Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
Gente
de la tierra se denominaba a sí misma esta etnia de origen
incierto, que hasta el siglo XVI habitaba gran parte del país y en la
actualidad constituye el pueblo indígena
mayoritario de Chile (DRAE). Un
siglo antes los incas habían tratado de someterla, sin éxito, y a la llegada de
los españoles se inició un largo enfrentamiento de casi trescientos años que se
conoce como la Guerra de Arauco. Esta
lucha tuvo diferentes grados de intensidad, y algunos períodos de paz que se
iniciaron con lo que los españoles llamaron parlamentos
y los mapuche koyang. En el siglo XIX
el gobierno chileno inició la pacificación
de la Araucanía, que entre otras cosas significó para los mapuche la
pérdida de autonomía y la expropiación de tierras, y cuyos efectos duran hasta
hoy.
Manifestación en
Santiago de Chile, 2015. mapuche.info
Hijo de Leonor
de Zúñiga, dama de la corte de Carlos V y familiar
de los duques de Béjar, Nájera y Niebla, el joven Alonso de Ercilla y
Zúñiga vino a Chile en 1557, de motu proprio
y con cuatro criados a su servicio,
para participar en la Guerra de Arauco. En esos años gobernaba Béjar doña
Teresa de Zúñiga, tercera del título ducal y del apellido.
En los dieciocho
meses que duró acá la permanencia de Ercilla (fue desterrado por su primo el entonces
gobernador de Chile y futuro virrey del Perú García Hurtado de Mendoza, tan
ligero de genio como él) tomó apuntes de los acontecimientos en trozos de papel y cortezas de árbol,
que luego ordenó y publicó versificados en España con el nombre de La Araucana (de la voz ragko, que significa greda en lengua
mapuche, los españoles inventaron Arauco, araucano-a, etc.). Es la primera gran epopeya americana y el poema épico nacional, joya de la literatura universal, en la
que se canta por igual la valentía de mapuches y españoles. En la larga
composición (37 cantos y 2404 estrofas) escrita en octava real y dedicada a
Felipe II, su compañero de juventud, Ercilla se nombra a sí mismo tres veces
(de cuatro) sólo con el apellido Zúñiga.
Alonso de
Ercilla y Zúñiga, por El Greco. Cervantesvirtual.com
Un siglo después
de Ercilla llegó a Chile, en calidad de gobernador, Francisco López de Zúñiga y
Meneses, que antes había luchado en Flandes y servido en el Perú. Era conde de
Pedrosa del Rey, Valladolid, donde había nacido, y marqués de Baides, localidad
de Castilla-La Mancha que en 1428 fue adquirida por su tatarabuelo Diego López
de Zúñiga, hijo del primer señor de Béjar Diego López de Estúñiga, cuyo municipio
se identifica hasta hoy con el escudo ducal bejarano.
Francisco López
de Zúñiga, por Tristán Mujica.
Dominio
público
Al gobernador
Zúñiga le correspondió celebrar el primer parlamento o koyang con los mapuche, acto que se llevó a cabo con la mayor
solemnidad por ambas partes, en un lugar cercano a la ciudad de Concepción. El
pacto reconocía la existencia de un estado mapuche autónomo dentro de un
territorio determinado, y aseguró una relativa paz, por medio de los
parlamentos que le siguieron, hasta el fin del período español.
Parlamento de
Quilín (marqués de Baides a la izquierda), por Alonso de Ovalle. Dominio público
En la Histórica relación del Reyno de Chile,
publicada en Roma en italiano y español en 1646, su autor, el jesuita chileno Alonso
de Ovalle, titula así el relato: Capitulaciones
de la Paz hecha entre la Corona de España y los Indios Araucanos del Reyno de
Chile, después de 43 años de su levantamiento general. Ajustadas por D. Francisco
de Zúñiga, Marqués de Baides, Conde de Pedrosa, Gobernador y Capitán General de
aquel Reyno, con los Caciques Lincopichón, Antegüeno, Liencura, Chicaguala, Guaquillauquén,
y otros de parte de los Indios, en el Valle de Quillín, a 6 de Enero de 1641.
Gobernaba entonces Béjar Alonso de Zúñiga y Mendoza, octavo del título ducal y
del apellido.
El Tratado de Quilín, 2007, de José Bengoa. catalonia.cl
Historiadores de
actualidad, como los antropólogos José Bengoa y Carlos Contreras Painemal, han
dedicado estudios al suceso, y el último, que participó en el Primer Congreso
de Historia Mapuche celebrado en 2002 en Siegen, Alemania, y es autor de Koyang: Parlamento y Protocolo en la
diplomacia mapuche-castellana, siglos XVI-XIX, 2007; y Los parlamentos mapuche en la literatura científica, 2014, reconoce
que una solución, una apuesta para salir del conflicto, es la posibilidad de
volver a reeditar estos espacios de negociaciones que los mapuche celebraban
desde tiempos inmemoriales, mucho antes de la llegada de los españoles. De
hecho, fueron los españoles los que debieron ingresar en el espacio de
negociación propio de una sociedad que no es centralizada.
Monumento al Parlamento de Quilín.
Argentina.indymedia.org
En la comunidad Tripaiñán, sector Malpichawe de Lautaro, se
instaló en 2009 un monumento recordatorio del tratado, cuya placa dice lo
siguiente: Este monumento conmemora el
Parlamento de Quilín de 1641, entre la Corona española y el Pueblo mapuche.
Fotografía aérea de la bahía de Cádiz. Magicspain.com
De vuelta a España, el marqués de Baides murió con parte de
su familia en un ataque de los ingleses a la bahía de Cádiz. El tesoro que
llevaba en la nave San Francisco Javier,
hundida frente a la playa, se busca hasta hoy.
La Araucana es una obra muy conocida
ResponderEliminaren la historia de la literatura. La recuerdo bastante bien de mis tiempos de estudiante.
Besos
"Arauco tiene una pena
ResponderEliminarmás negra que su chamal.
Ya no son los españoles
los que les hacen llorar.
Hoy son los propios chilenos
los que les quitan su pan.
Levántate, Pailahuán."
Cantaba Violeta Parra.
A la Araucana de Ercilla le pasa lo que al Ulises de Joyce, son obras muy nombradas (en este caso por el parentesco del escritor con la casa de Zúñiga) pero poco conocidas por el lector medio.
Saludos.
Si recuerdo de mi época de estudiante de "La Araucana" y Alonso de Ercilla pero desconocía el parentesco con la casa ducal de Béjar.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Carmen:
ResponderEliminarTu relato, me hizo volver a mis adolescencia. En la casa familiar hay un ejemplar de la La Araucana. Lo leí dos veces. No tenía idea de la relación con Béjar.
Besos
Sorprendente una vez más la relación de Béjar con el nuevo mundo.
ResponderEliminarQue pases un día fresco.