Autora: Josefa Montero García
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de 2021, pp. 10-15.
Sociedades culturales y recreativas
En Béjar había varias sociedades de esta clase, cuya actividad incluía la organización de conciertos y bailes. Entre ellas destacaban el Casino de Béjar, que reunía a fabricantes y otros ciudadanos acomodados, y el Casino Obrero, cuyos socios pertenecían a la clase trabajadora, con el lema “Instrucción, Moralidad y Recreo”. Como ejemplo, señalamos la velada benéfica que celebró el Casino Bejarano en el Teatro Cervantes, a beneficio de los asilos de la ciudad, a finales de junio de 1921. “Lo mejorcito de nuestra sociedad” abarrotó las butacas y palcos del teatro para ver la comedia Cobardías, de Linares Rivas y la zarzuela El amigo Melquiades, llena de chistes “algunos de un color subido”, en la expresión de un cronista de la época. Los actores y cantantes estuvieron tan bien que parecían profesionales, como resaltaba El Avance[1]. El mismo Casino Bejarano organizaba más tarde algún baile de sociedad, como el que tuvo lugar el domingo 10 de julio, de las 11 de la noche en adelante, amenizado por la orquesta que dirigían Valdés y Hernández[2].
En el Casino Obrero también había conciertos, como el que ofreció la rondalla “Agrupación Musical Bejarana”, que dirigía Valentín Sánchez, el 5 de julio de 1930, donde interpretaron fragmentos de zarzuelas como Bohemios, Carro de sol, Hermana, La alegría de la huerta, Las tres de la madrugada y La verbena de la paloma[3].
Banda Municipal de Música con Gonzalo Martín al frente (años 20)
Ferias y fiestas
Muchos veraneantes permanecían en Béjar hasta avanzado el mes de septiembre, y a ellos se añadían los forasteros que acudían a la ciudad para las ferias y fiestas. Tomando como ejemplo el año 1922, la comisión de festejos propuso, además de corridas y fuegos artificiales, celebrar varios conciertos con la banda de música, para lo cual pedía que se activase el asunto de los uniformes, que reseñamos más abajo, en una ciudad en la que había paño abundante para confeccionarlos. También se preparaban unos juegos florales, en los cuales uno de los lemas era el “Estudio de los medios más prácticos para hacer de Béjar un centro veraniego”, reflejando el interés que suscitaba el tema[4]. En junio de 1924, se constituía la comisión de festejos, formada por representantes del ayuntamiento, de la cámara de comercio y de los principales ramos de este último sector, uno de cuyos objetivos era preparar un gran festival musical[5].