30 de septiembre de 2019

Enarbolando la bandera de los bejaranos caídos por La Gloriosa en Madrid (4ª Parte y final)


Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio, 2017, pp. 52-57.

La última carta de Olleros y Lozano se fecha el 16 de octubre. Comentan que han vuelto a reunirse con los miembros de la Junta Superior Revolucionaria de Madrid para agradecerles el escrito de loa a Béjar publicado en La Gaceta de Madrid el día anterior[1]

Hemos sido acogidos por todos los individuos que la componen con gran entusiasmo y hemos tenido el placer de oir calurosos elogios en favor de Béjar. A ruego del señor Frasqui (se refieren a José Fronsky, una de las figuras revolucionarias bejaranas[2]), y creyendo que también debíamos hacerlo así, hemos dado al mismo tiempo las gracias a la Junta en su nombre por la parte del Acuerdo que a él toca, aunque haciendo constar que no es él solo el que se ha dirigido la defensa de Béjar, sino que hubo otros gefes que se distinguieron en ella”. 




 Grabado que representa la entrada de Prim en Madrid. 
Al lado de la fachada del Congreso de los Diputados se observa claramente la pancarta con el nombre de Béjar.

El escrito de la Junta demandaba que Béjar disfrutara de un diputado en Cortes propio denominado “de Béjar y que se recompensase a Fronsky por la defensa militar de la ciudad. 

21 de septiembre de 2019

Enarbolando la bandera de los bejaranos caídos por La Gloriosa en Madrid (3ª Parte)


Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio, 2017, pp. 52-57.

Después los enviados bejaranos se dirigieron al Ministerio de Gracia y Justicia para trasladar el informe sobre las indemnizaciones a las familias de los caídos en septiembre, presentar cargos contra los culpables y tratar un asunto de “escarcelación (es posible que se refirieran a los paisanos encarcelados por los hechos anteriores a los sucesos de septiembre de 1868, por ejemplo a los que seguían entre rejas tras el levantamiento del 29 de agosto de 1867). El motivo se centraba en la posibilidad de que con el triunfo de La Gloriosa se ofreciera el indulto a los implicados en los intentos fracasados de golpe de estado anteriores a la fecha. 





Al margen, Luis Olleros y Rafael Lozano aluden a una serie de asuntos que quieren presentar al Ministerio de Fomento y que no lo harán de momento hasta que “se organice aquello un poco más para ver de obtener lo que se pueda tanto sobre obras públicas como sobre Escuela Industrial”. Recordemos que, fundada el 20 de julio de 1854, la Escuela comenzó un lento declive al contar para su sustento sólo con el presupuesto exiguo concedido anualmente por el Ayuntamiento, para cerrar en 1868. Es posible que la Junta Revolucionaria pretendiera su reapertura como Escuela de Artes y Oficios, pretensión que no se conseguirá hasta 1879 durante la Restauración monárquica[1]

 Edificio donde se encontraba la Escuela 
Industrial de Béjar

12 de septiembre de 2019

Enarbolando la bandera de los bejaranos caídos por La Gloriosa en Madrid (2ª Parte)


Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio, 2017, pp. 52-57.


            La primera de las cartas enviadas por los bejaranos Luis Olleros y Rafael Lozano desde el Madrid[1] está fechada el 12 de octubre de 1868 y se dirige al presidente de la Junta Revolucionaria de Béjar, Domingo Guijo, al que definen como “muy estimado amigo y compañero”, y en ella describen su entrevista del día anterior en el Ministerio de la Guerra (palacio de Buenavista) con el general Juan Prim y Prats, el símbolo de La Gloriosa. 

 El general Prim en sus tiempos como secretario del Consejo de ministros en 1869

       Quien poco más tarde ostentaría el cargo de presidente del Consejo de Ministros lideraba entonces el partido progresista y había protagonizado distintos y fracasados golpes de estado contra el sistema decadente y corrupto de Isabel II desde 1864, al no existir otra senda para que la democracia pasara de ser de una idea a una realidad. El triunfo se consiguió con la participación, a su pesar y más allá de la insurrección meramente militar, tanto del partido de la Unión Liberal como del demócrata, sin los cuales hubiera sido imposible la marcha de la reina a Francia. 

10 de septiembre de 2019

Enarbolando la bandera de los bejaranos caídos por La Gloriosa en Madrid (1ª Parte)


Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2017, pp. 52-57.


       La euforia colectiva, mezclada con la impresión fijada para siempre en la retina de paisanos asesinados por las calles, continuaba desde septiembre de 1868. Béjar se había trocado en una suerte de símbolo de La Gloriosa mientras en España se vivía una situación de expectante incertidumbre. La revolución había resultado triunfante en la contienda militar de Alcolea, el pronunciamiento de la Armada en la bahía de Cádiz y la marcha a Francia de una Isabel II destronada por su propio pueblo. 

 Puerta del Sol de Madrid el 29 de septiembre de 1868. 
El Museo Universal

     Los engranajes de un nuevo sistema, desconocido hasta el momento en nuestro país y basado en la democracia y el sufragio universal, se ponían lentamente en marcha en los ámbitos políticos. Lejos permanecían, aunque no demasiado, los debates sobre la conveniencia de instaurar una monarquía o una república y las luchas enconadas entre los vencedores divididos en partidos (republicanos, unionistas, demócratas y progresistas) que no tardarían en estallar. 


31 de agosto de 2019

Mitos y verdades sobre dos Virreyes del Perú apellidados Zúñiga


Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

En respuesta a Miguel Vallejera

Se trata de Diego López de Zúñiga y Velasco, que llevaba el apellido de su madre Francisca de Zúñiga, III condesa de Nieva, en primer lugar, para asegurar la sucesión del título que venía de Diego López de Zúñiga, hermano de Álvaro de Zúñiga, primer duque de Béjar; y de Gaspar de Zúñiga Acevedo y Velasco, hijo de Jerónimo de Zúñiga Acevedo y Fonseca, IV conde de Monterrey, sobrino nieto del mismo Álvaro de Zúñiga. A ambos, el servicio postal peruano les dedicó sellos en las series Virreyes del Perú, de 2004 y 2007 respectivamente*.



 


Serpost Perú. Stampsperu.com



A causa de tempranas tendencias lúdicas y galantes que manifestó Diego, a los veintidós años le casó su padre con María Enríquez de Almanza, hija del marqués de Alcañices, a quien luego abandonó para acompañar a Carlos V en las campañas de Túnez e Italia, y al príncipe Felipe en sus viajes por Flandes y Alemania. Sin que él mismo lo advirtiera, no obstante, la separación definitiva sobrevino cuando fue nombrado virrey del Perú, y dejó nuevamente a su esposa en España.


24 de agosto de 2019

Virreyes y gobernadores en el linaje de los Duques de Béjar


Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

Al conjunto de territorios pertenecientes a la monarquía española entre los siglos XVI y XIX, que alcanzó su máxima extensión bajo el reinado de Felipe II se lo llamó Imperio Español. Es interesante notar que el símbolo que lo representaba, la Cruz de San Andrés introducida en España vía materna, permanece hasta hoy en la heráldica de la corona y que el poder que representó dio origen a la frase Dios es español.




Territorios en rojo. Es.pinterest.com



       Las autoridades fuera de la metrópoli eran los virreyes y gobernadores designados por el rey y su consejo, escogidos principalmente de entre la alta nobleza, de los cuales no pocos provenían del linaje de los duques de Béjar.         




Plato napolitano del siglo XVI con el blasón del virrey Juan de Zúñiga Avellaneda y Velasco. Contedipanico.blogspot.com


17 de agosto de 2019

Don Manuel Osorio de Zúñiga, el Niño Rojo del Metropolitan de Nueva York


Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

     Se llamaba Manuel Osorio Manrique de Zúñiga, pero se le conoce internacionalmente más bien por el nombre y el apodo del título. Era hijo de Vicente Joaquín Osorio de Moscoso y Guzmán, conde de Altamira y otros títulos, Grande de España y consejero del Banco de San Carlos, antecesor del Banco de España. Su madre, María Ignacia Agustina Álvarez de Toledo Manrique de Zúñiga y Gonzaga, era hija del X marqués de Villafranca del Bierzo, linaje que contaba entre sus antepasados a Pedro Álvarez de Toledo y Zúñiga, virrey de Nápoles y nieto de Álvaro de Zúñiga y Guzmán, I duque de Béjar.



Don Manuel Osorio Manrique de Zúñiga, niño, pintado por Goya. Museo Metropolitano de Arte, Nueva York

     Por encargo de su padre lo retrató Goya, pintor de cámara de Carlos IV, junto a otros miembros de su familia. En opinión de Xabier F. Solomon, curador del Met, la pintura es una de las imágenes más icónicas de la infancia. Representa al niño como un muñeco ricamente vestido y rodeado de animales con significado simbólico. La urraca atada con una cuerda lleva en el pico un papel con el nombre y la fecha de nacimiento de Manuel, los gatos representan la malicia en contraste con la inocencia del modelo, y las aves enjauladas el confinamiento (“Retrato de Manuel Osorio Manrique de Zúñiga, de Goya”. ABC, 22/04/2014)