Autor: Roberto Domínguez Blanca
De
César Álvarez Dumont, como ya
adelantamos, son las cuatro mujeres restantes. Raquel es una de ellas. Su carácter
sencillo es subrayado por la pose escogida. Sedente y vestida con una
túnica a rayas, inclina la cabeza en
actitud humilde, dirigiendo dulcemente su mirada al espectador. La larga
toca que cubre su cabeza y que ensombrece buena parte de la misma acentúa su apacibilidad.
Por su forma de ser, frecuentemente es acompañada por una oveja, pero éste no
es el caso. Cruza las manos sobre su pierna izquierda, permitiendo asomar bajo
la túnica un pie desnudo. El fondo es un interior reducido a un plano inmediato
a la protagonista, realzando el carácter íntimo de la escena, especialmente al
no abrirse ningún vano al exterior. César utiliza el mismo escenario que para
Jael.
Su historia, que se recoge en el Génesis, narra la intención de su primo Jacob de casarse con ella; pero el padre de Raquel, Labán, pretendía que lo hiciera con su primogénita, Lea, sin que Jacob fuera consciente de ello. Sin embargo, éste y Raquel terminarán conociendo el engaño de Labán. Con todo, Raquel no frenó ceremonia para evitar una humillación pública a su hermana. Tras una larga espera llena de sinsabores, Raquel se unió a Jacob dándole dos hijos, muriendo desgraciadamente en el parto del segundo. Jacob la enterró cerca de Belén, un lugar que en la actualidad es polo de peregrinaje. Para el judaísmo Raquel es una intercesora de este pueblo ante Dios, pues el profeta Jeremías se refiere a ella como “Raquel que llora a sus hijos”.
Carente el
boato de las anteriores féminas, el
pintor representa a Ruth como una sencilla campesina sentada sobre una
montonera de espigas. Su humilde indumentaria se reduce a un vestido
celeste de manga corta ceñido a la cintura, y una manta gruesa color hueso que le
tapa la cabeza. Pensativa, aparta la mirada del espectador y sujeta su barbilla con la mano derecha,
mientras que con la otra mano sea un haz de espigas. De nuevo, el fondo es
conscientemente artificial con una vegetación esquemática y ordenada.
Ruth
Ruth ejemplo
bíblico de amor filial, es una prefiguración de la Iglesia, lo mismo que su
segundo esposo, Booz, lo es de Cristo. La unión de Ruth con Booz simboliza la
de la Iglesia
con Cristo. Previamente, al haber enviudado del israelita Mahlón, parte junto a
su suegra Noemí a Canaán huyendo de la miseria. Allí, para saciar el hambre,
busca en los campos de cereales lo que desechan los cosechadores, momento
representado en el lienzo, yendo a parar a los campos de Booz donde éste la
tomará por esposa.
Sobria
es la vestimenta de una Débora despojada
de joyas, reducida a una túnica blanca y un manto del mismo color con galón
celeste que le cubre la cabeza. Dirige
su mirada y el gesto de sus manos al firmamento, sujetando con el brazo
izquierdo una lanza. Se halla sobre un terreno encharcado, delante de la
consabida naturaleza artificial que han empleado como fondo los Álvarez Dumont.
Deborah
Débora
es descrita en el Antiguo Testamento (Libro de los Jueces) como una profetisa
que además era el cuarto juez del Israel anterior a la monarquía, el único de
condición femenina. Pronosticó la victoria de los ejércitos israelitas,
dirigidos por el general Barac, sobre las fuerzas del cananeo Sísara, aunque
quien dará muerte a éste será otra importante mujer bíblica, Jael. El artista ha
rodeado a Débora con dos palmeras, pues bajo una palmera de Efraín dictaba sus
sentencias.
Precisamente
Jael es la última de las ocho
mujeres que completan el cortejo en torno al trono de nuestra Patrona. Representada de pie, viste una túnica talar
blanca que se ajusta bajo el pecho con una faja de colores más vivos, en
tanto que cubre su cabello con un pañuelo ceñido a la cabeza. Su mano izquierda lleva agarrada una pica,
mientras que la derecha, un martillo. No permanece en pie posando, sino que
anda sigilosamente, mirando
prudentemente en el sentido contrario de la marcha, como temerosa de ser
sorprendida por alguien. Como ya advertimos, César recurre al mismo escenario
que podemos ver en el lienzo de Raquel, con las mismas formas geométricas y
falsa balaustrada.
Conocida
también como una de las mujeres fuertes de la Biblia, de su historia hemos adelantado el hecho
principal. Tras la derrota de las tropas de Canaán profetizada por Débora, el
general Sísara consigue huir cobijándose en la tienda de Jael, quien lo acoge
permitiéndole descansar. Dormido el que era general del rey Jabín, Jael no duda
en darle muerte clavándole en la sien una pica con ayuda de un martillo. El
momento previo al crimen es el representado en la pintura. Jael simboliza pues,
la victoria de María sobre el demonio encarnado por Sísara.
*Si quieres saber más sobre estos cuadros consulta la parte anterior que podrás consultar aquí
*Si quieres saber más sobre estos cuadros consulta la parte anterior que podrás consultar aquí
(Continuará)
Nunca viene mal un repaso sobre mujeres importantes en el Antiguo Testamento, independientemente del credo de cada uno. Simplemente por razones culturales. Entender la iconografía de la obra artística es básico para apreciarla mejor. Y esta entrada del colaborador Roberto viene al pelo.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué pinturas más bellas, y que buen repaso por la Historia de estas mujeres. Toda una maravilla el paseo que nos has dado...
ResponderEliminarUn saludo!!
Que belleza de imágenes, tan sencillas y de hermoso colorido. Hace un mes estuve en una presentación de una niña en una iglesia evangélica llamada Ruth
ResponderEliminar(Ellos no bautizan, la persona cuando crece elige ser bautizada). Y el pastor hablo de esta figura, Ruth y de su valentía. Me parece que el pintor la reflejado a la operfección.
Me encanta la expresión de Jael, tan segura de si misma.
Un post precioso Carmen, y fantástica la historia de cada una de ellas así como la descripción de los cuadros.
Bss.
Con tu permiso me llevo a Ruth de recuerdo:-)
Recuerdo que hace poco realizaste una entrada similar, y la verdad, que la continuación está muy bien. Sencillamente deliciosas ...
ResponderEliminarEl santuario de Nuestra Señora del Castañar debe de ser particularmente muy bonito, no es muy frecuente las pinturas sobre personajes de la biblia.
ResponderEliminarParticularmente me gusta mucho la de Ruth.
Un abrazo y que termines de tener buen domingo
Muy buenas y muy ilustrativas las dos entradas de mujeres bíblicas. Privilegiadas en un mundo en el que las féminas no contaban para nada, poco más que una res.
ResponderEliminarA Jael no la conocía, bonito nombre. Ruth tiene como mérito además que no quiso abandonar a su suegra tars la muerte de su marido, a pesar de que podía haber marchado para tener más facilidad de encontrar nuevo esposo.
Felicidades Roberto.
Qué maravilla de pinturas. Esa Esther es magnífica. Me encanta la serie, y también por la temática.
ResponderEliminarBuenas noches.
Bisous
Creo que voy a tener que buscar un largo rato de tiempo y volver atrás para empezar desde el principio..
ResponderEliminarsaludos.
Hola Carmen, felicidades por la entrevista que te hicieron y felicidades tambien a Roberto por esta fantastica reseña tan bien ilustrada y claramente explicada.
ResponderEliminarAbrazos.
Esther, Raquel, Ruth, Débora, Jael... todo un repaso a la historia de salvación del pueblo elegido y condensado en un retablo.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen.
Hermosas y delicadas las mujeres bíblicas de Álvarez Dumont. El santuario del Castañar no sólo es bello arquitectónicamente, sino también por las estupendas pinturas que la decoran. Un fuerte abrazo, Carmen.
ResponderEliminarCayetano: por eso Roberto ha incidido tanto en la Historia de estas Mujeres Fuertes de la Biblia. Si no lo hiciese, ¿cómo íbamos a entender la presencia de los distintos objetos que aparecen en los lienzos vinculados a estas mujeres?
ResponderEliminarUn saludo
Coral: tus felicitaciones van dirigidas a Roberto, autor de esta entrada.
ResponderEliminarBesazos
Katy: por supuesto, puedes llevártela, aunque reconozco que las fotos no son muy buenas. El fondo dorado y la iluminación directa de estos cuadros hace que la cámara desvirtúe los colores reales del cuadro, otorgándoles una coloración dorado- amarillenta que en realidad no poseen. Prometo volver a colgar mejores fotos cuando me acerque en otra ocasión con una cámara mejor.
ResponderEliminarBesitos
Francisco Javier: sí, hace tiempo colgué una entrada sobre el camarín y la restauración de estos lienzos salida de mi humilde pluma y luego Roberto, en esta misma serie, explicó los lienzos de Eugenio Álvarez Dumont. Esta entrada sería su continuación.
ResponderEliminarSaludos
Mari Pi R: se me ocurre que podía hacer una encuentas sobre los cuadros, a ver cuál sería ganadora. Particularmente me gusta más la elegancia y realeza que otorga a sus mujeres Eugenio Álvarez Dumont. Los personajes de César son más sencillos y de técnica más simple quizás.
ResponderEliminarBesitos
Agev: tienes nuestro permiso para tomar las fotos de estas mujeres pos si te vienen bien para alguna de tus explicaciones escolares. Aunque, ya sabes que tienes toda la libertad del mundo para hacerlo...
ResponderEliminarBesitos
Dame Masquée: es extraño que una serie de pinturas se dedique sola y exclusivamente a las mujeres protagonistas de la Biblia, aunque destinadas para un camarín mariano tampoco es raro.
ResponderEliminarBesitos
Anita: tienes total libertad para hacerlo.
ResponderEliminarUn besazo
Carolina: quedamos felicitados los dos.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias
Francisco Espada: más que en un retablo en una serie de lienzos encastrados o pegados sobre la pared del camarín, adornando su planta de forma cruciforme.
ResponderEliminarSaludos
Paco Hidalgo: arquitectura, pintura y naturaleza, porque el entorno del santuario es admirable desde los tres puntos de vista.
ResponderEliminarSaludos
Es verdad que ya nos las habías enseñado, pero este repaso, con sus reseñas bíblicas ha sido muy interesante. Un abrazo Carmen.
ResponderEliminarQuerida Carmen, una entrada muy interesante, Esther bellisima pintura.Felicidades
ResponderEliminarUn abrazo
Marissa
Impresionantes pinturas de las mujeres bíblicas. coincido con los demás sobre la de Esther, pero la de Ruth me ha impactado.
ResponderEliminarBesos Carmen
Carmen, ya sabes, estoy segura que el Camerín de la Virgen de Guadalupe tiene en los huecos de los cuatro pilares ocho esculturas (dos por pilar) "Ocho mujeres fuertes" citadas en el Antiguo Testamento: Maria la profetisa, Débora, Jael, Sara, Ruth, Abigail, Esther y Judit, esculturas atribuidas al imaginero Pedro Duque Cornejo en 1736, y algunas la fortaleza se la dieron las armas... eh?!!! quizás en defensa propia, quizás... pero están con la Virgen María (de Guadalupe, la morenita) y además te lo cuentan los monjes sin problemas, ehhhh??? bueno te lo cuentan si pagas... unas moneditas... Bss amiga
ResponderEliminarPues mi favorita es Jael, me recuerda algunos carteles republicanos :) Algunas veces las alegorías de la república se pintaron así, muy parecidas a ella en esta pintura. Un beso, Carmen, me ha encantado el repaso
ResponderEliminarDesdelaterraza: en esta entrada se analizan los cinco cuadros que faltaban para completar el tesoro pictórico que se conserva en el camarín del santuario.
ResponderEliminarSaludos
Isthar: besos también para ti, amiga.
ResponderEliminarManuel: sobre gustos... De todas formas hay que reconocer que el lienzo de Ruth es el que mejor ha quedado con mi cámara fotográfica. Y ahe comentado que la luz juega malas pasadas en el camarín. Espero poder mostrar unas mejores fotos en otra ocasión.
ResponderEliminarSaludos
MariCari: lo cula quiere decir que es una tradición que se extiende a buena parte de los camarines marianos al menos de la zona extremeña y sur de Salamanca (seguro que a lo largo y ancho de la península y más allá). Nosotros con los Álvarez Dumont nos conformamos. Duque Cornejo era un escultor e imaginero andaluz que ya hubiéramos querido para Béjar, pero...
ResponderEliminarBesazos y gracias por tu aportación, amiga
Alma:... ¡anda, pues es verdad! Se da un aire a la encarnación de la república y a la representación de la nación francesa de la revolución, por ejemplo. No en vano se trata de la personificación de una mujer fuerte, que lleva las riendas de su pueblo.
ResponderEliminarBesitos
No conocia a este pintor, y me ha gustado sus obras, de todas las pinturas la que màs me gusta es la de Esther.
ResponderEliminarUn abrazo
Una Excelente explicación de la historia de estas mujeres.
ResponderEliminarLos cuadro son preciosos. Me gusta mucho Ruth.
Enhorabuena a Roberto y gracias Carmen por compartirlo
Besos para los dos
magnifica entrada, como siempre perfectamente documentada, una reseña magnifica y un placer lerte.
ResponderEliminarUn beso.
Mariac: era en concreto dos hermanos, Eugenio y César, aunque en esta entrada se desarrolla la obra del segundo en el camarín del Santuario del Castañar.
ResponderEliminarBesitos
Laura: muchas gracias a ti, Laura por dejar estas palabras.
ResponderEliminarBesos
Jose Manuel: tus felicitaciones van a parar a Roberto, autor de esta entrada sobre el Castañar.
ResponderEliminarSaludos
Me ha gustado la lectura. Especialmente la de las dos últimas, je, la muerte siempre al final.
ResponderEliminarMi memoria ya no da para tanto, pero es un placer leer lo que editas.
un abrazo.
Marce: pues a mí me encanta que me comentes.
ResponderEliminarSaludos
Preciosas imágenes y excelente trabajo
ResponderEliminaren tus magníficas entradas, la lectura ha sido un placer.
feliz fin de semana.
un abrazo.
Es un placer seguir recorriendo de t mano este estupendo santuario y descubrir cosas que cuando lo visité no conocí y claro está se me escaparon, estas mujeres por ejemplo
ResponderEliminarUn besote
Ricarod: como lo es pasarme por tu blog a leer tus creaciones.
ResponderEliminarSaludos
40añera: sí, recuerdo que me comentastes que habías visitado Béjar. Te recomiendo que nos vuelvas a visitar para redescubrir esos rincones todavía no conocidos.
ResponderEliminarBesos