Autor: José Muñoz Domínguez.
2. Evolución del asentamiento en los siglos XVII y XVIII
A pesar de la penuria general del siglo XVII, o quizá por ello, no faltan noticias sobre algunos despoblados de la zona en la documentación de archivo. En el caso de la Redondilla, hay referencias desde la primera década del siglo y continúan en las siguientes.
De 1610 y 1635 constan sendas solicitudes de merced presentadas a distintos duques de Béjar por parte de los sacristanes de las iglesias de la Asunción en la Garganta y de San Antón en la Redondilla, de las que se ocupaban simultáneamente. Ambos residían en la Garganta y venían a solicitar parecidas exenciones por su vinculación a la actividad religiosa en las dos iglesias: Diego Martín, en 1610, pretendía librarse de cualquier representación en los oficios del Concejo; Alonso Marín, en 1635, solicitaba evitar el pago de cargas tributarias. Cada duque resolvió favorablemente, aunque como gracia particular y no como reconocimiento de un derecho, por el tiempo en que sirvieran como sacristanes. En la carta de 1610, el peticionario aduce varios argumentos sobre su exención para ocupar cargos concejiles, entre ellos en el hecho de que «en un pueblo de ducientos vecinos hay muchas personas que pueden hacer los dichos oficios», lo que añade un dato demográfico no oficial que, no obstante, conviene tener en cuenta, pues no contradice las cifras de población registradas en el censo inmediatamente anterior, de 1591: la Garganta habría pasado de tener 188 vecinos (752 almas y 193 casas) a unos 200 (800 almas y 205 casas), de modo que la Redondilla rondaría cifras proporcionales, no muy diferentes de las del último censo del siglo XVI. El segundo peticionario, para poner al destinatario a su favor, añadía un hecho hasta ahora desconocido al vincular el culto a la protección ducal, pues una de las parroquias correspondía a «la iglesia de la Redondilla donde vuestra excelencia es patron» (1).
Panorámica del cerro en el que se encuentran los restos del despoblado de la Redondilla, visto desde la carretera de Candelario a la altura del Corral de los Lobos (imagen tomada de Google Streetview, 2024).En los censos y vecindarios del siglo XVII, la Redondilla no consta como entidad de población propia, diferenciada de la localidad vecina, de modo que hay que considerar su evolución demográfica integrada en la de la Garganta como posible cabeza de aquel concejo rural, tan montuoso y preñado de castañares (fig. 1). En el censo de 1646 no se registra ni una ni otra población y en el de 1684, la Garganta se muestra como lugar (no como aldea) y con sólo 98 vecinos (o 392 almas) dedicados a pasto y labor: de nuevo se constata el severo descenso demográfico que se produjo en la zona de Béjar y en casi toda España, en este caso con menos de la mitad de efectivos en 74 años (2).
Entre medias, se cuenta con mínimos datos de 1655, recogidos en la documentación correspondiente a la Tesorería de Plasencia, donde ya consta la Redondilla como despoblado del término de la Garganta, de acuerdo con lo publicado por Lorenzana de la Puente en su tesis doctoral sobre la representación política en el Antiguo Régimen (3). La vinculación del despoblado al núcleo mayor debió de producirse, por tanto, en la primera mitad del siglo XVII, entre la agregación parroquial de 1596 y 1655.
Paisaje divisado desde el Corral de los Lobos
El siglo XVIII se muestra mucho más dinámico en cuanto al crecimiento poblacional de la Garganta, sin duda a costa de la desaparición de la Redondilla, que ya ni siquiera consta en los recuentos de población.
En el Censo de 1712 se registran 65 y 3/4 de vecinos (263 almas) sólo para el lugar de la Garganta, sin referencia expresa a la Redondilla (4). Recordemos que este censo no se considera enteramente fiable por los historiadores, de modo que sus datos han de ser tomados con precaución; de ser cierto el recuento, la Garganta seguía perdiendo efectivos, nada menos que un tercio de su vecindario desde el Censo de 1684.
En la documentación generada para el Catastro de Ensenada, con sus Respuestas Generales fechadas en el verano de 1752, se computan 188 vecinos (igual que en 1591), incluidos dos eclesiásticos, lo que representa un número de 696 almas que vivían en 199 casas habitables, aunque también se da cuenta de otras 13 inhabitables, con una proporción de ca. 3,5 personas por vivienda (5). La recuperación demográfica es evidente y equiparable a lo conocido en toda la zona, de nuevo en cifras propias de finales del siglo XVI: en 40 años, según parece, la población se había incrementado en casi dos tercios respecto de 1712, lo que expongo aquí con muchas reservas por la escasa fiabilidad del Censo de Campoflorido. Como en el despoblado de Casas del Fraile, dejo para más adelante la consulta de las Respuestas Particulares, donde sin duda será posible encontrar información más detallada e incluso propiedades asignadas a vecinos de la Redondilla.
Folio 15v de las Ordenanzas de la Garganta de
1759 (señalo en rojo la referencia al despoblado).
Sólo seis años después de la recogida de datos para el Catastro de Ensenada, en 1759, se tiene constancia de unas interesantes Ordenanzas locales para regular la explotación de los recursos en el término garganteño. En la ordenanza nº 23, referida al «Aprobechamiento del despojo de los castañares zerrados» (fig. 2), se mencionan «las callejas de la Redondilla» como vías vedadas al paso de ganados:
...en el termino de este lugar [de la Garganta] no se pueda llebar ganado en manera alguna como no sea por la cañada del Castañar al Lomo, y camino de Bejar por su cañada, y de esta no se pueda salir a las callejas de la Redondilla (6).
El siguiente censo de población, o Censo de Aranda de 1773, cuenta con datos recogidos en 1768 que permiten ratificar el abandono de la Redondilla en el testimonio del licenciado Juan Marín, encargado de dar respuesta al cuestionario (fig. 3). Este Juan Marín, quizá descendiente de aquel sacristán pedigüeño de 1635, ofrece datos detallados sobre la población de la Garganta, con 873 habitantes, todos parroquianos de su iglesia de la Asunción, frente a la desoladora realidad de la antigua parroquia redondeña:
Registro de los datos de la Garganta, fechados
en 1768, para el Censo de Aranda de 1773 (la referencia a la parroquia de San
Antón, en el primer párrafo).
En cumplimiento de mi obediencia, echo padron de todos los vibientes razionales, que baptizados existen en esta parrochia de N. S. de la Asunzion, pues la de S. Anton careze de feligreses (7).
En algún momento del siglo se ratifica el uso religioso puntual de la iglesia de la Redondilla y el recuerdo del lugar aun sin feligreses, cuando el párroco de la Garganta, Juan Marín, decidía innovar en la costumbre de la bendición de los campos en plena primavera:
Y el día siguiente de la SSma. Trinidad dispuse se vaya a la iglesia de Sn. Antonio de la Redondilla sin misa, para vendezir el pago deste lugar y aquel, en vez de ir a un sitio que llaman el cambaron (8).
Majada Neila no proporciona fecha concreta para esta referencia, pero asegura que la innovación se produjo en el siglo XVIII; por otra parte, el nombre del sacerdote coincide con el del licenciado informante para el Censo de Aranda en 1768 y podría tratarse de la misma persona.
En la documentación conservada sobre el mapa de Tomás López para Salamanca se recogen un par de referencias a la Redondilla. La primera se incluye en una carta del capellán Francisco Pérez de Soto en respuesta a los requerimientos del geógrafo, en la que actualiza la cifra de población garganteña en 230 vecinos (858 almas) y proporciona información sobre sus dos parroquias: una de ellas, dice, «esta dedicada a Nuestra Señora de la Asumpción; su patrono es San Antonio Abad cuya iglesia parroquial; rural, dista de este [pueblo] medio quarto de legua, llamose el lugar la Redondilla» (9). Tomás López no incluyó el despoblado ni en sus croquis ni en el mapa definitivo, aunque no por su demostrada desaparición, sino porque posiblemente había interpretado mal las indicaciones del capellán; así se puede deducir de la anotación marginal en uno de sus croquis (fig. 4), donde escribió lo mismo que Pérez de Soto, pero referido al propio lugar de la Garganta: «Llamose Redondilla. Dista de Plasencia 8 leguas» (10).
Anotación de Tomás López en el encabezamiento de uno de sus croquis de 1785 (tomado de Bonilla Hernández, 2020).
El Censo de Floridablanca, de 1787, sólo contiene información sobre la Garganta, entonces habitada por 766 personas, entre un 12 y un 11 % menos que en el censo anterior y que en 1785, respectivamente (11). Con estos datos se cierra la etapa dieciochesca de la Redondilla, más que un despoblado, un lugar abandonado ya por sus antiguos habitantes en el que probablemente se mantenían en pie los muros de sus casas y, como veremos en la tercera parte de esta entrega, con su iglesia de San Antón todavía abierta al culto.
Continuará
NOTAS
1. AHNOB, Fondo Osuna, C. 267, D. 8-10, Correspondencia enviada a Alonso Diego López de Zúñiga Sotomayor, VI duque de Béjar, y a Francisco Diego López de Zúñiga Sotomayor, VII duque de Béjar, por Diego Martín y Alonso Marín, vecinos de la Garganta (Cáceres), solicitando que les eximiese de los oficios y cargas del concejo por ser sacristanes en sus iglesias, la Garganta, 1610 y 1635.
2. AGS, Contaduría Mayor de Cuentas, tercera tanda, leg. 3196, Censo de la provincia de Salamanca, 1684. (en RODRÍGUEZ ARZÚA, «Censo de 1684...», pp. 450, 467 y 474).
3. LORENZANA DE LA PUENTE, Felipe, La representación política en el Antiguo Régimen. Las Cortes de Castilla, 1655-1834, tesis doctoral dirigida por Miguel Ángel Melón Jiménez y Alfonso Rodríguez Grajera, Universidad de Extremadura, 2010, t. 3, p. 40, con datos referidos a la Tesorería de Plasencia a partir de AMC, Libro de acuerdos de 1655, sesión del 17 de noviembre, fols. 189v a 193v, y de AGS, Consejo y Juntas de Hacienda, leg. 80, sin foliar, 24 de septiembre de 1655.
4. BNE, MS. 2274, Vecindario General de España (Censo de población del marqués de Campoflorido), 1712, fol. 200r (en https://www.ine.es/prodyser/pubweb/censo_campoflorido/Censo_Campoflorido_T1.pdf).
5. AGS, Catastro de Ensenada, R. G. leg. 526, Copia de las Respuestas Generales, utilidades ganados, y porcion colonica del lugar de La Garganta, la Garganta, 11 de julio de 1752, fols. 16 y ss.
6. AHNOB, Fondo Osuna, C. 263, D. 238, Copia de las ordenanzas del lugar de la Garganta de la jurisdicción de Béjar (Salamanca) aprobadas por Diego López de Zúñiga Sotomayor, XII duque de Béjar, 31 de agosto de 1759 (fol. 15v).
7. AA. VV., Censo del Conde de Aranda, 1773, t. VIII, fol. 96 (manuscrito de la RAH y web oficial del INE, https://www.ine.es/prodyser/pubweb/censo_aranda/tomo8.pdf).
8. MAJADA NEILA, Cancionero..., p. 27 y n. 2, con referencia a la anotación contenida en ARCHIVO PARROQUIAL DE LA GARGANTA (APLG), Libro de Fundaciones, fol. 169r. No he conseguido localizar este topónimo de «el cambarón» en todo el término municipal de la Garganta.
9. ADSA, C2, 42, doc. 9, Carta-informe del lugar de Garganta como respuesta al interrogatorio de Tomás López, la Garganta, 12 de noviembre de 1785 (publicada en BONILLA HERNÁNDEZ, Béjar en el mapa de Tomás López, p. 63).
10. Ibidem, Apéndice fotográfico, p. 86.
11. AA. VV., Censo español executado de órden del rey comunicada por el excelentísimo señor conde de Floridablanca, Madrid, 1787 (INE, https://www.ine.es/prodyser/pubweb/censo_floridablanca/facsimil.pdf, p. 1168).
Estimado José, siguiendo esta nueva serie tan interesante como la anterior, pero parece estar finalizando y ningún lector arriesga una hipótesis sobre el origen del topónimo Redondilla. ¿Abrirás el melón? Quizás nos sorprendas en la última entrada. Saludos.
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