*Mañana 9 de agosto se celebrarán los 200 añitos de la llegada de la Constitución de 1812 a Béjar y el día siguiente se conmemora su pública lectura. Es por este motivo por el que el ayuntamiento de Béjar ha convocado a los bejaranos en el Salón de Plenos para que se haga un acto semejante con la participación de grupos políticos y vecinos. Es por este motivo por el que se ha publicado en numerosos medios de comunicación este pequeño texto con el fin de que entendamos el contexto y la importancia de este texto constitucional.
Por cierto, ya escribí sobre el tema en este mismo blog "Una constitución, una esperanza: la Pepa en Béjar" .
Alegoría de la constitución de Cádiz |
Autores: Antonio Avilés Amat y Carmen Cascón Matas
La Constitución de 1812, que las Cortes
de Cádiz habían elaborado y ordenado distribuir por toda la nación en una
considerable parte de su territorio ocupada por los ejércitos franceses, llega
a Béjar el día 9 de agosto, 4 meses y medio después de su promulgación. Lo cual
no debió ser nada extraño dadas las dificultades que el texto constitucional
tuvo que superar para salir de la propia ciudad de Cádiz que, hasta julio de
ese año no se vio liberada del acoso francés y, posteriormente, el largo
recorrido que realizaría para llegar a su destino por deteriorados y abruptos
caminos, como eran los de la época, sometidos a todas las inseguridades del
momento: continuo trasiego de tropas francesas, españolas e inglesas; batallas,
escaramuzas y enfrentamientos; partidas de guerrilleros; salteadores y otras
imprevisibles y hostiles presencias.
El edificio del consistorio luce hoy con los escudor ducales picados
El itinerario que realizaría el
portador o portadores de la Constitución gaditana hasta su entrega en el
Ayuntamiento de la apartada villa [1]
de Béjar es desconocido en la actualidad, aunque debamos suponer que se hizo,
en algunos tramos, siguiendo la antigua calzada romana de La Plata que comunicaba Mérida con Astorga, todavía en uso como
camino real, y que pasaba por Salamanca, de donde fue remitida al consistorio
bejarano. Aunque también pudo llegar a la capital salmantina procedente de
Ávila, ciudad que la acogió y juró una semana antes, y desde allí proseguir su
ruta a Salamanca, que la recibiría en los días previos a la batalla de Los Arapiles,[2]
para finalmente arribar a nuestra población y su distrito. Su venida fue
acogida con muestras de regocijo y alegría por el Ayuntamiento y el pueblo
bejarano que, primero, realzaría su recepción con repique de campanas,
iluminación general y diversos festejos
y, luego, tras su solemne lectura un día después –en un escenario instalado en
la plaza Mayor junto a la torre de la iglesia de El Salvador-, la festejaría
con bailes y otras diversiones populares en las que no faltó el consumo de vino
repartido por el Consistorio entre el vecindario. Al domingo siguiente, en las
parroquias de la villa y de Valdesangil y durante la celebración de la misa
mayor, se realizaría, con todo el ceremonial que el acto requería, el juramento
de la misma por las autoridades y el pueblo.
Ayuntamiento de Béjar
La villa de Béjar que juró
solemnemente la Constitución de 1812, popularmente conocida como La Pepa, era muy diferente, por diversos
motivos, a la ciudad que hoy recuerda aquel episodio. Sus poco más de 3500
habitantes se dedicaban en su gran mayoría, como nos transmite Antonio Ponz,
viajero ilustrado que la visitó años antes, al arte de la lana [de la que] tejen paños de todas suertes, con que hacen
un comercio considerable en las dos Castillas, Extremadura y Andalucía y aun en
Cádiz para embarcarlas.[3]
La
llegada del texto constitucional a Béjar vino a recompensar los esfuerzos de
resistencia ante el enemigo y el ansia de cambio del pueblo bejarano con
respecto al sistema señorial arrastrado desde la Edad Media. El duque
monopolizaba el poder jurisdiccional, político y económico, gozando de la
potestad de designar unilateralmente a los miembros de representación del
pueblo, es decir a los regidores del consistorio, en una lista que enviaba
anualmente a finales de año[4].
El corte de caminos derivado de los movimientos de tropas y el traslado de la
duquesa doña Mª Josefa Téllez- Girón a Sevilla y después a Cádiz provocaron
que, ya en los últimos compases de 1809, los nombramientos no llegaran a
tiempo, obligando a los regidores a enfrentarse a la complicada tesitura de
resolver un dilema que nunca anteriormente se había producido. Se decide
entonces, antes de la llegada de la Constitución de 1812, reunir al pueblo por
parroquias y elegir a los más capaces[5]
en un número de 12 electores de los que saldrían los capitulares ocupantes de
los sillones consistoriales. En todo caso no estamos hablando de una elección
de carácter democrático pues son los párrocos los encargados de velar por la correcta elección de los individuos.
Grabado de la jura de la constitución |
En
diciembre de 1811 aterriza en Béjar la confirmación de la abolición de los
señoríos y se declaran nulos los nombramientos efectuados por la duquesa en el
periodo anterior[6].
Hasta agosto del año siguiente, una vez despejados los caminos, no llega a la
villa el texto constitucional[7],
exaltándose con su lectura los ánimos y realizándose posteriormente un acto de
rechazo al régimen señorial que los regidores y el alcalde no se habían
atrevido a realizar: el picado de los escudos ducales de la fachada consistorial
y la retirada de todos los símbolos de dominio ducal de los edificios públicos[8].
Y, mientras tanto, las tropas francesas hacían acto de presencia en la villa
exigiendo raciones de comida, caballerías y telas para uniformes al igual que
las tropas nacionales y los guerrilleros, de tal manera que los regidores
tenían que hacer encaje de bolillos
para dar satisfacción a tantas exigencias al mismo tiempo, sin que se
percatasen de ello los invasores con el fin de que estos no atacasen Béjar como
ya había sucedido en julio de 1809[9].
Texto constitucional |
No
hemos de pensar, en todo caso, que la llegada de La Pepa a Béjar supusiera un cambio radical de la noche a la
mañana. Su implantación no estuvo exenta de problemas y la aplicación de sus
artículos y oficios paralelos provocó más de un
quebradero de cabeza, y sobre todo si tenemos en cuenta que no había precedente
alguno y se carecía del más mínimo consejo al respecto. La elección de
capitulares se efectuó siguiendo las nuevas leyes en marzo de 1813 y el
problema sobrevino a la hora de sustituir a otros cargos municipales de
nombramiento ducal. En todo caso, el primer alcalde de Béjar elegido según la
Constitución de 1812 fue Manuel Diego López, reconocido fabricante de paños e
hijo del famoso Diego López cuya manufactura obtuvo el título de Real Fábrica
de Paños de la mano de Carlos III. Él y su sucesor, Pedro Antonio Olleros,
tuvieron que enfrentarse al dilema que suponía la implantación de las nuevas
leyes en la Villa y Tierra, toda vez que el texto constitucional fue rechazado
por ciertos pueblos del partido tales como Hervás o Baños de Montemayor[10].
La tardanza a la hora de nombrar un Juez de Partido por parte de las
autoridades y la impotencia del alcalde, desvestido de poder jurídico, provocó
un cierto estado de anarquía tanto
por la desorganización derivada de la guerra como por las dudas en su
aplicación[11]. A partir de septiembre
de 1813 las directrices enviadas regularmente por el Gobierno Provincial de
Salamanca venían a paliar en cierta medida esta desorientación.
Escudo de la Real Fábrica de Diego López
El
11 de diciembre de 1813 concluía la Guerra de Independencia con la derrota de
las tropas francesas y la restauración en el trono de la Casa de Borbón con la
llegada desde Francia de Fernando VII, quien ordenó la supresión total de los
dictados de la Constitución de 1812 y la vuelta del absolutismo. El sueño por
las libertades había durado poco, mas esta primera experiencia sería el inicio
y modelo de muchas otras posteriores.
Archivo Municipal de Béjar
(A.M.B.). Actas de la sesión de 9 de
Agosto de 1812.
Transcripción de lo más
destacado de su contenido:
En este Ayuntamiento se presentó por el Sr. Presidente un
ejemplar de la Constitución Política de la Monarquía Española que con los dos
decretos de la Regencia del Reino de diez y ocho de Marzo y veinte y dos de
Mayo a esta unidos y oficio de venida de diez del mismo mes de Mayo, le ha
dirigido para ponerlo todo en la más pronta ejecución y cumplimiento al Sr.
Auditor de la Comandancia General de Castilla con que habéis al que rige, por
orden del Sr. General; y enterado el Ayuntamiento de los citados dos decretos
del Supremo Consejo de Regencia, y prestando a ellos la más ciega obediencia;
acordó se proceda con la formalidad y decoro que exige una diligencia de tanta
importancia a la publicación de la expresada constitución y citados decretos en
el día de mañana diez del corriente y hora de las nueve de su mañana en la
Plaza pública de esta villa como sitio el más capaz y más proporcionado para
concurrencia de todo el vecindario de esta villa a quien se llamará y citará
para asistir y solemnizar este acto, no
sólo por medio de edictos y pregones informativos sino también por medio de los
ordinarios de las Parroquias conforme se ha acostumbrado en los casos en que ha
sido necesario reunir estas y que además se haga tan feliz anuncio al público
por medio de un repique general de campanas en la tarde de este día y en
seguida a la aprobación y publicación de dichos edictos e iluminación general
que se prevendrá ejecuten todos los vecinos cuyas demostraciones se repetirán
con otras que patenticen la alegría y regocijo del Pueblo en el día de mañana,
cuya preparación queda a cargo de los Sres. individuos del Ayuntamiento,
reservándose acordar el medio más conforme al cumplimiento de lo que se ordena
acerca del juramento que debe prestarse en el primer día festivo más inmediato
respecto haber en esta villa tres Parroquias, y otra en el Arrabal de Val de
San Gil, para lo cual se convocará a los
Sres. Curas Rectores con el Juez Eclesiástico de esta dicha villa y
unidos se determinará lo que se considere más conveniente…
[1] Béjar no tuvo
título de ciudad, que le fue concedido por Isabel II, hasta 1850.
[2] Esta batalla
equiparable en importancia -según Wellington, uno de sus protagonistas-, a la
de Waterloo, se dio el 22 de julio de 1812.
[3] PONZ, Antonio, Viage deEspaña, 3ª edición, tomo VIII, pp. 514-515.- Madrid, 1787.
[4] Sobre la
composición y forma del consistorio bejarano consultar DE LAS HERAS, J.L.:
“Historia social del estado de Béjar en la Edad Moderna” en Historia de Béjar Vol. I, HERNÁNDEZ
DÍAZ, J.M. y DOMÍNGUEZ GARRIDO (coords.), CEB, 2012, pp. 387-393.
[5] RODRÍGUEZ BRUNO, G.
E.: Béjar y la Guerra de Independencia,
pp. 157 y 158.
[6] A.M.B.: Libro de actas de sesiones del ayuntamiento
de Béjar. Sesión de 21 de diciembre de 1811. Sign. 1616, s/f.
[7] A.M.B.: Libro de actas de sesiones del ayuntamiento
de Béjar. Sesión de 9 de agosto de 1812. Sign. 1616, s/f.
[8] A.M.B.: Libro de actas de sesiones del ayuntamiento
de Béjar. Sesión de 22 de septiembre de 1812. Sign. 1616, s/f.
[9] La situación está
bien descrita a lo largo de la obra citada de Rodríguez Bruno.
[10] A.M.B.: Libro de actas de sesiones del ayuntamiento
de Béjar. Sesión de 9 de diciembre de 1812. Sign. 1616, s/f
[11] Como se deja ver en
las cartas dirigidas al rey y al Gobierno Provincial de Salamanca por el
alcalde de Béjar Pedro Antonio Olleros. A. M. B: Correspondencia de 1813. Sign.
084.
Buen trabajo, Carmen y Antonio. Espero estar el viernes en la lectura pública. Un abrazo desde Salamanca.
ResponderEliminarMagnifico trabajo, como es habitual y así nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarTodo un acontecimiento para los amante de la libertad y la igualdad.
Un beso.
Pues una buena celebración del que uno se debe de sentirse orgullosa de ella, un excelente escrito del que me hace hacerme idea de lo pasado 200 años.
ResponderEliminarBesos
Una constitución moderna, que fue el germen de otras más en europa.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que preguntastes en el blog, en el caso de la filatelia, siempre son coleccionistas. Es más complicado ser filatélico que numismático, puesto que tienes que valorar más detalles en las estampillas que en las monedas.
Saludos Carmen
Pues... "¡VIVA LA PEPA!", querida Carmen.
ResponderEliminarQue increible.
ResponderEliminar200 años en 1812!!!
Acá recien llegamos.
Un abrazo.
Pues a disfrutarla 200 años después.
ResponderEliminarUn saludo.
Un trabajo muy elaborado, és muy bueno que los acontecimientos que han hecho Historia no caigan en el olvido y se les recuerde 200 años màs tarde.
ResponderEliminarUn abrazo
Carmen es estupendo la aportación que haces a mis escasos conocimientos históricos Gracias
ResponderEliminarUn besote
Ignacio: muchas gracias. Espero verte por allí y así charlamos un rato de lo divino y de lo humano.
ResponderEliminarSaludos
Jose Manuel: le transmitiré tus felicitaciones a Antonio. Muchas gracias.
ResponderEliminarSaludos
Mari-Pi: y yo con eso me doy por satisfecha porque creo que no seremos capaces de transmitir ni el 10% de lo que pasó realmente. Las reconstrucciones históricas siempre son parciales.
ResponderEliminarUn besito
Manuel López: claro, es que leyendo tu blog y la entrada me vino a la cabeza esa diferenciación entre la filatelia y la nunmismática. En todo caso podemos ser más fácilemnte coleccionistas que filatélicos o numismáticos.
ResponderEliminarSaludos y gracias por la resolución de la duda
Dissortat: ¡que viva!
ResponderEliminarSaludos
Gaucho: parece mentira el tiempo que ha pasado y sin embargo debemos hacernos a la idea de que tampoco ha sido tanto.
ResponderEliminarSaludos
Eduardo: gracias por lo que a esta investigadora respecta.
ResponderEliminarSaludos
Mariac: tenemos que conservar la memoria de nuestros ancestros y de los hechos que acontecieron como nos gustaría que nos recordasen a nosotros.
ResponderEliminarUn beso
40eñera: seguro que no haré tanto como los libracos que te tuvistes que aprender de pequeña en el cole, jejeje
ResponderEliminarUn besazo
La Constitución de 1812 "La Pepa" me resulta muy simpática, cuando estudiaba constitucional la conocí y pensé que de todas las que habíamos tenido en España era la más progresista de modo que estudiaba con mayor interés lo relacionado con ella.
ResponderEliminarQue la conmemoréis en Béjar es una grata sorpresa.
Un beso, Carmen.
Wendy: pues eres de las pocas personas que te gustaba estudiar aquel jaleo (para todos los que empollábamos entonces, cuando hacíamos el bachillerato) de las constituciones del siglo XIX español. En mi caso lo detestaba bastante porque no sabía casi distinguir entre unas y otras. Para mí eran una serie de fichas resumidas que había que estudiar a base de codos.
ResponderEliminarBesos
Hola Carmen, hay qué ver cuánto se aprende de historia en tu blog. Yo casi no me acuerdo de nada, en parte por un accidente que mermó mi memoria.
ResponderEliminarFeliz celebración para Bejar.
Gracias por tu comentario. De verdad que no sé como remedir tanta inhumanidad.
Con ternura
Sor.Cecilia
Es un artículo muy interesante. Y el el texto de las actas municipales una reliquia.
ResponderEliminarSaludos.
Estupendas las cosas que nos dejas.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Recordaras mi última entrada sobre "El mensaje a García" y hay que ver que coincidencia que el tuyo de hoy tengo dos protagonistas, desde mi punto de vista: la propia Constitución y un hombre sin nombre. Aunque no se sepa quién fue ni las peripecias que tuvo que afrontar aquel anónimo mensajero, debemos darle las gracias, como a otros que llevaron el texto a otros lugares, por ser capaces de llevar un "Mensaje a García".
ResponderEliminarUn abrazo.
Sor Cecilia: me alegro mucho de que la lectura de este blog le haga recordar conocimientos perdidos. Eso es mucho más de lo que puedo esperar con este pequeña ventana al mundo.
ResponderEliminarUn beso
Retablo: viniendo que quien viene ese comentario me hace sentir orgullosa por estas letras.
ResponderEliminarSaludos
Hiperión: feliz fin de semana
ResponderEliminarDesdelaterraza: cuántos personajes oscuros, anónimos, olvidados por la Historia arriesgaron sus vidas para llevar mensajes de gran importancia sin que nunca sepamos su valor. Desde aquí nuestro pequeño homenaje al misterioso mensajero que llevó la constitución de 1812 a Béjar.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Qué tal fue la lectura de tu fragmento de la Constitución? Me imagino la cara que pondrías cuando te dieron la sorpresa, jejeje. ¿Hay foto o grabación del momento? Lo compro, lo que sea ;)
ResponderEliminarEnhorabuena a Antonio y a ti por rescatar los ecos de este episodio tan importante de la historia de España en Béjar.
¡Saludos!
Que post tan currado y perfecto. Es como coger un libro de historia entre las manos.
ResponderEliminarHoy que me he enchufado después de tiempo, vengo a dejarte un cálido abrazo veraniego desde mi mundo real:-).
Bss
Un bonito blog y un buen trabajo.
ResponderEliminarPermíteme dejarte un abrazo desde Burgos.
Un saludo.
Con lo bien que le sentaba a España esta Constitución, y lo poco que duró.
ResponderEliminarAbrazos, Carmen.
Roberto: me temo que, salvo alguna foto que haya por ahí perdida y la declaración de testigos, no hay prueba fehaciente del hecho, así que no podrás darte el gusto de verme en la tesitura de leer en público. Chínchate.
ResponderEliminarSaludos
Katy: espero que no fuera un libro de esos aburridos que te hacían estudirar de pequeña y que a muchos hizo aborrecer la Historia.
ResponderEliminarTe echábamos de menos, amiga. Buen regreso.
Un beso
Celtas: muchas gracias por pasearte pot este espacio y dejar tu comentario.
ResponderEliminarUn saludo
Enrique: me parece que el absolutista Fernando VII no tenía intención de dejar vivir a La Pepa por mucho tiempo.
ResponderEliminarSaludos
Querida Carmen, paso a saludarte despues de un tiempo que he estado alejada de los blogs.
ResponderEliminarTe envio un fuerte abrazo
besitos
No me extraña,tal y como fue la historia que estemos donde estamos. La base de todo lo que hay, detrás, está llenito de guerras y casos como el de Felipe VII que llega y suprime la constitución. Y que después de las guerras, de las etapas dictatoriales, debería, digo yo: abrirse un proceso de espabilación de las mentes del pueblo y preparación para que no sea una continuidad de lo existente, dígase el clero, y los que les rodean.
ResponderEliminarNi antes ni ahora, se hace lo propio. La de antes era Pepa y la de ahora es la Framiñon y otros.
Un poco de Formalidad y Decoro, como versa en el texto, no nos vendría mal.
un saludo.
Isthar: sigo tu blog y te envío desde aquí un abrazo fuerte.
ResponderEliminarMarcelo: dicen que los historiadores servimos para recordar el pasado y, de esta forma, aprendamos todos de él para vivir el presente y el futuro. A veces lo que está pasando ahora se nos hace demasiado comocido, aunque con cambios, pero no nos sirve de nada. El hombre es el único animal que trocieza con la misma piedra, dice el refrán, y creo que en parte es verdad. A veces de los fracasos no se llega a aprender nunca.
ResponderEliminarSaludos
"Al duque" le sentaría esto como una patá en sendas partes:(( al ver que se le a ternimaba tanto mangoneo.
ResponderEliminarQue bien nos lo cuestas todo:))
Un beso y hasta la vuelta...me voy a ver unos días "La Vuelta"
Laura M.: de sentarle bien a la duquesa doña Josefa nada de nada, pero contra el pueblo ya sabes que poco puede hacerse.
ResponderEliminarPásatelo bien, guapa. Ya nos contarás.
Besazos
Que buen artìculo has escrito y cuanto nos hace falta como este, para que no nos roben la libertad.
ResponderEliminarun saludo
fus
Fus: con la vuelta de Fernando VII todo se vino al traste. De un plumazo revocó la constitución, volvió al absolutismo y lo que le caracterizaba (Inquisición incluida), se persiguió a sus defensores (en la guerra llamados patriotas) y durante el siglo XIX no hubo más que avances y retrocesos, sin que el liberalismo más progresista se llevara el gato al agua.
ResponderEliminarUn saludo