Amigos de Béjar y sus historias

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8/30/2024

Calendario festivo bejarano anterior a 1950 según el libro "Cuentos Bejaranos" de Ángel Calles (2ª Parte y final)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2023, pp. 10-15.

      El Corpus y su Octava no pasan desapercibidos para Ángel Calles Cerrudo a la hora de usarlos como telón de fondo de sus narraciones. La Plaza Mayor era el punto de reunión porque, ayer como hoy, los actos religiosos tenían su epicentro en El Salvador. Pero es curioso: entonces era tradición intercambiar regalos –quizá por aquello de estrenar una prenda en el día del Corpus-, por lo que el trajín por la calle Mayor era continuo. Los pequeños esperaban con ansia sus juguetes y los novios se rompían la cabeza para encontrar un presente para sus novias. El cotilleo estaba al orden del día, porque la Casa Caridad instalaba (imaginamos que por un donativo) sillas en la Plaza, donde los bejaranos descansaban y oteaban el paso de los transeúntes. A toda esa algarabía se sumaban las barracas y los chozos de feria, así los llama Calles, de madera que se instalaban en la Plaza Mayor y en ellas ofertaban «juguetes, platería, sedas, telas, puntillas». Había puestos «de buñuelos y churros, tiro al blanco, exposición de figuras de cera y diversas mesitas con rueda giratoria para hacer tiradas a la suerte y poder elegir caramelos retorcidos o figuras acarameladas». 

Procesión del Corpus pasando. Foto Documentos Béjar.

El Jueves de Corpus se iniciaba cuando el cortejo oficial salía del edificio consistorial en el Palacio Ducal al son del clarín y enfilaba el parque desplegado en la tercera terraza, sobre elevada del nivel de la calle. Abría la comitiva el concejal que llevaba la bandera, escoltado por los maceros municipales, los alguaciles y los dos hombres de musgo. Les seguían las autoridades civiles y militares, los empleados municipales, los soldados de la guarnición y la banda municipal. Detrás de las mangas parroquiales y los estandartes, iban en filas los niños y niñas de comunión. 

7/19/2024

Béjar, centro veraniego en los "felices años veinte" (2ª Parte y final)

Autora: Josefa Montero García

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de 2021, pp. 10-15.

 

Sociedades culturales y recreativas

En Béjar había varias sociedades de esta clase, cuya actividad incluía la organización de conciertos y bailes. Entre ellas destacaban el Casino de Béjar, que reunía a fabricantes y otros ciudadanos acomodados, y el Casino Obrero, cuyos socios pertenecían a la clase trabajadora, con el lema “Instrucción, Moralidad y Recreo”. Como ejemplo, señalamos la velada benéfica que celebró el Casino Bejarano en el Teatro Cervantes, a beneficio de los asilos de la ciudad, a finales de junio de 1921. “Lo mejorcito de nuestra sociedad” abarrotó las butacas y palcos del teatro para ver la comedia Cobardías, de Linares Rivas y la zarzuela El amigo Melquiades, llena de chistes “algunos de un color subido”, en la expresión de un cronista de la época. Los actores y cantantes estuvieron tan bien que parecían profesionales, como resaltaba El Avance[1]. El mismo Casino Bejarano  organizaba más tarde algún baile de sociedad, como el que tuvo lugar el domingo 10 de julio, de las 11 de la noche en adelante, amenizado por la orquesta que dirigían Valdés y Hernández[2].

En el Casino Obrero también había conciertos, como el que ofreció la rondalla “Agrupación Musical Bejarana”, que dirigía Valentín Sánchez, el 5 de julio de 1930, donde interpretaron fragmentos de zarzuelas como Bohemios, Carro de sol, Hermana, La alegría de la huerta, Las tres de la madrugada y La verbena de la paloma[3]

 

Banda Municipal de Música con Gonzalo Martín al frente (años 20)

 

Ferias y fiestas

Muchos veraneantes permanecían en Béjar hasta avanzado el mes de septiembre, y a ellos se añadían los forasteros que acudían a la ciudad para las ferias y fiestas. Tomando como ejemplo el año 1922, la comisión de festejos propuso, además de corridas y fuegos artificiales, celebrar varios conciertos con la banda de música, para lo cual pedía que se activase el asunto de los uniformes, que reseñamos más abajo, en una ciudad en la que había paño abundante para confeccionarlos. También se preparaban unos juegos florales, en los cuales uno de los lemas era el “Estudio de los medios más prácticos para hacer de Béjar un centro veraniego”, reflejando el interés que suscitaba el tema[4]. En junio de 1924, se constituía la comisión de festejos, formada por representantes del ayuntamiento, de la cámara de comercio y de los principales ramos de este último sector, uno de cuyos objetivos era preparar un gran festival musical[5].

7/12/2024

Béjar, centro veraniego en los "felices años veinte" (1ª Parte)

 Autora: Josefa Montero García

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de 2021, pp. 10-15

          Cuando en este todavía atípico verano me he sentado ante mi electrónico “folio en blanco”, confieso que no me parecía fácil escoger un tema para este artículo, y estaba prácticamente bloqueada cuando unos paseos por nuestros bellos parajes me han trazado el camino. He visto la ciudad llena de bejaranos y forasteros, quizás porque la prudencia a nivel sanitario y económico nos lleva a quedarnos en casa o a restringir los viajes al territorio nacional. Aprovechemos, pues, para disfrutar de Béjar, que por algo se llenaba de forasteros cuando nuestros abuelos preferían el frescor veraniego al calor de las playas de moda. Este verano no tendremos eventos culturales masivos ni quizás fiestas y ferias en septiembre, pero aquí están los atractivos de Béjar, que tanto valoraron nuestros antepasados.

Colonia Madrileña. Fotografía sacada de aquí

 

           Y ahora os propongo volver la vista atrás y viajar a aquellos “felices” años veinte en nos visitaban numerosos forasteros y no se conformaban con estar unos días, como en la época actual, pues muchos venían a finales de junio y se marchaban bien avanzado septiembre. Ante la alta ocupación de las viviendas veraniegas, algunos las reservaban ya en primavera[1] y otros compraron casa en El Castañar o sus alrededores. Los periódicos mostraban anuncios que ofrecían al turismo viviendas amplias y cómodas, en una época de familias numerosas que precisaban espacio y mobiliario adecuado. También se anunciaban pianos en alquiler para amenizar aquellas tardes de recreo[2].

6/16/2023

Las fiestas de antaño y su música en Béjar (2ª Parte y final)

Autora: Josefa Montero García

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2019, pp.24-29.
 

Fiestas populares y civiles

Apenas se encuentran ejemplos de fiestas puramente civiles, sin ninguna ceremonia religiosa. Este es el caso del 1 de mayo, que los obreros celebraban con distintos actos y una manifestación, siempre acompañada por la banda de música. En 1919, esta agrupación les ofrecía un concierto vespertino en Santa Ana, donde se estrenó el pasodoble Nabuco, de Adrián Martín, hijo del director Gonzalo Martín, y entre otras piezas, sonó un fragmento de la ópera Garín de Tomás Bretón, salmantino y autor de la famosa Verbena de la Paloma, que gozaba de gran prestigio en la época[1].

 Salón Variedades de Béjar. Foto sacada de aquí

Con la infancia como protagonista, se celebraba en primavera la fiesta del árbol. Asistían los niños de escuelas públicas y colegios privados, que salían al campo en procesión, acompañados de sus maestros y autoridades civiles, militares y religiosas. En 1917, fue el 29 de abril y asistieron más de 1 400 niños que se dirigieron a “la extensa pradera que se extiende a ambos lados del comienzo del viejo y frondoso camino del Bosque”. Allí hubo discursos de mayores y pequeños y la gran masa infantil cantó el Himno del árbol y el Himno de la bandera. Costeó la abundante merienda el industrial Felipe Gutiérrez[2]. En 1919, la fiesta se celebró alrededor de la ermita de Santa Ana y acompañó la banda de música del Colegio Salesiano[3].

6/09/2023

Las fiestas de antaño en Béjar y su música (1ª parte)

Autora: Josefa Montero García

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2019, pp.24-29.

Con este artículo quiero realizar un breve recorrido por las fiestas que tenían lugar en Béjar hace aproximadamente cien años, junto con las personas y entidades que las organizaban. La música era imprescindible y había que interpretarla en directo, pues los incipientes aparatos de grabación no estaban al alcance de todos y su técnica tampoco permitía la actual presencia constante y quizás abusiva de la música. Sin duda, aquellos bejaranos la apreciaban más que nosotros y se preocupaban de contar con músicos profesionales o aficionados en los principales actos de la vida ciudadana. 

La religión estaba muy presente en la vida cotidiana, por lo que la mayor parte de las fiestas tenían origen o carácter religioso y comprendían actos litúrgicos en los que se interpretaban piezas musicales de gran envergadura; después había bailes y veladas en el teatro, en el Casino Industrial o en el Casino Obrero. También se festejaban los eventos académicos, como aperturas o finales de curso de los centros educativos, donde destacaban las escuelas y especialmente el Colegio Salesiano. 

Foto antigua de Béjar sacada de aquí

 

En aquellos veranos, Béjar era un centro turístico frecuentado especialmente por familias extremeñas acomodadas, potenciales consumidores de ocio. Se anunciaban pisos disponibles, que se ofrecían amueblados y con buenas comodidades y había una buena colonia de veraneantes, que asistía a las actividades estivales, algunas de las cuales se organizaron teniendo en cuenta la presencia de forasteros.

11/02/2022

Notas al programa del CD conmemorativo de la creación de la Banda Municipal de Música de Béjar

*Si recordáis hace un tiempo compartimos con vosotros la historia de la Banda Municipal de Béjar que en 2022 cumple cien años desde su fundación. Hoy queremos difundir las notas al programa de un cd conmemorativo que ha editado TGC Ediciones.

Autor: Pedro Javier Cañones Garzón

Hilario José Ceballos, subdirector de la Banda Municipal de Música de Béjar, nos presenta cuatro de sus obras. Virgen de la Piedad es una marcha procesional en la que se describen los sentimientos de María mientras acoge en su regazo a su hijo muerto. Hombres de Musgo es un pasacalle festivo que ilustra la conocida y ancestral tradición de nuestra ciudad. De Valdehijaderos a La Ancianita revive las antiguas romerías que en todos los pueblos de la comarca se organizaban para disfrutar de las “Fiestas y Ferias de Béjar”. El Poeta de la Sierra constituye un sentido homenaje del compositor a Manolo Chinato, cuyas aportaciones literarias y vitales resultan entrañables en nuestro entorno.


 Foto sacada del perfil de facebook de la Banda Municipal de Béjar

La Obertura 1812 es una de las obras sinfónicas más populares de Piotr Ilich Tchaikovsky. Sin embargo, su autor siempre se mostró desencantado del resultado final de esta pieza, quizá porque, según sus propias palabras, la había compuesto “sin calidez ni cariño”. Las dificultades técnicas derivadas de la interpretación de la partitura impidieron que llegara a escucharla tal y como la había concebido.

7/23/2022

La Banda Municipal de Béjar: los orígenes de una banda que cumple cien años

Autor: Roberto Domínguez Blanca

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar 2017.

    La Banda Municipal de Música de Béjar en este año de 2022 cumple 100 años de existencia y actividad ininterrumpida, y sobra decir que es una de las instituciones con más arraigo y presencia en el transcurrir de la actividad cultural bejarana. Desde entonces cinco directores han tomado la batuta. Todo comienza con Gonzalo Martín García, quien llega al cargo tras casi cuatro décadas de actividad musical, hasta 1932; le sustituye su hijo, Adrián Martín Moreno, que había sido subdirector con su padre y director hasta 1958. Pocos años estará en el cargo José Pernas Montero (1958-1962), sucediéndole otro maestro gallego, Antonio Vaquero, que permanecerá en esta labor hasta su muerte a finales de 1988. Meses más tarde, en 1989 y tras ocuparse de la banda el subdirector, nuestro entrañable Manolo González, tomará las riendas de una muy mermada banda el director actual, Lorenzo Torrico Hernández, quien conseguirá relanzarla y auparla a destacados niveles de calidad musical[1]

 Banda de Domingo Guijo

La historia y los orígenes de la Banda Municipal de Música de Béjar son, sin embargo, poco conocidos y sorprendentemente son escasos los textos dedicados a ella a lo largo de su trayectoria. Hay que destacar algunos recuerdos recogidos por Ruperto Fraile[2] o las investigaciones de Dolores González Canalejo[3], quien en el segundo volumen de la Historia de Béjar dedicó un capítulo a la historia de la música en Béjar, aportando datos importantes e inéditos sobre el origen y el devenir de la banda.