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27 de octubre de 2023

A la sombra de sus hermanos: Segundo Olleros Mansilla (1ª Parte)

Dedicado a sus descendientes Tomás,

Juan Luis y José Ignacio Olleros Izard


 Autora: Carmen Cascón Matas

Los nombres de muchas personas que han puesto su granito de arena para que Béjar prosperara aún duermen en el olvido. Reposan esperando a que un investigador dé con ellos en la lectura del proceloso mar de los legajos. Folios y folios, cientos de ellos, miles, dormitan en los anaqueles de los archivos, crujientes folios que nadie lee desde hace décadas o incluso siglos. La tarea es ímproba, pero el número de interesados por la Historia va creciendo exponencialmente: unos porque es su oficio, otros porque son curiosos, y otros, al final, porque se precian de ser sus descendientes y quieren rescatar a sus antepasados de ese marasmo de indiferencia o del desconocimiento para llevar a gala la sangre de un bejarano ilustre aunque olvidado.

Segundo Olleros Mansilla. 

Fotografía propiedad de la familia, cedida por José Ignacio Olleros

 

            Este es el caso de Segundo Olleros Mansilla, una persona de la cual no se han olvidado sus descendientes, pero cuya figura ha acabado apagada por la inmensa sombra de su hermano, el marino Tomás Olleros Mansilla, descubridor de las Islas Tawi-Tawi, considerado el último conquistador español[1]. Pero comencemos conociendo a Segundo por sus padres.

18 de marzo de 2019

Las dificultades de los primeros alcaldes constitucionales de Béjar (1812-1813)

 

Autora: Carmen Cascón Matas  

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.804 (6/07/2018), p. 4.


La implantación de constitución de 1812, conocida popularmente como La Pepa, se fue realizando con mejor o peor fortuna a lo largo y ancho del territorio nacional según los avatares de la Guerra de Independencia. Sin embargo, su llegada a las distintas poblaciones y la aplicación práctica de sus artículos no fue tan sencilla como la teoría auguraba. 




En Béjar su Consistorio la juró en agosto de 1812 [1] y unos meses más tarde, en noviembre, se eligió al primer alcalde constitucional de Béjar según sus dictados, Manuel Diego López. Cada población de más de 1.000 vecinos tenía derecho a un alcalde ordinario que regía los destinos de su villa y las localidades de su jurisdicción, con un alcalde pedáneo en cada una de ellas sometido a los dictados del alcalde ordinario de Béjar. Sus funciones y las de sus sucesores se centraban en cuestiones administrativas, pues el poder jurídico lo detentaba el juez de primera instancia

8 de agosto de 2012

La constitución de 1812 en Béjar: se conmemora su llegada hace 200 años



*Mañana 9 de agosto se celebrarán los 200 añitos de la llegada de la Constitución de 1812 a Béjar y el día siguiente se conmemora su pública lectura. Es por este motivo por el que el ayuntamiento de Béjar ha convocado a los bejaranos en el Salón de Plenos para que se haga un acto semejante con la participación de grupos políticos y vecinos. Es por este motivo por el que se ha publicado en numerosos medios de comunicación este pequeño texto con el fin de que entendamos el contexto y la importancia de este texto constitucional. 

Por cierto, ya escribí sobre el tema en este mismo blog "Una constitución, una esperanza: la Pepa en Béjar" .


Alegoría de la constitución de Cádiz


Autores: Antonio Avilés Amat y Carmen Cascón Matas


         La Constitución de 1812, que las Cortes de Cádiz habían elaborado y ordenado distribuir por toda la nación en una considerable parte de su territorio ocupada por los ejércitos franceses, llega a Béjar el día 9 de agosto, 4 meses y medio después de su promulgación. Lo cual no debió ser nada extraño dadas las dificultades que el texto constitucional tuvo que superar para salir de la propia ciudad de Cádiz que, hasta julio de ese año no se vio liberada del acoso francés y, posteriormente, el largo recorrido que realizaría para llegar a su destino por deteriorados y abruptos caminos, como eran los de la época, sometidos a todas las inseguridades del momento: continuo trasiego de tropas francesas, españolas e inglesas; batallas, escaramuzas y enfrentamientos; partidas de guerrilleros; salteadores y otras imprevisibles y hostiles presencias. 


18 de marzo de 2012

Una constitución, una esperanza: “La Pepa” en Béjar.



Autora: Carmen Cascón Matas


Al año 1812 los españoles lo bautizaron como el “año del hambre”, pues la guerra no acababa, había escasez de mano de obra, los campos estaban arrasados y los productos de primera necesidad brillaban por su ausencia. Patriotas e invasores, en la ciudad y en el campo, sufrían la penuria. De esto ya hace 200 años y la Guerra de Independencia, una guerra civil de las muchas que sufrió España a lo largo de su historia, aunque para la colectividad sólo exista una merecedora de tal denominación, se encontraba en su apogeo. Napoleón había fijado sus ojos en la península y, codicioso, hacía años que había invadido con sus tropas de forma “legal”, con permiso de la monarquía española, el territorio. Aunque el destronado Fernando VII desde  Bayona, y por medio de la Junta de Gobierno, instaba a la calma, el pueblo español nunca aceptó esta situación. Resultábales doloroso observar cómo los franceses campaban a sus anchas con la condescendencia de sus ejércitos y con el rey preso en Francia. La mecha se encendió el 2 de Mayo de 1808, cuando el pueblo de Madrid se levantó en armas en una resistencia que se extendió como un reguero de pólvora por toda la península, surgiendo Juntas Militares a nivel local y provincial con la misión de dirigir la lucha contra el invasor. De entre los integrantes de las Juntas Militares provinciales se nombraron a los de la Junta Central, primer ejemplo éste de representatividad nacional, idea que cuajará en las Cortes de Cádiz y en la Constitución Liberal Española de 1812.

La promulgación de la Constitución de 1812, obra de Salvador Viniegra