Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto
Avanzado el siglo XVIII el furor por la fundación de nuevos mayorazgos ya había pasado, y las rentas que permitían vivir y acrecentar fortunas a los hombres más acaudalados empezaban a basarse en la intensidad de las actividades empresariales y de los nuevos negocios. En la tercera década de aquella centuria Béjar comenzaba a sentir los resultados de la promoción industrial ducal, que había tenido en la llegada de los artesanos flamencos a la villa en 1692 su hito más simbólico. Quizá la figura más ejemplar de este renovado modelo de fabricante se personifique en Juan Téllez de Meneses.
Conjunto de propiedades de Juan Téllez bajo la iglesia de Santa María y con el obrador de Arias a la derecha de la imagen
Como en otras ocasiones, empecemos por el final.
La muerte de don Juan, afectado por la enfermedad de la gota, tuvo lugar el 9 de septiembre de 1739. Los autos judiciales que se dieron tras el hecho nos sirven para tener una visión bastante precisa del patrimonio que había acaparado a lo largo de su vida, ejemplo magnífico y paradigmático del estilo de vida de un fabricante textil dieciochesco en Béjar. La ocupación de Téllez durante su existencia se dividió entre el alto servicio al duque Juan Manuel II y la propia actividad textil.