Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio, 2017, pp. 52-57.
Después
los enviados bejaranos se dirigieron al Ministerio de Gracia y Justicia para
trasladar el informe sobre las indemnizaciones a las familias de los caídos en
septiembre, presentar cargos contra los culpables y tratar un asunto de “escarcelación” (es posible que se
refirieran a los paisanos encarcelados por los hechos anteriores a los sucesos
de septiembre de 1868, por ejemplo a los que seguían entre rejas tras el
levantamiento del 29 de agosto de 1867). El motivo se centraba en la
posibilidad de que con el triunfo de La Gloriosa se ofreciera el indulto a los
implicados en los intentos fracasados de golpe de estado anteriores a la fecha.
Al
margen, Luis Olleros y Rafael Lozano aluden a una serie de asuntos que quieren presentar al
Ministerio de Fomento y que no lo harán de momento hasta que “se organice aquello un poco más para ver de
obtener lo que se pueda tanto sobre obras públicas como sobre Escuela Industrial”. Recordemos que, fundada el 20 de julio de 1854, la Escuela
comenzó un lento declive al contar para su sustento sólo con el presupuesto
exiguo concedido anualmente por el Ayuntamiento, para cerrar en 1868. Es
posible que la Junta Revolucionaria pretendiera su reapertura como Escuela de
Artes y Oficios, pretensión que no se conseguirá hasta 1879 durante la
Restauración monárquica[1].
Edificio donde se encontraba la Escuela
Industrial de Béjar
El
15 de octubre Olleros y Lozano escriben de nuevo a la Junta refiriéndose a su
entrevista con el general Francisco Serrano y Domínguez, cabeza del partido
político Unión Liberal y otro de los héroes de La Gloriosa. Quien luego
resultaría nombrado Regente mientras se formaban unas Cortes Constituyentes y
se elegía qué forma de gobierno resultaba operativa para el nuevo sistema
político “nos aseguró que se ocuparía de
acuerdo con el General Prim y con el mayor interés de los resultados del
Expediente judicial tanto para indemnización a las víctimas como para castigar
a quien corresponda”.
Fotografía de Francisco Serrano y Domínguez.
Imagen sacada de aquí
En
la misiva ambos muestran su aprobación a que la Junta nombre comisionados para
enviar a Salamanca y así se oigan las peticiones de Béjar a nivel provincial,
que no es poco, mientras se consigue la capitalidad (como vemos no cejan en su
empeño). Por otra parte, insisten en la esperanza de que el general Prim visite
Béjar “por espontaneo ofrecimiento
siquiera por breves horas” en un futuro próximo y es por ello que “creemos que la junta debería enviarnos una
comunicación espresando la satisfacción en que había sabido este propósito, el
placer con que Béjar le vería en su seno y la confianza que tiene en esa
promesa que se cumplirá [2]”.
Por desgracia el atentado del 27 de diciembre de 1870 en la calle del Turco con
resultado de muerte truncará esa esperada visita a Béjar. O quizá el general
nunca hubiera acudido a la llamada de nuestros paisanos al producirse al poco
de iniciar el Sexenio su andadura numerosos levantamientos republicanos que
provocaron el regreso de las tropas estatales de manera permanente al Palacio
Ducal.
Por
último, unas extensas líneas nos transmiten el caos que se vivía en Béjar a
nivel político. La Junta Revolucionaria había decidido nombrar los cargos del nuevo
Ayuntamiento entre revolucionarios de confianza, situación anómala que provocó
la disconformidad de los republicanos, firmes partidarios del sufragio
universal. De esta forma “la legitimidad
de la que formamos parte se había puesto en duda” y no les faltaba razón.
Gobierno Provisional
“En nuestra habitual franqueza- y en ello seguramente
no verán ningún interés personal- diremos que hemos sabido con sentimiento
estos disentimientos que pueden contribuir a que cambie la opinión favorable
que Béjar se había conquistado en este periodo, al par que por su
inquebrantable valor y firmeza por su directa moderación y su marcha ordenada”.
Así ruegan se les comunique si los cambios producidos alteran de algún modo su
misión en Madrid.
Y para que no se dude de la firmeza del Gobierno Provisional
aseguran que “se consolida de día en día,
el partido democrático muestra una moderación y una confianza enteramente
satisfactoria y creemos que el Gobierno recobrara pronto su unidad para
proceder a la elección de Cortes Constituyentes. El deseo de todos es que se
encauce la revolución en medio del orden para que no haya como otras veces que
lamentar la perdida de la libertad conquistada; y todo anuncia que por esta vez
entraremos en un camino de verdadero progreso. A todos nos toca contribuir a
este resultado y esperemos que nuestro pueblo no faltara a este sagrado deber,
y que no borrara con ningún género de escesos el alto nombre que ha conquistado
y de que hoy disfruta”.
El miedo a una involución o al caos planea
continuamente tanto a nivel particular como general. Para consolidar el régimen
triunfante se hacía preciso imponer el orden frente al caos, tomar las riendas
del caballo desbocado sin caer en la duda y el desaliento, si esto era posible.
Continuará
[1]
CANO PAVÓN, J. M. “Las limitaciones de la
enseñanza técnica obrera en la España Isabelina: la Escuela Industrial de Béjar
(1852-1867)”. Lull. Palma de Mallorca, 24 (2001). CASCÓN MATAS, Carmen. “La Escuela
Elemental de Artes e Industrias de Béjar (1852- 1902)”. Revista Electrónica de Historia “El futuro del pasado”. Monográfico
“Razón, utopía y sociedad”, nº 2. Salamanca, 2011.
[2] Efectivamente el 17 de octubre
la Junta Revolucionaria de Béjar escribió una carta expresando su satisfacción
por la posible visita del general y que se recogió en el Béjar al vapor, pp. 45-47.
Algo que se repite nuestra historia de los dos últimos siglos: la existencia de políticos moderados de diversa tendencia que, para que se consoliden ciertas conquistas sociales y el progreso de la nación, apuestan por el orden y la mesura para no tener que lamentar la pérdida de lo conseguido.
ResponderEliminarUn saludo, Carmen.
Un trabajo muy interesante. Abrazos.
ResponderEliminarLa historia se repite y no se toma nota de lo que habría que corregir.
ResponderEliminarBesos
El caos debía ser muy significativo cuando ni a presentar sus proyectos al Ministerio de Fomento se atrevían mientras "aquello" no se organizase un poco más. ¡País de iluminados improvisadores donde, para agarrarse a golpes, lo único imprescindible es que haya dos!
ResponderEliminarUn abrazo,
Hola Carmen:
ResponderEliminarLeyendo, me doy cuenta que somos cíclicos...o es posible que nunca hayamos partido de ningún punto...
Besos
Una posición de la que hubo que tomar otra alternativa para no perder lo conseguido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que aquello que añoraban los protagonistas de la Gloriosa parece algo hemos conseguido.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Carmen. Sigo leyendo esta serie, de la que de momento me gustaría resaltar la documentación gráfica que estás aportando.
ResponderEliminarSaludos.