Autora: Mª del Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.549 y 4.550.
* Las imágenes de este artículo pertenecen a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Angustias. Con sede en la iglesia de Santa María la Mayor fue fundada en 1991.
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.549 y 4.550.
* Las imágenes de este artículo pertenecen a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Angustias. Con sede en la iglesia de Santa María la Mayor fue fundada en 1991.
Los archivos se encuentran repletos de una información del pasado que espera ahí, impaciente, a que sea descubierta, a que los personajes olvidados cobren vida y los lugares se pueblen de gentes, de colores, olores y movimiento de nuevo. Ahora que tan cercano está el sexto centenario de la fundación de la Cofradía de la Santa Vera Cruz me parece adecuado sacar a la luz un documento muy jugoso y fresco que revive la Semana Santa del Béjar del siglo XVIII. A veces decimos que en la Historia bejarana siempre se tratan los mismos relatos, que no hay una renovación temática y a veces los lectores nos preguntamos si es que no hay nada más que investigar. Nada más lejos de la realidad: la Historia de Béjar está en mantillas, no se ha tocado prácticamente nada en serio. Y ésta es una prueba.
El 4 de abril del año 1733 miembros del Cabildo Eclesiástico, frailes franciscanos, miembros de la Cofradía de la Vera Cruz y representantes del consistorio se reúnen en la capilla de la cofradía, sita en el Convento San Francisco, para llegar a un acuerdo de lo más pintoresco y curioso. El título del documento lo dice todo: Escrittura de Concordia entre Su Excellencia y Regimiento de esta Villa de Bexar, los sres Abbad y Cabildo deella y la Comunidad de Nuestro Padre San Franzisco sobre funziones de Semana Santta. Y un poco más abajo, una vez mencionados los comparecientes al acto, se explica (...) para que mediando la Paz y buena Union que debe ser manttendida enttre dichas Graves Reberendas Comunidades como cavezas principales deesta Villa; Y mediante dicha union observandolo siempre dirixir las funciones de Prozesiones de la Semana Sancta al mayor Culto y Veneración que ttodos los fieles son obligados; y que en lo adelante no aiga motibo entre unas y otras Reberendas Comunidades disputas ni quejas; así en la forma de la celebridad de dichos Reberentes Cultos como en los asienttos que cada uno de dichos señores y sus Comunidades deven ocupar (...). Es decir, que eran frecuentes las rencillas entre los principales representantes de las instituciones bejaranas durante la Semana Santa.
Miembros de la Hermandad
a su paso por las calles de Béjar
a su paso por las calles de Béjar
El tema no es nuevo; conocemos varios documentos interesantes en el que el escenario de una procesión o de un acto público se convierte en campo de batalla para la discusión. Por ejemplo, los conocidos enfrentamientos entre las instituciones durantes los actos de la procesión del Corpus, tan magníficamente analizados por Alejandro López Álvarez en su libro sobre el Corpus bejarano. Nos hallamos, por tanto, ante un hecho habitual, continuo en la Historia de la Edad Moderna: los conflictos entre el Consistorio y el Cabildo, acentuados en el momento de mostrarse en público. La disposición de sus representantes ante el pueblo determinaría su poder sobre ellos; cualquier cambio o modificación supondría desequilibrar la balanza hacia uno u otro lado, laico o eclesiástico. Los actos públicos se convierten en un símbolo del control que ejercen las clases dominantes, por lo que la escenografía es un punto clave para entender los ámbitos de poder. La jerarquía debería estar, por tanto, bien delimitada.
Talla del Nazareno.
Procedente del desaparecido convento de dominicas de la Piedad
es una imagen de vestir del siglo XVII
Procedente del desaparecido convento de dominicas de la Piedad
es una imagen de vestir del siglo XVII
Ante tales rencillas, era preciso reunirse y llegar a un acuerdo, en el que todo se encuentre planificado para que no haya el menor atisbo de quiebra de la jerarquización social, como éste de 1733. El problema, en este caso, venía dado por el acto mismo. En una procesión, ¿quién tenía preeminencia? Quizás el consistorio por ser la representación del pueblo y de la voluntad ducal; o el Cabildo Eclesiástico, órgano que aglutinaba al clero secular local; o los frailes de San Francisco por ser en su convento donde radicaba la sede de la Cofradía; o la Cofradía misma por organizar los actos.
Esa es la duda que parece asaltar a los congregados a esta reunión. Citaremos sus nombres para rescatarlos del olvido. Por la Vera Cruz asistió el abad de ese año, Jerónimo García Cantador, dos diputados o cofrades y su alcalde o presidente, Juan Muñoz Domínguez. Por el consistorio el representante de la nobleza o Regidor Decano del Estado Noble , Pedro Manuel de Tórtoles Dorantes, y del estado llano o de los “hombres buenos”, Francisco de Herrera.
Por el Cabildo Eclesiástico o clérigos seculares, su abad el Licenciado Diego García del Río, cura de San Miguel, y Antonio Manuel Flórez, beneficiado de San Pedro. Y por el Convento San Francisco o clérigos regulares, el Padre Guardián, Fray Andrés de Montoya, Fray Francisco de San Jerónimo, Lector Jubilado, el Predicador General Fray Juan Benito Hierro y el Predicador Mayor Fray Diego Paniagua.
Claustro del convento de San Francisco
El acuerdo contempla una serie de puntos que deben ser respetados y seguidos por todas las instituciones congregadas, enumerando los principales actos del Jueves y Viernes Santo, días en que se concentraban las celebraciones del Béjar del siglo XVIII. Se especifica al final del acuerdo que debe existir una copia en el archivo de la cofradía, consistorio y Cabildo Eclesiástico. En este caso he consultado el que se conserva dentro del libro de actas de sesiones del archivo municipal.Talla de Jesús amarrado a la columna,
datado posiblemente en el siglo XVIII
El Jueves Santo se celebraba a las 9 de la noche una procesión que transitaba desde la capilla de la Vera Cruz hasta la iglesia del convento, teniendo como principal escenario el claustro bajo. Durante esta procesión o quizás Via Crucis por la descripción que se realiza, se portaban los Passos de la Passion después de una plática o sermón.
Se precisa muy claramente la posición y la institución que debe protagonizar cada parte: la primera deberá estar presidida por el Cabildo Eclesiástico, alternándose sus miembros con los padres franciscanos, que protagonizarán la segunda. Termina el recorrido religioso en la capilla mayor de la iglesia del convento, finalizando los versos el abad y Cabildo Eclesiástico. El acto debía ser sobrecogedor y de gran belleza: claustro pétreo, susurros, luz de las velas, sombras encapuchadas, brillos de brocados, crujir de sedas. Podría ser un acontecimiento recuperable por la Cofradía de la Vera Cruz para el centenario. No sería mala idea que el Vía Crucis pasase por el interior del claustro del convento.
Según el libro de la regla del Cabildo Eclesiástico, la procesión del Jueves Santo empezaba a las tres de la tarde, recorría todas las iglesias de Béjar y volvía al convento, seguramente hacia las 9 de la noche, donde se finalizaba como hemos relatado.
Según el libro de la regla del Cabildo Eclesiástico, la procesión del Jueves Santo empezaba a las tres de la tarde, recorría todas las iglesias de Béjar y volvía al convento, seguramente hacia las 9 de la noche, donde se finalizaba como hemos relatado.
Continuará
¡Y qué poquito hemos cambiado...! Sólo que ahora podemos contar con profesionales del protocolo que, además, se ajustan a las leyes para establecer quién se coloca dónde y por delante de quién. Y es que, hija mía, ni en el acto más piadoso quiere dejar la gente de "dejarse ver". Me ha encantado esta entrada, resulta deliciosa. Besitos.
ResponderEliminarMenuda procesion de seis horas! Eso sí que eran procesiones.
ResponderEliminarPero hay que ver, enzarzarse en una ocasion tan de recogimiento, precisamente con la enorme devocion que habia entonces. Pero es que el protocolo es el protocolo, y hasta duelos ha causado una cuestion de preeminencia.
Feliz fin de semana, madame
Bisous
Lo de las procesiones interminables, celebración- espectáculo y expresión terrena del poder de los enviados por Dios, es algo bastante frecuente en España. Sólo hay que ver los gigantescos itinerarios de diez y más horas que se trazan, por ejemplo, en la Semana Santa sevillana.
ResponderEliminarOtra cosa es la lucha encarnizada por el control de estas procesiones, como aquí nos muestras, que son una forma desvirtuada del rito pagano de la celebración de la primavera o del año nuevo, cuando Perséfone vuelve con su madre, Démeter, tras pasar medio año encerrada en el reino de Hades.
Un saludo y felices fiestas, paganas aunque alguno no quiera.
Un placer haberme pasado por tu espacio, aquí ando llevándome dentro tus cosillas...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme.
Carmen guapa, te deseo una feliz semana santa. Yo la pasaré en el pueblo de una amiga en el Bajo Aragón donde es mucha tradición tocar el bombo y el tambor y hacen unas procesiones preciosas. Me ha encantado esta entrada.
ResponderEliminarUn besazo
Isabel Romana: entonces no sé si habría especialistas en protocolo, pero el caso es que a esta gente le daba igual. Las celebraciones públicas siempre eran motivo de rencillas para demostrar la preeminencia de los poderes civiles o religiosos. Este conflicto de Semana Santa en 1733 fue uno más de tantos. Y el problema es que debían de hacer el ridículo ante el resto de la población, que reiría agusto de nimiedades como éstas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus piropos.
Un besazo y buena Semana Santa
Madame Minuet: como ve los conflictos que ya desvelé en el anterior post no son cosa extraña. Da igual el entierro de un rey que la Semana Santa, el caso es demostar quién puede más.
ResponderEliminarUn besito
Cayetano: y a pesar del paso de los siglos, la puesta en escena del mundo espiritual en el terrenal sigue, al menos, tan fresca como en el siglo XVII. Se dirá que es la tradición, se esgrimirán los intereses turísticos, históricos y religiosos, pero sigue celebrándose.
ResponderEliminarDiremos que vivimos en un estado aconfesional y que pasamos de la religión a lo largo del año y, sin embargo, miles de nazarenos procesionan por las calles españolas en una fiesta de sangre y redención.
El español vive de las fiestas sean estas del signo que sean.
Un saludo
La sonrisa de Hiperión: muchas gracias por tu visita.
ResponderEliminarMagnolia: el año pasado estuve en Zaragoza en las fiestas de San Roque, en agosto, y me asombrépor el gusto que tienen los aragoneses por el sonido de los tambores. Llévate unos tapones para por si acaso y, si eres tú la que vas a tocar el tambor, cuídate las manos que dicen que de tanto aporrear quedan hechas una pena.
ResponderEliminarQue te lo pases muy bien.
Un besazo
Carmen, estas rencillas por las preeminencias tan del gusto Barroco nos hacen entender a la perfección la importancia que el status social y su ostentación tenían en esta época.
ResponderEliminarA la ves todo parece una representación en minúsculo de las batallas por las preeminencias que tenían lugar en la Corte de dos Mundos que era Madrid entre los distintos nobles, los eclesiásticos, etc etc
Un slaudo y Feliz Semana Santa.
Estoy de acuerdo Carmen sería interesante el recorrido del Vía Crucis por el interior del claustro del convento, rememorando aquellas antiguas procesiones,leer tu descripción del acto ya sobrecoge imaginemos presenciarlo.
ResponderEliminarAyer te echamos de menos.
Un besito.
¡Quinto centenario, nada menos! Ahí hay historia donde escarbar.
ResponderEliminarSí, duro tema el protocolo, y más si se mezcla con la representación de poderes contrapuestos.
un abrazo, Carmen
Pues sí, debió ser impresionante aquella procesión íntima... Opino, desde la distancia y humildemente, que harían muy bien en retomar aquella tradición con motivo del citado centenario... Procesionar por ese claustro debe ser toda una experiencia...
ResponderEliminarEs curioso, o quizá no tanto, toparse en Béjar con Nuestra Señora de las Angustias... Y eso gusta, para qué ta voy a engañar... Y es que uno, que es medio granadino, creció de su mano... Mi medallita de bautismo, sin ir más lejos, que reproduce a la patrona de Granada y que me fue regalada por mi madrina, cuelga de mi cuello desde entonces.
En fin, interesante entrada... Así es, siempre hay aspectos de nuestra historia, de la de Béjar en este caso, que investigar... Fantástico...
Que tengas un muy feliz arranque de Semana Santa.
Buenas noches.
No cambian casi nada las cosas en materia de buscar tres pies al gato, y si hay nazarenos de por medio más todavía, con el prestigio que da lucir morado en según que sitios...
ResponderEliminarEl claustro es divino Carmen, así como todo el post. Siempre aprendiendo, no me canso mujer.
Qué tengas una semana estupenda amiga.
Un placer siempre pasar por tu espacio... y llevarme estas cositas para mi.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme.
Carlos II: como ves es una entrada cuyo tema central es el mismo que en la anterior, pero teniendo como telón de fondo la Semana Santa. Cualquier acontecimiento público era bueno para demostrar la preponderancia social.
ResponderEliminarBuenas vacaciones de Semana Santa.
Un saludo
Juana María: cuando leí el documento me pareció un acto sobrecogedor y lleno de simbolismo que podría ser retomado perfectamente por la Cofradía para celebrar el sexto centenario. Ahí queda el guante para quien queira cogerlo.
ResponderEliminarEspero que lo pasarais bien el viernes. Ya me contarás.
Un besito
Xibelius: no quinto no (fue un error mío, sino sexto el que se celebra el año que viene, siendo una de las cofradías más antiguas de España. Espero que la cofradía encargue algún tipo de investigación sobre el tema, porque su estudio nunca ha sido abordado. En fin, trabajo que se acumula para los investigadores...
ResponderEliminarUn besito
Jose: a ver si, en cuanto a esta idea de retomar el Via Crucis recorriendo el claustro del convento San Francisco, algún miembro de la cofradía lee el blog y la propone para ser realizado el año que viene, el de las conmemoraciones.
ResponderEliminarEl paso de las Angustias es el más hermoso de cuantos hay en Béjar y su historia es aún un misterio. La belleza de la talla es sobrecogedora y a mi gusto es superios a la de Salvador Carmona de la catedral de Salamanca, aunque bien es verdad que de estilos distintos (una es rococó y ésta de Béjar es neoclásica).
Sí, he visto a la patrona de Granada en fotografías y he podido comprobar cómo es una talla de vestir, en contraposición a ésta.
Un saludo
Carmensabes: y eso que los nazarenos van con la cara tapada, que si no...jejej
ResponderEliminarMuchas gracias por tus líneas, querida amiga.
Un abrazo
La sonrisa de Hiperión: muchas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarUn beso
Querida Carmen, preciosa entrada, Felicidades un gran abrazo
ResponderEliminarBesos Isthar
¡El otro día pasé por Bejar, pero llovía a mares y no pude parar!¡Ahora que ya me sé todas las historias!
ResponderEliminarUn abrazo desde los mares de Extremadura
Carmen, yo más bien aperreo el bombo que es más fácil pero pesa más y me dejaba los nudillos de las manos "ulcerados", sin guantes no puedo tocar ... una pena, soy un desastre. Por cierto, tienes un premio en mi blog. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Todo esto está muy bien, pero... la duda que me asalta es ¿se hacían ya torrijas en el siglo XVIII?
ResponderEliminarBuena Semana Santa ;)
Carmen, es cierto que han cambiado muy pocas cosas de esos años a estos: rencillas, prepotencia, demostrar quién sale en la foto primero...
ResponderEliminarQue tengas muy buena semana de pasión (bien entendida, claro). Saludos.
Isthar: cuánto bueno por aquí... Muchísimas gracias por entrar en mi espacio
ResponderEliminarUn besazo Isthar y felices vacaciones
Mimí: es que tenemos un tiempecito, que no me extraña, aunque creo que no es sólo en estas tierras...
ResponderEliminarPero ya sabes dónde estamos, Mimí, para cuando quieras parar, haciendo buen tiempo, y disfrutar de nuestro paisaje y paisanaje.
Un beso
Magnolia: entonces es que ya eres una experta en el tema por lo que dices. Y, por cierto, no creo que seas una desaastre. Imagino que todos acabarán con los nudillos despellejados de tanto eliminar adrenalina, jajaj
ResponderEliminarMuchas gracias por el regalito. Ya te dejé el comentario en tu blog.
Un besazo
Jose luis de la Mata: pues, la verdad, no tengo ni idea, porque aquí hacerse se hacen, pero no es un dulce típico, digamos. Tiene pinta de ser antiguo, porque ¿qué es más simple que freir un trozo de pan duro y echarle azúcar?
ResponderEliminarUn saludo
Paco Hidalgo: vamos, que el ser humano cambia poco. Tiene los mismos vicios, las mismas pasiones, los mismos gustos de siempre, jejej
ResponderEliminarIgualmente te deseo.
Un besazo
a mi agenda le han crecido patas, de ahí mi demora, tardo mucho en atraparla, sorry, gracias por tus comentarios, son una alegria
ResponderEliminartu curro por aqui es admirable
saludos
Fantástico articulo sobre la Semana Santa y preciosas fotografias.Aromas ,silencio,recogimiento,pasión y que cada un@ sienta y viva su particular Semana Santa.Felicidades.
ResponderEliminarUn beso querida Carmen.
Cuentos brujos: no te preocupes, porque si hacemos el blog una carga ineludible, un peso pesado, una tarea que nos absorve y nos estresa, es mejor dejarlo o tomerse un buen descanso. Muchos bloggeros lo hacen para retormarlo enfocándolo de otra forma o intentan tomárselo con calma.
ResponderEliminarUn abrazo brujo
Loli Martínez: ¿para cuándo una creación artística tuya teniendo como tema la Semana Santa? Bueno, a lo mejor ya lo has hecho y colgado y he metido la pata...
ResponderEliminarUn besazo y buena Semana Santa también para tí