Amigos de Béjar y sus historias

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6/06/2025

Una ermita en la Peña de la Cruz para evitar tormentas

Autor: Agustín García Gómez

        El desorden histórico existente en el Archivo Histórico de la Nobleza, a pesar de los múltiples intentos realizados por los Zúñiga para su buena conservación y ordenamiento, hace que su investigación requiera de muchas horas de dedicación, a cambio de sorpresas como la que hoy se expone.

 Paraje de la Peña de la Cruz. Imagen extraída del blog https://grancalili.blogspot.com/2016/01/llano-alto-pena-de-la-cruz-pena-negra.html

 

        Buscando información para otro asunto, el que esto escribe se encontró con un legajo compuesto de ochenta y nueve folios con documentos de diversa correspondencia entre el XI duque de Béjar, don Juan Manuel II y su esposa, María Ana de Borja Centelles Fernández de Córdoba, con sus contadores en Béjar sobre la administración y gobierno de sus estados entre los años 1734 y 1735. Tiene hasta cinco hojas de catalogación de la inconfundible mano del contador archivero, el bejaranizado José de Tapia Osorio, quien nos explica, añade y resume, según su costumbre, el contenido de los documentos del legajo [1].

5/30/2025

Pueblos sin gente / 3 (3ª parte). Las Casas del Robledo junto a San Bartolomé (ca. 1479-1667)

Autor: José Muñoz Domínguez

2. Localización del despoblado y su término 

Los datos históricos y de tradición oral acerca de las Casas del Robledo y la permanencia de algunos topónimos asociados, junto con las propuestas de Martínez Díez y González Calle, permiten establecer con certeza su localización al noroeste de San Bartolomé de Béjar, como adelanté en la primera parte (vid. figs. 1, 4 y 5). Este último investigador propuso una ubicación mixta y dispersa para el pequeño conjunto urbano, que suponía repartido en tres o cuatro barrios entre la vega del arroyo de San Bartolomé y la ladera noreste del cerro inmediato:

[El despoblado] Se halla situado a una altitud de 1110-1145 m, en un terreno de cierta pendiente en la vega del pequeño arroyo de San Bartolomé, afluente del Becedillas, con posición de umbría (orientada hacia el noreste). (1)

La hipótesis de un poblamiento disperso es compartida por Ridruejo Cabezas, quien, en un comentario reciente (2), la consideraba de interés bajo la premisa de una economía ligada a la explotación forestal del robledo de su término, tan notorio como para incluirlo en el topónimo, y teniendo en cuenta que, a diferencia de las economías agro-ganaderas, las explotaciones forestales suelen generar hábitats diseminados. Dejando abierta esta cuestión hasta disponer de nuevos datos, cabe traer aquí ejemplos de nuestra zona o poco distantes en los que el distintivo forestal asociado al topónimo del asentamiento no impidió la generación de un núcleo concentrado: en la Sierra de Francia se encuentran los casos de Miranda del Castañar y San Martín del Castañar; en el alfoz de Béjar, Santibáñez del Castañar e incluso Béjar del Castañar (3), sus apelativos entre las décadas finales del siglo XV y las primeras del XVI, antes de que ambas localidades perdieran tal complemento toponímico, como igualmente sucedió con las Casas del Robledo. Las Ordenanzas de Béjar promulgadas en 1577, pero con antecedentes bajomedievales y reformas de 1562, ofrecen una posible explicación a este fenómeno: ni los castañares ni los rebollares de la zona se explotaban exclusivamente por su valor forestal o maderero, sino, de forma complementaria, por su importancia en la alimentación de los puercos en la montanera, a base de la «castaña y lande» (glande o bellota) de aquellos árboles, entre otras utilidades auxiliares de la agricultura, como el corte de varas o támbaras (4). Posiblemente es lo que ocurrió en las Casas del Robledo. 



Fig. 1. Hipótesis gráfica ideal sobre el aspecto del conjunto urbano de las Casas del Robledo en su etapa de mayor crecimiento (elaboración propia, 2025).

5/09/2025

El obispo bejarano Miguel Sánchez Cerrudo, «prelado de gran sabiduría y acrisoladas virtudes» (Béjar, 1757- Santa Marta, Colombia, 1810)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, abril de 2025.

Si son dos los beatos oriundos de Béjar declarados como tales por la Iglesia Católica (los sacerdotes Nicolás de la Torre Merino y Balbino Pérez Díaz) y una única persona Venerable (esto es, Aurora Calvo Hernández-Agero), exiguo es el número de obispos nacidos en nuestra ciudad, reducidos a uno: el mítico don Domingo I, que lo fue de Plasencia allá por el siglo XIII. No añadimos a esta nómina a Toribio López, obispo de Miranda do Douro, por ser natural de Candelario (Candelario, 1480?-Miranda do Douro, 1553)[1] o a Gonzalo de Zúñiga, obispo de Plasencia y de Jaén, hijo de Diego López de Zúñiga, señor de Béjar, que fue natural, aunque no se sabe con exactitud, de Valladolid o de Palencia. Si le citamos es porque recaló muchas veces en nuestra villa, oficiando misa en la iglesia de Santa María con la armadura puesta y viviendo en un palacio que se hizo construir frente a ella, en el mismo solar que ahora ocupa la Real Fábrica de Diego López*.

 Catedral de Santa Marta (Colombia)

            En esta entrada queremos desvelar la identidad de un segundo obispo bejarano: Miguel Sánchez-Cerrudo Castellano (Béjar, 1757- Santa Marta, Colombia, 1810), hasta ahora no descubierto por la historiografía local de nuestra ciudad y más reconocido allende los mares. Hace años que le persigo la pista y que incluso otro investigador local, Ignacio Coll Tellechea, me incitó a escribir sobre él, pero son tantos los temas que a veces se acumulan.

5/02/2025

Una dama caritativa de la Edad Moderna: Juana de Carvajal

 Autora: Carmen Cascón Matas
 
*Hace unos años escribí este texto para otros menesteres que no fueron una entrada en el blog, pero que aprovecho esta semana para darlo a conocer. Advierto que no añado nada a lo que se conoce sobre doña Juana que daría para una investigación mucho más profunda como veréis por la cantidad de citas bibliográficas del final del texto, pero creo que su persona merece figurar entre los personajes ilustres relacionados con nuestra ciudad en Pinceladas.

          Dama de linaje placentino, sus padres fueron Luis Alonso de Carvajal, regidor de la villa de Béjar, e Isabel de Estrada. Sus propiedades se extendían por localidades tan dispares como Béjar, Valdesangil, Valverde, Monsegal (todas ellas de Salamanca), Granadilla (Cáceres), San Bartolomé, Bonilla de la Sierra y Becedas (Ávila). A la muerte de sus hermanos mayores Elvira y Juan,  hereda  dos  capellanías  (una  capellanía  era  una fundación pía por la cual se dejaban unos bienes determinados para pagar a un capellán que dijera misa durante una serie de días al año) en la capilla de San Lorenzo, sita en la entonces parroquia de San Gil de Béjar. Como su único hijo y heredero, Pedro de Carvajal, falleció antes que ella, decidió dictar testamento en 1515 en Aldeanueva del Camino y legar todos sus bienes para dar limosna a los pobres y fundar un hospital en las casas de su propiedad de Béjar.

Sepulcro Juana de Carvajal. Iglesia de Santiago de Béjar

     Doña  Juana  murió  el  24  de  octubre  de  1520 y fue enterrada como ella quiso en la capilla de San Lorenzo de la iglesia de San Gil, y trece años después también lo haría la duquesa María de Zúñiga, esposa del II titular de Béjar Álvaro de Zúñiga, el segundo de su nombre, dejando por escrito su deseo de fundar un hospital para atender a los pobres transeúntes. Para ello dejaba cien mil maravedíes y los réditos de varias propiedades. En su manda especificaba que debería construirse un espacio específico para tal fin. Entonces no se entendía tales establecimientos como centros sanitarios, sino que eran espacios de beneficencia donde se daba cobijo a los pobres y enfermos: alojamiento, alimento, cuidados e incluso pago de sus enterramientos.  

4/23/2025

Recuerdos del kiosco de San Gil de Béjar

Autor: Francisco Tejeda

Estoy seguro que cualquier bejarano que supere los 60 años recordará perfectamente este kiosco, el llamado KIOSKO DE SAN GIL, por estar justo debajo de la torre del reloj de San Gil, en la plaza de Nicomedes Martín Mateos.

 

Es raro encontrar una persona que no haya comprado en él periódicos, unas chuches (como se dice ahora), los típicos cromos coleccionables de fútbol, animales, etc., cambiado o comprado novelas de *Estefanía, revistas, algún que otro souvenir o aquellos juguetes pequeñitos que vendían en  sobres sorpresa, y muchos artículos más.

 

4/16/2025

Descubrimos a los "hermanos gemelos" del Jesús Nazareno de la Santa Vera Cruz de Béjar

     Autora: Carmen Cascón Matas

 

Rica es la imaginería religiosa de la que podemos presumir en Béjar. Aunque hay una tendencia generalizada a fijarnos en la que cuenta con más siglos a sus espaldas –véase el Nazareno de las Monjas, datado en el siglo XVII, o Nuestra Señora de las Angustias, de mediados del siglo XVIII,– no es menos cierto que la mayoría de las tallas procesionales de nuestra ciudad pueden datarse en una horquilla comprendida entre finales del siglo XIX y los tiempos presentes. En este artículo me voy a fijar en dos piezas: el Jesús Nazareno de la Cofradía de la Santa Vera Cruz y en el Cristo de las Maravillas de la iglesia de Santa María, que, aunque no procesiona, no hay duda de que es de una calidad incuestionable. 

 

 Jesús Nazareno de la Vera Cruz de Béjar

El Jesús Nazareno de la Cofradía de la Santa Vera Cruz es una talla en madera policromada que representa a Cristo con la cruz a cuestas, en actitud de caminar, descalzo, con signos de fatiga y suplicio en el rostro. Viste túnica larga color morado con filigranas de oro y la cabeza coronada de espinas. Según las investigaciones realizadas David Hernández Hernández se trata de una escultura realizada por Arte Cristiano, taller de esculturas sacras de Olot (Gerona). Su gran predicamento, con encargos repartidos en toda España, se deriva de la fabricación de piezas seriadas, con categorías que iban desde las más básicas y económicas de escayola, pasta de maderas y cartón piedra sobre moldes hasta las más caras en madera policromada y dorada, de calidad más artesanal. Los precios también variaban atendiendo al tamaño [0]. Según este razonamiento, es posible, como también apunta David, a que este Jesús Nazareno sea de la categoría más elevada por su tamaño, acabados, policromía y estas fabricado en madera.

Además hemos encontrado unos cuantos “hermanos gemelos”, aunque es posible que haya más. El primero es una talla casi idéntica que se procesiona en Miguelturra (Ciudad Real) bajo la advocación de Santísimo Cristo de la Piedad, aunque en este caso luce una túnica de color rojo oscuro, producto quizá de las restauraciones, aunque en el caso bejarano estamos ante el mismo fenómeno de variación tonal por intervenciones posteriores.

4/11/2025

El luteranismo en España y el linaje de los duques de Béjar

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

       Varios autores, entre ellos el franco-español Joseph Pérez (Breve historia de la Inquisición en España, 2012) y el británico Henry Kamen (La Inquisición española. Una revisión histórica, 2011), señalan que el protestantismo no arraigó masivamente en España en sus inicios, debido fundamentalmente a tres causas: el ejercicio de la Inquisición, la lejanía con el epicentro de los hechos, y la dedicación a erradicar el islamismo y el judaísmo de la península. Por encima de la masa, no obstante, la realidad fue otra, empezando por la obsesión antagónica del emperador Carlos V, que llegó a confesar a su hijo que se arrepentía de no haber matado a Lutero en la dieta de Worms.


 

Carlos V y nobles españoles, entre ellos el duque de Béjar Álvaro II de Zúñiga, ante la tumba de Lutero en Wittemberg. Luther.de


        Aunque quizás deba tomarse sólo como una estrategia política de anulación de poderes, la acusación contra la reina Juana, madre del monarca, revela que el luteranismo había penetrado las capas superiores de la sociedad, fenómeno extendido hasta el reinado de Felipe II, a quien su padre recomendaba quemar vivos a los contumaces y a los que se reconciliaran cortarles la cabeza, sin excepción de persona alguna. Así y todo, Isabel, hermana de Carlos, es considerada en Dinamarca la primera reina luterana de la historia.  

4/04/2025

Las fiestas de la Virgen del Castañar hace cien años (2ª parte)

Autor: Iván Parro Fernández.

 
         Dentro de aproximadamente seis meses volveremos a celebrar y festejar las fiestas en honor a nuestra patrona, la Virgen del Castañar. Son días especiales sin duda, no solo por los actos y los momentos que viviremos sino también por el siempre esperado reencuentro de muchos amigos, de muchas familias, de muchas personas que quizá se vean pocas veces o muy pocas veces a lo largo del año, y las fiestas son un motivo para ese esperado reencuentro.


Foto de la romería de la Virgen del Castañar. Foto sacada de Documentos Béjar.


         Acabamos el texto anterior (que pueden leer aquí: https://ccasconm.blogspot.com/2024/09/las-fiestas-de-la-virgen-del-castanar.html),  con la imagen de la virgen de vuelta a la ermita, un momento sin duda especial, emocionante, de festejo y de comunión, como así se refleja en el número 1468 del semanario La Victoria, de 16 de septiembre de 1922: “Al llegar la Virgen al atrio de la ermita, las alegres campanas volteaban como alocadas, infinidad de cohetes se elevaban al espacio, y a los acordes de la Marcha Real, que ejecutó la Banda, entró en el templo nuestra Reina y Señora entre los vivas ensordecedores de la multitud, que con ferviente entusiasmo la aclamaban, y las majestuosas armonías del magnífico órgano, cuyas sonoridades se esparcían por las naves del preciado Santuario”.

3/28/2025

Un misterio constructivo en la iglesia de San Juan Bautista de Béjar

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid,  n. º 4.944 (21/06/2024), p. 4.

            Existe un detalle que pasa desapercibido para aquellos que visitan la iglesia de San Juan Bautista de Béjar, un misterio constructivo escondido en su coro bajo y del que ningún historiador ha dado pistas a pesar de encontrarse a la vista. 

 Capilla bautismal en el coro bajo. A la derecha se ve el arranque del arco que comentamos.

 

    Ofrezcamos antes unas pinceladas de este templo. Como el resto de las iglesias bejaranas sufrió una serie de modificaciones en el siglo XVI en ocasión del proceso de reducción parroquial auspiciado por el obispo de Plasencia Pedro Ponce de León en 1568. El objetivo era dar cabida en las solemnidades religiosas a un mayor número de fieles, a los que estaba obligada su asistencia en fechas litúrgicas clave. Su fábrica sería por entonces románica en su totalidad como se desprende de su ábside y de una torre-campanario más propia de una fortaleza que de un espacio religioso. Si bien los historiadores han dado por cierta esta afirmación que acabamos de plasmar –el que fuera ampliada tras la reducción parroquial-, no es menos plausible que las obras hubieran podido iniciarse antes. San Juan Bautista era una de las parroquias más fértiles en cuanto a feligresía se refería, dado que, además de ser reducida a ella los templos de San Nicolás, Santo Domingo y San Miguel, se adscribía el floreciente barrio que se desplegaba desde la calle Balconcillo de la Médica hasta más allá de la Puerta de la Villa, un territorio en continua expansión y asentamiento poblacional. 

3/07/2025

Pueblos sin gente / 2 (2ª parte) La Redondilla cerca de La Garganta (ca. 1446-1900)

 Autor: José Muñoz Domínguez.

2. Evolución del asentamiento en los siglos XVII y XVIII

       A pesar de la penuria general del siglo XVII, o quizá por ello, no faltan noticias sobre algunos despoblados de la zona en la documentación de archivo. En el caso de la Redondilla, hay referencias desde la primera década del siglo y continúan en las siguientes. 

        De 1610 y 1635 constan sendas solicitudes de merced presentadas a distintos duques de Béjar por parte de los sacristanes de las iglesias de la Asunción en la Garganta y de San Antón en la Redondilla, de las que se ocupaban simultáneamente. Ambos residían en la Garganta y venían a solicitar parecidas exenciones por su vinculación a la actividad religiosa en las dos iglesias: Diego Martín, en 1610, pretendía librarse de cualquier representación en los oficios del Concejo; Alonso Marín, en 1635, solicitaba evitar el pago de cargas tributarias. Cada duque resolvió favorablemente, aunque como gracia particular y no como reconocimiento de un derecho, por el tiempo en que sirvieran como sacristanes. En la carta de 1610, el peticionario aduce varios argumentos sobre su exención para ocupar cargos concejiles, entre ellos en el hecho de que «en un pueblo de ducientos vecinos hay muchas personas que pueden hacer los dichos oficios», lo que añade un dato demográfico no oficial que, no obstante, conviene tener en cuenta, pues no contradice las cifras de población registradas en el censo inmediatamente anterior, de 1591: la Garganta habría pasado de tener 188 vecinos (752 almas y 193 casas) a unos 200 (800 almas y 205 casas), de modo que la Redondilla rondaría cifras proporcionales, no muy diferentes de las del último censo del siglo XVI. El segundo peticionario, para poner al destinatario a su favor, añadía un hecho hasta ahora desconocido al vincular el culto a la protección ducal, pues una de las parroquias correspondía a «la iglesia de la Redondilla donde vuestra excelencia es patron» (1). 

Panorámica del cerro en el que se encuentran los restos del despoblado de la Redondilla, visto desde la carretera de Candelario a la altura del Corral de los Lobos (imagen tomada de Google Streetview, 2024).

        En los censos y vecindarios del siglo XVII, la Redondilla no consta como entidad de población propia, diferenciada de la localidad vecina, de modo que hay que considerar su evolución demográfica integrada en la de la Garganta como posible cabeza de aquel concejo rural, tan montuoso y preñado de castañares (fig. 1). En el censo de 1646 no se registra ni una ni otra población y en el de 1684, la Garganta se muestra como lugar (no como aldea) y con sólo 98 vecinos (o 392 almas) dedicados a pasto y labor: de nuevo se constata el severo descenso demográfico que se produjo en la zona de Béjar y en casi toda España, en este caso con menos de la mitad de efectivos en 74 años (2). 

3/05/2025

El Tumulto del Entierro de la Sardina (febrero de 1913). La antesala de la Gran Huelga de los Siete Meses en Béjar

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, n.º 4.960 (21/02/2025), p. 4.

A mi bisabuelo Bernabé, a quien tanto admiro 

por su templanza, bondad, sabiduría, humildad y generosidad. 


    Apenas había principiado el año 1913 cuando en plenas fiestas de Carnaval se produjo un motín popular, cuya crónica pormenorizada fue recogida por el periódico La Ciudad [1]. Gobernaba los destinos municipales el partido Unión Bejarana, un grupo político que había surgido en 1911 con el pacto entre personas de distintas ideologías, aunque en él primaban los conservadores. Su intención era crear una alternativa cercana, es decir, netamente bejarana y de apariencia plural, para hacer frente al gobierno de la Conjunción Republicano-socialista que llevaba al frente del ayuntamiento desde hacía algunos años. Abanderaba la propuesta el periódico La Victoria y la espoleta de su creación fueron los sucesos del Corpus de 1911 y la inasistencia de la corporación a las festividades religiosas [2]. Al no concurrir el Ayuntamiento a la cita tradicional del Corpus Christi de ese año, un grupo de bejaranos se presentaron en el consistorio demandando la bandera y la presencia de los tradicionales hombres de musgo, provocando una agria polémica que se tradujo en opiniones contrarias en la prensa local de la época. Las elecciones –no democráticas– de finales de 1911 dieron la victoria a la Unión Bejarana, eligiendo los concejales por votación entre ellos al que habría de ocupar la silla de su presidente, finalmente el abogado Bernabé Sánchez-Cerrudo Agero, una situación extraordinaria, pues el alcalde solía ser impuesto por el gobernador civil entre los individuos de la lista más votada. Se da la circunstancia de que precisamente el nuevo alcalde había sido el abad del Corpus en los sucesos comentados. 


 

Revista Nuevo Mundo. La foto recoge la visita de la infanta Paz de Borbón a Béjar en 1912. A la derecha el alcalde Bernabé Sánchez-Cerrudo. Foto sacada de aquí

    La situación social y económica de Béjar no pasaba por sus mejores momentos en aquellos primeros compases del siglo XX. La industria textil sufría una grave crisis desde finales del siglo XIX por la exclusividad de su producción orientada en el paño militar, la maquinaria obsoleta y la deficiencia en las comunicaciones, y el paro obrero era prácticamente insoportable. Las huelgas eran constantes, como demuestran las de varios sectores del textil en 1901, la de bataneros y percheros en 1902, la de los tejedores de 1903 o la huelga de los siete meses de 1904 [3]. A tal gravedad había llegado la situación que familias enteras emigraban a América [4]. 

1/24/2025

Semblanza del alcalde bejarano que derribó la Puerta de la Villa: Vicente Ferrer Vidal Alonso (Béjar, 1817-1889)

 Autora: Carmen Cascón Matas

            A raíz de una investigación sobre el derribo de la Puerta de Ávila[1], me fueron surgiendo al paso datos sobre el alcalde que regentaba los destinos de Béjar en 1876. En ese momento, la industria textil funcionaba a pleno rendimiento y la ciudad estaba sufriendo una transformación urbanística sin precedentes. El desarrollo imponía cambios en una población de calles estrechas, escasa vivienda para tanta mano de obra y deficientes medidas higiénicas y sanitarias. La tarea para el consistorio era ingente y los dineros, como siempre, escasos. La sensibilidad para la conservación del patrimonio era nula porque se imponía el progreso y la modernidad sobre cualquier criterio de valoración histórica o artística. Por entonces se derribaban murallas, conventos y palacios por doquier, ya bien fuera en Barcelona, Madrid, Salamanca o Béjar. Así ocurrió con la Puerta de Ávila o de la Villa. Los vecinos del barrio de La Corredera, esgrimiendo la peligrosidad por la estrechez de las calles en ese punto, solicitaron al consistorio un derribo que fue aprobado en el pleno de 4 de agosto de 1876[2]. Las protestas del gobierno provincial de Salamanca no impidieron su desaparición[3]

 Línea de casas frente a la iglesia de San Gil, parte de ellas pertenecientes al suegro de Vicente Ferrer, Juan Hernández Bueno


Años después M.ª Carmen Martín y Juan Carlos Aguilar investigaron sobre aquel suceso, desvelando el nombre del alcalde demoledor: Vicente Ferrer Vidal[4]. Algunos datos que he ido encontrando sobre su figura nos acercan al personaje. 

1/10/2025

Pueblos sin gente/0. Los despoblados de la antigua tierra de Béjar entre el final de la Edad Media y el siglo XXI

Autor: José Muñoz Domínguez

       La despoblación del territorio en el interior de la Península Ibérica no es una novedad de nuestro tiempo, no sólo ese pasaje del penúltimo éxodo rural, revisitado de forma tan certera por Sergio del Molino en La España vacía (1), sino un fenómeno recurrente que se documenta apenas consolidada la Repoblación de los siglos XII al XIV, ya bajo la presión señorial –como sucediera en el Campo Charro salmantino (2)– o por causas menos imperiosas, y que se reactiva cada vez que las frágiles condiciones de vida amenazan la viabilidad de las poblaciones, reduciendo el número a sus cifras actuales a golpe de sequías, incendios, desastres del cielo, epidemias, guerras y otras calamidades o de competencias e incompetencias, mal gobierno, deslocalización y globalización: hasta que una nueva oleada provoque el abandono y consiguiente desaparición de los asentamientos más vulnerables que todavía subsisten, los nuevos despoblados (fig. 1). 

 FIGURA 1.  El reciente despoblado de Casas de la Sierra, a corta distancia del antiguo alfoz de Béjar en el área de Solana de Ávila. Izquierda: estado de conservación en 1957, dos décadas antes de despoblarse (fotograma aéreo, IGN). Derecha: estado actual en ruinas (imagen satelital del PNOA, 2024, Oficina Virtual del Catastro).

 
       En esta serie de artículos que me propongo publicar, estudio una veintena de núcleos de población de la antigua tierra de Béjar que desaparecieron hace más de un siglo, pero cuyo rastro en la documentación, la cartografía, la toponimia o el registro material todavía se puede reconocer. En su mayor parte responden al concepto geográfico e histórico de despoblado, otros más bien al de falso despoblado y todavía restan algunos casos dudosos que, no obstante, he decidido incluir en el elenco. Acerca de estas categorías del hábitat rural, me remito a la discusión expuesta por Morales Becerra en un artículo muy reciente donde confronta las aportaciones de Cabrillana Ciézar, Anes Álvarez, Martínez Carrión y Rodríguez Llopis, Diago Hernández, Porras Arboledas, Gómez Vozmediano, Sánchez Sánchez, Sánchez Benito y Herzog (entre otros autores) para concluir con una definición de síntesis que se cumple en la mayor parte de los casos de estudio del área bejarana (3). Así, de acuerdo con Morales Becerra, nuestros despoblados serían lugares que estuvieron poblados tiempo atrás por un número de vecinos pecheros (4) superior a cinco, organizados como comunidades con entidad jurídica propia y algún tipo de gestión municipal (concejo de aldea o equivalente) que, por diversas causas, perdieron su población o una parte significativa de ella, incluso si su término seguía en explotación por los mismos vecinos (ya desplazados a núcleos más o menos próximos) o por vecinos de distinta procedencia, hasta quedar sin vecindario e incluso sin explotación alguna. En cuanto al concepto de falso despoblado, y de acuerdo con Sánchez Benito, podemos asignarlo a «lugares que nunca se consolidaron como aldeas y que no fueron más que granjas o pequeños hábitats, seguramente no más que poblamiento disperso» (5), una categoría aplicable, por ejemplo, a las pequeñas agrupaciones sin cuerpo de poblado que se registran en el término municipal de Becedas.

1/03/2025

Navidad en bejarano verso (2ª Parte)

Autor: Iván Parro Fernández

Hace unos días se publicó en este blog una entrada con algunos poemas de temática navideña escritos por dos autores bejaranos: Arsenio Barco y Julián Martín Carrasco. Queremos seguir recordando y compartiendo a más escritores bejaranos que tienen algunas de sus composiciones dedicadas a la Navidad, a sus figuras más representativas o a tradiciones relacionadas con estas fiestas.

En esta ocasión queremos mencionar dos poemas escritos por José Luis Majada Neila. En su poemario titulado Droguería del Pájaro Pinto se incluye el poema “En la misa que el pueblo llama “del gallo”, un soneto dedicado al niño que nace en Belén comparándolo con otro niño, de nombre Manolito, al que no podrá regalar ni obsequiar con las ofrendas y los dones que sí que quiere presentar y entregar al niño de Belén, al cual pretende construir un portal de mazapán caliente, con un ángel de turrón y un rey almibarado: “Te voy a construir un portalico/ de mazapán caliente y a su puerta/ un ángel de turrón y en la antepuerta/ un rey almibarado de oro rico”.


El poeta también quiere obsequiar con un villancico y con un gallo al niño de Belén: “Te voy a regalar un villancico/ que a la Virgen la deje boquiabierta/ y un gallo que esta noche Te divierta,/ si Te aburres en misa, con su pico”.

12/31/2024

Discurso. Agradecimiento y memoria

 *Despido el año 2024 con este discurso que pronuncié el pasado 28 de diciembre en el Teatro Cervantes en ocasión de la concesión del título de Cronista Oficial de Béjar. Lo subo a petición popular, para que podáis leerlo los que me lo habéis pedido. 

Buenas noches y gracias por estar aquí. Permitidme que eche mano de los papeles, porque no me fío de mí, y lea estas líneas que dicen así:

         Desde que me comunicaron la decisión del pleno del Ayuntamiento de nombrarme Cronista Oficial de Béjar, no he parado de pensar en que este momento habría de llegar y que me vendría grande, muy grande, demasiado grande. 

 

         «Unas palabras, tendré que escribir unas palabras de agradecimiento para leerlas allá arriba, en el escenario del Teatro Cervantes», me decía temblando…, pero me había quedado sin palabras. Los días pasaban, uno tras otro, y la esquiva inspiración no hacía acto de presencia. El qué decir me obsesionaba. «Unas palabras de agradecimiento serían lo mejor en estos casos». Pero, por dónde empezar…

12/27/2024

Enumeración de libros de autores o temas bejaranos editados en 2024

Es una tradición de este blog despedir el año con una entrada que resuma los libros escritos por bejaranos o que tienen que ver con Béjar que hayan sido publicados en estos 365 días que se despiden dentro de cuatro días. Porque no somos nada sin libros, creo que este pequeño homenaje a las letras y a la investigación es necesario por cuanto que el blog también se nutre de ambas inspiraciones. Nuestra ciudad es prolífica en cuanto a libros, siempre lo ha sido y esperemos que siempre lo sea. 

Y si veis que algún libro editado este año no ha sido incluido, no es por mala fe, sino por despiste o porque lo desconozco. Si sois tan amables, me lo indicáis en comentarios y lo pongo sin problema.  
 
 Teseo en llamas, de Beatriz Alcaná. Ediciones del Viento.

12/20/2024

Navidad en bejarano verso (1ª Parte)

 Autor: Iván Parro Fernández

Este periodo del año que pronto vamos a vivir y disfrutar sirvió, sirve y servirá de inspiración a muchos escritores y escritoras. La Navidad genera temas y situaciones que incentivan la creatividad de muchos artistas, y en Béjar tenemos y hemos tenido muchos ejemplos de ello. Quisiera compartir con los lectores de este blog algunos poemas de dos de nuestros escritores bejaranos: Arsenio Barco y Julián Martín Carrasco, con esas visiones propias y particulares acerca de la Navidad.

 Felicitación navideña de 1963 de Textil Selecta. 

Archivo fotográfico y documental de Béjar

Dentro de la antología poética de Arsenio Barco encontramos tres poemas que tienen como argumento principal la Navidad o algunas de las costumbres asociadas con ella. En los poemas titulados “Villancico del pastorcillo que no fue a Belén” y “Noche blanca” los protagonistas principales son los pastores que se dirigen a adorar al niño que nacerá en Belén: “A Belén se encaminan/ ya los pastores/ para alegrar al Niño/ con sus canciones”. “Pastores, zagalas,/ corred a Belén/ a ofrecerle vuestros/ tesoros de fe”. 

12/06/2024

Aquellos catalanes que llegaron a Béjar. Miguel Comadrán Chermá

 Autor: Francisco Tejeda Blázquez

En el siglo XIX empieza a llegar a Béjar una primera oleada de mano de obra cualificada procedente de Cataluña: técnicos, tintoreros, teóricos, profesionales de aprestos y acabados, bataneros, hiladores, montadores, tundidores y toda clase de profesionales vinculados a la industria textil y algunos terminan asentándose en nuestra ciudad. Unos crean nuevas fábricas y otros trabajan como profesionales en ellas o en otras ya fundadas. 


Una segunda oleada se asienta después de la destrucción de la industria catalana tras la guerra civil. Gracias a esas fábricas fundadas por catalanes tras la contienda se contrataron trabajadores de Béjar y sus alrededores, que se sumaron a los establecimientos fabriles bejaranos. Debido a la crisis del textil en los años 70, algunos terminan abandonando la ciudad y cerrando sus fábricas; sin embargo, otros permanecieron aquí, por lo que es fácil toparse con apellidos catalanes. Me vienen a la memoria Comadrán, Farrás, Montagut, Marsal, Aris, Mussons, Viñas, Trías, Domenech, Jover, Rocamora, Gilart, Serra, Beltrán, etc... 

11/22/2024

Las dos caras del corregidor Verdes Montenegro (3ª Parte y final)

Autora: Carmen Cascón

Publicado: Béjar en Madrid, 4.853 (21/08/2020), p. 4.

        En un pleno extraordinario convocado por el duque consorte de Béjar, Pedro de Alcántara Téllez-Girón, se reúnen los sexmeros de Villa y Tierra por un motivo inusitado: dar su parecer en favor o en contra de la gestión del corregidor saliente, José Verdes Montenegro, habida cuenta del pleito que presentado contra él por Juan Manuel Hernández Bueno ante la Chancillería de Valladolid. El salón de plenos se haya atestado de gentes y son muchas las voces que desean intervenir[1]

Entonces, como ahora, el edificio consistorial era el mismo.

 

            Alegan los sexmeros que “deven de estarle mui agradecidos porque en el manejo de la jurisdicción, en la versazion de los caudales públicos y en todos los asuntos que se le han confiado, ha procedido con la mayor integridad y sin que con fundamento pueda persona alguna estar quejosa”. Añaden que “su desintteres en todas materias, su celo por la quietud publica y de los particulares y sus buenas prendas, le hacen acreedor de justicia al afetto y aclamación general de toda esta Villa y su Tierra y el sentimiento que causa su ausencia”. Verdes Montenegro había procedido en su largo mandato defendiendo los privilegios y regalías de los duques “sin perjuicio de la integridad de su oficio, haciendo ver en ello su habilidad, su eficacia y su celo”.

11/15/2024

Las dos caras del corregidor Verdes Montenegro (2ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid,  4.852 (07/08/2020), p. 4.

        El corregidor José Verdes Montenegro había sumido a los bejaranos en una lucha intestina entre partidarios y enemigos. Cuando había sido cesado de su cargo  y partía hacia la villa de Hinojera, su nuevo destino, el duque consorte de Béjar, Pedro de Alcántara Téllez-Girón, convocó un pleno extraordinario en 1789 con el fin de rehabilitar su buen nombre.

            Analicemos los dos bandos, proclive y contrario, a la actuación de Verdes Montenegro en Béjar. Entre sus partidarios se encontraba el mencionado Pedro Téllez Girón, esposo de la duquesa de pleno derecho Mª Josefa Pimentel, quien había solicitado al rey Carlos III dos reales cédulas especiales por las cuales se permitía la prolongación de su mandato (1784 y 1787) contraviniendo las leyes de Castilla y de los señoríos [1]. Uno de los motivos que aduce el duque para romper tal costumbre heredada de siglos es su buena política en cuanto a la consecución de obras públicas en la villa, su desinterés personal y su juiciosa conducta durante el corregimiento. Bien es verdad que por entonces están documentadas las obras de prolongación en el acueducto de La Corredera y la renovación general del encañado, unos trabajos que mejoran el acceso al agua potable, evitaban las epidemias y potenciaban la higiene. Carlos III, por vez primera, concedió prolongar su mandato a un corregidor, siguiendo la sugerencia del duque de Béjar. 

 

        En cuanto a sus detractores destacaba la animadversión mostrada por la Real Fábrica de Paños de Béjar. El corregidor o alcalde mayor de Béjar tenía la potestad, como Subdelegado de la Junta de Comercio y Moneda, de intervenir en las causas relativas a ella y supervisar la calidad de sus paños desde 1732[2]. En 1781 sus miembros interponen una escritura ante Carlos III con el fin de que se le apartara de la institución. Los detalles los desconocemos aunque presumimos que los pañeros bejaranos deseaban liberarse a toda costa de las injerencias ducales y de su representante, el corregidor. El rey, sin embargo, desoyó esta petición y prolongó, como hemos dicho, el mandato de Verdes Montenegro.