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13 de junio de 2018

No todos los días ocurre un milagro (cárcel de Béjar, 1481)

Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.791 (15/12/2017), p. 4.


       Hace un par de años Alberto Bravo Martín me envió la referencia de un curioso hallazgo encontrado por casualidad, quizá consultando bibliografía para alguna de sus publicaciones por internet (es el fundador y autor de un blog dedicado al reinado de Carlos II). El documento narraba la curiosa historia de un milagro ocurrido en la prisión de Béjar por medio de la intercesión de la Virgen de la Peña de Francia (término municipal de El Cabaco, Sierra de Francia, Salamanca) en 1481 y estaba recogido en un libro escrito por el padre Alberto Colunga O.P. y editado en Salamanca en 1968[1]

 Virgen de la Peña de Francia. Siglo XVII. Autor desconocido
Colección Museo de la Historia Mexicana
Imagen sacada de aquí

15 de diciembre de 2017

El busto de Carlos V del Palacio de Mirabel se pone en venta en medio del revuelo de las redes sociales



      Corría septiembre de 1556 cuando el recién abdicado césar Carlos V desembarcaba junto a su real séquito en Laredo para iniciar el que sería su último viaje, aquel que llevaría a su último retiro en el Monasterio de Yuste, donde llegó el 5 de febrero de 1557 y donde moriría el 21 de septiembre de 1558. 

 Escudo de don Luis de Ávila y Zúñiga

      Junto al emperador, en su séquito, se encontraba uno de sus hombres de confianza, don Luis de Ávila y Zúñiga, su cronista oficial, comendador mayor de la Orden de Alcántara, Marqués de Mirabel, por su matrimonio con su prima doña María de Zúñiga, Manuel y Sotomayor, II Marquesa de Mirabel, señora de Alconchel, Mirabel y Berantevilla. Don Luis de Ávila, nacido en Plasencia en 1504, era el hijo segundo del II Conde del Risco, don Esteban de Ávila y de su mujer doña Elvira de Zúñiga y Guzmán, hija a su vez del II Conde de Bañares y I Conde de Ayamonte, don Pedro de Zúñiga y Manrique de Lara y de su mujer doña Teresa de Guzmán. Su abuelo fue don Álvaro de Zúñiga y Guzmán, I Duque de Plasencia y I Duque de Béjar. Don Luis quedaría huérfano de padre a los pocos meses de su nacimiento, ocupándose de su educación su madre. Los títulos y estados de su padre fueron heredados por su hermano mayor Pedro Dávila.

15 de febrero de 2016

Sobre un retrato ecuestre del Palacio de Mirabel (Plasencia)



 Autor: Alberto Bravo Martín, Blog Reinado de Carlos II

En una reciente excursión a Plasencia pude finalmente visitar el interior del Palacio de los Marqueses de Mirabel que junto a la catedral constituye el edificio más representativo de la ciudad. El Palacio fortificado fue construido en el siglo XVI por los Duques de Plasencia don Álvaro de Zúñiga y doña Isabel de Pimentel, y constituye un magnífico ejemplo de arquitectura renacentista nobiliar. Actualmente pertenece a la familia Falcó, depositarios del título de Marqueses de Mirabel, siendo la actual titular Alejandra Falcó y Girod por cesión de su padre, el famoso Carlos Falcó, V Marqués de Griñón y XIII de Mirabel. 
 


 En la visita al Palacio de Mirabel destacan, entre otros espacios, el patio renacentista decorado con los blasones de los Zúñiga-Mirabel; el conocido como Salón de Carlos V, dominado por un busto del Emperador, obra de Pompeo Leoni; el Salón de Firmas, decorado con los retratos del Conde de Gondomar y su familia; el amplio mirador, con pintoresco jardín colgante que se asoma a la plaza de San Nicolás, decorado con numerosas esculturas y restos romanos; o el salón de los trofeos de caza del VIII Duque de Arión, con la colección de piezas cobradas en la primera mitad del siglo XX y que incluye además un carruaje de época isabelina.

20 de octubre de 2014

El mártir de Buda, el "Buen Duque" don Manuel Diego

*Dado que ha habido un gran número de visitas a la entrada anterior, aquella que hacía referencia a la presentación del libro de Emiliano Zarza "La participación del X duque de Béjar, D. Manuel de Zúñiga, en el sitio de Buda (1686)", y que han llegado correos preguntando sobre la vida de este duque valiente, retomamos aquí un texto ya publicado, pero que ahora toma nuevos bríos. Se trata del artículo escrito por Alberto Bravo Martín que se publicó en su momento en su blog, Reinado de Carlos II, al que os invito visitar.

Autor:  Alberto Bravo Martín

Don Manuel Diego López de Zúñiga y Sotomayor, que pasaría a la historia como el “Buen Duque”, nació en el Palacio Ducal de Béjar el 4 de enero de 1657. Además de duque de Béjar, fue también duque de Plasencia, Grande de España, VI duque de Mandas y Villanueva, XI marqués de Gibraleón, VI de Terranova, XIV conde de Belalcázar, XI de Bañares, XIV Vizconde de la Puebla de Alcocer, Justicia Mayor y Alguacil Mayor Hereditario de Castilla, así como Primera Voz de la Nobleza de Castilla, títulos que heredó de su padre, don Juan Manuel de Zúñiga, IX duque de Béjar, tras la muerte de éste el 14 de noviembre de 1660, siendo don Manuel Diego aún un niño.



Su madre, la duquesa viuda doña Teresa Sarmiento de Silva, hija de los Duques de Híjar, fue su tutora y curadora durante su minoría de edad. En 1667, contando don Manuel Diego 10 años de edad, se celebraron los desposorios con su prima doña María Alberta de Castro y Borja, nacida en 1665 e hija de don Pedro Antonio Fernández de Castro y Portugal, X conde de Lemos y virrey del Perú.


 1. Fuente de la Sábana en la villa renacentista de El Bosque (Béjar)

12 de octubre de 2013

El mártir de Buda, el "Buen Duque" don Manuel Diego

*Los que sois seguidores del blog de Reinado de Carlos II es probable que ya habrais leído este magnífico texto, pero es importante que otros que no lo son conozcan este espacio, que recomiendo, y la biografía de este bejarano tan insigne cuyos huesos reposan en el cementerio de Béjar. 

Autor:  Alberto Bravo Martín

Don Manuel Diego López de Zúñiga y Sotomayor, que pasaría a la historia como el “Buen Duque”, nació en el Palacio Ducal de Béjar el 4 de enero de 1657. Además de duque de Béjar, fue también duque de Plasencia, Grande de España, VI duque de Mandas y Villanueva, XI marqués de Gibraleón, VI de Terranova, XIV conde de Belalcázar, XI de Bañares, XIV Vizconde de la Puebla de Alcocer, Justicia Mayor y Alguacil Mayor Hereditario de Castilla, así como Primera Voz de la Nobleza de Castilla, títulos que heredó de su padre, don Juan Manuel de Zúñiga, IX duque de Béjar, tras la muerte de éste el 14 de noviembre de 1660, siendo don Manuel Diego aún un niño.



Su madre, la duquesa viuda doña Teresa Sarmiento de Silva, hija de los Duques de Híjar, fue su tutora y curadora durante su minoría de edad. En 1667, contando don Manuel Diego 10 años de edad, se celebraron los desposorios con su prima doña María Alberta de Castro y Borja, nacida en 1665 e hija de don Pedro Antonio Fernández de Castro y Portugal, X conde de Lemos y virrey del Perú.


 1. Fuente de la Sábana en la villa renacentista de El Bosque (Béjar)

13 de abril de 2013

El "duque fabricante" don Juan Manuel II: breve biografía (4ª Parte y final)




Autores: Alberto Bravo Martín y Carmen Cascón Matas

En cuanto a su preponderancia económica, el Duque de Béjar poseía grandes rebaños de ganado lanar (20.000 cabezas) en Segovia cuya lana era vendida en todos los lugares de la geografía española[1].

No lejos de su idea de la prosperidad de sus estados, el Duque de Béjar sostenía con sus rentas tres colegios de niñas huérfanas en Béjar y en 1725 se redactó el reglamento para organizarlos. El primero de los edificios, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción, Santa Isabel de Hungría y Santa Isabel de Portugal, se situaba en la Plaza Mayor de Béjar, en unos terrenos pertenecientes al Duque y muy próximos a su palacio, en la llamada “Casa de las Beatas”. Don Juan Manuel se comprometía a mantener a 12 niñas pobres o huérfanas de entre 6 y 9 años elegidas por los eclesiásticos de la Villa por su conocida necesidad. El segundo se encontraba en Navalmoral de Béjar y, bajo la protección de Nuestra Señora de la Soledad y varios santos más, acogía a otra docena de niñas del lugar y alrededores. El último, el Colegio de Niñas Pobres de Nuestra Señora de la Asunción, se alzaba en Neila. En las disposiciones redactadas por el Duque de Béjar se especificaba de manera minuciosa la vida, costumbres, horarios, vestidos y educación que debían seguir estas niñas acogidas bajo el amparo señorial, desglosando pertinentemente los presupuestos anuales en concepto de manutención de casa uno de estos colegios[2]

Soportales de las "Casas de Su Excelencia". Plaza Mayor de Béjar.

La obsesión por el embellecimiento de sus estados llevó a don Juan Manuel II a encargar al economista francés Manuel Jovin una serie de estudios para embellecer la villa. En su informe hacía imprescindible construir en la Plaza Mayor casas de piedra de cantería, portales y arcos para el comercio (como luego se llevó a cabo) para obtener un espacio más simétrico y acorde con la importancia de la villa, así como la edificación de casas al estilo de la existentes en San Juan de Luz (Francia) entre la iglesia de Santa María la Mayor y Santiago por encontrarse en ruinas[3]. Además permitió que se construyera en el monte de Béjar una plaza de toros de cantería para sustituir la antigua de madera que se alzaba con los peculios de la cofradía de la Virgen del Castañar con el fin de celebrar corridas de toros el día de la fiesta de la patrona, proceso constructivo que se llevó a cabo entre 1706 y 1711. El Duque venía así a oponerse a la famosa prohibición de correr toros expedida por su abuela doña Teresa Sarmiento de la Cerda en 1667[4]. En 1707, con motivo del nacimiento del Príncipe de Asturias, luego Luis I, se celebraron toros en la Plaza de Toros del Castañar. Según algunos indicios tomados por Juan Muñoz García soldados que se hallaban en la villa debido a la Guerra de Sucesión fueron obligados a trabajar en la edificación del coso bejarano[5].

6 de abril de 2013

El "duque fabricante" don Juan Manuel II: breve biografía (3ª Parte)




Autores: Alberto Bravo Martín y Carmen Cascón Matas


          No nos debe parecer extraño que el Duque de Béjar apoyara desde el inicio del conflicto sucesorio a Felipe V (salvo con su breve desafección tras la toma aliada de Madrid en 1706), pues la monarquía borbónica apoyaba un modelo de economía intervencionista mercantilista basada en la potenciación de las fábricas reales y el incentivo de las privadas a través de exenciones y privilegios, como ya había sucedido en Francia durante el reinado de su abuelo Luis XIV[1]. Don Juan Manuel II aprovechará esta situación promoviendo el proceso manufacturero en sus numerosos estados como ya vimos, aunque siempre como un señor paternalista intentando buscar la mejora de sus estados. Siguió contratando a maestros extranjeros para que se asentaran en Béjar con el fin de enseñar a los naturales tanto en la fabricación de paño fino y tintado de las piezas de lana como al cultivo y manufactura del lino al estilo flamenco[2]




            El objetivo primordial se acabó cumpliendo pues a partir del primer tercio del siglo XVIII numerosos bejaranos se lanzaron a la aventura de la fabricación de paños, al principio tímidamente, dedicándose solamente a una fase del proceso productivo para luego crear obradores de mediano tamaño que fueron la base de la industria pañera del siglo XIX. Además numerosas familias naturales de la Villa acabaron matrimoniando con los propios maestros extranjeros, produciéndose una mezcla de sangres que se puede rastrear en algunos apellidos perdurables hasta la actualidad[3]. Por otro lado, el Duque era el principal suministrador de lana para los obradores, así como la persona que establecía los precios de venta de los tejidos y las medidas standard de las piezas[4]

17 de marzo de 2013

El "duque fabricante" don Juan Manuel II: breve biografía (2ª Parte)


Autores: Alberto Bravo Martín y Carmen Cascón Matas
        
Para entender el papel preponderante del Duque de Béjar, Juan Manuel II,  en la Corte y lo que ello significó para el desarrollo de la pañería en Béjar y otros estados es preciso desglosar su vida y los logros que acumuló junto al rey de la nueva dinastía Borbónica, Felipe V. 

El 1 de noviembre de 1700 moría en Madrid Carlos II, declarando como sucesor (al no tener descendencia a pesar de sus dos matrimonios) a su sobrino-nieto Felipe, Duque de Anjou, hijo del delfín Luis y nieto de Luis XIV y de su mujer,  la infanta María Teresa, hermana del citado Carlos II. El día 4 de diciembre de 1700 el nuevo rey Felipe V partía de la corte francesa rumbo a España. Por el camino, todavía en Francia, recibió las embajadas de diversos nobles españoles, entre ellos, la del Duque de Béjar que fue besarle la mano a Mont de Marsan[1]. También debió estar don Juan Manuel presente en la famosa celebración de Bayona, uno de los episodios más significativos de ese recorrido. Allí se organizó un interminable besamanos con todo tipo de fiestas, incluso una corrida de toros. Finalmente, el Rey hizo su entrada en España por Irún el 22 de enero, llegando a Madrid el 18 de febrero y pasando a alojarse en el Palacio del Buen Retiro.

 Felipe V


El 5 de mayo tuvo lugar la consagración de Felipe V como nuevo Jefe y Soberano de la Orden del Toisón de Oro, máxima distinción que otorgaba el Rey de España, siéndole impuesto el collar por el Duque de Monteleón y actuando como padrinos el Marqués de Villena y el Duque de Béjar. Como se puede ver, don Juan Manuel fue uno de los nobles que más activamente participó en el cambio de reinado y de dinastía. Además, Felipe V le recompensaría con una llave de gentilhombre de la cámara[2].

9 de marzo de 2013

El "duque fabricante " don Juan Manuel II: breve biografía (1ª Parte)




Autores: Alberto Bravo Martín y Carmen Cascón Matas
        

Don Juan Manuel López de Zúñiga y Sotomayor, Grande de España de primera clase, XI Duque de Béjar, X Marqués de Gibraleón, XII Conde de Belalcázar, XII Conde de Bañares, Vizconde de la Puebla de Alcocer, etc (1680-1747), hijo de don Manuel Diego López de Zúñiga, X Duque de Béjar, conocido como el Buen Duque; y de doña María Alberta de Castro y Portugal, hija de Pedro Antonio Fernández de Castro y Portugal, X Conde de Lemos. Fue bautizado en la iglesia de Santa María la Mayor de Béjar el 25 de febrero de 1680[1]. En la pila bautismal se le impusieron los nombres, entre otros muchos, de “Juan Manuel Mathias Ruigómez Diego del Carmen”, Juan Manuel por su abuelo y Ruigómez por Ruy Gómez de Silva, tío-abuelo del niño, hermano soltero de la duquesa Teresa de Sarmiento, que vivió en Béjar junto con su otro hermano soltero Diego desde el matrimonio de su hermana hasta su muerte. Ejerció de padrino del infante “el Sr. Frey Juan de la Conçepcion, su tio, religioso carmelita descalzo e fueron testigos los señores marqueses de Valero D. Baltasar de Çuñiga, Rui Gomez de Sylva y Don Diego Gomez Sarmiento de la Cerda, tios del dicho Sr. Conde de Belalcaçar con asistencia del Consejo de Su Excellencia. Nazio el dicho señor conde el día 16 deste mes de febrero”[2]. El niño, como primer vástago varón del matrimonio, recibió automáticamente el título de Conde de Belálcazar.



Manufactura textil en el siglo XVIII





Cuando Juan Manuel solamente contaba con un año de edad vino al mundo su hermano don Pedro de Zúñiga, quien sería bautizado el 19 de octubre de 1681 en la misma iglesia de Santa María la Mayor de Béjar[3]. Andando el tiempo acabaría casando con la Duquesa de Nájera, Ana María Sinforosa Manrique de Lara, llegando a ostentar el cargo de Teniente General del Ejército, además de pertenecer al Consejo de Estado y de Guerra durante el reinado de Felipe V[4] y ser Comendador de Santiago de Castilleja de la Cuesta, Huélamo, Mures y Benazuza[5].

16 de mayo de 2011

Descubriendo Lagunilla: Edad Antigua II (época romana)





Autor: Alberto Bravo Martín
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.638. 04/02/2011


            La presencia romana en el Valle de Hornacinos queda confirmada por los hallazgos arqueológicos, que, sin haber realizado ninguna excavación (lo cual es de lamentar enormemente), han sido descubiertos de manera casual. Se han encontrado restos de vasijas de barro, piedras labradas, ladrillos y hay quien incluso habla de monedas, de procedencia claramente romana.
         
  Al parecer se trataría de dos centros de población independientes, es distintos sitios del Valle, ya que en la distancia que media entre ellos, no se ha encontrado ningún otro resto. Lo que sí es bien conocido es que el paso de Extremadura a la Meseta se hacía por la cercanías del Valle, con la calzada romana tan próximo y que, además, uno de los tres asentamientos de Quinto Cecilio establece es la mansión “Caelionicco” o “Vicus Caecilius”, que lo sitúa entre el llamado Coto, detrás de Casa Adriano, en el Puerto de Béjar, a 132 millas de Mérida. Era lugar de descanso para los ejércitos que subían de Extremadura. 


   Vía de la Plata a su paso por le Puente de la Malena

27 de diciembre de 2010

Descubriendo Lagunilla: Edad Antigua


Autor: Alberto Bravo Martín

Publicado: Béjar en Madrid, Noviembre de 2010.

Como en tantos otros pueblos y ciudades, no se han encontrado datos sobre su origen, ni restos por los que se pueda deducir su antigüedad, por lo cual resulta muy difícil fijar fechas de su fundación. Sin embargo, son muchos los hechos y momentos que pudieron dar lugar al surgimiento de los primeros núcleos de población en la zona. Además, en los alrededores, se han hallado restos y evidentes señales de que hubo habitantes en ellos desde tiempos remotos.

Lagunilla
Foto extraída de Todopueblos


1 de diciembre de 2010

Descubriendo Lagunilla: clima, orografía e hidrografía



Autor: Alberto Bravo Martín




Lagunilla está enclavada al SO de la provincia de Salamanca (Castilla y León), en las estribaciones de la sierra de su nombre y de la Sierra de Béjar, limitando con Extremadura. Su altitud es de 914 metros sobre el nivel del mar y está comprendida entre 40º 58’ 47’’ de latitud norte y 5º 58’ 11’’ de longitud oeste del Meridiano de Madrid. Dista de la capital provincial 97 km y la extensión de su término es de 4.273 hectáreas.

Limita al norte con los términos de Aldeacipreste y Colmenar de Montemayor en unos 2 km y medio y Valdelageve en unos 7 km que se extiende hacia el oeste, donde también toca en 2,5 km con el término de Sotoserrano y 3 km, aproximadamente, con el de Zarza de Granadilla (Cáceres). Por otra parte, limita, también al oeste, y por cerca de 7 km con El Cerro y en unos 3 km con Montemayor del Río. Pertenece al Partido Judicial de Béjar desde 1983. Anteriormente, en el siglo XV, se encontraba en la jurisdicción de Montemayor y dentro de los dos Cuartos en que ésta se dividía: el Hojeda y el del Río, Lagunilla pertenecía al Cuarto del Río. También el Arciprestazgo pasó a depender de Béjar, pero en 1852 fue incorporado a Lagunilla, perteneciendo a la Diócesis de Coria (Cáceres) hasta el año 1959 en que pasó a Salamanca.

En 2009 el pueblo contaba con una población de 506 habitantes (fuente: INE).