24 de septiembre de 2018

Recordando, tras ciento cincuenta años, la revolución de 1868 en Béjar (3ª Parte y final)

Autor: Antonio Avilés Amat
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas 2018.


        Lo que sí sabemos con absoluta certeza es que el contingente del ejército profesional de la reina Isabel II (que exhibe una impecable artillería cuyos disparos, desde temprano, sobrevuelan la población textil), enviado para amedrentar, con tropas a caballo y de infantería, a la bisoña milicia local y, tal vez, con la consigna de no emplearse a fondo sobre ella, es rechazado por esta cada vez que intenta penetrar al interior de la ciudad.  Por la puerta de San Nicolás o por Campopardo, cuando lo pretende. O por la de la Villa o de Ávila, en múltiples y renovadas ocasiones. Y por supuesto, todas infructíferas. 

Batalla del Puente Alcolea


       Es posible que los que contendían en Béjar, especialmente las unidades del brigadier Nanetti, estuviesen muy pendientes del resultado de la batalla de Alcolea en la que se enfrentaban, al mismo tiempo que en nuestra ciudad, los sublevados de Cádiz con las tropas del ejército gubernamental. Horas antes que finalice el asedio local, el combate junto al Guadalquivir se decide con el triunfo de los revolucionarios y su posterior marcha hacia la capital del país donde se impone el triunfo de la revolución

16 de septiembre de 2018

Recordando, tras ciento cincuenta años, la revolución de 1868 en Béjar (2ª Parte)

Autor: Antonio Avilés Amat.
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar 2018.


     Establecido lo que antecede, es conveniente introducir una pausa en el relato para poner al lector al corriente de los antecedentes de cuanto aquí se narra que no son demasiado remotos en el tiempo. Antecedentes que tienen en la reina Isabel II su centro de atención y en los diversos gobiernos conservadores y poco ejemplares que se suceden en el país durante su reinado las causas del deterioro político, económico y social del momento. Los pronunciamientos y el ruido de sables anteriores al hecho revolucionario gaditano se habían ido produciendo sin demasiado éxito para los progresistas excluidos sistemáticamente del poder. 

Juan Cambón. Pose de algunos sublevados con Fronski a caballo mostrando un cañón en Campopardo


     Tuvieron que confluir una serie de factores políticos y circunstancias sociales, unidos a una grave crisis en todos los órdenes, para que la revolución de septiembre del 68, promovida por los demócratas, los progresistas y los unionistas, llegase a buen puerto. Al menos en Cádiz —ciudad constitucional y rebelde— y luego, desde allí, a las ciudades y poblaciones que, con diversa gradación en fervores y entusiasmos, se adhirieron a la proclama subversiva.

10 de septiembre de 2018

Recordando, tras ciento cincuenta años, la revolución de 1868 en Béjar (1ª Parte)

Autor: Antonio Avilés Amat
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de 2018


       Amanecía el 28 de septiembre de 1868 y la vetusta villa bejarana, que ya desde 1840 ostentaba el título de liberal ciudad aunque en una buena parte de su perímetro todavía conservase el atavismo de la muralla de siglos medievales, despertaba al trasiego de una nueva jornada. Lo normal sería que fuese día de mercado con puestos de los aldeanos y campesinos de las aldeas cercanas instalados ocupando los laterales y hasta una parte del solar de la Plaza Mayor. Pero en esta ocasión todo sería distinto, lo mismo que lo había sido la noche anterior en la que muchos de sus habitantes, pensando en lo que se les avecinaba, apenas habían podido conciliar el sueño. 


Juan Cambón. Pose de algunos sublevados en la alameda próxima a la ciudad

         Y no era para menos ya que, ahora, la levantisca población tenía a sus puertas una unidad operativa de 1.500 hombres del ejército de Isabel II, al mando del brigadier Nanneti. Si estas disciplinadas tropas, en sus distintas secciones de artillería, caballería e infantería, lucían —como, en buena lógica, debamos suponer— impecables uniformes y pertrechos bélicos dispuestos como para una rigurosa revista militar; frente a ellos, la desharrapada milicia local de unos 300 o 400 paisanos —contados con la urgencia y la imprecisión del momento— se hallaba abastecida, para la memorable contienda que se esperaba inminente, con mosquetones y escopetas cada uno de su palo, usanza y naturaleza en los que no era fácil encontrar dos similares, salvo los tomados días antes a la guarnición militar en su partida, asunto del que después se hablará. Y esto por no aludir a la uniformidad de atuendos y de distintivos jerárquicos de la que la heterogénea hueste carecía. 

3 de septiembre de 2018

Revista de ferias y fiestas. Un monográfico sobre la revolución de 1868 en Béjar

Autora: Carmen Cascón Matas

Un año más tenemos en nuestras manos, a los bejaranos me refiero, de manera gratuita la revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar. Editada por el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio esta publicación ya es un referente del inicio de las fiestas patronales en cuanto a la divulgación de distintos temas relacionados con nuestra ciudad a la par que un buen vehículo para conocer el programa festivo. 



Este año no es como los demás, puesto que se conmemora un episodio histórico que tuvo una gran relevancia a nivel internacional y en el que Béjar fue protagonista: la revolución de 1868. Los seguidores de esta página lo conocen sobradamente pues hemos colgado en Pinceladas varios artículos que tienen como tema central los hechos del 28 de septiembre de ese año. 

27 de agosto de 2018

El pragmatismo religioso de los Duques de Béjar y la resurrección de Juan de Zúñiga y Pimentel

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez 

       De un paganismo vernáculo, el ancestral linaje vascón de los duques de Béjar evolucionó primero hacia un sincretismo religioso romano y luego hacia un islamismo igualmente más político que religioso, para instalarse finalmente en la cúspide de la tardía introducción del cristianismo en Navarra (ss. VIII-IX). Este último paso se dio sólo al final de la dinastía Íñiga fundada por Íñigo Arista y tuvo también motivaciones políticas, sin perjuicio de que padres de la iglesia española, como Eulogio de Córdoba, se empeñaran en adelantar el trance calificando al inadvertido Arista (sobrenombre, no apellido) de christicolae princeps, y urdiendo en torno a él un manto de leyendas piadosas y fantásticas potenciadas hasta hoy. 


       Afincado en Castilla (s. XIII), el linaje navarro siguió los pasos de la nobleza local que lo había acogido como par, y se integró al régimen social que utilizaba la religión como instrumento de poder, avalado por la corona y la propia Iglesia. 

20 de agosto de 2018

Obligaciones del tesorero del Duque de Béjar con respecto a su villa de recreo de El Bosque (1751)

Autora: Carmen Cascón Matas
Fotografías: Manuel Álvarez-Monteserín Izquierdo (MONIZ)

La villa renacentista de El Bosque es uno de los parajes más excepcionales de los alrededores. En ella se aúnan historia, naturaleza, arquitectura, paisaje, botánica, además de ser un lugar de inspiración para artistas y escritores. Pensar en que en otros tiempos pocos ojos podían contemplarlo, más allá de la familia ducal y de los criados de la Casa, agranda su leyenda. 


A lo largo de la historia, sobre todo durante los siglos XVI y XVII, los jardines, huertas y palacio fueron engrandeciéndose hasta ofrecer el resultado total que hoy podemos comtemplar. 


14 de agosto de 2018

Don Francés de Zúñiga en la cueva de Atapuerca (Burgos)

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

      Un conjunto de excavaciones paleontológicas iniciadas en la segunda mitad del siglo XX en la Sierra de Atapuerca, Burgos, dio pie para declarar el sitio Patrimonio de la Humanidad en 2000, ratificándolo UNESCO quince años más tarde como lugar de valor universal excepcional. La razón es que se han encontrado allí fósiles de distintas especies de homínidos, algunos de los cuales datan de más de un millón de años, con el mérito de ser los más antiguos hallados en Europa

Excavación 2012 en la Sierra de Atapuerca. Rtve.es 

        La relación con Béjar, a poco más de trescientos kilómetros al sur, es que el emplazamiento arqueológico ya se encuentra registrado en la Crónica Burlesca del Emperador Carlos V escrita en el siglo XVI por el bejarano Francés de Zúñiga, según revela el artículo titulado "Visita a la Cueva de Atapuerca en 1527", publicado en la red por el Grupo Espeleológico Edelweiss de la provincia burgalesa.