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15 de abril de 2023

Sobre cómo era la primavera en torno al río Cuerpo de Hombre y los alrededores de Béjar en otros tiempos

 Autor: Agustín B. García Gómez

         En estos días en los que el valle del río Jerte, hermano de los valles del Cuerpo de Hombre y del Ambroz, valles trillizos nacidos a los pies de la Sierra de Béjar, visten las mejores galas florales de sus cerezos que a tantos visitantes atrae, uno no puede por menos que recordar las palabras del viajero Antonio Ponz que en 1775 en su recorrido por España y al llegar al valle del Cuerpo de Hombre escribió aquello de

 


        “La Villa de Béjar, está puesta sobre una alta loma entre las sierras, que llaman también de Béjar, incomparablemente más elevadas, y son en las que tiene fin, por el lado opuesto, el valle de Plasencia, unidas al puerto de Tornavacas. La subida a la villa es rápida, y penosa: la mayor parte está cercada de un rio, que llaman Cuerpo de Hombre, y nace en un paraje de la serranía, llamado Navamuño”.

13 de marzo de 2021

De cómo Baños de Montemayor acabó haciéndose con el uso y difrute de un castañar común

 

Autor: Miguel Sánchez González

Publicado en CASTILLEJOS nº 70, mayo de 2010

 

Muchos de nosotros hemos paseado por el Castañar de Concejo, o lo hemos cruzado camino de las Matas de Castaño, o en dirección a la vía del tren, o a La Garganta, pero pocos conocen el origen de su nombre. Castañar de Concejo es lo mismo que decir castañar del pueblo, de su gente. Un documento de acuerdo entre Baños de Montemayor, La Garganta y La Redondilla (Cáceres) nos lleva a conocer cómo surgió este paraje.

 

 Baños de Montemayor. Foto de tripadvisor

Los vecinos de los tres pueblos plantaron el castañar para su uso y disfrute en común, pero la distancia con La Redondilla y La Garganta hizo que fueran los de Baños de Montemayor quienes realmente disfrutaran del mismo. Por ello surgen desavenencias y se busca un acuerdo aceptable por las tres partes: los de Baños lo disfrutan, pero pagando una renta a los otros pueblos. Logrado el acuerdo, hace falta su aprobación por el duque de Béjar. Veamos su carta:

31 de octubre de 2016

Nuestros castaños

Autor: José Muñoz Domínguez

        En pleno otoño bejarano vale la pena volver la vista al monte y disfrutar del color cambiante de sus árboles: ¿cuántas veces en la vida podremos contemplar este espectáculo de la Naturaleza?, ¿cuántas calvotadas nos quedan todavía? Más allá de la estética o de los placeres del gusto, también merece este monte nuestro algunas reflexiones que me apetece compartir.

 Dibujo del autor

      En el siglo XVI nuestra ciudad era conocida como «Béjar del Castañar», el mismo apelativo que todavía conservan dos localidades serranas nada distantes: Miranda del Castañar y San Martín del Castañar. Varios testimonios históricos nos dan idea del vigor de aquellos montes a finales del siglo XV o ya en el siglo siguiente. Antes de 1496, el humanista italiano Lucio Marineo Sículo tuvo ocasión de pasearse por los montes de Béjar y Montemayor del Río durante su etapa como profesor en la Universidad de Salamanca, cuando publicó su obra De Hispaniae laudibus (Burgos, Fadrique de Basilea, 1496). Esa obra tuvo su edición ampliada en De rebus Hispaniae memorabilibus, con traducción al castellano como De las cosas memorables de España (ambas ediciones en Alcalá de Henares, Miguel de Eguía, 1530), entre las que no faltaban referencias a los montes de Béjar y alrededores:

21 de diciembre de 2015

Los nombres de la nieve




Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto
Publicado: Béjar en Madrid, 2 de noviembre de 2014, nº 4.720.

Frente a los tradicionales bienes muebles e inmuebles de los que suelen constar  los inventarios de la  propiedad, se añadía en siglos pasados lo que podríamos denominar la propiedad de lo etéreo y de lo efímero que, pese a su condición, por ser materia altamente lucrativa, fue muy disputada por los poderosos. Nos estamos refiriendo a la nieve, el meteoro por excelencia del invierno, que no ha dejado de seducir por su belleza y por su rentabilidad a partes iguales. No es exclusiva cosa del presente el mirar al cielo en busca de lo proclive de las nevadas, consultando arreboles y calendarios zaragozanos antes y geopotenciales en la actualidad. 

Sierra de Béjar con nieve

Un invierno henchido de precipitaciones es tan solicitado hoy por los esquiadores como lo fue desde el siglo XVI en España, cuando comenzó la explotación del blanco elemento como producto de refrigerio, conservación de alimentos y delicatessen de caprichosos. Tan rentable llegó a ser su almacenamiento y su venta que fue gravado por el Estado con un impuesto de la quinta parte de su valor y que por ello llevó el curioso nombre del “quinto y millón de la nieve”. 

 La Sierra desde un paraje próximo a Candelario

18 de agosto de 2014

Un paseo por la Ruta del Cedro Centenario (3ª Parte y final)





Autor: Óscar González Hoya
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2011.


        Proseguimos nuestro camino de bajada en el que asombran las proporciones del Viaducto y el antiestético matadero junto a las naves del polígono industrial. Comprensiblemente, y en este caso, en las construcciones modernas, y más en las dedicadas a la industria, no se impone lo artístico y vistoso, sino lo funcional. En contraposición apreciamos las naves de la antigua fábrica de García y Cascón, hundida junto al río, testigo mudo de un tiempo que se fue. Esperemos que en algún momento alguien le otorgue una utilidad pues, de lo contrario, acabarán desapareciendo por el inexorable paso del tiempo. 



 Camino cerca de La Francesa


            Llegamos al final del camino en el que existe una cancela de hierro con unas escaleras habilitadas para salvarla y llegar sin contratiempos a la vía férrea. Llegados a este punto podemos optar por ir hacia la antigua estación de ferrocarril tirando hacia nuestra derecha, aunque, en nuestro caso, iremos a la izquierda en dirección a Cantagallo. Por cierto que hace algunos meses la vía fue limpiada y se nota, pero ha vuelto a crecer la maleza por su falta de uso. Se prometió la realización de un estudio para medir la viabilidad del paso de un tren turístico con salida en Béjar y llegada a Puerto de Béjar. Por desgracia no sabemos nada de este asunto. Posiblemente haya caído en el olvido como todo lo que está relacionado con el ferrocarril en esta provincia, ya que las autoridades se niegan al desarrollo de este medio de transporte que es rentable, respetuoso con el medio ambiente y rápido. Me temo que sólo se patrocinan las comunicaciones por carretera que es carísimo, teniendo en cuenta los precios del carburante, nada respetuoso con el medio ambiente y relativamente lento si lo comparamos con las velocidades que pueden alcanzar los ferrocarriles actuales. 

11 de agosto de 2014

Un paseo por la Ruta del Cedro Centenario (2ª Parte)



Autor: Óscar González Hoya
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2011.


           Siguiendo nuestra ruta y, a partir de este punto, nuestros pasos caminarán por un terreno que los ciclistas denominarían rompe-piernas por la presencia de subidas y bajadas. Al finalizar esta zona la ruta se alisa para llegar al lugar donde estuvo situada originalmente la ermita de Santa Marina. En este paraje, denominado La Centena, se ubican dos casas rurales: Santa Marina y La Centena. Invito a nuestros visitantes a hospedarse en ellas, pues disfrutarán de una estancia en plena naturaleza combinada con las comodidades modernas. El paisaje en este lugar es espectacular, sobre todo en primavera. Hacia la transición entre esta estación y el verano, allá para junio, los árboles adquieren una tonalidad de un verde pálido similar a la del otoño.

            El Cedro Centenario goza de buena salud

          Una vez dejada a un lado la puerta de acceso a la Casa Rural de La Centena, el camino se estrecha. En ese mismo punto nos encontraremos con una vereda a nuestra izquierda que conduce a la Fuente del Lobo, un sendero escarpado escoltado por robles y castaños por ser de nuevo una zona húmeda. Merece la pena transitarla. En nuestro caso continuaremos el recorrido siguiendo la ruta marcada, es decir, hacia delante o hacia la derecha en contraposición al camino que conduce a la Fuente del Lobo. A partir de este momento nuestra marcha será más complicada al situarse el sendero entre paredones divisorios de propiedades y afloraciones graníticas.

4 de agosto de 2014

Un paseo por la Ruta del Cedro Centenario (1ª Parte)



Autor: Óscar González Hoya
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2011


En este artículo voy a hablarles acerca de la llamada Ruta del Cedro Centenario. Supongo que ya será conocida por la mayoría de los lectores, pues se ha popularizado mucho en los últimos tiempos. Hace un par de años se llevó a cabo su señalización y correcta explicación a través de paneles informativos, a la vez que una actividad de las Jornadas de Equinoccio organizadas por el ayuntamiento en la zona, todo ello, paneles, señalización y actividad realizadas de la mano del Grupo El Cervunal. A ello se sumó la edición de un folleto que puede encontrarse en la oficina de turismo.



 Parque de Santa Ana


En estos tiempos en los que nuestro turismo parece estar sólo centrado en la sierra y en la nieve, es hora de dar difusión a otros entornos como es el caso del monte. Sería interesante compaginar la idea de la Estación de Esquí de La Covatilla con la creación del Parque Natural de Candelario, proyecto compatible con la ampliación de la estación, siempre y cuando se respeten los criterios medioambientales. De esta forma disfrutaríamos de un turismo más diversificado: nieve y práctica del esquí a la vez que rutas de senderismo por el monte y la sierra. Es importante recordar que la temporada de esquí apenas supone un periodo de cinco meses (Diciembre, Enero, Febrero, Marzo y Abril), por lo que sería importante buscar otras alternativas para el resto del año. También sería interesante el fomento de nuestra oferta cultural (museos, iglesias y patrimonio artístico en general) pero esa reflexión ya quedaría para otro posible artículo. 

22 de septiembre de 2011

Un paseo por la Ruta de las Pedanías






Autor: Óscar González Hoya
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.656. 10/06/2011

 
Hoy les propongo el recorrido por la llamada Ruta de las Pedanías, la cual permite el tránsito entre las pedanías de Fuentebuena y Valdesangil. Como sabemos son poblaciones que carecen de ayuntamiento y dependen de nuestro ente local, siendo una especie de barrios de nuestra ciudad, salvando las distancias.



       Al igual que la Ruta de la Umbría, rehabilitada recientemente, no se trata de un camino que haya surgido en la actualidad, sino que ya existía desde hace siglos. En este caso no se ha acondicionado el terreno, ni se han puesto barandillas de madera, simplemente se han colocado paneles explicativos e indicadores de fuentes, caminos o veredas. 

19 de junio de 2011

Un paseo por la Ruta de la Ladera Umbría

Autor: Óscar González Hoya
Publicado: Béjar en Madrid, abril de 2011



Hace unos meses se inauguró oficialmente la llamada Ruta de la Ladera Umbría, también conocida como “Cuestas del río”, con un trazado que transcurre por las traseras de la iglesia de Santa María, Plaza Mayor y Barrio Nuevo. La totalidad de la obra se ha llevado a cabo gracias a los fondos del Plan E y se encuadra dentro del proyecto municipal “Béjar Mirando al Río”. 

Mirador en las traseras de la iglesia de Santa María
 
            Los trabajos han consistido en la recuperación de antiguas veredas que se encontraban intransitables y pobladas de maleza. Aprovechando los primitivos trazados que permitían el paso de los obreros desde sus viviendas hasta las fábricas instaladas en el Río Cuerpo de Hombre, se han dibujado amplias vías de tierra apisonada reforzadas por barandillas de madera. En el camino se ha instalado mobiliario urbano de madera consistente en bancos, papeleras, indicadores y las antedichas barandillas, así como diversos paneles explicativos de la ruta elaborados por Oscar Ribadeneyra (pintor y escritor, recomendando desde estas páginas la lectura de su estupenda novela Las Calles tienen tu nombre) y el Grupo “El Cervunal”, a quien pertenece la autoría del proyecto. Las cuestas del río se han embellecido con plantas y árboles, como nogales, madroños, robles, castaños y cerezos resguardados de las inclemencias meteorológicas mediante un material plástico. Asimismo se ha iluminado el Puente de San Albín y se ha repintado la barandilla de parte de la Ruta de las Fábricas


7 de julio de 2010

La sierra y Lope de Vega



El famoso duque de Béjar Alonso I, al que Cervantes dedicó su primera parte del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, ejerció de mecenas de los mejores artistas y literatos del Siglo de Oro.

Como no podía ser menos, Lope de Vega no fue una excepción. En varias de sus obras hace mención a Béjar, destacando líricamente su naturaleza. Dejo de ello dos ejemplos cortos, que nos hacen pensar en si Lope pudo pasear por nuestras calles en alguna ocasión.



Mira cómo del sol la calma estiva
hiere de Béjar la montaña y nieve.
Mira que blandamente se derriba
destas pizarras Tormes murmurando
por sólo acompañar tu pena esquiva.
Las fuentes desta selva están callando
y olvidadas del agua y de la hierba
las satisfechas vacas descansando.

(La Arcadia, libro III)



Sierras de Béjar frías
..........
no me mostreis las frentes
con la nieve que el sol convierte en fuentes

(Liras poéticas)

19 de mayo de 2010

Un día pleno de naturaleza, historia y deporte

Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Semanario Béjar en Madrid, mayo de 2010.



No puede haber experiencia más agradable que un paseo rodeado por la exultante naturaleza. La primavera, tras un larguísimo invierno, se abre de par en par, sin ambages, sin vergüenza, ante los ojos asombrados del que recorre los mismos caminos que hace siglos fueron transitados por otros hombres, igual de seducidos por la inmensidad de los efervescentes campos. El domingo 2 de mayo, y dentro del programa Equinoccio, tuvo lugar la actividad deportivo-cultural dirigida por el grupo cultural “El Cervunal”, que tuvo la misión de entretener enseñando a los intrépidos andariegos. El recorrido partía de la bajada del túnel, lugar otrora ensordecido por el ruido un tren cuyo eco hace años que ya fue silenciado, y transitaba por la calleja del mismo nombre, paralela a la carretera de Aldeacipreste, hasta llegar a la fábrica de Gómez Rodulfo.



Las murallas se alzan aún
espectantes a un enemigo que no llegará ya

Los caminos cuasi urbanos cantaban hazañas medievales de Reconquista, tiempos en que los miembros del Cabildo Eclesiástico recorrían ese mismo itinerario en pos de la ermita desaparecida de Santa María de las Huertas, acunada en el valle del mismo nombre. Las murallas, en lo alto, narraban historias legendarias del pequeño Béjar repoblado por gentes venidas de Ávila, siervos de su rey Alfonso VIII, atados a la tierra y a la guerra.

14 de mayo de 2010

La Vía de la Plata a su paso por el sur de la provincia de Salamanca

Autora: Carmen Cascón Matas



Muy cerca de Béjar, entre las localidades de Puerto de Béjar y La Calzada de Béjar, transcurre desde hace dos mil años la llamada Vía de la Plata. Según los investigadores su nombre podría muy bien proceder de los materiales preciosos, en concreto estaño, que los tartessos comerciaban desde el sur al norte utilizando ya desde épocas pretéritas esta vía de comunicación por el oeste de la Península. Para otros, mas bien el origen del término vendría a ser una derivación del término latino “Vía delapidata” o camino empedrado.


Miliario romano situado dentro del Corral de Chinato

Para poder explicar el origen romano de la Vía de la Plata habría que remontarse a los primeros contactos de Roma con la Península Ibérica. Es en el transcurso de la 2ª Guerra Púnica, dentro de los conflictos entre Roma y el imperio cartaginés, cuando la primera comienza a interesarse por estos territorios y sus minas de plata, en poder de los segundos. En el año 218 a. C. las tropas de Escipión el Africano desembarcan en Ampurias con el fin de acabar con el dominio cartaginés y apoderarse de su centro de abastecimientos.

19 de septiembre de 2009

Hacia la Garganta del Oso


Autor: Javier R. Sánchez Martín
Publicado: Béjar en Madrid, 16 de abril de 2004.

Domingo por la mañana. Comienzos del mes de marzo. Amanece un día soleado y alegre que parece llegar en avanzadilla de la ya próxima primavera, aunque todavía queden muchos días de frío y lluvia. A eso de las once de la mañana decido dar un paseo que inicialmente pretendía ser sin rumbo, aunque el plan se vio pronto trastocado por la insólita propuesta de mi hijo mayor de venir conmigo. Me convence para que tomemos la ruta de la Garganta del Oso, lo que me pareció una buena idea, principalmente por el mucho tiempo que hacía que no tomaba esa agradable ruta.

Comenzamos a subir por Los Pinos. La luz del sol se filtraba entre las ramas y las agujas de estos austeros árboles de hoja perenne erguidos hacia el cielo, creando irregulares zonas de sombra y de sol y provocándonos la sensación de estar subiendo por un camino casi irreal. Cuando sobrepasamos el depósito de agua y la desviación de La Canaleja aparecen ante nosotros la gran mancha verde formada por la hierba de los prados y, un poco más allá, la soberbia vista de la Sierra de Béjar casi completamente cubierta de nieve.

Paisaje idílico en Los Pinos

Pero el paseo sigue, y el buen caminante debe disfrutar de la excursión. Ello significa observar con detalle los lugares por donde pasa, degustar lentamente con su mirada el paisaje, la luz, el color, los ruidos del campo... el ambiente. Es, en definitiva, el disfrute de lo efímero, de todo lo que entra por tus sentidos en esos momentos y que eres consciente de que va quedando atrás según andas. Eres tú y nada más que tú el que lo sientes de ese modo y, sobre todo, te das cuenta de ello en los silencios que se dan en el transcurso del paseo.

24 de junio de 2009

Un paseo por los Pinos




Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, Junio de 2009

El pasado día 24 de mayo, y dentro del programa de Equinoccio organizado por el Ayuntamiento de Béjar para este año, un grupo de bejaranos, con buen humor y a la espera de la bonanza del tiempo, pues el día se inició con negros nubarrones, preludio de un buen chaparrón, se animó a conocer un poco más el cercano paraje de Los Pinos. “Ruta de las coníferas”, anunciaba la programación, alentando a que acudiesen numerosos visitantes, atraídos por el olor a pino y el ansia intelectual de aprender.



La Asociación El Cervunal, experto en estas lides de guiar a grupos y de mostrar “algo mas” sobre nuestros parajes, flora y fauna, todo en uno, guió nuestros pasos desde el siglo XVI y el Béjar ducal, hasta el más próximo de tren y paños. Un monte, que se vislumbraba en las antiguas fotos de color sepia en un tono monócromo y plano de ocre, cubierto de matojos y hierba baja, sin un solo árbol, llamado acertadamente El Tomillar, pasó a lo que es ahora un paraje repleto de coníferas. Y esto no se puede comprender sin la intervención de la mano humana. Sin embargo, en algún momento, como pudimos observar asombrados los visitantes, el tronco retorcido y seco de un castaño, solitario, testigo de otra época, se alza desafiante, engullido por las coníferas. Es la muestra de que un bosque de hoja caduca se alzó allí un día, desapareciendo, quién sabe por qué.