5 de julio de 2024

Los linajes cruzados del duque de Béjar y del Gran Capitán

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

        Nacido en Montilla, Córdoba, en 1453, Gonzalo Fernández de Córdoba y Enríquez de Aguilar (era pariente de Fernando el Católico) fue un noble militar castellano llamado, por su excelencia en la guerra, el Gran Capitán. En su juventud fue paje del infante Alfonso en la corte organizada por Álvaro de Zúñiga, futuro duque de Béjar, en Arévalo, pero a la muerte del príncipe pasó al bando isabelino. Luchó en la Guerra de Sucesión Castellana y en la Guerra de Granada (en la primera en el bando opuesto a la Casa de Béjar). Casó con una prima, de la que enviudó sin descendencia, y luego con María Manrique de Lara, del linaje de los duques de Nájera y pariente de la primera esposa de Álvaro de Zúñiga, Leonor Manrique de Lara y Castilla. Luchó también en Italia y terminó como virrey de Nápoles, obteniendo de Fernando de Aragón los títulos de duque de Santángelo, Terranova, Andría, Montalto y Sessa. Sospechoso de haber estado enamorado de la reina Isabel, a la muerte de esta el rey Fernando le pidió cuentas de los gastos realizados en Nápoles, dando origen su respuesta al dicho popular las cuentas del Gran Capitán. Sus restos habrían sido sepultados en la cripta del monasterio de San Jerónimo de Granada, aunque un estudio realizado en 2006 por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, determinó que no le corresponden. 

 

Detalle del retrato de Gonzalo Fernández de Córdoba de la artista montillana María José Ruiz. Blogs.20minutos.es

 

        Heredera de las posesiones y títulos nobiliarios de Gonzalo resultó su hija Elvira Fernández de Córdoba y Manrique de Lara, que después de dos intentos de su padre, otros dos del rey Fernando y uno en conjunto por casarla con nobles italianos o españoles, incluidos algunos de prosapia real, dio Elvira en casarse por propia decisión con un primo suyo de nombre Luis Fernández de Córdoba y Zúñiga, que era IV conde de Cabra (con Grandeza de España Inmemorial), vizconde de Iznájar y señor de Baena, e hijo de Diego Fernández de Córdoba, III titular de Cabra, y bisnieto de Diego Hurtado de Mendoza, I duque del Infantado y II marqués de Santillana. 

 

Castillo de los condes de Cabra en Cabra, Córdoba. Hoy es BIC, y funciona a la vez como centro educativo y de visitas turísticas. Es.wikipedia.org

 

        La madre de Luis era Francisca de Zúñiga y de la Cerda, hija de Juana de la Cerda y Castañeda, IV señora de Villoria, y de Diego López de Zúñiga y Manrique de Lara, ni más ni menos que el llamado “duque de Oro (porque era rubio)”, que a la muerte de su padre (Álvaro I de Zúñiga) se autoproclamó duque de Béjar. Francisca de Zúñiga tuvo doce hijos más, murió en Córdoba en 1511, y está enterrada en la iglesia del entonces monasterio de Santa María de Baena, hoy parroquia Santa María la Mayor. En cuanto a su padre, fue quien puso en jaque por medio de un largo litigio al II duque de Béjar, Álvaro de Zúñiga, cuando este heredó el título de su abuelo homónimo.

 

Santa María la Mayor, Baena, Córdoba. Parroquiasantamaria.blogspot.com

 

      Miembro del círculo más íntimo del emperador Carlos V, Luis Fernández de Córdoba y Zúñiga se trasladó a Nápoles para hacerse cargo de los títulos de su suegro, y nombrado embajador ante los Estados Pontificios, le correspondió hacerse cargo de los crecientes enfrentamientos entre el emperador y el papa Clemente VII, que condujeron finalmente al sacco di Roma. En esta posición, no obstante, tuvo el privilegio de ser quien primero comunicara al monarca, por intermedio de una carta personal, la noticia del triunfo en la batalla de Pavía y la captura del rey francés Francisco I. El yerno del Gran Capitán y bisnieto del duque de Béjar falleció en Roma en 1526, y su cuerpo fue trasladado a España para ser enterrado en el monasterio de San Jerónimo en Granada.      

 

San Jerónimo de Granada, BIC. Es.wikipedia.org

 

       El primogénito y único varón de Elvira y Luis se llamó Gonzalo como su abuelo paterno, y continuó ligado a la Casa de Austria. En 1566 recibió de Felipe II la elevación de su condado de Baena a ducado, integrando al escudo del título el de los Zúñiga duques de Béjar.     

 

Armas del ducado de Baena. Es.wikipedia.org

 

           Más aún, Gonzalo II mantuvo la inclusión en el escudo que el heraldista Jacques Leboucq le confeccionó con ocasión de recibir en 1559, junto con otros nobles españoles y europeos, el collar de la Orden del Toisón de Oro en la catedral de Gante, en cuyo coro se conserva hasta hoy, tal como desde 1519 el de su tatarabuelo Álvaro de Zúñiga, I duque de Béjar, en el coro de la catedral de Barcelona (Virreyes de Cataluña del linaje de los duques de Béjar, Pinceladas de Historia Bejarana 03/04/2017) 

    

Escudo de Gonzalo Fernández de Córdoba II en la catedral de Gante, Bélgica. Es.wikipedia.org

 

        Gonzalo Fernández de Córdoba y Fernández de Córdoba, I duque de Baena,​ V conde de Cabra y V vizconde de Iznájar; caballero de la Orden del Toisón de Oro, miembro del consejo de Estado y de Guerra, Gran Almirante de Nápoles, gobernador de Milán y capitán general de los ejércitos en Italia, no tuvo descendencia con María Sarmiento, hija del secretario de Estado del emperador, Francisco de los Cobos, matrimonio arreglado por su tío paterno, Pedro Fernández de Córdoba y Zúñiga (se cuenta en todo caso que la boda suscitó graves discrepancias entre las dos familias por los diez millones de maravedíes ofrecidos en dote a la novia, y tuvo dos partes: la primera en Toledo, presidida por Carlos V, y la segunda en Madrid, en presencia de Hernán Cortés)

 

El órgano del emperador, regalo de Carlos V a la catedral de Toledo en 1543. Sevilla.abc.es

 

        El tío de Gonzalo se encargó también del matrimonio de su sobrina Francisca, que casó con Alonso de Zúñiga y Sotomayor, IV marqués de Gibraleón e hijo de doña Teresa de Zúñiga, III duquesa de Béjar, y de Alonso Francisco de Sotomayor, V conde de Belalcázar. A la muerte de su hermano, Francisca heredó los títulos y posesiones de los Fernández de Córdoba, pero no tuvo descendencia y estos pasaron a su sobrino Antonio Fernández de Córdoba y Cardona, hijo de su hermana Beatriz y de Fernando Folch de Cardona, II duque de Soma. Antonio fue también embajador ante la Santa Sede durante los reinados de Felipe II y Felipe III, y al fallecer en 1606 en Valladolid, su cuerpo fue trasladado al convento Madre de Dios de Baena.

 

Lecturas:

Calvo P., José: El Gran Capitán, maestro en estrategia. 2017.

Hernando S., Carlos. “Per la fede, per lo Ré, per la patria”: La nobleza de Nápoles en la monarquía de España. 2015.

Molina R., Raúl: Grandeza de España y estrategias matrimoniales: los Fernández de Córdoba entre los siglos XV y XIX. 202.

2 comentarios:

  1. En aquellos tiempos esas bodas cruzadas entre personas con una familiaridad directa mas o menos cercana era algo común no solo en las casas reales también entre los nobles.

    Saludos.

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  2. En la plaza de las Tendillas, en córdoba, hay una estatua dedicada a él, seguramente la habrás visto.
    Feliz fin de semana. Un abrazo.

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.