26 de noviembre de 2018

El hermanamiento entre Béjar y Gibraleón a través de un linaje hidalgo de la Edad Moderna: los Pizarro (2ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas 
Publicado:  Revista Cultural de Gibraleón (Huelva) nº17. Junio de 2015

         En 1713 dejará este mundo Francisco Pizarro y Pedraza y en 1729 le seguirá su esposa doña Ana López Dávila, según la partida de defunción, muerta “de repente”. Al fallecimiento de su padre heredará el mayorazgo de los Pizarro y el vínculo de los López Dávila, como hemos comentado, su hijo Francisco Pizarro y Pedraza quien, como clérigo, no tendrá descendencia legítima.

 Iglesia de El Salvador. Béjar

      A la hora de redactar su testamento en 1734 designará como heredero del mayorazgo a su sobrino Antonio Raimundo, hijo de Juan Vicente. El segundón de la familia había casado en tres ocasiones con mujeres nacidas en Gibraleón y con todas ellas tuvo descendencia, primero con María Camacho y Blanco, después con Mª Josefa Ojeda y Rivera y por último con su prima Mª Agustina Pizarro y Acorso. Nos interesa mencionar a algunos de ellos porque seguirán consolidando los intereses familiares en ambas villas hermanas. Con María Camacho y Blanco, Juan Vicente había tenido en Gibraleón en 1714 a Antonio Raimundo Pizarro y Pedraza, quien heredaría el mayorazgo fundado por su abuelo Francisco Pizarro y Pedraza en Béjar, como hemos dicho. Mientras sus hermanos José (habido con su prima Mª Agustina Pizarro Acorso), Francisco Tadeo (Gibraleón, 1737-1799), Antonia, Isabel, Juan Antonio (casado también con su prima Mª Antonia Pizarro y Acorso, nacido en Gibraleón y muerto en Béjar) y María (casada con el onubense José de Mora y Negro) permanecían Gibraleón, él se apartaría de la senda del linaje en tierras andaluzas para seguir la política de engrandecimiento familiar en tierras salamantinas. 

19 de noviembre de 2018

El hermanamiento entre Béjar y Gibraleón a través de un linaje hidalgo de la Edad Moderna: los Pizarro (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Revista Cultural de Gibraleón (Huelva) nº 17. Junio de 2015

       El apellido Pizarro resulta familiar a cualquier bejarano y no es la razón primordial que lo luzcan muchos paisanos en su carnet de identidad, no. Con el nombre de Pizarro se han bautizado a unos soportales situados en la antigua plaza del convento de monjas dominicas de la Piedad, fundado por los duques de Béjar a finales del siglo XVI en el antiguo Palacio Nuevo, hoy desaparecido. En el devenir cotidiano, en el transcurrir lento de las estaciones, cientos de bejaranos lo recorren arriba y abajo a lo largo de la calle Mayor, el eje principal que comunica el antiguo centro neurálgico de la villa, la plaza Mayor, y el moderno, La Corredera con su Parque Municipal a su vera. 

 Portales de Pizarro

       Pocos de ellos, sin embargo, saben que están pasando a la sombra de una antigua casa de mayorazgo que nada tiene que ver con el conquistador extremeño Francisco Pizarro y mucho con un linaje que vivió generación tras generación al servicio de la Casa de Zúñiga, entre Herrera, Belalcázar, Burguillos y sobre todo Gibraleón y Béjar. 

12 de noviembre de 2018

Sobre el Abuelo Mayorga, un autómata en el Ayuntamiento de Plasencia (Cáceres)

 Autor: Jerónimo Gómez-Rodulfo Barbero

*A Jorge Zúñiga, en contestación a su email sobre el Abuelo Mayorga de Plasencia.

        El Abuelo Mayorga es un muñeco “autómata” que se instaló en la torre del reloj del Ayuntamiento de Plasencia en el año 1743. El relojero era natural de Mayorga (Valladolid) y por eso la población le puso este nombre. 

       En 1811, en una de las muchas incursiones de los franceses en Plasencia durante la Guerra de la Independencia, los soldados franceses lo tiraron al suelo y lo destruyeron en venganza a unos acuchillamientos a afrancesados. “Episodios menos festivos como el horrendo crimen que bajo mis pies cometieron Manuela Rangel y otros vecinos airados acuchillando a los “afrancesados” que estaban prisioneros, en aquél aciago verano del año 1808.  En esos años nos invadieron en más de diez ocasiones las tropas francesas y se vengaron en mí haciéndome añicos y quemando mis restos.” Parece ser que lo repusieron en 1936, pero, por lo visto el peso que tenía paraba el reloj y lo eliminaron

 Abuelo Mayorga
Foto extraída de aquí

           El actual Abuelo Mayorga lo mandó reponer el alcalde Juan Francisco Serrano Pino en 1973. Fue un buen alcalde y el primero, en mucho tiempo, que se dedicó profesionalmente a la alcaldía. Fue el último alcalde no constitucional. Dio un cambio radical a Plasencia, que pasó de ser un Pueblo, a una pequeña Capital. Reformó el Ayuntamiento recuperando la fachada primitiva y la figura del Abuelo Mayorga. Cuando se presentó a las primeras elecciones constitucionales, yo formé parte del grupo que encabezaba: el GIP (Grupo Independiente Placentino) con la condición de no salir de concejal. Yo tenía una empresa y no podía dedicarme a enredos políticos. Le di mi apoyo porque vi la transformación de Plasencia desde que llegué hasta esas fechas. Y de su siembra vivieron algunos alcaldes posteriores. Salió como Concejal con un pequeño grupo de compañeros con los que sigo teniendo buena relación. Serrano Pino murió hace unos años, un poco olvidado, aunque los placentinos lo recuerdan con agrado. 

5 de noviembre de 2018

La Segunda Celestina y el duque de Béjar

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

        No fue la duda sobre la identidad de su autor lo que retrasó en un siglo el éxito editorial de La Celestina, ni tampoco la censura inquisitorial de que fue objeto más adelante (“Celestina lena, nequitiarum parens”. De institutione feminae christianae, Juan Luis Vives) lo que frenó su difusión. 

       Lo cierto es que hubo una Segunda Celestina (en realidad hubo varias, alguna atribuida a sor Juana Inés de la Cruz, y hasta una tercera y una cuarta), escrita y publicada en 1543 en Medina del Campo por Feliciano de Silva, natural de Ciudad Rodrigo, Salamanca. 

 Todocoleccion.net, editorialgradiente.com y mercadolibre.com.ar 

29 de octubre de 2018

Bejaranas en los sucesos revolucionarios de 1868 (2ª Parte y final)

Autor: Ignacio Coll Tellechea
Publicado: Revista de Fiestas y Ferias de Béjar, 2018.

      ¿Por qué no tenemos noticia de la presencia de mujeres bejaranas en las huelgas y mítines que se multiplicaron durante la Primera República?” ¿Y en Béjar? 

     Poco sabemos de la actividad femenina durante el Sexenio Revolucionario. Quizás, y esto es una hipótesis, las bejaranas centraban sus esfuerzos en las actividades fabriles que ocupaban a muchas de ellas, de manera que la familia y el textil no dejaban tiempo para emprender otro tipo de iniciativas de carácter intelectual. Pero dando esto como posible ¿Por qué no tenemos noticia de su presencia en las huelgas y mítines que se multiplicaron durante los meses de la Primera República, como sí ocurrió con las obreras textiles de Valladolid, Valencia, Sevilla y Málaga? 



22 de octubre de 2018

Bejaranas en los sucesos revolucionarios de 1868 (1ª Parte)

Autor: Ignacio Coll Tellechea
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2018 y emn el blog de su autor CollCenter


A Belén, y al resto de mujeres valientes que lo fueron 

         Hace ahora dos años, en el lugar exacto donde se levantaba la Puerta de Ávila, junto a las lápidas de mármol que recuerdan a la Junta Revolucionaria y a los mártires de la libertad, Ana Sánchez White se preguntó en voz alta: “¿Dónde están las mujeres?”. Quienes la escuchábamos repasamos los más de 40 nombres de los protagonistas de los sucesos revolucionarios de Béjar grabados en las dos placas. Todos varones. Y el silencio fue la única la respuesta. La duda de la periodista, invitada a hablar en el acto que cada año celebra la Agrupación Socialista para recordar el 28 de septiembre, abrió la puerta a la reflexión pública sobre el papel de las bejaranas en los sucesos revolucionarios que se conmemoran en esa fecha, y de las que, hasta ahora, no hemos tenido apenas rastro. ¿Dónde están las mujeres en la narración de lo que ocurrió en Béjar en aquella jornada revolucionaria? ¿Qué papel jugaron? E incluso la primera de las preguntas y más básica ¿Quiénes eran? ¿Conocemos siquiera sus identidades? 

 Sucesos de París de 1848

       El incompleto relato de lo ocurrido en la ciudad en las últimas semanas del verano de 1868 prescinde de cualquier mención en femenino. Ni Béjar al vapor de los sucesos revolucionarios de 1868, la crónica en caliente de Juan Muñoz de la Peña, ni las reseñas en prensa que se publicaron al triunfar la revolución aportan mención alguna a las mujeres de la ciudad. Y la historiografía más reciente apenas ha aportado un par de nombres

15 de octubre de 2018

La rendición de Granada y el II Duque de Béjar Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán

*Para no saturar demasiado a nuestros lectores con el tema estrella de este año 2018, por conmemorarse el aniversario de los 150 años de la revolución Gloriosa que tanto significó para Béjar, intercalaremos trabajos de otras temáticas. 

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

       Veintidós años tenía Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán, futuro II duque de Béjar, cuando empezó a tomar parte en la Guerra de Granada con pendón y hueste de su abuelo, Álvaro de Zúñiga, I duque de Béjar y I duque de Plasencia (fallecido en 1488) y de su padre Pedro de Zúñiga, II conde de Bañares, según relata el hispanista estadounidense William H. Prescott (1796-1820) en The Art of War in Spain.  

 
The Conquest of Granada 1481-1492, obra reeditada en Londres en 1995. The Art of War in Spain. William H. Prescott 

       El mismo autor señala que, habiendo establecido campamento cerca de Loja, su pariente el II conde de Tendilla Íñigo López de Mendoza recibió en batalla fuertes golpes con maza y casi cayó en manos enemigas, si no lo hubiese salvado a tiempo el joven Álvaro de Zúñiga; y es curioso constatar que otro extranjero, el hispanista alemán Ludwig Pfandl (1881-1942) esta vez, se haya preocupado de rescatar en su obra Felipe II, 1938, el hecho de que el II duque de Béjar Álvaro de Zúñiga cojeaba (en sus últimos años) a razón de una herida en la pierna ganada en la guerra de Granada