Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
"Cuando el barco del mercader iba hacia Portugal, al pasar cerca de la costa de Huelva era costumbre que recalasen algunos días en Gibraleón, ya que al mismo tiempo que reponían fuerzas de la travesía, y como el Duque de Béjar tenía negocio de esclavos, era aprovechada la parada para la venta de algunos entre los que acudían al pueblo onubense. Esto ocurría alrededor de 1526…".
Esclavos en Huelva. Reportaje. Elmundo.es
Así señalan algunas fuentes las actividades de Álvaro II de Zúñiga en su marquesado andaluz y agregan: "Al llegar a Gibraleón nos encontramos con Pablo Dorantes, hombre de confianza del Duque de Béjar y que al parecer era una de las personas que llevaban la administración de los bienes del Duque, y por ello las compraventas de esclavos…", revelando que en ellas incluía el noble ni más ni menos que al hermano de su amante.