Autor: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid nº 4.808 (05/09/2018), p. 4.
Las
banderas de los Tercios ondean en los campos nebulosos de Flandes. La lluvia,
recia y gorda, apenas deja vislumbrar el paso cadencioso de las botas
embarradas. Los soldados, chambergos empapados y plumas chorreantes, luchan
contra la ventisca. Uno de ellos, el capitán Antonio del Castillo, mientras los
ánimos flaquean, no deja de parlotear a los cercanos que es de Béjar y alardea
del buen aloque de su tierra, de las aguas cristalinas del río Cuerpo de Hombre
y de llevar junto a su corazón el escapulario de la Virgen del Castañar. En
agradecimiento a los duques, sus señores, el escudo de los Zúñiga campea en la
bandera de su tercio y a ellos jura lealtad sobre la que se impone la voluntad
del Rey y de Dios.
Capitán de caballería de los Tercios de Flandes.
Augusto Ferrer-Dalmau
La vida del capitán Antonio del
Castillo parece sacada de una novela y sus andanzas sólo pueden compararse con
las de otro capitán de origen bejarano: Juan de Bolaños [1]. Hagamos
un ejercicio digno de Suetonio y de sus Vidas
paralelas. Comencemos por unas breves pinceladas dedicadas a Bolaños y
veremos que, salvo en las fechas, las trayectorias vitales de uno y de otro
podrían ser espejos de una realidad continua en aquellos años imperiales.