Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid nº 4.756 (1/07/2016), p. 6.
Isabel de Zúñiga y Pimentel murió en 1520, a los
cincuenta años de edad, mientras el linaje de los Alba iba engrandeciéndose
cada día. Su esposo Fadrique Álvarez de Toledo, segundo Duque de Alba, además
de otros títulos y señoríos, era capitán general de Andalucía y miembro del
Consejo de Estado. Tras la muerte de la reina Isabel había continuado siendo la
mano derecha del rey Fernando y, una vez muerto este, de su nieto y sucesor
Carlos I, a quien acompañó en sus numerosos viajes por Europa junto a su
segundo hijo Pedro y su nieto Fernando, hijo de su primogénito muerto y futuro
heredero del ducado. En el año del fallecimiento de la reina Isabel la corona
había honrado a don Fadrique con la dignidad de Grandeza de España y después, a
la llegada al trono de Carlos I, con la concesión de la Orden del Toisón de
Oro. Tras la muerte de su primera esposa, nuestra Isabel de Zúñiga, Fadrique
casó de nuevo con Leonor Pimentel y Zúñiga.

Pedro Álvarez de Toledo, virrey de Nápoles y marqués de Villafranca
Sin embargo, el ambicioso Fadrique Álvarez de Toledo no centró
su política de linaje únicamente en su nieto y heredero, sino también en sus
hijos Pedro, Juan, Diego y Aldonza Álvarez de Toledo y Zúñiga. Nos fijaremos en
el primero para continuar con los sucesores de nuestra retratada, Isabel de
Zúñiga. Pedro[2]
llegó a ser nombrado virrey de Nápoles 1532 justo un año después de la muerte
de su padre en Alba de Tormes. Es entonces cuando se embarca con su mujer,
María Osorio y Pimentel, segunda marquesa de Villafranca, y los siete hijos
habidos en el primer matrimonio rumbo a su nuevo destino italiano. La labor que
desarrolló en Nápoles durante los 20 años de su virreinato destacó por su
intensa labor diplomática y su sentido de la justicia, frenando conflictos
armados y ejerciendo de digno príncipe del imperio, además de demostrar un fino
gusto artístico. En este sentido los historiadores alaban su labor como mecenas
de artistas y literatos desatacados del Renacimiento y embellecedor de Nápoles hasta
su muerte en 1553.