Autores: Alberto Bravo Martín y Carmen Cascón Matas
Don Juan Manuel López de Zúñiga y Sotomayor, Grande de
España de primera clase, XI Duque de Béjar, X Marqués de Gibraleón, XII Conde
de Belalcázar, XII Conde de Bañares, Vizconde de la Puebla de Alcocer, etc
(1680-1747), hijo de don Manuel Diego López de Zúñiga, X Duque de Béjar,
conocido como el Buen Duque; y de doña María Alberta de Castro y
Portugal, hija de Pedro Antonio Fernández de Castro y Portugal, X Conde de
Lemos. Fue bautizado en la iglesia de Santa María la Mayor de Béjar el 25 de
febrero de 1680[1]. En la pila bautismal se le impusieron los nombres, entre
otros muchos, de “Juan Manuel Mathias Ruigómez Diego del Carmen”, Juan
Manuel por su abuelo y Ruigómez por Ruy Gómez de Silva, tío-abuelo del niño,
hermano soltero de la duquesa Teresa de Sarmiento, que vivió en Béjar junto con
su otro hermano soltero Diego desde el matrimonio de su hermana hasta su
muerte. Ejerció de padrino del infante “el Sr. Frey Juan de la Conçepcion,
su tio, religioso carmelita descalzo e fueron testigos los señores marqueses de
Valero D. Baltasar de Çuñiga, Rui Gomez de Sylva y Don Diego Gomez Sarmiento de
la Cerda, tios del dicho Sr. Conde de Belalcaçar con asistencia del Consejo de
Su Excellencia. Nazio el dicho señor conde el día 16 deste mes de febrero”[2]. El niño, como primer vástago varón
del matrimonio, recibió automáticamente el título de Conde de Belálcazar.
Manufactura textil en el siglo XVIII
Cuando Juan Manuel solamente contaba con un año de edad vino
al mundo su hermano don Pedro de Zúñiga, quien sería bautizado el 19 de octubre
de 1681 en la misma iglesia de Santa María la Mayor de Béjar[3]. Andando el tiempo acabaría casando con la Duquesa de
Nájera, Ana María Sinforosa Manrique de Lara, llegando a ostentar el cargo de
Teniente General del Ejército, además de pertenecer al Consejo de Estado y de
Guerra durante el reinado de Felipe V[4] y ser Comendador de Santiago de Castilleja de la Cuesta,
Huélamo, Mures y Benazuza[5].
Tras la muerte del duque don Manuel I a consecuencia de las
heridas sufridas en el sitio de Buda (16 de julio de 1686)[6], su hijo don Juan Manuel heredó sus títulos al mismo tiempo
que el rey Carlos II le otorgaba el Toisón de Oro el 29 de agosto de 1686 en
memoria de las acciones y heroica muerte de su padre[7].
Tumba del duque don Manuel en el cementerio de San Miguel de Béjar
Foto extraída del blog "Los Abdones"
Como el dueño y señor del Ducado sólo contaba con 6 años de
edad, su abuela doña Teresa Sarmiento de la Cerda[8] y su madre doña Mª Alberta de Castro y Portugal se
encargaron de la Regencia de sus estados hasta que alcanzó la mayoría de edad
como ya había ocurrido en el caso de su padre don Manuel I. Dos mujeres, por
tanto, gobernaban los amplios dominios de la Casa Ducal de Béjar y a ellas es
achacable la idea de promover una decisión que resultaría de capital
importancia para el desarrollo de las manufacturas textiles bejaranas. El 4 de
agosto de 1691 se firmó en Madrid un contrato con varios maestros flamencos,
entre los que se encontraban Francisco Simoni, su mujer Ana Buru y sus hijas
Juana y Margarita, Pedro Musel, Tomás Rami, Aldegunda de Croque y Margarita
Sangel, vecinos de Madrid, para que se asentasen en Béjar a costa de las rentas
ducales y comenzasen a trabajar en la fabricación de paños. Por su parte, ellos
se comprometían a enseñar su arte en la villa, sobre todo la manufactura de
pañería fina y diversas técnicas de tintura, ambas materias desconocidas para
los bejaranos[9].
Villa renacentista de El Bosque (Béjar), propiedad entonces de la familia ducal
Para entender lo que ambas mujeres pretendían no debemos
dejar de lado los antecedentes del caso. El proceso productivo
fabril no era novedoso en Béjar, pues se producían paños desde la época
medieval, aunque el resultado no fuese ni mucho menos eficiente habida cuenta
de que la manufactura existente se centraba en la tejeduría basta. La villa se sitúaba en una zona montañosa poco apta para una eficiente
productividad agrícola si acaso circunscrita a prados de regadío, donde se
cultivaban hortalizas y árboles frutales, y bancales o cortinas erigidas en las
abruptas laderas de las montañas para la producción de lino y pequeños viñedos
destinados al autoconsumo. La ganadería sí disfrutaba de
gran predicamento en la Villa y Tierra por la proximidad de las dehesas
extremeñas y porque cerca de la población transcurría la Vía de la Plata,
camino de tránsito de grandes rebaños y vacadas[10]. La fabricación de pañería basta y autárquica fue impulsada por la Pragmática de los paños concedida por los
Reyes Católicos en 1500[11].
Sin embargo, en el siglo XVI la Casa Ducal se había inmiscuido en la trayectoria textil con la construcción de un batán, un lavadero y un tinte (hoy desaparecido) al que debían acudir obligatoriamente todos los fabricantes previo pago de un impuesto, siguiendo el ejemplo de los monopolios señoriales, privilegio éste que no se rompería hasta bien entrado el siglo XVIII[12]. Los Zúñiga obtenían pingües beneficios también del cobro del tributo de alcabala por la salida de piezas bejaranas fuera de la villa.
Sin embargo, en el siglo XVI la Casa Ducal se había inmiscuido en la trayectoria textil con la construcción de un batán, un lavadero y un tinte (hoy desaparecido) al que debían acudir obligatoriamente todos los fabricantes previo pago de un impuesto, siguiendo el ejemplo de los monopolios señoriales, privilegio éste que no se rompería hasta bien entrado el siglo XVIII[12]. Los Zúñiga obtenían pingües beneficios también del cobro del tributo de alcabala por la salida de piezas bejaranas fuera de la villa.
La iniciativa de las Regentes no resultaba una
novedad, pues el duque fallecido, Manuel I, había intentado promover una
fábrica de paños propia entre 1669 y 1676 convirtiéndose en una suerte de “exótico
señor industrialista” a pesar de que la experiencia se saldó con un rotundo
fracaso por la implicación directa de la Casa Ducal en el proceso[13]. Las Regentes volvieron a
intentar la experiencia esta vez estableciendo un contrato con varios maestros
extranjeros que serían empresarios independientes y a la vez controlados
indirectamente por la Casa Ducal. En general se trataba de sustituir la mano de
obra artesanal por una cualificada organizada tradicionalmente en gremios.
Dintel con leyenda en la vivienda de Juan Luis Meluis, flamenco, fabicante de paños (Béjar, calle Flamencos)
El impulso de la industria textil por
parte de una familia noble castellana no disminuía el estatus estamental de la Casa Ducal, aunque esta actividad, en principio, era contraria a sus privilegios sociales, es decir, formaba parte de las llamadas “actividades viles”[14]. Las Regentes aprovecharon una Pragmática Sanción promulgada por Carlos II en Madrid el 11 de diciembre de 1682 por la cual el impulso de fábricas de sedas, paños, telas y otros tejidos no iba en contra de los intereses nobiliarios, ni mermaba la nobleza de aquellos señores que las fomentaran[15]. Las medidas de desarrollo económico promovidas en el reinado de Carlos II por don Juan José de Austria, el Duque de Medinaceli y el Conde de Oropesa deseaban que España saliese de la grave crisis en la que había permanecido durante todo el siglo XVII. Lo que más nos interesa de este ambicioso plan para el caso bejarano es la creación de la Junta de Comercio y Moneda (1679), una de cuyas misiones consistía en fomentar el comercio y la industria con el establecimiento de maestros extranjeros, cuya misión consistía en enseñar a los naturales la producción de pañería fina para así conseguir reducir las importaciones de productos de lujo[16], así como la redacción y puesta en práctica de ordenanzas con este mismo fin.
parte de una familia noble castellana no disminuía el estatus estamental de la Casa Ducal, aunque esta actividad, en principio, era contraria a sus privilegios sociales, es decir, formaba parte de las llamadas “actividades viles”[14]. Las Regentes aprovecharon una Pragmática Sanción promulgada por Carlos II en Madrid el 11 de diciembre de 1682 por la cual el impulso de fábricas de sedas, paños, telas y otros tejidos no iba en contra de los intereses nobiliarios, ni mermaba la nobleza de aquellos señores que las fomentaran[15]. Las medidas de desarrollo económico promovidas en el reinado de Carlos II por don Juan José de Austria, el Duque de Medinaceli y el Conde de Oropesa deseaban que España saliese de la grave crisis en la que había permanecido durante todo el siglo XVII. Lo que más nos interesa de este ambicioso plan para el caso bejarano es la creación de la Junta de Comercio y Moneda (1679), una de cuyas misiones consistía en fomentar el comercio y la industria con el establecimiento de maestros extranjeros, cuya misión consistía en enseñar a los naturales la producción de pañería fina para así conseguir reducir las importaciones de productos de lujo[16], así como la redacción y puesta en práctica de ordenanzas con este mismo fin.
Así, en una carta remitida desde Béjar a la Corte por el
contador Francisco de Béjar, éste informaba a las Duquesas que “los
flamencos no cesan de ylar y disponense para acabar dos piezas de bayetas El
telar tienen acabado esta semana y solo falta vengan los peines que estan
encargados en esa corte. Algunas muchachas deste pais (se refiere a Béjar) an
ido a aprender a ylar, dinero piden y, aunque se les dara, an recibido con lo
que importa la lana dos mil reales, que supongo han gastado en el telar, tornos
y comer”[17]. Las Duquesas de Béjar, como contrapartida, les debían
anticipar 12.000 reales para iniciar la fabricación y 200 reales más para los
gastos del viaje. Los flamencos tendrían que ir devolviendo ambas cantidades a
medida que fueran vendiendo las primeras piezas[18]. La producción resultaba de una calidad excelente.
Lápida conmemorativa, calle Flamencos, Béjar
Aun con todo, hacia 1691 la mayor parte de los maestros
flamencos que llegaron a la Villa habían abandonado la fabricación y emigrado. Las causas del fracaso de las empresas
de estos primeros flamencos eran múltiples: su impericia en la fase del teñido
y apresto, a pesar de que eran buenos operarios por lo que se refiere a la
hilatura y la tejeduría, los elevados costes de producción debido a los
crecidos salarios que les exigían los oficiales de la villa, los problemas de
financiación debidos a las pretensiones ducales de que los flamencos retornaran
rápidamente los 12.000 reales que habían recibido, y la falta de cualificación
de los flamencos en la vertiente comercial del negocio pañero [19].
En 1700,don Juan Manuel vuelve a establecer un nuevo
contrato con fabricantes extranjeros, de nuevo asegurando su independencia y un
cierto control directo por parte de la Casa Ducal. Ésta costearía su llegada e
instalación, así como su abastecimiento de lanas y dinero para mantenerse a
flote. Aunque la idea seguía siendo la misma, parece ser que la buena mano del
Duque logró sacar la empresa adelante como más tarde veremos.
Continuará
[1] A. H. N., Osuna, c. 234, d.8.
[2] CASCÓN MATAS, Mª. C.: “De bautizos y otras ceremonias
religiosas en la iglesia de Santa María la Mayor de Béjar”, 4.494
(02/V/2008) y 4.495 (09/V/2008). La partida bautismal se ha extraído del A. P.
de Santa María la Mayor: Libro de bautismos nº 4 (1649- 1719), f. 120.
[3]
Ibidem, f. 115v.
[4]
MUÑOZ GARCÍA, J: “Cronología de los
Estúñigas, señores de Béjar, y de los Duques, sus sucesores”. Ofrenda a
la Santísima Virgen del Castañar (II), 1963, 49.
[5] Diccionario Hispanoamericano de Heráldica”, p. 234.
[6] Para saber más consultar MUÑOZ GARCÍA, E: Historia del
Buen Duque don Manuel de Zúñiga. Béjar, 1976.
[7] CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Marqués de la Floresta, Alfonso
de:. “La Insigne Orden del Toisón de Oro” (Fundación Carlos III
edición). Madrid: Palafox & Pezuela, 2000, 379-380.
[8] Doña Teresa Sarmiento de la Cerda (1631- 1708) era hija de
don Rodrigo Sarmiento de Silva de Villandrando y de la Cerda, conde de Salinas,
de Bureba y Ribadeo, marqués de Alenquer y, por matrimonio, IV duque de Híjar,
título que usará a partir de sus esponsales con doña Isabel Margarita Fernández
de Silva Lécera y Aliaga, IV duquesa de Híjar, en 1621. Doña Teresa se
convirtió en duquesa de Béjar tras su matrimonio con don Juan Manuel de Zúñiga,
que heredó el título en 1660 tras la muerte de su hermano don Alonso Diego
López de Zúñiga, VIII duque de Béjar. Sin embargo, don Juan Manuel moriría el
14 de noviembre de ese mismo año de 1660, por lo que doña Teresa pasará a
ejercer la regencia de los estados patrimoniales de su hijo don Manuel, X duque
de Béjar durante la menor edad de éste (nacido en 1657). Para saber más
consultar GARCÍA LÓPEZ, D: “Joyería y Platería en la Casa de Béjar, 1660-1677.
Las compras de la duquesa doña Teresa Sarmiento de la Cerda, IX duquesa de
Béjar.” en RIVAS CARMONA, J, (coord.) Estudios de platería San Eloy:
2006, Univ. Murcia. Murcia, 2006. También en CASCÓN MATAS, Mª. C.:
“La duquesa pintora: doña Teresa Sarmiento de la Cerda”. 4.592
(19/III/2010) y 4.596 (16/IV/2010).
[9] MARTÍN LÁZARO, A: "La fábrica de paños de Béjar". BenM,
200-241 (1925-26). Ver también MUÑOZ DOMÍNGUEZ, J.: Los maestros flamencos.
Dip. Salamanca y Ayto Béjar, 1993.
[10] GARCÍA MARTIN, Pedro: Béjar, 1753. Según las Respuestas
Generales del Catastro de Ensenada. Madrid, 1990. TABAPRESS.
[11] MUÑOZ GARCÍA, J.: “Breve nota de la antigüedad, evolución,
vicisitudes y estado actual de la industria lanera bejarana” en Ofrenda a la
Santísima Virgen del Castañar (II), 1963, 84. La Pragmática de los Paños es
un compendio de normas sobre el modo de hacer las operaciones ligadas al
proceso textil desde la clasificación de lana hasta el acabado de los géneros.
Para saber más MUÑOZ GARCÍA, J.: “Los Reyes Católicos promulgaron una interesantísima
Pragmática de los Paños” en Ofrenda a la Santísima Virgen del Castañar (II),
1963, 87-93.
[12] Momento en el que el fabricante bejarano Diego López logró
romperlo y consiguió por parte de Carlos III la declaración de su manufactura y
tinte como Real Fábrica de Paños.
[13] ROS MASSANA, R: La industria textil lanera de Béjar
(1680- 1850). La formación de un enclave industrial. Junta de Castilla y
León, 1999, 43.
[14] CONTRERAS, J., SIMÓN TARRÉS, A., GARCÍA CÁRCEL, R.: Historia
de España. La España de los Austrias I. Auge y decadencia del imperio español
(siglos XVI-XVII), vol. 6, pp. 555- 561.
[15]
MARTÍN LÁZARO, A.:"La fábrica de
paños de Béjar, documentos para su historia", Béjar en Madrid, 200-241,
1925-26, 7.
[16] Para conocer en profundidad esos intentos de desarrollo
industrial como medio para salir de la crisis consultar YUN CASALILLA, B.: “Del centro a la periferia: la
economía española bajo Carlos II”. Univ. de Salamanca. Stud, hist., Hª.
mod., 20, pp. 45-75. También el tema ha sido tratado en CASCÓN MATAS, Mª C: “El
reformismo económico del reinado de Carlos II y la llegada de los maestros
flamencos a Béjar”, BenM, 4.625 (05/XI/2010).
[17]
MARTÍN LÁZARO, A.: "La
fábrica de paños de Béjar, documentos para su historia", BenM, nº.
200-241 (1925-26), 7.
[18] ROS MASSANA, R.: “Migraciones artesanas, política
señorial y cambios en la especialización productiva en la industria lanera de
Béjar, 1691-1782”.. Stud. Hist. Dpto. Historia Moderna, 14, p. 3.
[19] Ibidem 45.
Buena vista se tuvo en aquel momento para lograr esto. Todavía algunos vivimos de esta industria, aunque ya no sea lo que era hace décadas.
ResponderEliminarPor cierto... no sabía yo que había Grandezas de España de varias clases.
Un abrazo.
Parece ser que había clases para los Grandes porque ya sabes que siempre unos están por encima de otros en todos los ámbitos.
EliminarUn saludo
Tenía cabeza para los negocios, y no se le caían los anillos a su grandeza de España por lanzarse a hacerlo. Otros parecían tener en menos eso del trabajo :)
ResponderEliminarFeliz fin de semana, madame
Bisous
En España hemos tenido un mal incurable: no invertir en industria ni en cultura. De ahí nos vienen los problemas actuales, o parte por lo menos. El oro y la plata que venían de América se destinaba a las guerras y no al desarrollo interno, y de ahí nuestra miseria. ¡Cuánto mejor nos hubiese ido si los nobles en vez de únicamente guerrear y medrar, enriquecerse y amasar riqueza, hubieran sido el motor de nuestro desarrollo! Teníamos que habernos fijado más en Inglaterra, creo yo, en estos asuntos.
EliminarUn besito
No cabe duda que lo cortés no quita lo valiente.Ser grande de España en este caso... para mantener los estatus en este caso: qué mejor que con las fábricas de paños , las tierras que producian la materia prima junto a los animales.Todo es una cadena y cuando se rompe un eslabón es cuando todo cae por su propio peso.España; siempre ha sido orgullosa y poco práctica y, así siempre nos ha ído.Gracias a las medidas de desarrollo económico promovidas en el reinado de Carlos II.Mujeres con unas ideas bastante imnovadoras pero... les faltaba mano izquierda. Gracias al buen hacer de Juan Manuel: para mejora de la Casa Ducal.
ResponderEliminarNada que por títulos y grandezas de España no sería: pero...lo que de verdad hace falta es trabajo y que dé: buenos dividendos para poder mantenerlos.Un pueblo afortunado : porqué un pueblo con trabajo es un pueblo con futuro...Ojalá cunda en ej. por estos mandatarios que se nos van a quedar las tierras baldías...y sin futuro.
Feliz fin de semana Carmen.
Besos.
Pero, Bertha, eso no solía ser lo habitual. Lo corriente es que el noble se dedicase a amasar riquezas y propiedades para vivir con ellas sin molestarse en nada, si acaso el medro personal y extender las redes sibilinas por la corte. El caso de nuestro duque don Juan Manuel era extraño, aunque no lo hací tampoco por el bien común, sino por el suyo propio. Date cuenta que si tenía éxito el desarrollo textil él cobraba más por el uso del tiente y por el cobro de impuestos. Nadie hace nada sin obtener un beneficio a cambio.
EliminarUn besito y gracias
...sí, Carmen :estoy de acuerdo que no era lo habitual en la nobleza y sus derechos de pernada.Por eso te digo que fué una excepción y sobre todo la reacción de ellas que el papel de la mujer estaba bastante limitado.Todos sean nobles,caballeros,etc.Todos los que estan por encima economicamente la inmensa mayoría van a sacar pigües a cuenta de los más desfavorecidos.Lo que pasa es que antes se sometía a las clases más por la ignorancia supina que siempre a existido y sino mira Cataluña,Valencia: que nunca han producido un gramo de algodón ní de seda pero tenían las mayores textileras y eso movía al obrero y a la demografía.
EliminaruN BESO FELIZ DÍA.
En Béjar tampoco teníamos lana, ¿sabes? Venía toda de Extremadura y aquí la convertíamos en paños. Mucha relación ha tenido Béjar con Cataluña a lo alrgo de la Historia, sobre todo en los siglos XIX y XX:
EliminarUn beso
Buen trabajo. Creo que documentar la historia del Ducado de Béjar puede ser positivo para pooner las cosas en sus justos términos. Hay bejaranos que los ensalzan como semidioses y otros que consideran que nunca hicieron nada por el ducado, salvo en su propio beneficio. Personalmente no se en que bando alinearme, pero cuando miro para Plasencia, Ciudad Rodrígo, etc., en fin, que tengo mis dudas.
ResponderEliminarNo te falta razón en eso de que los duques se beneficiaban de ello. Como digo don Juan Manuel no hacía nada porque sí. La idea de implantar a los maestros flamencos en Béjar tenía como objetivo desarrollar la pañería fina, con lo que él se beneficiaba al monopolizar el uso del Tinte del Duque (los fabricantes estaban obligados a teñir sus paños allí y pagar un impuesto) y cobrando los tributos de la alcabala de los paños. Además esta primera fabricación textil se iba a destinar casi en tus totalidad al autoconsumo, sobre todo de la Casa Ducal. En parte, no te equivocas.
EliminarUn abrazo
Tam joven y ya Duque de Béjar y Marqués de Gibraléon (en mi tierra, Huelva) y tan pronto con el toisón de oro que le concede ese pobre rey, Don Carlos II. Aunque los trabajos manuales no formaban parte de los cometidos de los Grandes de España, tuvo buena vista al fomentar la industria textil en la zona.
ResponderEliminarBuen fin de semana, Carmen.
Los duques tenían ampliso dominios en tu tierra, Paco. Y tenemos buenas relaciones actualmente con ellos, sobre todo con Gibraleón.
EliminarMuchas gracias e igualmente
La tradición textil de Béjar posee gran antigüedad.
ResponderEliminarNo se que situación tendrá ahora en la actualidad. Fomentar estas empresas sería una solución para tantas personas como andan buscando trabajo.
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Viene de la Edad Media y ello porque teníamos unas condiciones inmejorables para una buena producción de paño. Ya lo cuento en el artículo: madera, buena agua y un río caudaloso para poder mover batanes y turbinas, posteriorment, en la Revolución Industrial.
EliminarAhora tovaía nos quedan unas cuantas fábricas en funcionamiento. El textil bejarano se mantuvo en buena forma a lo largo de la Historia, aunque con altibajos, porque suministrábamos el paño para la confección de uniformes militares al estado. Ahora la competencia asiática nos ha arruinado, en un proceso que hemos heredado de los añis 70.
Un beso
La valía de algunos personajes es incuestionable. La villa renacentosta es una preciosidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegro de que te haya gustado. El Bosque es una de las maravillas más recónditas que poseemos en Béjar. Se encuentra prácticamente en su estado original y esmotivo de visita obligada a todo aquel que se acerque a nuestra ciudad.
EliminarUn abrazo
Un post muy currado y aportando datos de archivo y excelente documentación. Ciertamente no sería fácil traer extranjeros a trabajar a Béjar. De todas formas el Duque tenía buen olfato para los negocios.
ResponderEliminarBss Carmen y disfruta del paseo si no llueve.
En realidad los maestros flamencos de los que se habla en el artículo no sólo eran de esta nacionalidad, sino también holandeses, alemanes o franceses, y la mayoría habían nacido en sus lugares de origen, pero levaban un tiempo viviendo en Madrid. El impacto que la villa y sus habitantes debieron recibir con la llegada de estos contingentes poblacionales debio de ser grande.
EliminarUn besazo
Interesante biografia de los pioneros de Bejar y su tradicion textil; y bonita la Villa El Bosque y el entrañable telar donde se tejieron y entramaron las bases y el destino de tu querida ciudad.
ResponderEliminarUn beso.
Bueno, la foto del telar no es de Béjar, sino que la he sacado de la red. Sin embargo, es seguro que los telares manuales bejaranos de entonces serían así y por eso me ha parecido oprtuno poner la foto en este entrada.
EliminarUn besito
¡ PERO QUE CIUDAD TIENES CARMEN ! ¡ QUE RIQUEZA EN HISTORIAS !
ResponderEliminarPUEDES A BIEN , PRESUMIR DE ELLO , TE SENTIRÁS MUY ORGULLOSA DE ELLA...
QUE BONITO LO DEL TELÁR... Y QUE FANTASTICO QUE EL PASO DEL TIEMPO, NO HA IMPORTADO
PARA QUE TODO SIGA VIVO, MIENTRAS TENGAMOS EXCELENTES ARCHIVEROS COMO
VOSOTROS ¡QUERIDA AMIGA !
BESOS , CONCHITA,
Muchas gracias, amiga. Me sacas los colores.
EliminarMe gusta que la gente aprecie la historia de nuestra tierra y estas pequeñas aportaciones a ella que hacemos desde este blog.
Un abrazo y muchas gracias
Lo escrito por ustedes rompe con la imagen,tópica, que se tiene de la aristocracia. Muestran rasgos ilustrados en una época tan temprana. Sin duda es de gran interés su aportación. Llama la atención, además, la sencillez del enterramiento que aparece en la entrada.
ResponderEliminarSaludos.
El duque don Manuel, cuya vida merecería una entrada o más de una en este blog, murió lejos, en Buda (Hungría), pero sus restos fueron traídos a Béjar, lugar de su nacimiento. Para ello se le hizo entierro solemne en el convento de dominicas de la Piedad, donde los Zúñiga tenían su lugar de eterno reposo. Con los avatares de la desamortización, hacía 1845 el convento de desmanteló y se puso en pública subasta. de los enterramientos se perdió memoria hasta que en la segunda mitad del siglo XIX se encontraron y se trasladaron al cementerio público de San Miguel donde se sieron sepultura en un simple nicho costeado por el ayuntamiento bejarano.
EliminarUn saludo
Una gran iniciativa la de los gobernantes de aquellos Estados.
ResponderEliminarSaludos, Carmen y también para Alberto. Me alegro mucho de saber de él.
Este artículo lo escrbimos hace casi un año con la idea de publicarlo en los blgos de ambos, pero luego nos salió un texto tan extenso que intenamos publicarlo en papel. Como la cosa no cuajó, hemos decidido publicarlo aquí.
EliminarUn saludo
...Carmen: disculpa que puse el comentario dónde no debía y el saludo en voz alta.;).Lo siento, un abrazo.
ResponderEliminarCreo que lo has puesto en el sitio indicado, contestando a su vez a mi comentario. No te preocupes, no sabes la cantidad de meteduras de pata que cometo cuando escribo.
EliminarUn abrazo
Recuerdo que ya se contó algo de la llegada de aquellos flamencos.
ResponderEliminarEl caso es que aunque con dificultades en aquellos inicios, la industrial textil acabó estableciéndose con pujanza como tan bien nos has constado otras veces hasta bien entrado el siglo XX, en el que comenzó su declive. Un abrazo Carmen.
Si, tienes muy buena memoria. En este blog hemos dedicado unas cuantas entradas a nuestros queridos maestros extranjeros y otras tantas a la importancia de Béjar y su industria textil en los siglo XIX y XX.
EliminarUn abrazo y feliz semana
Algo no muy frecuente dentro de la nobleza de por aquí. Pensábamos que eso de los nobles emprendedores era algo privativo de los ingleses. Ya vemos que no.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues en Béjar de ingleses teníamos poco, entre otras cosas porque eran nuestros principales competidores en cuato a paños se refería, incluyendo, en un principio, a los catalanes.
EliminarUn saludo
Creo que las regentes adoptaron una actitud muy adelantada para la época y dada su condición noble sin dudas sentaron las bases de una forma de asociación que bien gestionada debe funcionar con beneficios para las partes implicadas.
ResponderEliminarEs un placer leer tus retazos de historia tan bien documentada y con ilustraciones tan oportunas.
Un beso.
Muchas gracias, Wendy. La verdad es que tuvimos unas ducquesas lanzadas para la época y con visión de futuro. Lo que hay que tener en cuenta aquí es que seguían el modelo dejado por su hijo y marido que no dió tiempo a desarrollar del todo. Y también que los duques se beneficiaban económicamente con esta operación.
EliminarUn besazo
Un momento fundamental de la historia bejarana, sin duda. Además del detallado artículo, me han parecido especialmente destacables las imágenes que lo acompañan.
ResponderEliminarSaludos, Carmen
Pocas pruebas gráficas tenemos en Béjar de la presencia de los flamencos por aquí, si acaso ese dintel con la leyenda "Juan Luis Meluis", un fabricante flamenco, que podemos encontrar aún en la calle Flamencos, lugar donde fueron asentados por obra y gracia del duque.
EliminarUn saludo
Ay, si todos los grandes de España hubieran tenido un poco del cerebro y otro poco del empuje de este señor...ahora seríamos otro País, está claro.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el cuadro de Hermanos le Nain, la señora me recuerda a la vieja friendo huevos de Velázquez, no sé porque, ha sido un reflejo inmediato.
Un beso Carmen y gracias a los autores del artículo
En España uno de nuestro principales caballos de batalla ha sido, y sigue siendo, la escasa inversión interna. Ojalá hubiéramos invertido más en industria y desarrollo, en ciencia y tecnología, y menos en llenarse los bolsillos y vivir de las rentas... Otro gallo nos hubiera cantado... en fin...
EliminarClaro, se te asemeja porque ambos cultivaron un mismo estilo pictórico, que se caracterizaba por la importancia de la luz y la representación de personajes del pueblo, creado por Caravaggio en Italia: el claroscuro. Y además era coetáneos.
Un beso
Interesante documentación, Carmen, de los comienzos de la manufacturación de pañería fina en Béjar y que tanta fama y prestigio le dio, que pena que todo haya acabado de esta manera en la que nos encontramos.
ResponderEliminarSaludos.
Béjar ha caído ante la gran avalancha del mercado internacional y creo que poco podíamos hacer para que nosotros, pobre ciudad del sur de Salamanca, saliéramos a flote de este maremagnum. Ni los ingleses han podido con ello, siendo ellos.
EliminarUn saludo y gracias
Magnifica información de como empezó esa industria que fue tan importante para Béjar y que desgraciadamente paso y solo queda prácticamente el recuerdo.
ResponderEliminarUn beso.
Hombre, tampoco tanto. Todavía nos quedan en funcionamiento varias fábricas que sobreviven al embate del invasor. Y espero que su andadura siga.
EliminarUn beso
Buena idea la de esas dos mujeres, que sirvió para una floreciente industria en Béjar, aunque ya quede en el recuerdo.
ResponderEliminarUna buena información nos dejas, para que no la olvidemos:))
Un beso.
¿Has visto lo importantes que han sido algunas mujeres en Béjar? Habría que rescatar la historia de algunas de ellas para que no parezca que no hemos existido.
EliminarUn beso
Y por fin después de un año sale a la luz nuestro artículo! :) una pena que por todos los temas de la crisis y otras dificultades no pudiésemos publicarlo en papel (aunque esperemos que algún día sea posible). Me ha alegrado enormemente volver por estos mundos a través de tu blog y encontrarme que seguís todos por aquí...a ver si me animo y escribo algo de nuevo por mi blog.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Los zarpazos de la crisis llegan a todas partes y más si nos referimos a la cultura, siempre vejada cuando se trata de ganar dinero a través de ella. De todos modos, siempre nos quedarán los blog para poder publicar, eso seguro, amigo Carolus.
EliminarAnímate a volver y a escribir y enseñarnos la Historia de nesutra Edad Moderna, tan olvidada y poco comprendida.
Un abrazo
Killa cada vez que te leo me sorprendo aún más de la gran historia que tiene este hermoso rincón
ResponderEliminarUn besote
¿Has visto? Sólo hay que dedicarse hora sy horas a decifrar legajos polvorientos, leer libros por doquier, poner todas las ideas en orden, interpretar los documentos en su contexto, escribir el artículo y listos. Y todo a fuego lento, claro.
EliminarUn beso
Querida Carmen , las referencias a los maestros flamencos me han traído a la memoria un trabajo textil muy gallego, eso sí, sin fábricas, el encaje de Camariñas, palillado a mano y con mucha paciencia por expertas manos femeninas, todo un orgullo de la artesanía popular en estas tierras. El motivo de mi referencia es que esta técnica tuvo su origen en los intercambios con los puertos de Flandes en el siglo XVI y se afianzó con fuerza en esta zona de la "Costa da Morte"; dicen también que en el siglo XVII nobles y soldados volvían de la Guerra de Flandes casados con mujeres flamencas que aportaron nuevas técnicas. Es evidente que los intercambios culturales con otros pueblos siempre dan buenos frutos.
ResponderEliminarUn artículo excelente y magníficamente documentado; el trabajo realizado con dedicación, tesón y mucho esfuerzo siempre revierte en grandes resultados, y a las pruebas me remito.
Mil biquiños.
¡Qué interesante lo que cuentas! ¿Por qué no escribes una entrada en tu blog sobre el tema? Estaría encantada de saber más sobre los intercambios culturales y económicos entre Flandes y Galicia, sobre todo en cuanto a textil. Piénsalo.
EliminarUn beso
Algunos Títulos de Nobleza poseía el Duque y que modestia, en su Tumba, para tan Gran Señor.
ResponderEliminarEntonces, esta fue el comienzo de la Industria Bejarana. Muy interesante Relato.
Saludos, manolo
Precisamente ahora el duque de Béjar, una rama desgajada de la Casa de Osuna, vive en Béjar. Lo mismo te lo has cruzado por la calle y no te has enterado, jejeje
EliminarUn abrazo
Nunca entendí el menosprecio de ciertos individuos hacia la persona que arriesga su patrimonio o lo hipoteca por iniciar un negocio que lógicamente creará puestos de trabajo. Les irá bien o mal, pero es algo que yo valoro. Y mucho menos entiendo que se los tache de explotadores.
ResponderEliminarAsí que, como admiro a quienes no viven del erario público y son sus propios jefes arriesgando lo suyo, vaya mi homenaje para esas mujeres de Béjar, valientes y emprendedoras, que nombráis en vuestro texto, muy bueno por cierto. Homenaje extensivo al duque aunque no sepamos todavía como le fue. Seguiré sus andanzas.
Y a propósito de los encajes que comentáis, os brindo estas curiosas entradas con Gaudí como fondo:
http://amf2010blog.blogspot.com.es/2012_03_01_archive.html
http://amf2010blog.blogspot.com.es/2012/04/gaudi-encajes-2-parte.html
Abrazos.
Uno de los deportes más extendidos en nuestro país es la crítica sin rubor contra todo aquel que alza la cabeza por encima del resto por haber hecho algo, lo que sea, aunque el resultado sea bueno. Creo que en parte la explicación está en la envidia hacia el otro. En fin, una pena.
EliminarTengo un artículo preparado en la recámara para otro momento y que escribí en su día en homenaje a las mujeres fabricante bejaranas del siglo XVIII. Prometo colgarlo algún día.
Muchas gracias por tus enlaces y tu comentario, Ana.
Un abrazo
Hola Carmen:
ResponderEliminarHe regresado después de una desconexión por falta de ADSL...Mejor no hablamos de eso.
Me ha gustado esta historia. La visión para los negocios creo que fue determinante.
Besos. me estoy poniendo al día con los blogs amigos.
¡Qué bien que te tengamos de nuevo por aquí, doc! Lo de las compañías de internet es un horror, por lo menos aquí en España. Espero que se haya solucionado todo satisfactoriamente.
EliminarUn beso
Carmen, ¡qué importante biografía! ¡Qué importante etapa de los inicios y transformaciones de la industria textil bejarana! Es una publicación espléndida, que te agradezco que hayas compartido. Como ya te he dicho otras veces, ¡lo tenéis todo! No puedes imaginar el cambia que hacia Béjar he experimentado y las ganas que tengo de poder visitar todos los lugares que he conocido contigo de forma tan inigualable. También es cierto que habéis tenido unos vecinos que han fomentaron la industria y unos artesanos que respondieron con la calidad de sus trabajos. Es extraordinaria esta publicación, como todas las tuyas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Carmen.
Me agradan y alagan tus palabras, Antonio. Anímate un día a visitarnos porque seguro que llevas mucho adelantando con tanta lectura sobre la ciudad. No nos podemos quejar de historia, paisanos ilustres y jaleos varios en los que nos hemos visto envueltos. Por eso era necesario hacer un blog en el cual verter todas esas historias y darlas a conocer a los bejaranos y a todos aquellos que quisieran echarles un vistazo. Creo que no me equivoqué cuando me aconsejaron abrir este blog hace casi 5 años.
EliminarUn abrazo
Se me pasó esta entrada, voy por la lectura de la segunda.
ResponderEliminar¡Perfecto!
EliminarInteresantísimo. Me ha llamado la atención esa tumba del duque don Manuel en un cementerio que no puede ser (creo yo) anterior al s. XIX... Y tan modesta. Besos.
ResponderEliminarLa capilla panteón de los duqes en Béjar se encontraba en el convento desamortizado de la Piedad. Cuando se iban a hacer unas reformas en el siglo XIX se encontró el cuerpo del duque don Manuel y se decidió llevarlo al cementerio municipla, donde reposa, como vez, en un nicho común y corriente, sin distinción de los del resto.
EliminarUn beso