que nos ocupa, ambienta circunstancialmente algún capítulo de la serie Sueño de una noche de verano en los subterráneos del palacio.
 
 Castillo de Montemayor del Río
 
           Recordemos, por ejemplo, que en las obras de habilitación de la Cámara Oscura salió a la luz uno de los corredores a los que se refiere Juan Muñoz. Y que la ventanita enrejada del muro sur del palacio, en la calle Rodríguez Vidal, da acceso a una especie de mazmorra enorme, hoy incomunicada del resto de las dependencias áulicas. Pero si estos pasillos y estancias intramuros pueden cimentar los orígenes de la elucubración legendaria, también resulta muy probable que el Palacio Ducal contara con una o varias salidas secretas, las llamadas puertas de la traición, artificio que permitiría la huida a los señores de palacio en caso de conjura interna. Sí, es cierto: en Béjar existió una puerta homónima, pero en este espacio sería muy larga de explicar toda la controversia que rodea a este topónimo urbano, asunto que José Muñoz Domínguez y yo tratamos en un capítulo de Los Hombres de Musgo y su parentela salvaje. En el citado trabajo nos referíamos a un desaparecido portillo de la muralla; pero soslayamos otras posibilidades que acaso podrían localizar en Béjar un reflejo mínimo del subsuelo encantado de otras ciudades (Madrid, Toledo, Cuenca, París, Nápoles…). No sería extraño que estas hipotéticas vías de escape desembocaran en casas particulares relacionadas con el señorío ducal, o quizá en iglesias y conventos. Al respecto, cabe decir que hace unos veinte años, durante la reforma de un local en la calle Horno del Salvador, afloró un túnel abovedado de ladrillo, perpendicular a la misma entrada del Palacio Ducal, cuyas dimensiones difícilmente se corresponden a una antigua alcantarilla, ya que por él podrían caminar dos personas erguidas y en paralelo. Es preciso señalar que unos metros más arriba (dirección este) se ubicaron el Convento de la Piedad, fundado en 1590 gracias al patronazgo ducal (y en lo que fue la propia residencia de verano de los Zúñiga), o la casa solariega de los Pizarro, lugares que se muestran propicios al antojo. Por lo demás, algunas informaciones de particulares que creo ciertas, pero que no he podido comprobar, aseguran otra salida en los sótanos de una de las casas porticadas de la misma Plaza Mayor. ¿Rumores? En octubre de 2010, con la pasión juvenil propia de quienes amamos estos misterios, Luis Felipe Comendador comenta y fotografía un sorprendente hallazgo: el hundimiento del firme junto a uno de los torreones dejó al descubierto dos túneles de mampostería. Y él, como yo, por unos instantes volvió a la mocedad: http://bejarananomellores.blogspot.com.es/2010/10/tuneles-perdidos-del-palacio-ducal-de.html 
 
Decía Luis Felipe: "Mi reflejo inmediato fue el de tomar unas cuantas instantáneas para dejar constancia del hallazgo, ya que me temía lo que exactamente ha sucedido, que el agujero ha sido tapado de inmediato, no sé si por recomendación de Patrimonio o simplemente por evitar alguna desgracia fruto de esa curiosidad que nos come siempre a todos".

Subterráneos del Palacio Ducal  (foto de L.F: Comendador)

       Ya. Cuánto me gustaría pasar de la especulación a la acción  y tener la oportunidad de explorar alguno de estos olvidados subterráneos. Siquiera un pequeño tramo, porque, con la razón por delante, lo más probable es que ya estén derrumbados en su práctica totalidad. Es una de las viejas ilusiones que aún conservo, y aprovecho la ocasión  para hacer un llamado a quienes tengan datos que puedan facilitarme tan largamente anhelada empresa. También abro este blog a la respuesta de los sabios al caso (léase José Muñoz, Francisco Fabián…) porque es seguro que tras estos delgados apuntes habrán quedado muchos detalles en el tintero. Sobre las posibles alianzas conspiratorias para solicitar una intervención arqueológica en regla, ya hablaremos. Quién sabe si algún día Béjar contará con turismo subterráneo.
En espera de sus noticias, atte.,

Gabriel Cusac

21 comentarios:

  1. Carmen, ¡qué interesante y de leyenda! Me ha parecido una leyenda de las muchas películas que nos han hacho soñar con estos pasadizos secretos que unen castillos, casas normales y palacios... Pero lo que me ha parecido excepcional es que estas leyendas sean reales en un lugar de España, en una ciudad en la que sus habitantes debían defenderse de enemigos por su riqueza y especial enclave. Espero poder ver estos lugares que describe tan pormenorizadamente Gabriel Cusac.
    Aprovecho para desearte

    ¡UN FELIZ AÑO 2015 PLENO DE ARMONÍA Y PAZ JUNTO A TODOS TUS SERES QUERIDOS!

    Un cariñoso abrazo, querida Carmen.

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  2. Si, si. Y con toda seguridad que uno de esos pasadizos conduzca a la Cueva de Navamuño. Ya sabemos...., la del ombligo del mundo.

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    1. No me cabe la menor duda, Jero. ¿Te imaginas? Un pasadizo subterráneo entre el ombligo de Béjar y el del mundo, ¡imprescindible!
      Un abrazo

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  3. Gracias por compartir el artículo, Carmen. Seguro que, si hay alguna novedad, llega primero a este blog. Me avisas, y vamos preparando las linternas y el canario en la jaula, por lo del oxígeno.

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    1. ¡Nos convertiremos en los Indiana Jones bejaranos! Qué divertido.
      Un abrazo

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  4. Sería interesante poder entrar y ver a donde nos lleva ;)
    Carmen te deseo lo mejor para esta 2015 que nos llega y que podamos seguir compartiendo .
    Un beso.

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  5. Que Bonito debe ser el tener esa inquietud, como la que tu tienes, sobre tu Preciosa Ciudad BEJAR.
    Que sigas enseñándonos detalles de Bejar, a la que estamos aprendiendo a querer, a través de tus Escritos.

    Carmen, te deseo un FELIZ 2.015

    manolo

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  6. Loable empeño. Deseo a Gabriel que pueda ver cumplido su sueño.
    Y a usted, madame, los suyos en este 2015 que está a punto de comenzar.

    Feliz año!

    Bisous

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  7. Esos palacios estaban llenos de galerías subterráneas llenas de misterio y escondidijos para mil funciones que supongo que sera un buen desafío poderlo explorar.
    Que tengas un feliz Año Nuevo y que lo disfrutes junto a los tuyos.
    Besos.

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  8. Tienen mucho atractivo los pasadizos subterráneos. Como se afirma en el artículo, es posible que en el pasado hubiera vías de escape hacía lugares seguros o escapatorias. Tan largas como muchas veces se afirma cuesta creer que se pudieran hacer esas obras tan complicadas, pero más cortas es posible que sí.
    Interesante entrada; me hace recordar un pasadizo que supuestamente comunicaba la zona histórica de Zamora con la margen izquierda del río Duero. Algo difícil desde en unto de vista de la construcción, pero muchos zamoranos lo afirman con rotundidad.
    Un abrazo.

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  9. Un articulo muy interesante Carmen espero que en un futuro puedan descubir mas historia sobre la Bejar subterranea. un saludo y una buena entrada de año. saludos.

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  10. Es que esto de los túneles, de los pasadizos construidos para la fuga tienen un gran atractivo e interés, el misterio de lo desconocido; y veo que Béjar también cuenta con sus misterios, nuevamente enterrados.
    Que disfrutes, Carmen, de un feliz y divertido fin de año y que el próximo te traiga todo tipo de venturas.

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  11. Todos los castillos cuentan historias de pasadizos secretos, alimentadas en parte por la literatura....hasta que punto puede ser cierto?....esto no se sabrá hasta que no se proceda a una minuciosa investigación.

    Mucha Felicidad a este año nuevo, que está al caer.

    Besos

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  12. Los pasadizos que gracias a muchos de ellos en las guerras han sido la salvación de muchas personas.

    Carmen: que este Nuevo Año 2015 llegue cargado de buenos propósitos y que a lo largo del mismo todos tus deseos se cumplan!

    ¡FELIZ 2015!

    Un abrazo.

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  13. De que debe haber pasajes en el subsuelo de Béjar, no tengo dudas. En un lugar con su historia y antigüedad y la importancia de sus linajes, es natural que bajo sus edificios principales, castillos e iglesias, se construyeran pasadizos de unión para seguridad de sus habitantes.
    Si en una zona de pueblos menudos como es la Tierra de Campos palentina, son mayoría los que cuentan con estas vías subterráneas, que no pasaría en Béjar.

    Querida Carmen y amigos, os deseo lo mejor para el 2015.

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  14. Es de novela gótica.

    Saludos y feliz año 2015.

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  15. Esto de los túneles y pasadizos secretos siempre propicia que vuele la imaginación. Un relato muy interesante.

    Feliz 2015 y un abrazo

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  16. Artículo breve e interesantísimo el de Gabriel Cusac.
    Breve porque deja con ganas de más y muy interesante porque trata un tema este de los subterráneos que siempre ha despertado el interés de todos (animados por las leyendas que siempre los envuelven).
    Todos querríamos conocer los secretos de nuestras ciudades. Y los pasadizos subterráneos son el mejor de los secretos.
    Se "sabe" que están (o estuvieron) pero nadie sabe dónde están con exactitud. Jejeje.
    Murcia no se libra, claro. Todavía hay quien afirma que un túnel comunicaba la catedral (antes mezquita) con el castillo de Monteagudo (a cinco kilómetros más o menos) y de un tamaño tal que podía acoger a caballo y jinete.

    Abrazos, Carmen!!!

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  17. Pasadizos subterráneos siempre ha habido, comunicaban un sitio con otro como medio de escape para no ser vistos, en casos de peligro o para pasar inadvertidos.
    En Valladolid, sin ir más lejos, también se conservan pasadizos que forman parte de su historia.
    Agradezco tu comentario y también deseo para ti y los tuyos todo lo mejor que este año pueda traer.
    Que tus sueños se hicieran realidad en este 2015, sería mi mayor deseo.
    Cariños en un fuerte abrazo.
    kasioles

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  18. Hola Carmen:

    Muy interesante. Me ha gustado mucho ver que la realidad supera muchas veces a la ficción. Pasadizos llenos de historia, que cuando la comiencen a contar, nos enteraremos por este blog.

    Besos y feliz 2015

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.