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26 de enero de 2024

Dos obras del ceramista talaverano Juan Ruiz de Luna (1863-1945) en fábricas textiles bejaranas

 Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid,  4.932 (15/12/2023), p. 10.

En 2022 publicamos un artículo, dividido en dos partes, en el que dábamos a conocer un par de ejemplos del arte cerámico de Juan Ruiz de Luna en Béjar: la fuente de la residencia teatina del santuario del Castañar y los murales neoplaterescos de la fachada del edificio construido por Benito Guitart Trulls en la calle Mayor de Sánchez Ocaña 6[1]. Su presencia nos inducía a pensar en la más que probable existencia de más ejemplos en nuestra ciudad hasta ahora desconocidos. Recordemos que Juan Ruiz de Luna (1863-1845) no fue un simple artesano de la cerámica, sino un artista que supo recuperar la tradición decorativa talaverana adaptada a los nuevos gustos y estéticas de finales del siglo XIX y sobre todo de principios del siglo XX. No en vano, se relacionó con otros consumados creadores del momento como Benlliure, Zuloaga o los hermanos Lumière. Sus obras adornan edificios repartidos por toda la geografía española. En Talavera de la reina, además, existe un museo que lleva su nombre.

Mural de la Virgen del Castañar de la fábrica textil de Manuel Bruno Nevado. Foto María Jesús Santamartina

 

En el mencionado artículo dábamos por cierta la relación entre un arquitecto total, muy del estilo de sus homólogos barceloneses, como era Benito Guitart Trulls[2], arquitecto municipal entre 1893 y 1895, y Ruiz de Luna, pues bien pudo haber realizado otros encargos para edificios diseñados por el catalán en su etapa como arquitecto de Ciudad Lineal en Madrid e indudablemente en Béjar, como se demuestra en el hecho de la presencia de los murales para el edificio de la calle Mayor diseñado por Guitart. Sin embargo, la aparición de nuevos ejemplos del talaverano en Béjar rompe los lazos exclusivos con el catalán y se extiende a las preferencias de la burguesía bejarana por su buen hacer decorativo. La razón estriba en que este lapso de tiempo de un año hemos hallado dos nuevos ejemplos de su mano, tema principal del presente artículo.

29 de agosto de 2023

Nuevos datos sobre "El pino de Béjar" de Darío de Regoyos

        Autora: Carmen Cascón Matas    

    Hace unos días volvía a la palestra digital el lienzo El pino de Béjar, del pintor impresionista Darío de Regoyos, expuesto en el Museo del Prado. En su red social de twiter la pinacoteca lo elegía “obra del día” de su colección expuesta a ojos del público. Su estancia en el Prado es relativamente reciente al haber sido donada por el coleccionista Hans Rudolf Gernstenmaier junto a otras once obras pictóricas en 2019. La tela recoge como centro de la composición un pino fuertemente iluminado por la luz, de tal manera que la sombra de su tronco destaca sobre la pared de un murete que se desarrolla por detrás, ocupando sus sillares la mitad del lienzo. En la mitad derecha, tras el muro que concluye, se abre la sierra de Béjar, nevada a trechos, con el monte del Castañar verde y frondoso a sus pies y una línea de chopos enmarcando, suponemos, un camino. A las plantas del árbol gigante, se ampara una humilde huerta, quizá de patatas, ya en sombra. 

 El pino de Béjar. Darío de Regoyos. Museo del Prado

            Contamos hace un tiempo[1] que el artista, uno de los máximos exponentes del impresionismo en España, había recalado en Béjar y en Candelario en el año exacto de 1900, llegando a nuestra ciudad en tren desde Salamanca. Gustaba de viajar y recorrer distintos puntos del país, cuyos pueblos, gentes y costumbres dejaba plasmadas en el lienzo. En su obra no eran ajenos temáticas tales como el choque de la modernidad con la tradición y eran frecuentes elementos novedosos como el ferrocarril, los puentes de hierro y los avances de la técnica.

15 de julio de 2023

El exvoto encargado por la duquesa de Plasencia Leonor de Pimentel y la conexión sumeria

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

 

Nuestra actualidad está llena de constructos que vienen del pasado, a los que reasignamos nuevas funciones o nuevos significados. Se podría hablar de un reciclaje de recursos de la memoria colectiva (¿economía de la razón?), o tal vez de una falta de apertura a nuevos horizontes en el campo de las ideas. Especialmente en el terreno religioso, son innegables los lazos que la cultura europea mantiene con sus precedentes, que equivocadamente consideramos extintas.     

 

 Exvotos sumerios. Pinterest.com

 

Los sumerios -que nos legaron los primeros avances de la civilización, pero también el miedo y la sumisión a dioses y reyes- agradecían los favores de las divinidades dedicándoles estatuillas, las que podían tener la forma de la deidad misma, la del beneficiado o de ambos a la vez. Originalmente confeccionadas en arcilla, más tarde fueron fabricadas en metal y son la base de lo que hoy conocemos como exvotos.

13 de mayo de 2023

El Terno Rico del Corpus de Santa María la Mayor: el regalo de una duquesa de Béjar cuya identidad se omitió a lo largo de los siglos

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4.896 (03/VI/2022), p. 4.

 

     En la iglesia de Santa María la Mayor de Béjar se conservan valiosas piezas de ropa litúrgica. El paso del tiempo apenas han hecho mella en ellas y cuando se tiene la suerte de contemplarlas, el asombro por su estado de conservación y, por qué no decirlo, la pregunta de cómo han llegado a la actualidad aflora a los labios. Un precioso terno rojo nos incita a acariciar su terciopelo, a recorrer con los ojos sus bordados de delicadas flores sobre seda blanca, a apreciar cada puntada invisible, a trazar visualmente los entrelazados que unen unos motivos con otros, a imaginar qué habilidosas manos llegaron a crear tanta maravilla

Detalle del bordado de la casulla del Terno Rico


      La pieza que nos atrae de esa manera es el Terno Rico o Terno del Corpus. Un terno es un conjunto de vestiduras litúrgicas utilizadas por los sacerdotes antes del Concilio Vaticano II, aunque en la actualidad pueden ser usadas en ocasiones solemnes. Según el Diccionario de Autoridades de 1729 «privativamente se toma por el vestuario uniforme de los tres, que celebran una Missa mayór, ò assisten en esta forma à alguna funcion Eclesiástica». Los tres oficiantes de la misa eran el sacerdote, el diácono y el subdiácono, y las piezas de que constaban eran la casulla, la dalmática, la estola, el paño de cáliz, el paño de hombros, el manípulo y la capa pluvial. Sin entrar a explicarlas con detenimiento, quiero centrarme en su historia, en su donante y en su función. 

28 de abril de 2023

Descubrimiento del busto a San Juan Bosco

Autor: Francisco Tejeda Blázquez

En 1990 la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos de Béjar conmemoraba las bodas de Diamante de su fundación (1915-1990). En sus principios su primer presidente fue Segundo Estévez y el primer consiliario Buenaventura Roca. Para celebrar esta efeméride, durante el curso 1990 se organizaron diversos actos conmemorativos. Como acto principal se propuso erigir un monumento a don Bosco en la plazuela de su mismo nombre, frente al antiguo colegio Salesiano, hoy residencia de mayores «Mamá Margarita». Y sobre este gran objetivo nos centramos, la inauguración del Busto a don Bosco.


 

En este curso se crea una comisión ejecutiva presidida por José Ángel Hernández, con el único fin de gestionar y conseguir fondos. Después de un arduo trabajo, contactos y gestiones en la tarde del sábado 30 de junio de 1990, una vez finalizado el acto religioso que fue presidido por el inspector salesiano Aureliano Laguna en un templo salesiano lleno de gente, se inauguraba el busto a San Juan Bosco. 

25 de marzo de 2023

Dos ejemplos de la azulejería de Juan Ruiz de Luna en Béjar (1863-1945) (2ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4.903 (14/IX/2022), p. 11.


          Si en octubre de 2021 me topé por vez primera con una obra del artista cerámico de Talavera de la Reina Juan Ruiz de Luna (recordemos, una fuente en la residencia teatina del Castañar) en Béjar, en marzo de 2022 volvía a cruzarse en mi camino de la mano de Maika Martín Peña y el bello edificio de Mateo Iglesias en la calle Mayor, cuya característica fachada ha sido restaurada hace unos años. 

Firma de Ruiz de Luna en uno de los azulejos que decoran la fachada de Sánchez Ocaña

 

            La construcción, debida a la mano del arquitecto Benito Guitart Trulls[1], luce en su fachada unos bellos paneles de azulejos con motivos platerescos azules sobre blancos. Inspirados en los relieves de los edificios salmantinos y no portugueses, como bien se ha barajado en los últimos tiempos, son charros en cuanto a la recuperación de elementos decorativos renacentistas y talaveranos por el taller de procedencia. La idea primigenia de colocación podemos explicarla, bien a la voluntad de Guitart, ejemplo de artista total que encarnaban los modernistas con el ejemplo de arquitectos como Domenech i Montaner o Puig i Cadafalch –eran capaces de diseñar mobiliario, azulejería, ferretería y otros elementos constructivos y decorativos, o bien de planear todos estos elementos en su conjunto-, bien al mecenas del edificio, el comerciante Mateo Iglesias, quien no dudaría en encargar al más afamado ceramista de Talavera la decoración de su casa bajo el proyecto del arquitecto barcelonés. Si la fuente del Castañar fue un regalo realizado a la residencia teatina por un industrial, los paneles cerámicos del edificio de la calle Mayor de Sánchez Ocaña procederían de la adquisición directa de su promotor o por la relación que existía entre los intelectuales y artistas del momento, véase un Guitart que entonces estaba trabajando en la Ciudad Lineal de Madrid[2] con Ruiz de Luna

18 de marzo de 2023

Dos ejemplos de la azulejería de Juan Ruiz de Luna en Béjar (1863-1945) (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid nº 4.902 (02/IX/2022).

        Es posible que me haya topado en algún momento de mi existencia con Juan Ruiz de Luna y, por supuesto, no en persona porque este artista azulejero nació en un pueblecito de Toledo en 1863, Noez, y murió en Talavera de la Reina en 1945. Sin embargo, desde octubre del año pasado hasta este mes de marzo en que escribo estas líneas se ha cruzado en mi camino por azares del destino dos veces y ambas en Béjar. 

 Fuente de Ruiz de luna en la residencia teatina del Castañar de Béjar

28 de febrero de 2023

El Ecce Homo de la iglesia desaparecida de San Andrés de Béjar y otros apuntes

 Autora: Carmen Cascón Matas

       Hace unos días tuvimos noticia del interés por restaurar un pequeño cuadro de solo 30 centímetros de lado que se guarda celosamente en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Béjar[1]. Quizá su calidad artística no sea notable, pero sí es interesante la historia que lo acompaña. Al respecto de su valor artístico, es posible que si se restaura podría aparecer la firma de su autor o, con la eliminación de repintes, encontrarnos con alguna sorpresa agradable en cuanto a su calidad originaria. 

Ecce Homo de la desaparecida iglesia de San Andrés

            Empecemos por analizarlo.  Representa un Ecce Homo de la mitad del torso hacia arriba, con la vista baja hacia su derecha y con una soga atada al cuello. Un halo circunda su cabeza de cabellos largos, ligeramente ondulados y cobrizos. Su figura destaca sobre un fondo oscuro, amarronado. Es posible que a su izquierda aparezca representada una columna. El estado de conservación es deficiente, con repintes aplicados en algún momento, faltas de materia pictórica en algunas zonas localizadas por pérdida y oscurecimiento general de la pintura por oxidación de los barnices y la suciedad adherida

 Ecce Homo de Luis de Morales (hacia 1565). Fundación Banco Santander

23x15 cm.

El modelo general responde al muy difundido por el pintor extremeño Luis de Morales y que tanto predicamento tuvo en la segunda mitad del siglo XVI con variantes (con o sin columna, con o sin soga al cuello o en las muñecas, presencia de capa roja o azul, caña y corona de espinas, del torso para arriba o de figura entera, mirando hacia la derecha o hacia la izquierda, o con los ojos hacia el cielo)[2]. Es arriesgado decir que este Ecce Homo de Béjar saliera de su mano porque la calidad es muy inferior a la de Morales y así podríamos estar ante un lienzo de seguidor o de taller que siga el modelo del maestro. La autoría nos es, de momento, desconocida. Gómez-Moreno sorprende al declarar sobre esta pintura «su factura y color, así como la disposición de la figura, recuerdan las obras de Morales, pero nada conozco suyo tan correcto, clásico y bello»[3]

 Ecce Homo. Taller de Luis de Morales. Museo del Prado

40x28cm.

            La historia del cuadro es interesante para Béjar porque procede de la parroquia desaparecida de San Andrés, un edificio que se situaba a extramuros de la villa, al final de Barrio Neila[4], cerca de la Puerta de la Traición, también desaparecida. Y tenemos constancia de ello porque una persona anónima escribió en el reverso a lápiz su procedencia, su situación en el retablo de la mencionada iglesia y que fue transportada a la de Santa María en 1703 por el clérigo Antonio Ortiz de Zúñiga. De este apunte podemos decir que este retablo se componía de cuadros en todo o en parte y solo se salvó este pequeño fragmento. 


Ecce Homo de Luis de Morales. Museo de Badajoz.

La iglesia de San Andrés debió de adquirir cierta importancia a lo largo de la Edad Media: primero porque tenía un hospital propio, que luego fue englobado en el de San Gil en 1573, y segundo porque ser párroco de San Andrés aparejaba el cargo de arcipreste de Béjar. Con la dependencia de esta parroquia a la de Santa María la Mayor con el proceso de reducción parroquial de 1568, fue perdiendo relevancia y acabaría arruinada hacia 1703, el año en que se traslada el cuadro, quedando de ella el cargo testimonial de arcipreste y cura de San Andrés, la cruz parroquial que acabó en la iglesia de Santa María (y que ahora se saca como principal de la parroquia en la procesión del Corpus Christi) y este lienzo. Que desapareció antes de 1727 explica que en ese año Ventura Lirios no la representase en su Vista de Béjar[5].

La devoción a San Andrés debía de haber calado hondo entre los bejaranos porque era procesionado junto con otras tallas de santos en la procesión del Corpus Christi[6]. Además se celebraba por su festividad una feria que desapareció en 1642 al quedar englobada en la general de septiembre y trasladarse a Aldeanueva del Camino. En esta feria de San Andrés se vendía y compraban cerdos y reses en la zona de la Solana[7]. Otro apunte de su relevancia en Béjar es que una de las torres del palacio ducal llamaba el nombre de Cubo de San Andrés

 Ecce Homo de Luis de Morales. Museo del Prado

73x50cm.

Detengámonos también en la cruz procesional de San Andrés por figurar en su reverso la figura de este santo. Siguiendo el excelente trabajo sobre platería realizado por Roberto Domínguez Blanca[8], se puede afirmar que es una gran obra de orfebrería en plata de principios del siglo XVII. Al ser imposible por fechas que proceda de esta desaparecida parroquia , ya reducida a Santa María desde 1568 como hemos comentado, quizá su precedencia sobre la de Santa María derive de seguir el arciprestazgo de Béjar vinculado a este desaparecido templo.



[1] Ya estaba allí en 1939 según don Juan Muñoz García. «Datos para nuestra historia. Sobre el templo y sobre la parroquia de Santa María». Béjar en Madrid, 1939, p. 3.

[2] Sobre este lienzo consultar Roberto DOMÍNGUEZ BLANCA y Mª Carmen CASCÓN MATAS. «El arte en Béjar desde el Medievo hasta 1900», en Historia de Béjar volumen II, Centro de Estudios Bejaranos y Ayuntamiento de Béjar, 2012, pp. 481-547. Aquí 488 y 489.

[3] Manuel GÓMEZ-MORENO. Catálogo monumental de la provincia de Salamanca. Caja Duero, Salamanca, 2003, p. 409. Recogido en el anterior.

[4] Robustiano GARCÍA NIETO. «Contribución al estudio de la Historia de Béjar». La Victoria, Béjar 1919, p. 124.

[5] Ceferino GARCÍA MARTÍNEZ. Un paseo por el Béjar del siglo XVIII. Madrid, 1987, 95 págs.

[6] Alejandro LÓPEZ ÁLVAREZ. Ideología, control social y conflicto en el Antiguo Régimen: El derecho de patronato de la Casa ducal sobre la procesión del Corpus Christi de Béjar. Centro de Estudios Bejaranos y Ayuntamiento de Béjar, 1994, 201 págs.

[7] OSUNA,C.233,D.191-192. Petición del concejo de la villa de Béjar (Salamanca) al duque para que autorice emplear los 8 maravedíes por cabeza que se cobran en la feria de San Andrés en la construcción de unos arcos para el suministro de agua a la villa a través del valle de Corredera.

[8] Roberto DOMÍNGUEZ BLANCA. La platería del Renacimiento en Béjar. Centro de Estudios Bejaranos y Ayuntamiento de Béjar, 2009, 340 págs.

 

31 de enero de 2023

Una talla de Mª Auxiliadora con mucha historia

 Autor: Francisco Tejeda Blázquez

    La talla de la Virgen Mª Auxiliadora que hoy podemos contemplar en la iglesia de El Salvador fue traída por los primeros salesianos que llegaron a Béjar sobre el año 1886 posiblemente de manos del primer director  Vicente Sekiralli (1896-1898) o de  Epifanio Fumagalli, segundo director (1899-1906).

 

    Fue un obsequio a la fundadora del colegio Felisa Esteban Rodríguez. La imagen fue construida en los talleres de Sarriá (Barcelona). 

24 de enero de 2023

El simpático retrato de Fray Blas Zamarreño y el cumplimiento de su última voluntad en 2016

Autora: Carmen Cascón Matas

    Vamos a remontarnos al año 2016. En sus primeros compases recibo un correo electrónico de Miguel Soto Pardo, colaborador de Béjar en Madrid y bejarano de adopción. Su intención era contactar conmigo para preguntarme una duda y desvelarme la existencia de un retrato cuyo propietario quería donarlo a Béjar, concretamente al ayuntamiento, con la idea de exponerlo en el convento San Francisco. ¿Por qué en este lugar?


 

    Para explicarlo deberíamos empezar antes de nada por describir el retrato. En óleo sobre lienzo y de autor desconocido, representa a un fraile tonsurado con hábito franciscano marrón, propio de su orden, retratado en tres cuartos y con el cuerpo mirando hacia la izquierda. Lo más interesante es la expresión del rostro: es un hombre relativamente joven que mira hacia el espectador con ojos chispeantes y simpáticos, y una sonrisa franca en los labios. El motivo de su alegría no sabemos si se encierra en su carácter o en su acompañante: un loro verde que porta en el dedo índice de su mano izquierda. 

20 de diciembre de 2022

Un lienzo del pintor Bartolomé Román de 1639 en una iglesia bejarana

 Autora: Carmen Cascón Matas

            Hasta 2010, en que fue restaurado por el taller de Las Edades del Hombre, el lienzo Nacimiento de Cristo con San José y Ángeles (según lo tituló Gómez Moreno, citando al párroco de San Juan Bautista, don José María Santamera Tejedor, en su catálogo de obras de principios del siglo XX) era desconocido para la mayoría de los bejaranos. La razón no era otra que pendía en la sacristía de esta iglesia, un espacio al que accedían un ramillete de fieles además de los sacerdotes, y que en realidad no era tal hasta un incierto momento. Me explico: la sacristía original se situaba (y sitúa aunque no se utilice para ello) adosada al presbiterio por su lado sur[1]. Mandada construir por la insalubridad de la anterior por el obispo de Plasencia don Pedro González de Acevedo, dejó de actuar como tal quizá porque se abrió una puerta de acceso desde la calle que servía para descongestionar el templo en momentos de mucho aforo. Y esta decisión se pudo tomar porque existía otro espacio, en este caso adosado al presbiterio en su lado norte, para tal cometido: la capilla privada de los Muñoz de Aguilar


            De fundación y uso privado, la capilla sepulcral de los Muñoz de Aguilar se construyó en torno a principios del siglo XVII. Sus principales promotores fueron Antonio de Sotomayor, Juan Muñoz de Aguilar, tesorero y canónigo de la catedral de León, y Diego Muñoz de Aguilar, Caballero de la Orden de Alcántara. Dentro de la capilla existe grabada una inscripción sobre pizarra en la que se lee:

Un pecador sacerdote fundo esta capilla y otras obras pías.

F A ORATE PRO EO 1609

E lo enterrase en ella a de ser con licencia del patrón

y su noble y cristiano viejo etc.

El patrón lo a de ser y sacar con persona noble.

Diego muñoz Año 1631.

10 de septiembre de 2022

La tabla de la Virgen de la Antigua, una de las dos obras que representan a Béjar en la nueva edición de Las Edades del Hombre en Plasencia

Autores: Carmen Cascón Matas y Roberto Domínguez Blanca

 Publicado: Béjar en Madrid, 4.895 (20/V/2022).


          El 11 de mayo de 2022 los reyes inauguraron la última exposición de Las Edades del Hombre, Transitus, con sede en Plasencia. En esta ocasión se han seleccionados dos obras del extenso y variado patrimonio de Béjar y sus localidades de ámbito histórico: la tabla de la Virgen de la Antigua, atesorada en la iglesia de Santiago, y el Cristo de un jovencísimo Mateo Hernández, guardado entre los muros del templo del Pilar y San José. Recordamos que no han sido las únicas piezas de nuestro entorno expuestas en Las Edades del Hombre: en 2007 se expusieron el Cristo Yacente, también de la iglesia de Santiago, y la cruz procesional de plata de la parroquia de Candelario, en la edición de Ponferrada; en 2009, el busto de La Dolorosa de San Juan Bautista en Soria; y en 2016 una tabla del retablo de San Gil en Toro. 

 Tabla de la Virgen de la Antigua de Béjar restaurada. 

Foto sacada de aquí

            El origen de la Virgen de la Antigua se ha vinculado por la historiografía a la toma de Sevilla por las mesnadas locales en 1248, pero dicha explicación es desafortunada ya que la tabla original, que se encuentra efectivamente en la catedral de Sevilla, no se ejecutó hasta el siglo XIV. Otra explicación más plausible es su relación con el linaje de los Zúñiga: Pedro de Zúñiga, señor de Béjar y alcalde mayor de Sevilla, adquirió gran cantidad de bienes muebles en la capital andaluza que obligaron a permanecer largas temporadas en ella a distintos miembros de la familia. Que adquirieran gran devoción por la virgen sevillana y que mandaran hacer una copia para trasladarla a Béjar es un motivo sencillo y quizá el más convincente para explicar la presencia de esta iconografía en la villa. 

5 de septiembre de 2022

Cuando la investigación histórica sirve para recuperar una pieza artísitica relevante para la ciudad

     Autora: Carmen Cascón Matas     

      Produce satisfacción observar que la investigación histórica tiene a veces una aplicación práctica. Que nuestros desvelos por dar a conocer y difundir el pasado de nuestra ciudad da a veces sus frutos. Que las horas que nos pasamos en archivos y bibliotecas tiene una recompensa. Que el ejercicio de escritura, de recopilación de datos y de lectura bibliográfica sirve para que en algunos casos nuestro trabajo se vea recompensado. Sin embargo, esta labor callada las más de las veces no es reconocida o conocida. En este caso, un cúmulo de casualidades han llevado a que un pequeño tesoro artístico vuelva a casa, si acaso alguna vez estuvo en Béjar, que quizá sí en la vivienda de algún bejarano. 

Pieza adquirida por la cofradía de la Virgen del Castañar ya restaurada


          En marzo de 2022 publiqué en Béjar en Madrid una investigación que llevaba tiempo escribiendo sobre la imagen más antigua que se conserva de la Virgen del Castañar, que se remonta a 1767 y que habéis podido leer en entradas anteriores. A ella remito para las notas al pie, referencias bibliográficas y documentales de esta entrada, y que recomiendo que leáis porque esta entrada es un mero resumen. 

3 de septiembre de 2022

«Para excitar la devoción a Nuestra Señora». Sobre las primeras estampas y grabados de la Virgen del Castañar (2ª Parte y final)

 Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4890 (04/III/2022), p. 4.


        Desglosando la trayectoria artística y profesional de Manuel Salvador Carmona, el autor de la estampa más antigua de la Virgen del Castañar que se conserva, no hay duda de que estamos ante uno de los mejores grabadores, por no decir el mejor, de la Ilustración en España. Y volvemos a la misma pregunta: ¿quién y por qué se encargó una estampa de la Virgen a tan insigne artista? El dispendio por el trabajo salió por la nada desdeñable cifra de 60 doblones de oro, una cantidad que no hemos hallado en el libro de la cofradía, lo cual nos induce a pensar que no fue ésta la que encargó el grabado

 

Manuel Salvador Carmona. Imagen sacada de aquí


 Grabado de la Virgen del Castañar de Béjar

 por Manuel Salvador Carmona, 1756

      Carrete Parrondo la menciona en su obra El grabado a buril en la España Ilustrada: Manuel Salvador Carmona, una referencia utilizada por Domínguez Blanca en el trabajo comentado[1]. Por azares del destino, hoy día tenemos la fortuna de poder contemplar su trabajo gracias a que esta estampa fue utilizada por el padre Francisco Yagüe para ilustrar su Historia de la Imagen del Castañar que se venera en la villa de Béjar, publicada en 1795[2] y de la que se conservan algunos ejemplares. La identidad de Francisco Yagüe sigue siendo un misterio. Sabemos que pertenecía a la familia de idéntico apellido dedicada a las manufacturas textiles, quizá hijo de Juan Francisco Yagüe Meluis, cuyo abuelo (en este caso bisabuelo del padre Yagüe) era ni más ni menos que Juan Luis Meluis, maestro flamenco. Cuando escribió el libro sobre la Virgen del Castañar se definía como «maestro pasante de teología y predicador». 

27 de agosto de 2022

«Para excitar la devoción a Nuestra Señora». Sobre las primeras estampas y grabados de la Virgen del Castañar (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4889 (18/II/2022), p. 4.

         El descubrimiento de uno de los enigmas más interesantes que planean en la historia de la devoción mariana de nuestra ciudad implica el rastreo de la estampa o grabado más antiguo que existe de la Virgen del Castañar. A este respecto sabemos por la investigación de Roberto Domínguez Blanca sobre la construcción del santuario[1], que para sufragar sus obras la cofradía se vio obligada a imprimir estampas de la santa imagen. Su venta otorgaba magros beneficios para tan magna obra, pero si el dinero recaudado se sumaba a las limosnas, la venta de la carne de los toros lidiados y los asientos en la plaza el día de la fiesta, o las “bodas” de la Virgen cuando se veneraba en parroquia de El Salvador[2], el resultado es que se podía continuar con tan loable propósito. Porque los gastos no eran precisamente pequeños si tenemos en cuenta que se edificó el santuario en su totalidad, incluido el presbiterio, la nave y las fachadas, el camarín y la sacristía, se alzaron los tres retablos, el principal y los laterales además de los paneles que cubren la capilla mayor, se costeó el púlpito y la reja, los elementos decorativos en yeso de las bóvedas, los frescos y hasta los confesionarios, tardándose más de un siglo en concluir, concretamente desde 1650 hasta la década de los 70 del siglo XVIII

          

13 de agosto de 2022

De dos sepulcros que viajaron desde San Esteban de Nogales (León) a Nueva York

         Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez  

       El Paso Honroso fue un episodio caballeresco (banal, diríamos hoy, pero tenía trasfondo político) protagonizado en 1434 en el puente de Hospital de Óbrigo, León, por Suero Quiñones y otros jóvenes acaudalados e influyentes en la corte de Juan II de Castilla. Al asunto se refiere Cervantes en El Quijote, y su puesta en escena sirve hoy de atractivo turístico para la localidad. En la camarilla de Suero estaba Lope de Estúñiga, autor del famoso cancionero, considerado su deudo (pariente) en algunos documentos.     

Vista panorámica del puente de Hospital de Órbigo. Es.wikipedia.org

       Es el caso que un siglo después, Suero de Quiñones y Zúñiga, bisnieto del anterior, contrae matrimonio con su parienta Elvira de Zúñiga, hija de Álvaro de Zúñiga, II duque de Béjar, y su amante Catalina Dorantes. La pareja se instala en el castillo de Villanueva de Jamuz (hoy en ruinas, pero con la torre de homenaje en pie) y ejerce patronazgo sobre el Real Monasterio de Santa María (también en ruinas), en San Esteban de Nogales, tierras del marqués de La Bañeza, Pedro de Zúñiga y Avellaneda.

2 de julio de 2022

"La máquina del tiempo. Relojes con vida". Los relojes de la familia Reig de Béjar (3ª Parte y final)

 Autor: Manuel Álvarez-Monteserín Izquierdo

Lo sorprendente e interesante en la vida del relojero bejarano José Ángel Reig Blasco está en que cuenta con una de las colecciones de relojes más interesantes de España, fundamentalmente de bolsillo, a la que se suman otras tipologías no menos importantes. En esta colección podemos encontrar relojes de distintas procedencias y nacionalidades: suizas, francesas, alemanas, italianas, portuguesas, españolas... por citar algunas. Dentro de esta tipología se podrían hacer dos grandes clasificaciones: caballero y señora, y asociadas a ellas otras subdivisiones por profesiones: militares, aviación, enfermería, etc. Pasaríamos a los relojes de sobremesa o chimenea (franceses normalmente) fabricados con diferentes materiales, siempre metal para la maquinaria, normalmente bronce, pudiendo estar profusamente decorados con tallas y policromía.



Los denominados relojes de pie o antesala son normalmente son de madera policromada y en otros casos decorados con diversas filigranas o motivos varios en bronce, bronce dorado o plateado, según los casos. Hay muchísimas denominaciones y clasificaciones en función del fabricante y país productor. José Ángel en los días de su jubilación ha conseguido poner en funcionamiento prácticamente la totalidad de los relojes de su colección y les sigue haciendo el mantenimiento oportuno.

24 de junio de 2022

"La máquina del tiempo. Relojes con vida". Los relojes de la familia Reig de Béjar (2ª Parte)

 Autor: Manuel Álvarez-Monteserín Izquierdo

 Fotografías del autor.

Sin crear escuela propia, sí supo enseñar Ángel Reig González a sus hermanos el oficio, fundamentalmente a Pedro, y a sus hijos Julia y José Ángel, siendo este último quien realmente se dedicó de lleno a esta actividad. Actualmente posee una de las mejores colecciones de relojes de la provincia, de tipologías muy diversas. Su hermana Julia fue, tal vez, la única mujer dedicada durante unos años a la relojería en Béjar.

 

Relojes de la colección de José Ángel en su emplazamiento original

La clientela de Reig era muy diversa y se extendía a prácticamente todos los sectores de la población bejarana. Siempre comentaba que a nivel particular, había en Béjar muy buenas piezas de relojería. Entre las marcas de prestigio y conocidas, tenía la exclusiva de Omega. Una manera de promocionar esta marca u otras era a través de una rifa: varios clientes se asociaban en torno a un buen reloj y cada semana entregaban una cantidad en concepto de anticipo a cuenta, y Reig les adjudicaba un número, de tal forma que el atractivo, a parte del reloj, era que alguien con la primera cuota podría llevarse el reloj y el resto seguir pagándolo.