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9 de enero de 2021

Teresa de Zúñiga, duquesa de Béjar: una mujer triunfante en un mundo de hombres

  Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez


    Teresa de Zúñiga (c.1502-1565) era hija única de Francisco de Zúñiga, I marqués de Ayamonte, y sobrina de Álvaro de Zúñiga, II duque de Béjar (el más rico señor que había en Castilla…), y de su esposa María de Zúñiga, duquesa viuda de Béjar, y de todos fue única heredera, acumulando una fabulosa fortuna.

  

Estatua orante y sepulcro del padre de Teresa de Zúñiga

en el monasterio de San Lorenzo de Trasouto, 

Santiago de Compostela Wikipedia

Los sepulcros y del altar del monasterio proceden de Sevilla

 

       Desde muy joven adquirió experiencia en litigios judiciales: casada a los dieciséis años con su primo Alonso Francisco de Sotomayor, conde de Belalcázar,  a los veintitrés, al morir su padre, partió bienes con su madre, hija del duque de Nájera; a los veintinueve tuvo que disputar el título ducal de Béjar y otros estados con Pedro de Zúñiga, marqués de Aguilafuente, y con Diego López de Zúñiga, abad de Santa María la Real de Parraces, ambos hijos legitimados de su tío y de su padre respectivamente.

21 de noviembre de 2020

Sobre el mecenazgo musical de la Casa de Zúñiga

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

          No ha sido este un linaje de ejecutantes del arte musical, sino más bien de admiradores y mecenas. Los hay, sí, como el joven pianista Edwin Zúñiga Flores, que triunfa hoy en Plasencia, conocido en este extremo del mundo por el bejarano-placentino Jerónimo Gómez-Rodulfo y traído a colación en el postulado de que, en este caso, linaje y apellido son sinónimos por tener un único origen (Menéndez Pidal de Navascués, Faustino: El linaje y sus signos de identidad, 2006). 

 


 
         Pasando a los duques, la licenciada en Historia y Ciencias de la Música, María Dolores González Canalejo, dice lo siguiente en su conferencia La música en la villa y tierra de Béjar hasta el siglo XXI, presentada en febrero de 2015 en el Espacio Cultural Bizarte: Otro de los elementos que singularizan la historia de Béjar es la presencia en la ciudad de la familia noble que rigió sus destinos a lo largo de varios siglos, los Zúñiga o Stúñiga. Pues bien, esta familia se distinguió, entre otras cosas, por sus aficiones artísticas, entre las cuales se encontraba la música.

 

28 de abril de 2019

De los doce Duques de Béjar que pudieron ser diecisiete

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

      Tal vez por el arquetipo de los Doce Pares de Francia u otra razón, éste ha sido el número con que tradicionalmente se ha contado a los individuos de la misma familia y apellido que desde 1485 hasta 1777 se sucedieron como titulares del ducado de Béjar. La causa de tan singular y estricta progresión procede de casi un siglo antes, 1397, cuando Diego López de Estúñiga y Orozco (Diego López era el nombre de pila y el apellido Estúñiga, antes también Stúñiga y en 1476 castellanizado Zúñiga), primer señor de Béjar y de muchas otras villas, instituyó sobre todas ellas un mayorazgo que condicionaba legalmente el usufructo al apellido y lo estableció en su testamento. Más adelante, en 1565, doña Teresa de Zúñiga, III duquesa de Béjar, declararía en el suyo lo siguiente: 

        Yten declaro y señalo por sucesor en la casa de Béjar y estado con el derecho de presencia a don Francisco de Zúñiga mi hijo mayor, el cual (sic) y sus sucesores encargo, así hayan mi bendición, que cumplan todos mis vínculos y condiciones que la dicha Casa tiene, y especialmente de traer las armas y apellido de Zúñiga a solas, sin traer otras ni otro apellido, porque haciendo lo contrario pierde la sucesión, según lo instituyó y mandó Diego López de Zúñiga, mi señor, institutor de la dicha Casa, en su testamento… (Rojo Vega, Anastasio: Documentos sobre los seis primeros duques de Béjar, 2008) Ambos testamentos están en el Archivo Histórico Nacional, Sección Nobleza, etiqueta OSUNA, y el de Diego López de Estúñiga/Zúñiga se puede leer completo en la red  

Primer folio, de 102, del testamento de Diego López de Estúñiga/Zúñiga, Valladolid 24/02/1417. BNE 


19 de noviembre de 2018

El hermanamiento entre Béjar y Gibraleón a través de un linaje hidalgo de la Edad Moderna: los Pizarro (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Revista Cultural de Gibraleón (Huelva) nº 17. Junio de 2015

       El apellido Pizarro resulta familiar a cualquier bejarano y no es la razón primordial que lo luzcan muchos paisanos en su carnet de identidad, no. Con el nombre de Pizarro se han bautizado a unos soportales situados en la antigua plaza del convento de monjas dominicas de la Piedad, fundado por los duques de Béjar a finales del siglo XVI en el antiguo Palacio Nuevo, hoy desaparecido. En el devenir cotidiano, en el transcurrir lento de las estaciones, cientos de bejaranos lo recorren arriba y abajo a lo largo de la calle Mayor, el eje principal que comunica el antiguo centro neurálgico de la villa, la plaza Mayor, y el moderno, La Corredera con su Parque Municipal a su vera. 

 Portales de Pizarro

       Pocos de ellos, sin embargo, saben que están pasando a la sombra de una antigua casa de mayorazgo que nada tiene que ver con el conquistador extremeño Francisco Pizarro y mucho con un linaje que vivió generación tras generación al servicio de la Casa de Zúñiga, entre Herrera, Belalcázar, Burguillos y sobre todo Gibraleón y Béjar. 

18 de enero de 2018

¿Cristóbal Colón en el linaje de los Duques de Béjar?



Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez


      Pareciera probado el origen genovés del descubridor de América, pero no es así porque la polémica continúa entre quienes le asignan otra nacionalidad e incluso otra identidad. Aparte de teorías foráneas, en España se alzan al menos la catalana, la mallorquina, la andaluza, la extremeña y la gallega (Se cuestiona también la primacía de Colón en el descubrimiento y aún el nombre del continente, que provendría de la voz indígena americ, escuchada por los españoles en Nicaragua, y no del nombre del florentino naturalizado castellano Américo Vespucio) 



El retrato más antiguo de Colón (1493), por Antonio del Rincón. Cristóbal Colón en la Pintura

      La teoría gallega repuntó en 2008 con la publicación de Colón, Pontevedra, Caminha, del escritor Rodrigo Cota González que rescata el siguiente pasaje de la Crónica Burlesca del Emperador Carlos V (1525-1529), de Francés de Zúñiga, para apoyar la tesis planteada en 1898 por el historiador pontevedrés Celso García de la Riega de que Cristóbal Colón era realmente el lerense Pedro Álvarez de Sotomayor y Zúñiga:  

        Iba también con su majestad monsieur de Laxao, e contábale como don Diego de Sotomayor é el clavero de Alcántara é Rodrigo Manrique no tenían justicia para pedirle la encomienda mayor de la dicha Orden… Decíale también que don Diego de Sotomayor parecía hijo bastardo de Colón el almirante de Indias, é solicitador de la mejorada…

10 de abril de 2017

Belalcázar, a la sombra de los Duques de Béjar



    Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

      Belalcázar es un municipio de la sierra de Córdoba de carácter monumental por las importantes edificaciones que conserva. En 1444 Gutierre de Sotomayor, maestre de Alcántara, recibió el territorio de Juan II como señorío junto con otras villas, y al casarse su hijo Alfonso con Elvira de Zúñiga, hija del I duque de Béjar, Enrique IV lo elevó a condado en la persona del hijo de ambos, Gutierre de Sotomayor y Zúñiga. De 1544 a 1777 el título pasó a poder de los Zúñiga duques de Béjar por el matrimonio de Francisco de Zúñiga y Sotomayor, antes Francisco de Sotomayor y Portugal, bisnieto de Elvira de Zúñiga, con su prima Teresa de Zúñiga y Manrique de Lara, III duquesa de Béjar.   




Belalcázar actual, Castillo e Iglesia. Pueblos-espana.org



         Situada a 330 kilómetros al sur de Béjar y fundada por los árabes en el siglo VIII, Belalcázar se llamó originalmente Gafiq o Gahet. El cambio de nombre se atribuye a la reina Isabel, que en visita al titular habría exclamado: ¡Qué bello alcázar tenéis, señor conde!, y es paradigma de edificios que le dieron nombre a la localidad. Como sede del condado fue capital de Hinojosa del Duque y de Villanueva del Duque, nombres que aluden a los duques de Béjar, y de Fuente la Lancha, municipio que hasta hoy incluye en su heráldica el escudo ducal bejarano.



6 de marzo de 2017

Breve historia del escudo de los Duques de Béjar



Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
Remitimos a un artículo anterior de este mismo blog para completar información sobre arquitectura y poder en el linaje de los duques de Béjar.

       Los escudos, junto con los apellidos, habrían comenzado a aparecer en España en el siglo XI, para distinguir los bandos de los nobles en las batallas los primeros, y para asegurar los bienes a sus descendientes en caso de no sobrevivir, los segundos. Ambos elementos, escudo y apellido, coinciden en tiempo de aparición en la historia del linaje de los duques de Béjar, pero el origen del linaje es aún más antiguo. Se remonta a la dinastía Íñiga de los primeros reyes de Pamplona, más tarde reino de Navarra, fundada en 824 por Íñigo Arista que le dio el nombre. Quienes se dedican al estudio de la heráldica aseguran que el primer escudo del linaje constaba de un campo de gules (rojo) cruzado por una banda de oro, colores que representaban a la realeza navarra (Muñoz, Miguel Ángel: El escudo de Gibraleón. Heráldica Onubense, 2013)   


Primer escudo del linaje ancestral de los duques de Béjar, siglo XI

     Al identificarse el linaje en 1080 con el apellido Stúñiga, el escudo pasó a representar al apellido y sus portadores ejercieron el derecho de modificarlo (también más adelante el apellido), agregándole en primera instancia una cadena de ocho eslabones de oro en orla. La razón residió en la participación de los Stúñiga en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212), donde Íñigo de Stúñiga fue parte del pequeño grupo de caballeros que saltó sobre las cadenas pretendidamente de oro que rodeaban la tienda del califa Muhammad an-Nasir (Miramolín) para protegerlo. 

20 de febrero de 2017

Arquitectura y poder: el linaje de los duques de Béjar



Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez


La infatigable historiadora que dirige este blog, tuvo la gentileza de enviarme la foto antigua de una puerta del palacio ducal de Béjar desaparecida durante las obras de transformación del edificio en instituto de enseñanza secundaria, situada al final de la calle Los Curas, que permitía la entrada por el oeste al recinto palaciego.      







       Más que de desolación y ruina, la imagen transmite una sensación de majestuosidad que evoca el mundo de las narraciones fantásticas escuchadas en la niñez, y por una vía más racional remite a la relación que ha existido siempre entre la arquitectura y el poder. Hay varias obras que explicitan el tema, entre ellas Arte, poder y sociedad en la España de los siglos XV al XX, 2006, del español Miguel Cabañas Bravo y otros, y La arquitectura del poder, 2007, del británico Deyan Sudjic.

6 de abril de 2013

El "duque fabricante" don Juan Manuel II: breve biografía (3ª Parte)




Autores: Alberto Bravo Martín y Carmen Cascón Matas


          No nos debe parecer extraño que el Duque de Béjar apoyara desde el inicio del conflicto sucesorio a Felipe V (salvo con su breve desafección tras la toma aliada de Madrid en 1706), pues la monarquía borbónica apoyaba un modelo de economía intervencionista mercantilista basada en la potenciación de las fábricas reales y el incentivo de las privadas a través de exenciones y privilegios, como ya había sucedido en Francia durante el reinado de su abuelo Luis XIV[1]. Don Juan Manuel II aprovechará esta situación promoviendo el proceso manufacturero en sus numerosos estados como ya vimos, aunque siempre como un señor paternalista intentando buscar la mejora de sus estados. Siguió contratando a maestros extranjeros para que se asentaran en Béjar con el fin de enseñar a los naturales tanto en la fabricación de paño fino y tintado de las piezas de lana como al cultivo y manufactura del lino al estilo flamenco[2]




            El objetivo primordial se acabó cumpliendo pues a partir del primer tercio del siglo XVIII numerosos bejaranos se lanzaron a la aventura de la fabricación de paños, al principio tímidamente, dedicándose solamente a una fase del proceso productivo para luego crear obradores de mediano tamaño que fueron la base de la industria pañera del siglo XIX. Además numerosas familias naturales de la Villa acabaron matrimoniando con los propios maestros extranjeros, produciéndose una mezcla de sangres que se puede rastrear en algunos apellidos perdurables hasta la actualidad[3]. Por otro lado, el Duque era el principal suministrador de lana para los obradores, así como la persona que establecía los precios de venta de los tejidos y las medidas standard de las piezas[4]

22 de diciembre de 2010

Títulos que concentraba el duque de Béjar don Manuel de Zúñiga, un niño al inicio de la regencia de Mariana de Austria


*A petición de Su Majestad Carlos II y su blog el Reinado de Carlos II y en conmemoración del nacimiento de la reina regente Mariana de Austria

Mientras en la corte se produce la muerte del rey Felipe IV y se inicia la regencia de la reina Mariana de Austria durante la minoría de edad de Carlos II, que tenía entonces 4 años, ostentaba el título de décimo duque de Béjar otro niño: Manuel de Zúñiga y Mendoza. Nacido en Béjar en 1657, cuando llega su señor y soberano Carlos II al trono Manuel tenía 8 años y sus señoríos se hallaban regentados por su madre Teresa Sarmiento de la Cerda, quien tuvo que hacerse cargo de ellos en 1660 a la muerte de su esposo Juan Manuel I. Si nos fijamos en las casualidades Manuel heredó los señoríos paternos con 3 años y Carlos II con 4, por lo que serán sus respectivas madres, Teresa y Mariana, quienes se tengan que poner manos a la obra para gobernar los destinos de sus familias. Las regencias de ambas coinciden en el tiempo, por los menos hasta la mayoría de edad de Manuel.

Escudo de la Casa de Zúñiga