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16 de junio de 2023

Las fiestas de antaño y su música en Béjar (2ª Parte y final)

Autora: Josefa Montero García

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2019, pp.24-29.
 

Fiestas populares y civiles

Apenas se encuentran ejemplos de fiestas puramente civiles, sin ninguna ceremonia religiosa. Este es el caso del 1 de mayo, que los obreros celebraban con distintos actos y una manifestación, siempre acompañada por la banda de música. En 1919, esta agrupación les ofrecía un concierto vespertino en Santa Ana, donde se estrenó el pasodoble Nabuco, de Adrián Martín, hijo del director Gonzalo Martín, y entre otras piezas, sonó un fragmento de la ópera Garín de Tomás Bretón, salmantino y autor de la famosa Verbena de la Paloma, que gozaba de gran prestigio en la época[1].

 Salón Variedades de Béjar. Foto sacada de aquí

Con la infancia como protagonista, se celebraba en primavera la fiesta del árbol. Asistían los niños de escuelas públicas y colegios privados, que salían al campo en procesión, acompañados de sus maestros y autoridades civiles, militares y religiosas. En 1917, fue el 29 de abril y asistieron más de 1 400 niños que se dirigieron a “la extensa pradera que se extiende a ambos lados del comienzo del viejo y frondoso camino del Bosque”. Allí hubo discursos de mayores y pequeños y la gran masa infantil cantó el Himno del árbol y el Himno de la bandera. Costeó la abundante merienda el industrial Felipe Gutiérrez[2]. En 1919, la fiesta se celebró alrededor de la ermita de Santa Ana y acompañó la banda de música del Colegio Salesiano[3].

11 de febrero de 2023

Yo viví el Club Juvenil Bosco de Béjar. Una breve historia (6ª Parte y final)

Murga La Bejarana

Las fiestas y ferias de Béjar pasaban sin pena ni gloria. Los actos programados eran flojos, no tenían el interés que deberían tener y las actividades para los jóvenes carecían de interés. Había que conseguir que la gente participara de la alegría de las fiestas en las calles, pasar de actos pasivos a actos activos, que la ciudad entera viviera y disfrutara de sus fiestas y ferias.

Animados por José Marshall Carrera (presidente del Club Polideportivo Bejarano), a principios del mes de agosto de 1978 un grupo de jóvenes del Club Juvenil Bosco empeñados en celebrar las fiestas con alegría callejera, empiezan a moverse y a madurar la idea con el lema “¡A la calle como sea!”, y después de algunas gestiones y contactos con amigos y conocidos, la iniciativa se consolidaba.

4 de septiembre de 2021

Breve inventario de regocijos y jolgorios bejaranos civiles de la Edad Moderna y siglo XIX (2ª Parte y final)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2019


Fiestas civiles fijas en el calendario por hechos de armas

El 3 de mayo de 1839 se produjo en las calles de Béjar una lucha cuerpo a cuerpo entre el ejército carlista del general Basilio y el isabelino comandado por el laureado general Pardiñas, que con el apoyo de la Milicia Urbana de Béjar acabó expulsando a los carlistas con el derramamiento de no poca sangre. Como recompensa la reina Gobernadora Mª Cristina hizo entrega de una bandera de España al Ayuntamiento de Béjar, que se recibió con pompa y boato en 1839. No faltaron el repique de campanas, la bendición y jura de la bandera, la parada de la Milicia Urbana en la Plaza, la suelta de novillos en la Plaza Mayor y una corrida de toros en el Castañar. A partir de ese año se estipuló la celebración de un homenaje a los caídos en aquella jornada gloriosa de 1838, fiesta que fue eclipsada años después por la de 1868. 

 Hoy día también se celebra el Día de los Mártires de la Libertad con una procesión cívica. Foto Béjar al día

Precisamente la bautizada como “Función del 28 de septiembre”, hoy Día de los Mártires por la Libertad, nació del deseo de los bejaranos de no olvidar las jornadas luctuosas de septiembre de 1868. Unos días después de la masacre perpetrada por el ejército realista entre los habitantes del barrio de La Corredera, indefensos frente a una carga indiscriminada y profesional, se acordó de manera unánime festejar todos los años este suceso inolvidable para aquellos que lo vivieron. No todos los días un pueblo entero se levanta en armas en favor de la libertad y de la democracia y se gana la batalla, aunque habría de puntualizarse que el golpe de estado triunfó en toda España y los bejaranos fueron a rebufo de los acontecimientos nacionales. Así se acordó que, tras una misa de difuntos en San Juan con la presencia de los sacerdotes, el Ayuntamiento en pleno, autoridades y amigos de los fallecidos, se repartiese una limosna para los pobres de 1000 libras de pan y la iluminación del edificio consistorial[1]

29 de agosto de 2021

Breve inventario de regocijos y jolgorios bejaranos civiles de la Edad Moderna y siglo XIX (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2019, pp. 14-18.

     Adéntrate lector en este artículo en el que te ofrezco unas breves pinceladas sobre las festividades civiles, o más o menos civiles, con las que los bejaranos de otro tiempo rompían la monotonía de sus rutinarias vidas. Te adelanto que, si bien algunas se han mantenido a lo largo de la Historia, otras han sido engullidas por el loco devenir de los siglos. Y aunque la mayor parte disponía de un lugar fijo en el calendario y el componente religioso era el que primaba, las menos surgían de manera improvisada por obra y gracia de la familia ducal o del monarca que rigiera sus destinos. Las celebraciones plenamente civiles comienzan su andadura en el siglo XIX, a menudo vinculadas a hechos de armas. 

 

Gigantes y cabezudos en La Corredera.
Archivo Fotográfico y Documental de Béjar

       En todas, querido lector, bien sean fijas o puntuales, encontrarás unos denominadores festivos comunes: repique de campanas, aderezo de calles, ventanas y balcones, estallido de cohetes y fuegos artificiales, luminarias, encamisadas y mascaradas por la noche, construcción de arcos de follaje, contratación de compañías de comediantes y grupos de danzantes, sueltas de toros y corridas de novillos en las plazas del Castañar o de la plaza Mayor (salvo cuando se prohibían), al margen de las consabidas procesiones y romerías, misas, bendiciones y Te Deum[1].