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12 de enero de 2024

Los validos y el linaje de los duques de Béjar

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

        La época de los validos -nobles que ejercían el poder político real por amistad con el monarca, sin nombramiento formal- se adscribe a la de los Austrias menores, pero hubo dos antecedentes en el reino de Castilla en los cuales el linaje de los duques de Béjar estuvo muy involucrado, incluso con cargo de asesinato en el primero. Se trata este del condestable Álvaro de Luna, noble que llegó a tener ascendencia sobre el rey Juan II hasta extremos de dependencia y sumisión que requerirían algún tipo de explicación psicoanalítica.

 

El condestable Álvaro de Luna en su tumba en la catedral de Toledo. Es.wikipedia.org

 

        El rey tomó tanto amor con Álvaro de Luna que non podía estar nin folgar sin él, nin quería que durmiese otro con él en su cámara, en tal manera que la reina Catalina (madre de Juan II) veyendo aquesto, que de grand amor no podía nascer sinon gran daño…, mandó echar del reino al dicho Álvaro de Luna.

10 de septiembre de 2022

La tabla de la Virgen de la Antigua, una de las dos obras que representan a Béjar en la nueva edición de Las Edades del Hombre en Plasencia

Autores: Carmen Cascón Matas y Roberto Domínguez Blanca

 Publicado: Béjar en Madrid, 4.895 (20/V/2022).


          El 11 de mayo de 2022 los reyes inauguraron la última exposición de Las Edades del Hombre, Transitus, con sede en Plasencia. En esta ocasión se han seleccionados dos obras del extenso y variado patrimonio de Béjar y sus localidades de ámbito histórico: la tabla de la Virgen de la Antigua, atesorada en la iglesia de Santiago, y el Cristo de un jovencísimo Mateo Hernández, guardado entre los muros del templo del Pilar y San José. Recordamos que no han sido las únicas piezas de nuestro entorno expuestas en Las Edades del Hombre: en 2007 se expusieron el Cristo Yacente, también de la iglesia de Santiago, y la cruz procesional de plata de la parroquia de Candelario, en la edición de Ponferrada; en 2009, el busto de La Dolorosa de San Juan Bautista en Soria; y en 2016 una tabla del retablo de San Gil en Toro. 

 Tabla de la Virgen de la Antigua de Béjar restaurada. 

Foto sacada de aquí

            El origen de la Virgen de la Antigua se ha vinculado por la historiografía a la toma de Sevilla por las mesnadas locales en 1248, pero dicha explicación es desafortunada ya que la tabla original, que se encuentra efectivamente en la catedral de Sevilla, no se ejecutó hasta el siglo XIV. Otra explicación más plausible es su relación con el linaje de los Zúñiga: Pedro de Zúñiga, señor de Béjar y alcalde mayor de Sevilla, adquirió gran cantidad de bienes muebles en la capital andaluza que obligaron a permanecer largas temporadas en ella a distintos miembros de la familia. Que adquirieran gran devoción por la virgen sevillana y que mandaran hacer una copia para trasladarla a Béjar es un motivo sencillo y quizá el más convincente para explicar la presencia de esta iconografía en la villa. 

28 de enero de 2022

“Al duque de Béjar, marqués de Gibraleón…”

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

       Cuando Cervantes dedicó la primera parte del Quijote a Alonso de Zúñiga, VI duque de Béjar, VII marqués de Gibraleón y demás títulos, se cumplían ochenta años desde que el emperador Carlos V elevara el señorío olontense a marquesado para su compadre Álvaro de Zúñiga, II duque de Béjar, y casi doscientos desde que la zona pasara a dominio de  los señores de Béjar por el matrimonio de Pedro de Estúñiga con Isabel de Guzmán, nieta en cuarta generación de Alfonso X el Sabio y heredera de Gibraleón. 

 

Señorío de Gibraleón (arriba izquierda) en el reino de Sevilla, s. XIII. Wikiwand.com

 

        De las huellas que el linaje y apellido dejaron en la zona durante cuatro siglos (hasta 1777 en que falleció sin descendencia Joaquín de Zúñiga, XII duque de Béjar y XIII marqués de Gibraleón), algunas han salido a la luz recientemente, como el espacio que Francisco de Zúñiga, V duque de Béjar y VI marqués de Gibraleón, mandó abrir en un muro de la iglesia de San Juan Bautista para panteón familiar, y que luego hizo tapiar.

17 de julio de 2021

Cartaya y Béjar: seiscientos años de historia

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez  

 

         Cartaya -ciudadela en fenicio- es una localidad y municipio de la provincia de Huelva, Andalucía. Situada en el ámbito de la desembocadura del río Piedras, cuenta hoy con alrededor de 20.000 habitantes, dedicados principalmente a actividades económicas del sector primario (agricultura, ganadería, pesca), algunas del secundario (industria), otras del terciario (ocio, turismo) y también del cuaternario (cultura). Posee excelente clima, buenas playas, y dista por carretera 22 km de Huelva, 190 de Sevilla y 492 de Béjar.

 

Reconstrucción del castillo en 3D  aquí


        La heráldica municipal de Cartaya lleva en el centro un castillo de oro adjurado (aclarado) de sinople (verde) sobre un campo de gules (rojo) timbrado de corona de marqués, imagen estereotipada del edificio, o al menos de las murallas que de él quedan, enclavado en un alto en medio de la población.

28 de abril de 2019

De los doce Duques de Béjar que pudieron ser diecisiete

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

      Tal vez por el arquetipo de los Doce Pares de Francia u otra razón, éste ha sido el número con que tradicionalmente se ha contado a los individuos de la misma familia y apellido que desde 1485 hasta 1777 se sucedieron como titulares del ducado de Béjar. La causa de tan singular y estricta progresión procede de casi un siglo antes, 1397, cuando Diego López de Estúñiga y Orozco (Diego López era el nombre de pila y el apellido Estúñiga, antes también Stúñiga y en 1476 castellanizado Zúñiga), primer señor de Béjar y de muchas otras villas, instituyó sobre todas ellas un mayorazgo que condicionaba legalmente el usufructo al apellido y lo estableció en su testamento. Más adelante, en 1565, doña Teresa de Zúñiga, III duquesa de Béjar, declararía en el suyo lo siguiente: 

        Yten declaro y señalo por sucesor en la casa de Béjar y estado con el derecho de presencia a don Francisco de Zúñiga mi hijo mayor, el cual (sic) y sus sucesores encargo, así hayan mi bendición, que cumplan todos mis vínculos y condiciones que la dicha Casa tiene, y especialmente de traer las armas y apellido de Zúñiga a solas, sin traer otras ni otro apellido, porque haciendo lo contrario pierde la sucesión, según lo instituyó y mandó Diego López de Zúñiga, mi señor, institutor de la dicha Casa, en su testamento… (Rojo Vega, Anastasio: Documentos sobre los seis primeros duques de Béjar, 2008) Ambos testamentos están en el Archivo Histórico Nacional, Sección Nobleza, etiqueta OSUNA, y el de Diego López de Estúñiga/Zúñiga se puede leer completo en la red  

Primer folio, de 102, del testamento de Diego López de Estúñiga/Zúñiga, Valladolid 24/02/1417. BNE 


15 de octubre de 2018

La rendición de Granada y el II Duque de Béjar Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán

*Para no saturar demasiado a nuestros lectores con el tema estrella de este año 2018, por conmemorarse el aniversario de los 150 años de la revolución Gloriosa que tanto significó para Béjar, intercalaremos trabajos de otras temáticas. 

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

       Veintidós años tenía Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán, futuro II duque de Béjar, cuando empezó a tomar parte en la Guerra de Granada con pendón y hueste de su abuelo, Álvaro de Zúñiga, I duque de Béjar y I duque de Plasencia (fallecido en 1488) y de su padre Pedro de Zúñiga, II conde de Bañares, según relata el hispanista estadounidense William H. Prescott (1796-1820) en The Art of War in Spain.  

 
The Conquest of Granada 1481-1492, obra reeditada en Londres en 1995. The Art of War in Spain. William H. Prescott 

       El mismo autor señala que, habiendo establecido campamento cerca de Loja, su pariente el II conde de Tendilla Íñigo López de Mendoza recibió en batalla fuertes golpes con maza y casi cayó en manos enemigas, si no lo hubiese salvado a tiempo el joven Álvaro de Zúñiga; y es curioso constatar que otro extranjero, el hispanista alemán Ludwig Pfandl (1881-1942) esta vez, se haya preocupado de rescatar en su obra Felipe II, 1938, el hecho de que el II duque de Béjar Álvaro de Zúñiga cojeaba (en sus últimos años) a razón de una herida en la pierna ganada en la guerra de Granada