*Durante unos días permaneceré alejada de Internet, así que os dejo un par de entradas programdas para que disfrutéis con las historias de la Casa Ducal narradas por mi buen amigo en la distancia Jorge Zúñiga Rodríguez.
Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
María de Zúñiga y Pimentel, hija y esposa
respectivamente de los dos primeros duques (y tía además
del que fue su esposo), gobernó sola durante el breve período
de dos años entre la muerte de su marido y su propio fallecimiento, dejando como
legado una generosa provisión para edificar un hospital para los pobres que sean de esta mi villa de Béjar y lugares de su
tierra, excepto si no pasare alguno y enfermare yendo de camino (testamento
de doña María en Documentos sobre los
seis primeros duques de Béjar, Anastasio Rojo Vega, 2008)
Fachada del Hospital
de San Gil, hoy Museo Mateo Hernández, Béjar
Otro de sus legados
fue la provisión de seiscientos mil maravedís
de renta, más cien mil eventuales,
para la edificación de un colegio en la
ciudad de Salamanca dedicado a San Guillermo, en el cual perpetuamente recibirían instrucción
teológica y mantenimiento cincuenta
frailes franciscanos, o en su
defecto agustinos. De hecho era una facultad de teología, por lo que el colegio debía
construirse en la Universidad de Salamanca (El convento de San Agustín y el colegio de
San Guillermo, Teófilo Viñas Román, 2002) y albergar una iglesia y capilla donde se haga mi
entierro humilde y sin curiosidad…