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26 de noviembre de 2022

"El diluvio de Santa Lucía" de 1617

 Autor: Agustín García Gómez

No es tierra la nuestra propicia para riadas o inundaciones, aunque sea uno de los lugares donde más llueve del país según lo demuestran las estadísticas. Uno que ya va teniendo una edad recuerda que su abuelo, un labrador comarcano, le hablaba del “orinal” de Béjar. Con sorpresa muchos años después se ha enterado de que “orinal” es un término usado en meteorología para designar un lugar donde el viento y las nubes con lluvias que entran desde el suroeste y se dirigen al noreste chocan contra las montañas y se quedan acumuladas en zonas más bajas donde descargan. Tampoco su orografía montañosa, que propicia el transito rápido del agua por sus vertientes, facilita las inundaciones y dañinas riadas de las temidas gotas frías del levante y sureste en el país, donde la vida le ha traído a vivir a uno.

 Puente de Riofrío en la actualidad. Foto sacada de aquí


Aun así, en la noche de Santa Lucía del 13 de diciembre de 1617, debieron aliarse todos los elementos climatológicos adversos para ocasionar “El Diluvio de Santa Lucia”, que arruinó el Puente de Riofrío en el Palomar Bajo y recogido en el ADBéjar: OSUNA,C.238,D.66. Su transcripción literal nos da mejor detalle de la desgracia ocurrida.

17 de diciembre de 2021

Dispendios del consistorio bejarano en la boda entre el conde de Belalcázar y la duquesa de Mandas en Becedas (Ávila) (1616)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.856 (02/10/2020).

         Las noticias familiares de los Duques –partos, bodas y cumpleaños-, constituían un motivo de regocijo para los bejaranos, habida cuenta de que el consistorio los celebraba con mayor o menor fasto y alharaca, de lo cual dan buena cuenta las actas consistoriales. Así se rompía durante un día de la calma chicha de la rutina, de la losa impávida del trabajo de sol a sol, de las preocupaciones por la subsistencia. Consultarlas nos incita a viajar en el tiempo, a pasear por esa villa, entonces ducal, marcada por las estrechas callejuelas embarradas y malolientes, de caserones palaciegos y míseras casuchas habitadas por hidalgos, damas de alcurnia, burgueses y artesanos, vagabundos y buscavidas, niños harapientos y ladrones de bolsas. 

Iglesia parroquial de Becedas (Ávila), donde tuvo lugar el enlace

 

            El 12 de enero de 1604[1] arriba, a uña de caballo, un correo desde la corte. Descabalga a la puerta de las casas consistoriales, se desprende del sombrero y, mientras exhala un aliento blanquecino por culpa del frío, saca del tubo metálico que porta en la mano un rollo con el sello ducal y entra con paso decidido, clamando por el corregidor.

7 de marzo de 2018

Becedas: entre los duques de Béjar y Teresa de Ávila





A Carmen Cascón, inductora del tema

     Poco de los duques, sus propietarios hasta el siglo XIX, y mucho del paso de la santa queda en esta localidad de Alto Tormes, cuyo nombre proviene de biezo (del galo bettios) que significa abedul, y lleva en su escudo, con corona real cerrada al timbre, tres de ellos de sinople puestos en faja y una iglesia de plata, en la que Francisco de Zúñiga y Mendoza, VII duque de Béjar y Plasencia, casó con su prima hermana Ana de Mendoza, III duquesa de Mandas y Villanueva y III marquesa de Terranova, el 13 de noviembre de 1616 (*)

 
Iglesia parroquial de Becedas, y su portada con los posibles retratos de los duques contrayentes a ambos lados debajo de la imagen central. Verpueblos.com y asturnatura.com

4 de noviembre de 2015

Chile, Béjar y la RAE

*En la entrada anterior Jorge Zúñiga nos desvelaba que el primer director de la RAE, Juan Manuel Fernández Pacheco, nieto del duque de Béjar, aparecía en el portal de esta institución sin su segundo apellido Zúñiga. Muchos de vosotros acudísteis inmediatamente a la web y, ¡sorpresa!, allí figuraba el apellido materno. Luego, ¿qué había pasado? Esta entrada os lo aclara... También teneis que tener en cuenta que las dos entradas, la pasada y ésta que hoy leéis, me las mandó Jorge hace tiempo...


Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez



Frecuentemente consultada desde Chile, la página web de la Real Academia Española de la Lengua presentaba un detalle que llamaba la atención en el apartado dedicado a su historia (La institución), donde se aludía a su fundador con el nombre de Juan Manuel Fernández Pacheco, ambos apellidos paternos.



Emblema de la RAE

Fue don Juan Manuel hijo de Diego López Pacheco y Portugal, VII marqués de Villena, y el apellido Fernández, antepuesto al de su padre cuando aún no estaban fijas las reglas de la onomástica civil, le venía de su abuelo Juan Fernández Pacheco (João Fernandes Pacheco), caballero portugués que pasó a Castilla a fines del siglo XIV.

28 de octubre de 2015

El Fundador de la Real Academia Española, nieto y sobrino de tres duques de Béjar


Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez 



Se trata de Juan Manuel Fernández Pacheco (sic), duque de Escalona, marqués de Villena y de Moya, conde de Xiquena y de San Esteban de Gormaz, virrey de Navarra, de Aragón, de Cataluña, de Sicilia y de Nápoles, caballero de la Orden del Toisón de Oro, y Grande de España (se le menciona corrientemente con el título de Villena por ser el más antiguo, aunque honorífico)    

Grabado, de Ildefonso Tobar



Su padre era Diego López Pacheco y Portugal, del linaje Biedma-Stúñiga en Galicia, que después de haber sido virrey de Nueva España, México, murió camino de asumir el virreinato de Navarra. Su madre fue Juana de Zúñiga Sotomayor y Mendoza, hija del VII duque de Béjar Francisco López de Zúñiga y Mendoza, y hermana del VIII, Alonso López de Zúñiga, y del IX, Juan Manuel López de Zúñiga.


18 de octubre de 2012

Semblanza de Francisco III de Zúñiga y Sotomayor, marqués de Gibraleón y duque de Béjar (2ª parte y final)



Autor: Antonio Mira Toscano, profesor de la universidad de Huelva. 
Conferencia pronunciada en Gibraleón en ocasión del traslado de los restos a esta ciudad del duque Francisco III.



Aunque el Marquesado de Gibraleón era para Francisco III Diego Zúñiga de Sotomayor algo más que el territorio del que obtenía sus rentas, su administración no desdeñó la necesidad económica de fomentar el asentamiento de población en sus tierras. Así, en marzo de 1589 publicaba una carta de franquicias para repoblar el lugar de San Bartolomé de la Torre, a cuyos vecinos ya había otorgado en 1575 el derecho de ser libres del pago de alcabala para cualquier venta de ganado, yeguas y potros realizada en la víspera del santo, así como otros mantenimientos que allí fuesen a vender. Del mismo modo, y preocupado por el continuo despoblamiento que sufría la costa de su señorío, azotado como el resto del litoral español por piratas y corsarios de toda clase, concedía en mayo de 1597 exenciones y libertades a los nuevos habitantes que quisieran venir a instalarse en la pequeña y hoy desaparecida villa de San Miguel de Arca de Buey, cercana a lo que es hoy El Rompido. Allí hubo de reformar, siguiendo órdenes de Felipe II y empleando grandes sumas de dinero, la fortaleza litoral existente para que sirviera a la defensa costera junto con las nuevas torres vigías construidas en su jurisdicción; las de Marijata y Punta de Umbría.

Torre vigía de Punta Umbría (Huelva). Foto extraída de aquí

3 de enero de 2009

Ceremonias religiosas y Familia Ducal (2ª Parte)


Autora: Mª Carmen Cascón Matas.
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.495. Mayo de 2008

El duque Alonso II (Béjar, 1621- Madrid, 1660) y su mujer Victoria Ponce de León no tuvieron descendencia, aunque del periodo de su mandato se conservan varias partidas muy interesantes. La duquesa viuda doña Francisca Pacheco de Mendoza casaría el día 11 de Julio de 1641, es decir, seis años después de la muerte de Francisco II, con el marqués de Astorga, como nos lo demuestra esta partida de matrimonio:

En la Villa de Béxar jueves çerca de la una de la mañana del dia, a onze dias del mes de jullio de 1641 años el sr. Juan Muñoz, cura propio de la yglesia de santa maria de la dicha Villa [...] haviendo sido dispensados en terzero con cuarto grado de consanguinidad e terçero de afinidad e dos terçeros con cuartos de afinidad en que eran parientes, assitio al matrimonio que contraxeron los Exmos. sr. d. Alvaro Perez Ossorio, marques de Astorga, y mi sra. Dª Francisca de Mendoça, duquesa que fue desta Villa, biuda del Exmo. sr D. Françisco Diego López de Çuñiga y Sotomayor, duque de Bexar que santa gloria haya= fue pressente con los testigos infrascriptos al matrimonio que celebraron por palabras de pressente el Exmo. sr. d. Alonso Diego Lopez y Sotomayor, duque de bexar y de Mandas en nombre del dicho Sr marques de Astorga. Siendo testigos el sr. d. Juan marqués de valero, el sr. d. Diego canónigo de la Sta. Yglesia de Toledo y el sr. D. Manuel de Çuñiga y Sotomayor, hermanos del Exmo. Sr de Bexar [...] Como todos sabemos una de las características predominantes de las familias aristocráticas era la endogamia y este ejemplo no deja lugar a dudas. Como vemos, en la boda el propio duque de Bejar, Alonso, hizo las veces del marqués de Astorga ante la ausencia de éste.

Estatua orante del licenciado Castañares

En 1644, el día 11 de julio en la iglesia de Santa María, el obispo de Ciudad Rodrigo Francisco de Alarcón y Cobarrubias ofició la boda y velaciones entre don Diego López Pacheco Calvera y Bobadilla, Marqués de Villena y duque de Escalona, y doña Juana Mª de Zúñiga, hija del duque de Béjar Francisco IV y doña Ana de Mendoza; es decir, la hermana de Alonso II, que entonces contaba con 17 años.

10 de diciembre de 2008

Ceremonias religiosas y Familia Ducal (1ª Parte)


Autora: Mª Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.494. Mayo de 2008


El Castillo-Palacio de los duques de Béjar se adscribía eclesiásticamente a la parroquia de Santa María la Mayor, al igual que el palacio de verano de los obispos de Plasencia, cuyo solar se encontraba en la que luego sería Real Fábrica de Diego López en el siglo XVIII, circunscripción que había sido ratificada por la reducción parroquial de 1568. Por tanto, cualquier acontecimiento relacionado con el palacio y con los duques, me refiero a los hechos que exigen presencia eclesiástica parroquial (bautizos y alguna defunción), se recogían en los libros sacramentales de Santa María, aunque los Duques disfrutaban del privilegio de poseer un capellán a su disposición para oficiar misa en su capilla privada de palacio.

A principios del siglo XVII ostentaba el cargo ducal Francisco de Zúñiga Sotomayor, hijo del duque don Alonso, el de la dedicatoria del Quijote, y de Juana López de Mendoza. Había tomado posesión de su cargo, una vez fallecido su padre, el 26 de diciembre de 1619, y se hallaba casado desde 1616 con María de Mendoza, hija de los duques del Infantado, cuya boda se había celebrado en la iglesia parroquial de Becedas.



Ábside mudéjar de la iglesia de Santa María (Béjar)

En el libro de bautizados nº 3 de Santa María aparece recogido el acontecimiento del bautismo de Alonso de Zúñiga, el que luego sería duque con el nombre de Alonso II, fechado el día 11 de febrero de 1621:

Jueves, onçe días de este mes de fevrero de mill e seiscientos e veinte y un años, Yo el Ldo. Castañares, cura y rector de esta sancta yglesia de Santa María desta Villa de Bexar, baptiçe e puse los santos oleos a Don alonso de Çuñiga y Sotomayor, conde de Belalcaçar, hijo legítimo primogénito de los Exmos. Sr. Duques de Bexar Francisco Diego Lopez de Çuñiga Sotomayor y de Doña Ana de Mendoça su mujer. Fue su padrino el Licenciado Xristóbal de Oviedo, Arzipreste desta sta Iglesia. Fueron testigos los Ldos. Alonso Ximenez Carnaçedo Vicario cura de Sant Pedro y Juan Ruiz, benefiziado de sant Pedro, personas que asistieron con capas de brocado al dicho baptismo en fee de lo cual yo el dicho Cura lo firmo (...) (f. 120, p. 745)