Autor: Jose Ignacio Díez Elcuaz
EL CORPUS DE BÉJAR
El hecho de que los hombres de musgo no guarden relación con la reconquista de Béjar no disminuye en nada el interés o los merecimientos de la festividad del Corpus Christi para su declaración como Fiesta de Interés Nacional. Dejando al margen las cuestiones de carácter religioso y turístico, nos centraremos a continuación en recordar algunas noticias históricas relacionadas con la procesión.
La festividad del Corpus fue instituida por Urbano IV en 1264; pero su difusión se debe a Clemente V, quien ordenó, en el concilio general de Viena de 1311, la adopción de esta fiesta. En Béjar, los Zúñiga (señores feudales de la villa y de su Tierra) obtuvieron el derecho de patronato hacia 1413, según don Juan Muñoz, por concesión del papa Benedicto XIII, aunque no hay ningún documento actual que permita corroborarlo.
Hombres de musgo, alguaciles y maceros del consistorio
en la Puerta de San Pedro o de San Antón.
Fotografía extraída de Fotos Antiguas de Béjar
En las centurias siguientes (siglos XVI al XVIII), la procesión del Corpus Christi fue “símbolo y publicitador de los poderes dominantes” —en expresión de Alejandro López Álvarez, de quien tomamos los datos que siguen—, fundamentalmente de la casa ducal. Los Zúñiga ejercieron un control absoluto sobre todos los aspectos relacionados con la procesión: multaban las ausencias de los sacerdotes comarcanos a través del juez metropolitano, enviaban a la cárcel a quien osara faltar al respeto (por ejemplo, a un clérigo por llevar la “capa usada y traída”), limpiaban las calles de menesterosos que pudieran molestar (así, dos hechiceras de La Solana y de Nava de Béjar fueron hechas presas y un vagabundo enviado a galeras).
No siempre fue así. A mediados del siglo XV el control lo tenía el Cabildo eclesiástico. Sin embargo, la casa ducal se fue adueñando progresivamente de la procesión, sobre la cual ejerció un control absoluto en todos sus detalles. Esto no conllevaba que asumiera su financiación, salvo en casos aislados. Sus obligaciones se limitaban a autorizar al Concejo o al Cabildo para que gravaran a los pueblos y a los gremios con impuestos que permitieran costear los diferentes actos.
Fotografía de la procesión del Corpus ya en la Plaza Mayor
alrededor de los años 60.
Fotografía cedida por Archivo fotográfico y documental de Béjar
A finales del siglo XVIII, el aparato festivo (tarascas, gigantes, música, comedias) decayó. En las décadas siguientes, la festividad evolucionó hasta parecerse a lo que hoy es en la actualidad: perdió el acompañamiento eclesiástico y militar, al que debían de contribuir los pueblos de la comarca, y desapareció la supervisión que ejercían los oficiales de la casa ducal.
En su desarrollo durante las dos últimas centurias, la festividad no ha sido estudiada apenas. Es un tema que queda abierto para futuros investigadores.
Pues esperemos que un tema tan interesante como este, sea tomado en consideración por algún investigador y que haga un buen estudio sobre ello.
ResponderEliminarSaludos!
Pues entonces, madame, campo abonado para usted. Ahi tiene un tema interesante más sobre una bonita tradicion que ha conseguido sobrevivir, aun con variantes.
ResponderEliminarFeliz tarde de viernes, muy lluviosa por aqui.
Bisous
Muy interesante esta última entrega del Corpus bejarano. Ojalá esas investigaciones, paradas en los últimos tiempos, según nos cuentas, se retomen pronto, al menos por los historiadores locales, y sepamos mucho más de cómo se ha desarrollado esta celebración a lo largo los siglos.
ResponderEliminarFíjate, a ti te ha hecho ilusión la presencia de San Isidoro de Sevilla en mi blog y a mí en el tuyo las de la Tarasca y los gigantes y cabezudos, tradición que aún sigue muy viva, como sabes, en mi querida Granada.
Que tengas un muy feliz fin de semana, Carmen.
Buenas tardes.
Carmen...
ResponderEliminarGracias por aportar estos datos. Si te soy sincero, nunca fui amante de esta festividad religiosa, más que nada porque siempre anduvo la Iglesia Catolica por medio, y no me llevo muy bien con ella ;). No obstante, tienes razón en que historiadores deben ahondar más en el transcurrir histórico de esta tradición. Me quedo con el ritual de los hombres de musgo, peculiar, pintoresco y veo que todavía sigue arraigado. Gracias.
Un abrazo
Interesantes estas entradas, con un aire de "color local", que a nosotros particularmente tanto nos gustan, dando a conocer la idiosincrasia bejarana.
ResponderEliminarTe animamos a seguir profundizando en el tema.
Besicos.
menuda historia que tienen, es impresionante y cada dia nos sorprendes mas.
ResponderEliminarBesos
Pues coincido con Madame, tienes materia de estudio ;). Por cierto lo de la capa usada y raída del clérigo me ha dejado flash.
ResponderEliminarBesos, Carmen.
lo que importa es que la tradición queda...
ResponderEliminaroye Carmen, aún aparecen los Duques de Béjar en... Béjar?
espero tu respuesta
Saludos
Me pasa como a Almalaire, lo de la capa me ha dejado impactado, pero lo del vagabundo enviado a galeras... todo sea por el boato y el esplendor. Y, por supuesto, el que los hombres de musgo no estén relacionados con la reconquista no les quita ni un ápice de interés.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen
Por aquí ando echando un ratito de lectura... Siempre con cosas interesantes...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Dissortat: de hecho ya un investigadro se ha dedicado a estudiar el patronazgo de la casa ducal sobre la procesión del Corpus, pero ésta no está estudiada en su conjunto, que es lo que apunta Jose Ignacio, el autor de esta entrada.
ResponderEliminarUn saludo
La Dame Masquée: pues nada, me pondré manos a la obra si es usted quien me anima.
ResponderEliminarUn besito
Jose: a ver si alguien se anima, porque en Béjar otra cosa no, pero hay un buen grupo de historiadores para ponerse manos a la obra, jejej
ResponderEliminarPues sí, aquí también había tarascas y cabezudos que salían en la procesión del Corpus, una tradición trsitemente desaparecida como muchas otras.
Un saludo
Félix Casanova: lo bueno de esta tradición del Corpus Christi de Béjar es que se pùede ahonadar en lo civil o en lo religioso, dependiendo de los intereses de cada uno. La figura central, para unos es el Santísimo para otros la figura de los hombres de musgo.
ResponderEliminarUn saludo
La Fuensanta y el Antón: veo que os gustan estas entradas relacionadas con las tradiuciones y fiesta bejaranas. Tomo nota para ir ampliando sobre estos temas.
ResponderEliminarUn besito
Mª Angeles y Jose: se hace lo que se puede, queridos amigos. Unos días las historias serán más aburridas y otras sorprenderán.
ResponderEliminarBesitos
Almalaire: seguro que la mayoría d elos clérigos de aquella época lucirían una "capa traída y llevada" como decían entonces; es decir, deslustrada, sucia y raída.
ResponderEliminarUn besazo
Mathías: después de una azarosa historia, durante el siglo XVIII y a la muerte del duque don Joaquín, el título cayó en manos de la Casa de Osuna, que lo unió a su enorme lista. En la actualidad el que ostenta el título de duque de Béjar es un señor que vive en Sevilla y que no debe venir mucho por Béjar. No te puedo decir se ha venido alguna vez porque lo ignoro.
ResponderEliminarUn saludo
Xibelius: ¿y lo de las hechiceras? Seguro que las pobres mujeres sólo acaparaban hierbas del campo para aliviar los males de sus convecinos, pero en fin...
ResponderEliminarY estoy contigo. No le quita nada de interés, al contrario.
Un saludo
La sonrisa de Hiperión: gracias por pasearte por aquí.
ResponderEliminarUn saludo
Malina: me encanta que los bejaranos nos podamos comunicar a través de los blogs, pues podemos compartir a través de ellos experiencias, historias y amistades, ¿no te parece, bejarana?
ResponderEliminarConozco bien la zona que me dices porque mi novio vive exactamente en la calle de los Curas, así es que paso por ahí casi todos los días. Veo que has vivido parte de tu infancia a la sombra del Palacio Ducal, habitando junto a los muros que en otros tiempos sirvió de refugio a los duques de Béjar. Seguro que alguno de ellos se presnetó en tus sueños y veló mientras dormías, jejej
Otro abrazo también para tí y encantada de tenerte como visitante en este blog
Malina: luego dicen que internet es malo... Claro depende de en qué dosis y para qué lo utilices.
ResponderEliminarMe acuerdo de la tienda de ultramarinos, aunque bien es verdad de que, cuando era pequeña no bajaba mucho por La Antigua (ya sabes que para muchos bejaranos eso de ir a tu barrio es como ir a otro pueblo. Sin ir más lejos los de Los Praos todavía dicen eso de "vamos a Béjar" y sólo tienen que pasar el Puente, jejeje). Seguro que la mi familia política os conocen de sobra. Ya preguntaré...(sin caer en el mal endémico de este pueblo que es el cotilleo).
¿Dices que has nacido en Béjar y te consideras castellana? Para los de Valladolid somos extremeños y para los de Extremadura castellanos. Para mí que vives en el sur, jejeje
Un besazo
Gracias por el detalle Carmen, yo si fuera el actual duque, iría mucho por allá, y estaría orgullosísimo de que mis antepasados hayan ayudado a crear una ciudad tan bonita que nos expones a diario.
ResponderEliminarUn saludo
Independientemente de que hablemos de realidad o leyenda (una gran parte de las celebraciones populares se basan en mitos y exageraciones), es necesario mantener las tradiciones populares, siempre que no sean sangrientas o en detrimento de terceros. Es la identidad de un pueblo. Es la vigencia de la fiesta.
ResponderEliminarUn saludo.
Mathías: la verdad es que se podía dejar caer por aquí de vez en cuando, por lo menos para que le conociéramos.
ResponderEliminarUn saludo
Malina: por aquí os conocen sí, sobre todo a tus padres.
ResponderEliminar¿O sea que eras "piojo rojo" como llámábamo las "piojo verdes" a las niñas que llevabáis el uniforme de las Amantes? (Las piojo verdes éramos las de las salesinas, en los tiempos en que los niños llevaban uniformes...)
Pues sí, tengo una cuenta personal en facebook. Búscame por mi nombre y pallidos y allí estaré.
Abrazos mil
Cayetano: por lo que respecta a Béjar, el mantenimiento de la tradición de los hombres de musgo está asegurada.
ResponderEliminarUn saludo
Uy Carmen! no había visto la tercera parte! que despiste! bueno ante todo decirte gracias por traernos esta interesante serie de entradas que ha resuelto muchas de tus dudas, creo que pronto dedicaré una entrada a la relación entre Corpus y Austrias, mientras mi siguiente entrada estará dedicada a la proclamación de Carlos II de 1665 con todos sus problemas de precedencia que se tanto te gustan.
ResponderEliminarSaludos.
Malina: Pues a partir de ahora podemos contactar a través del blog y por el facebook.
ResponderEliminarUn besazo
Carlos II: tus próximas entradas prometen (como siempre, por otro lado). Sí, como has vito me gustan mucho los jaleos por las precedencia. Seguro que este gusto me viene por mi vena bejarana porque siempre había conflictos entre el Cabildo y el Consistorio por la misma causa, jejej
ResponderEliminarUn saludo
La tendencia de los poderosos a ejercer el mayor control posible sobre todas las actividades, incluídas las fiestas, es tremenda, y sigue... Muy interesante toda esta serie. Felicidades al autor.
ResponderEliminarEs normal que al decaer todo el aparato y parafernalia que conllevaba las fiestas en el Antiguo Régimen, y pasar a ser unas fiestas más "normalitas", decaiga también el interes histórico. Pero creo que todas las tradiciones, por simples que parezcan, deben ser bien estudiadas, porque nos informa de como es la sociedad en la que pervive. Un saludo, Carmen.
ResponderEliminarMalina: en mi lista de blog puedes encontrar a algunos bejaranos bloggeros.
ResponderEliminarBesos
Isabel Romana: los hombres cambiamos poco, por lo que estamos viendo.
ResponderEliminarAl autor le llegarán tus felicitaciones.
Un saludo
Toma ya!!! a galeras por vagabundo... jolín con los señores feudales...
ResponderEliminarPaco Hidalgo: el esplendor que tuvo el Corpus de Béjar en el Antiguo Régimen no será nunca recuperado. Pero al menos nos queda la figura del Hombre de Musgo y la voluntad de los bejaranos. A veces las voluntades tienen más fuerza que muchas tradiciones. Sin ellas muchas fiestas hubieran caído en el 0lvido.
ResponderEliminarUn beso
Jose Luis de la Mata: los vagabundos estaban penados en la sociedad del Antiguo Régimen. Uno podía ser corrupto, regentar una mancebía, pícaro o maltratar a la servidumbre, pero nunca, nunca, ser un vagabundo, porque era sinónimo de vago.
ResponderEliminarEs curioso que en la Inglaterra Victoriana también se encarcelase a los vababundos y personas sin oficio ni beneficio.
Un saludo