Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.804 (6/07/2018), p. 4.
La implantación de constitución de 1812,
conocida popularmente como La Pepa, se
fue realizando con mejor o peor fortuna a lo largo y ancho del territorio
nacional según los avatares de la Guerra de Independencia. Sin embargo, su
llegada a las distintas poblaciones y la aplicación práctica de sus artículos
no fue tan sencilla como la teoría auguraba.
En Béjar su Consistorio la juró en
agosto de 1812 [1]
y unos meses más tarde, en noviembre, se eligió al primer alcalde
constitucional de Béjar según sus dictados, Manuel Diego López. Cada población
de más de 1.000 vecinos tenía derecho a un alcalde ordinario que regía los
destinos de su villa y las localidades de su jurisdicción, con un alcalde
pedáneo en cada una de ellas sometido a los dictados del alcalde ordinario de
Béjar. Sus funciones y las de sus sucesores se centraban en cuestiones administrativas,
pues el poder jurídico lo detentaba el juez de primera instancia.