Autora: Mª Teresa López Hernández
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2017, pp. 48-51.
La preocupación por la clase obrera vino dada por las condiciones laborales y de vida de los trabajadores. Era partidaria del reformismo, pero sin llegar a la revolución y sin recurrir a la fuerza. Entre los años 1912 y 1915 proliferaron los conflictos en la industria textil de Béjar. Desde la prensa se exhortaba a reconducir la situación y solucionarla por vía pacífica, apelando a los fundamentos contenidos en La cuestión social:
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2017, pp. 48-51.
La preocupación por la clase obrera vino dada por las condiciones laborales y de vida de los trabajadores. Era partidaria del reformismo, pero sin llegar a la revolución y sin recurrir a la fuerza. Entre los años 1912 y 1915 proliferaron los conflictos en la industria textil de Béjar. Desde la prensa se exhortaba a reconducir la situación y solucionarla por vía pacífica, apelando a los fundamentos contenidos en La cuestión social:
“Los que suelen alarmar en las huelgas son los hombres que
murmuran o gritan en la calle, lo que a mí me preocupa son las mujeres y los
niños que lloran y sufren en la pobre ignorada vivienda, donde nadie los oye ni
los consuela”.[1]
“Te engañan, pobre
pueblo, te extravían, te pierden. Derraman sobre ti el error, la adulación y la
mentira, y cada gota de esta lluvia infernal hace brotar una mala pasión o
corroe un sano principio. […] Han acostumbrado tus oídos a palabras falaces y
acaso no escuches las verdades que voy a decirte porque te parezcan amargas….
Aunque mis palabras te parezcan duras, espero que dirás en tu corazón: es la
voz de un amigo”.[2]
A través de Cartas a
un obrero (1871) y Cartas a un señor
(1875) Concepción Arenal intentará que unos y otros recapaciten sobre sus derechos
y obligaciones. Una de las cartas dirigidas a los obreros, en concreto la Carta
VIII es divulgada por El Bejarano. De
gran extensión, sus principios quedan reflejados en el resumen:
“Resumamos Juan. El capital es una necesidad imprescindible.
La gran mayoría de los hombres son capitalistas. El capitalista, grande o pequeño hace lo mismo: saca de su
capital todo el interés que puede. Los capitales pequeños son los que sacan mayor interés. La fraternidad y la abnegación indispensables en el mundo,
no pueden exigirse en las especulaciones en las que solo puede exigirse
moralidad. Gran número de capitalistas se arruinan en empresas
beneficiosas para la sociedad.
Aunque el capitalista se arruine el obrero cobra y no se cuida de la suerte del que perdió su fortuna. Yo siempre estoy con mi corazón de parte de los pobres, pero mi razón me demuestra muy claro que pobres y ricos se calumnian cuando se atribuyen mutuamente vicios de clase.
Aunque el capitalista se arruine el obrero cobra y no se cuida de la suerte del que perdió su fortuna. Yo siempre estoy con mi corazón de parte de los pobres, pero mi razón me demuestra muy claro que pobres y ricos se calumnian cuando se atribuyen mutuamente vicios de clase.
El capitalista, en lugar del obrero haría como él, y éste se
conduciría como el millonario, si en su posición se hallase. Las virtudes y
vicios del hombre varían de forma según su posición; en la esencia son las
mismas. Tú y yo conocemos millonarios que deberían estar en presidio y pobres,
que por falta de justicia, andan sueltos.
El declarar la guerra al capital es tan absurdo, como sería
declarársela al trabajo, al arado, a la sierra, al martillo… En vez de
maldecir el capital y el trabajo, lo que hay que hacer es moralizar e ilustrar
al capitalista y al trabajador para que no abusen de la fuerza, cuando
respectivamente la tengan o crean tenerla; para que comprendan el gravísimo
perjuicio que se le sigue, y el peligro en que los pone, el tratarse como
enemigos: para que sientan que, sin moralidad, benevolencia y abnegación, son
insolubles todos los problemas sociales; y que mientras la fraternidad no sea más
que una palabra no se puede llamar un bien a la riqueza”.[3]
El mismo periódico en su siguiente número se refería a dicha
carta y alentaba a los obreros a salir de la ignorancia:
“La masa obrera debe
redimirse a sí misma, que los caudillos sólo son buenos cuando educan no cuando
mandan. El obrero tendrá su poder cuando su
inteligencia mande, no cuando sus brazos ejecuten”. [4]
En una reunión de la Unión Social el conferenciante, notario mayor eclesiástico, se refiere a la regeneración social del obrero:
En una reunión de la Unión Social el conferenciante, notario mayor eclesiástico, se refiere a la regeneración social del obrero:
“El porvenir no está en la revolución, ni en utópicas
exaltaciones de mal entendidos derechos. El porvenir está en vosotros. Formad
vuestra inteligencia y vuestro corazón…”, y aludía a la pensadora “llegará un
día en que se reconocerá la necesidad de ilustrar al obrero”.[5]
Concepción Arenal murió en Vigo el 5 de febrero de 1893.
Prolífica escritora, es imposible hacer aquí una relación de todas sus obras,
sin embargo, hay que resaltar algunas que tuvieron gran repercusión: La instrucción del pueblo (1878) premiada
por la Academia de Ciencias Morales y Políticas, Derecho de gentes (1879) su obra más importante en el ámbito jurídico
y La educación de la mujer (1892). Cercana la celebración del centenario de su nacimiento, en
1919, se escribía de ella: “tenía pensamiento de hombre y corazón de mujer”.[6]
[1] ARENAL, C. El Noticiero, 7-diciembre-1912, p.2.
[2] ARENAL, C. “Para los
obreros”. El Noticiero,
7-febrero-1914, p.2.
[3] ARENAL, C. “El Capital y
el Trabajo. Carta VIII de las dirigidas a un obrero”. El Bejarano, 6-marzo, 1915, pp.1-2.
[4] “Escuchad obreros, mudanza
que cuesta sangre”. El Bejarano,
13-marzo-1915, p.1.
[5] LÓPEZ, Gabriel R. “En la
Unión Social”. La Victoria,
27-abril-1918, p.2.
[6] “El centenario de
Concepción Arenal”. El Adelanto,
14-agosto-1919, p.2.
Sin duda fue una mujer excepcional, conciliadora, racional, constructiva, positiva...
ResponderEliminarUn saludo.
He seguido con interés, toda la historia.
ResponderEliminarBesos
Una gran mujer. Escribía en otro blog, sobre todo lo que las damas han tenido que luchar para que se les reconozca su valía en la sociedad.
ResponderEliminarMe acordé de ti ayer Carmen. Pasaban un especial sobre los hombre de musgo en la TV. No recuerdo en qué canal de TV
Besos
Sí, salieron nuestros hombres d emusgo por la primera de televisión y hubo otros amigos y seguidores del blog que se acordaron de mí nada más verlo. Es lo que tiene tratar de un tema tan bejarano, jejej.
EliminarUn barazo
Una gran mujer que luchó continuamente, saludos.
ResponderEliminarCarmen creo por lo visto muchos de sus escritos tienen validez hoy día y deberían ponerse en valor.
ResponderEliminarSi a nivel institucional hacen algo que no sea el bla bla de costumbre.
Saludos.
La última frase es un buen resumen de lo que eran sus pensamientos. Y en cuanto a la injusticia de una sociedad que prohibe desarrollarse a la mitad de la población, debería añadirse la ceguera.
ResponderEliminarNo hay más que ver el atraso y degradación que existe en los países donde la mujer sigue relegada al silencio.