Mostrando entradas con la etiqueta Textil. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Textil. Mostrar todas las entradas

16 de febrero de 2024

«Una capa maravillosa, de paño como seda y de color verde botella» (2ª Parte y final)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, nº. 4.934 (23/01/2024), p. 4.

        Pero sigamos con el escritor sevillano Serrano Anguita y su relación con Béjar. En 1948 los «Amigos de la Capa de Béjar» invitan al escritor a que les acompañe en la fiesta de San Martín de Tours, una práctica usual aquella de agasajar a personajes famosos para que acudan a compartir mesa y mantel, además de regalarles una capa. La relación del periodista con la pañosa venía de lejos como sabemos y parecía que no era necesario hacerle el usual presente. Por desgracia, y como ocurrió con una preparada vista de Manuel Fraga en 1969[1], la añorada visita no pudo materializarse, según carta publicada en Béjar en Madrid, y escrita de su puño y letra, por sus muchas «ocupaciones». 

 Serrano Anguita enfundado en lo que parece una capa

En la misiva[2] se declaraba uno más de los amigos de la capa bejarana, una prenda que, confiesa, usaba con asiduidad en Madrid al ser una prenda a la moda y de la que se declaraba firme defensor. Y, lo que más nos interesa: relata que en 1924-1925 el fabricante Juan Cascón le había hecho llegar un corte[3] «en réplica a unos versos míos que publiqué en Informaciones […]. Era una capa maravillosa, de paño como seda y de color verde botella. Procedía de una pieza que el señor Cascón hizo tejer para él y para sus hijos y me hizo a mí partícipe de ella».

9 de febrero de 2024

«Una capa maravillosa, de paño como seda y de color verde botella» (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, nº. 4.933 (9/01/2024), p. 4.

         Hace unos meses tuvo lugar la fiesta de San Martín de Tours, el patrón de los capistas, una celebración que en Béjar sigue en auge gracias a una Asociación de Amigos de la Capa muy activa desde su creación en 1967[1] (aunque no se inscribiría de manera oficial hasta 1969[2]). En ocasión de este encuentro y la formalización de nuevos miembros, Álvaro González Cascón se pone en contacto conmigo para contarme una historia curiosa que centrará el tema del presente artículo artículo.

            Aunque en el párrafo anterior comentamos que la Asociación de Amigos de la Capa de Béjar no se funda hasta 1965, en realidad existía desde tiempo atrás un grupo de simpatizantes de la pañosa entendible si tenemos en cuenta que el tejido de lana con el que se fabrican las capas es una de las enseñas de la industria textil de esta Noble y Leal ciudad. A poco que rastreemos las visitas ilustres a Béjar, veremos que los anfitriones llevaban a sus huéspedes a lugares tan señalados como El Bosque, el Castañar o el Ayuntamiento, además de trasladarles a Candelario y a la sierra, invitarles a comer un gustoso calderillo y regalarles un corte de paño para hacerse una capa. Y los invitados abandonaban esta Ciudad Estrecha contentos con su futura pañosa en las mientes. 

Francisco Serrano Anguita

26 de enero de 2024

Dos obras del ceramista talaverano Juan Ruiz de Luna (1863-1945) en fábricas textiles bejaranas

 Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid,  4.932 (15/12/2023), p. 10.

En 2022 publicamos un artículo, dividido en dos partes, en el que dábamos a conocer un par de ejemplos del arte cerámico de Juan Ruiz de Luna en Béjar: la fuente de la residencia teatina del santuario del Castañar y los murales neoplaterescos de la fachada del edificio construido por Benito Guitart Trulls en la calle Mayor de Sánchez Ocaña 6[1]. Su presencia nos inducía a pensar en la más que probable existencia de más ejemplos en nuestra ciudad hasta ahora desconocidos. Recordemos que Juan Ruiz de Luna (1863-1845) no fue un simple artesano de la cerámica, sino un artista que supo recuperar la tradición decorativa talaverana adaptada a los nuevos gustos y estéticas de finales del siglo XIX y sobre todo de principios del siglo XX. No en vano, se relacionó con otros consumados creadores del momento como Benlliure, Zuloaga o los hermanos Lumière. Sus obras adornan edificios repartidos por toda la geografía española. En Talavera de la reina, además, existe un museo que lleva su nombre.

Mural de la Virgen del Castañar de la fábrica textil de Manuel Bruno Nevado. Foto María Jesús Santamartina

 

En el mencionado artículo dábamos por cierta la relación entre un arquitecto total, muy del estilo de sus homólogos barceloneses, como era Benito Guitart Trulls[2], arquitecto municipal entre 1893 y 1895, y Ruiz de Luna, pues bien pudo haber realizado otros encargos para edificios diseñados por el catalán en su etapa como arquitecto de Ciudad Lineal en Madrid e indudablemente en Béjar, como se demuestra en el hecho de la presencia de los murales para el edificio de la calle Mayor diseñado por Guitart. Sin embargo, la aparición de nuevos ejemplos del talaverano en Béjar rompe los lazos exclusivos con el catalán y se extiende a las preferencias de la burguesía bejarana por su buen hacer decorativo. La razón estriba en que este lapso de tiempo de un año hemos hallado dos nuevos ejemplos de su mano, tema principal del presente artículo.

17 de noviembre de 2023

Feminismo social y emigración en Béjar (2ª Parte y final)

Autora: Teresa López Hernández

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas, 2019.

 

       La prensa se hizo eco de la conferencia de José Polo Benito, "Feminismo social y emigración", en Béjar en 1906, en los siguientes términos (relacionados con el tema del feminismo): 

       La Victoria [1] elogió el discurso y al conferenciante, reconociendo sus dotes intelectuales y señalando que dentro del numeroso público había una nutrida asistencia del “bello sexo”.

       Pero El Adelanto [2] reprobó la visión de la redención del alcoholismo y su alusión a la fe.

Huelga textil en Béjar de 1913-1914. Foto sacada de aquí

 

          En  El Lábaro [3] se decía que su discurso no tenía nada que ver con el feminismo tal y como se entiende actualmente, es una nueva cruzada para la mujer, que además del deber que tenía para con los pobres, los oprimidos  y en general todos los que sufren, se le añadía el combatir el alcoholismo. Tampoco veía que el culto al campo sirviera para regenerar la vida familiar.

         En la “La emigración en Béjar”[4] se examinaba la crisis por la que pasaba la industria de la ciudad en esos momentos. El malestar por la escasez de ventas que dejaba a los obreros sin trabajo se manifestaba a través de huelgas, que en algunos momentos llevaron a la violencia y que incitaba a considerar como una salida la emigración, sobre todo a Latinoamérica[5].

3 de noviembre de 2023

A la sombra de sus hermanos: Segundo Olleros Mansilla (2ª Parte y final)

Autora: Carmen Cascón Matas


El quinto hijo del matrimonio formado por Anselmo Olleros Pérez y Petra Mansilla Ramos del Manzano fue Segundo Olleros Mansilla (1850-1890). Como decimos, es una figura ensombrecida por los tres hermanos que le antecedieron por nacimiento[1], pero sus descendientes aún guardan recuerdo de su memoria. Murió, como vemos, joven, con solo cuarenta años. Como miembro de la burguesía bejarana del régimen liberal, desempeñó cargos políticos y representativos a nivel local, a la vez que se dedicaba profesionalmente a la industria textil.

En 1879 le vemos ejerciendo de teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Béjar y de presidente de la comisión específica que trataba los asuntos de las Escuela de Artes y Oficios[2]. Sin embargo, su compromiso con sus paisanos fue más allá, pues ejerció como representante de la empresa que estaba trabajando en la línea de ferrocarril del Oeste que tardaría más de una década en abrirse. Al menos sus oficinas estaban afincadas en su casa hacia 1888[3]. Un año después de esta fecha, en 1889, obtuvo 58 votos en las elecciones municipales en el distrito de la plaza Mayor[4] y en 1890 se le documenta siendo síndico de la comisión de Hacienda en la alcaldía de Fulgencio García López[5]. Distintos cargos de la política municipal siempre de manera altruista, trabajando por su ciudad, entonces en ebullición. 

 Dominica Courtada, francesa de nacimiento, se trasladó con su marido Santiago Harguindegui (Harguindey), también francés, desde Galicia a Puerto de Béjar para construir una fábrica de curtidos después de la Guerra de Independencia. Eran los abuelos de Nicanora. 

Foto del blog Los Abdones


Llega septiembre de 1890, un año fatídico para la familia Olleros. Segundo estaba casado con Nicanora Harguindey Herrero (1852-1930), una mujer del linaje propietario de una de las dos fábricas de curtidos en funcionamiento en Puerto de Béjar. El padre de la novia, Domingo Harguindey Courtada, era uno de los industriales de mayor fortuna de la provincia. El matrimonio a esa fecha tenía nueve hijos, entre ellos Segundo, Feliciano, Arturo, Purificación, María, Tomás y Luisa. 

27 de octubre de 2023

A la sombra de sus hermanos: Segundo Olleros Mansilla (1ª Parte)

Dedicado a sus descendientes Tomás,

Juan Luis y José Ignacio Olleros Izard


 Autora: Carmen Cascón Matas

Los nombres de muchas personas que han puesto su granito de arena para que Béjar prosperara aún duermen en el olvido. Reposan esperando a que un investigador dé con ellos en la lectura del proceloso mar de los legajos. Folios y folios, cientos de ellos, miles, dormitan en los anaqueles de los archivos, crujientes folios que nadie lee desde hace décadas o incluso siglos. La tarea es ímproba, pero el número de interesados por la Historia va creciendo exponencialmente: unos porque es su oficio, otros porque son curiosos, y otros, al final, porque se precian de ser sus descendientes y quieren rescatar a sus antepasados de ese marasmo de indiferencia o del desconocimiento para llevar a gala la sangre de un bejarano ilustre aunque olvidado.

Segundo Olleros Mansilla. 

Fotografía propiedad de la familia, cedida por José Ignacio Olleros

 

            Este es el caso de Segundo Olleros Mansilla, una persona de la cual no se han olvidado sus descendientes, pero cuya figura ha acabado apagada por la inmensa sombra de su hermano, el marino Tomás Olleros Mansilla, descubridor de las Islas Tawi-Tawi, considerado el último conquistador español[1]. Pero comencemos conociendo a Segundo por sus padres.

11 de marzo de 2023

Fábrica y jardín: el vínculo de Juan Téllez de Meneses en Béjar

Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto  

Avanzado el siglo XVIII el furor por la fundación de nuevos mayorazgos ya había pasado, y las rentas que permitían vivir y acrecentar fortunas a los hombres más acaudalados empezaban a basarse en la intensidad de las actividades empresariales y de los nuevos negocios. En la tercera década de aquella centuria Béjar comenzaba a sentir los resultados de la promoción industrial ducal, que había tenido en la llegada de los artesanos flamencos a la villa en 1692 su hito más simbólico. Quizá la figura más ejemplar de este renovado modelo de fabricante se personifique en Juan Téllez de Meneses.

Conjunto de propiedades de Juan Téllez bajo la iglesia de Santa María y con el obrador de Arias a la derecha de la imagen

 

Como en otras ocasiones, empecemos por el final.

La muerte de don Juan, afectado por la enfermedad de la gota, tuvo lugar el 9 de septiembre de 1739. Los autos judiciales que se dieron tras el hecho nos sirven para tener una visión bastante precisa del patrimonio que había acaparado a lo largo de su vida, ejemplo magnífico y paradigmático del estilo de vida de un fabricante textil dieciochesco en Béjar. La ocupación de Téllez durante su existencia se dividió entre el alto servicio al duque Juan Manuel II y la propia actividad textil

4 de julio de 2022

Una visita regia de dos horas o cómo fue el paso de Alfonso XIII por Béjar un 24 de junio de 1922

 Autora: Carmen Cascón Matas

Un 24 de junio de hace cien años Béjar vivió una jornada especial con la visita del rey Alfonso XIII en su regreso de su famoso viaje a Las Hurdes. No era el primer monarca que paseaba por las calles de la Muy Leal y Muy Noble Ciudad, pues otros le habían antecedido en el tiempo, véase Enrique IV[1] o los Reyes Católicos. Habían pasado muchos siglos, empero, para que un miembro de la familia real se interesara por nuestros montes hasta que la infanta Isabel de Borbón, La Chata[2], pusiera sus reales pies en la Fonda España en dos ocasiones, en 1916 y 1929, o la infanta Paz de Borbón lo hiciera en 1912[3]. Entre los monarcas castellanos y las dos damas, se puede enmarcar la visita de su coronado sobrino. Harían falta otros cincuenta años para que otro rey, en ese caso Juan Carlos I, regresara a la Ciudad Estrecha

 Alfonso XIII en La Corredera y el famoso reloj

Béjar en Madrid

Es el 3 de julio de 1922 cuando La Victoria[4] edita un número especial con los pormenores de tan ajetreados días. El cronista, a lo largo de tres páginas, detalla con exactitud lo acontecido en Béjar, de tal manera que podemos reconstruir a la perfección lo que dio de sí la real visita, sin perder la perspectiva de que su crónica no está exenta de una pátina o un velo de condescendencia, omitiendo errores o críticas si las hubo. También hace lo propio Béjar en Madrid[5], el periódico de la competencia, pues si La Victoria era eminentemente católica y monárquica, Béjar en Madrid se definía como liberal de orden por aquellos años. Llama la atención que uno de los primeros apuntes de La Victoria, tras recordar las visitas reales que le precedieron, es disculpar a la corporación municipal porque «no hubo apenas tiempo de preparar un recibimiento digno, hasta el extremo de que el pueblo, en confuso revoltijo de todas las clases sociales, apenas permitía marchar al automóvil real», una situación que no produce enfrentamientos y que sugería una paz social que dudo mucho de que existiera. Una descripción idílica que nos hace reflexionar[6]

8 de abril de 2022

Referencias históricas de un edificio singular: el Museo Judío "David Melul" de Béjar

Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto.

Publicado: Semanario Béjar en Madrid.

          La historia más reciente del edificio que alberga el Museo Judío “David Melul” es bien conocida por todos. Tras la rehabilitación comenzada en 2003 dirigida por el arquitecto bejarano José Luis Rodríguez Antúnez el abandonado inmueble renació y desde la inauguración del museo se ha convertido en lugar de cita obligada para los amantes de la historia del judaísmo de la región y en general para todos los interesados por la historia de Béjar. No está de más recordar la interesante colección que alberga, con piezas arqueológicas de gran valor como la reproducción de la lápida hebrea de doña Fadueña, escudos de los duques de Béjar y elementos de la cultura y el rito judío.[1] Pero nos gustaría hablar ahora no del contenido sino del continente. ¿De quién fue y qué fue este edificio? 

 

 Edificio del Museo Judío "David Melul".


          Ciertamente hasta el siglo XVIII las referencias que conocemos no son muchas y todo lo que podamos decir sobre en qué fecha se construyó será deducción resultante del análisis estilístico del inmueble. La robustez de su construcción así como los detalles decorativos en dinteles con relieves conopiales o la base de las columnas adosadas de su puerta principal nos remiten, indudablemente, al gótico y por lo tanto a finales del siglo XV, época de la que datan los pocos edificios civiles que en Béjar se han conservado de ese estilo. Por lo tanto de tal fecha, escasamente concreta eso sí, suponemos su construcción.

1 de abril de 2022

El fabricante de bayetas y mantas palentino que quiso venir a Béjar en 1691

 Autor: Agustín B. García y Gómez

 Marzo de 2022

      De sobra es conocido que el 27 de agosto de 1691 las duquesas de Béjar María Alberta de Castro Portugal Borja y Teresa Sarmiento de la Cerda, como tutoras del que fue XI duque de Béjar, Juan Manuel López de Zúñiga Mendoza Sotomayor, firman en Madrid una escritura ante escribano público con Francisco Simoni y Ana Buru, marido y mujer, Pedro Rusel y Tomás Romo, Juana y Magdalena Simoni, hijas del dicho Francisco Simoni, Aldegonda de Croque y Margarita Langel, para encargarse de la Fábrica de Paños Finos de Béjar y enseñar a sus habitantes, siendo este el primer origen de la industria textil de paños finos bejarana. Según refleja la escritura, se trata de un matrimonio, sus dos hijas y sus maridos y dos mujeres más; en total ocho flamencos. En esta escritura firma como testigo de la misma, el flamenco Juan Bissón persona fundamental en la implantación de la fábrica de paños finos en Béjar. (ADBéjar, OSUNA,C.265,D.33, año 1691).


 


            El inicio de su actividad fue difícil por la falta de experiencia empresarial de los flamencos, que no por falta de calidad en su trabajo, de tal manera que en apenas dos años ya se habían trasladado a Plasencia con la expectativa de un empleo en una fábrica real de tejidos que se quedó en proyecto. Hay un informe de junio de 1693 firmado por Juan del Carpio, tesorero ducal, dando cuenta que ha visto y reconocido en Plasencia a los maestros flamencos, que no tenían fábrica propia y estaban malviviendo de un escaso salario (ADBéjar, OSUNA, C.256, D.1317, 1693). Más tarde llegarían otros flamencos que continuaron con la implantación de la fábrica de paños finos en Béjar.

25 de marzo de 2022

Ciencia y tecnología: del museo al empleo

Autor: Ignacio Coll Tellechea

Publicado: desaparecida página web collcenter, 7 de septiembre de 2015.

El concepto y la imagen de los museos han cambiado radicalmente en solo un par de generaciones. Desde los espacios estancos en los que se exhibían elementos artísticos con un modelo tipo frontón (con visitantes circunspectos contemplando las piezas y amenazando con convertirse ellos mismos en estatuas o cuadros) a planteamientos multidisciplinares e interactivos en los que, además, se han incorporado temáticas más allá de las artes.

 .

 Museo de la Industria Textil de Béjar

Los museos de la ciencia y la tecnología no son nuevos ni una rareza a día de hoy en España, donde pueden visitarse medio centenar. Aunque tardaron en llegar, contamos con una red notable de espacios dedicados a la divulgación del desarrollo científico y tecnológico que merece la pena conocer.

4 de marzo de 2022

Sobre los tejidos de la duquesa Teresa de Zúñiga

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

Así titula el académico Gumersindo Bravo González, doctor en Historia y miembro del grupo de Estudios sobre Patrimonio, Cultura y Ciencia Medievales de la Junta de Andalucía y la Universidad de Granada, su trabajo publicado en 2017 en la revista de la asociación, que puede encontrarse completo en internet.

 

Armas de Zúñiga y Guzmán bordadas en hilo de oro sobre raso. Todocoleccion.net

El trabajo de investigación se centra en las piezas de tejido inventariadas en las disposiciones testamentarias del III duque consorte de Béjar, Alonso Francisco de Sotomayor y Portugal, V conde de Belalcázar y V vizconde de Puebla de Alcocer, que asumió el apellido y el título de su prima y consorte Teresa de Zúñiga, III duquesa de Béjar. A su muerte, su esposa tuvo que pleitear ante las deudas póstumas dejadas por su esposo. 

15 de enero de 2022

El asociacionismo en Béjar: el Despertar Femenino (2ª Parte y final)

Autora: Teresa López Hernández

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar 2020.

En marzo de 1926 las componentes de la asociación obrera bejarana El Despertar Femenino asistieron al homenaje en memoria de Pablo Iglesias que se celebró en el teatro Bretón de Salamanca. Su representación estuvo a cargo de la presidenta Leandra Sánchez, la secretaria Baltasara Sánchez, la vocal Juana Suárez y el asesor Diego López.[1] Se implicaron en diversos proyectos, como el mantenimiento de la asociación “Los Amigos de la Escuela y el Niño” .[2] Apoyaron y aprobaron lo expuesto en la asamblea popular convocada por el Ayuntamiento de Béjar para tratar de cuestiones relacionadas con la creación de un Instituto de Segunda Enseñanza.[3] Colaboraron en el Aniversario de la República en 1934, que en Béjar se celebraría recaudando dinero para la cantina escolar y dando una comida a los niños.[4]

Exposición permanente “La fábrica Textil”. Museo de la Ciencia y de la Técnica de Catalunya (Tarrasa)

Pero son dos los hitos que ponen de manifiesto el carácter reivindicativo de esta sociedad: el conflicto de las trabajadoras de la fábrica textil de Norman Bonnail y el reconocimiento de la prestación por maternidad.

El conflicto en la fábrica textil tuvo lugar en 1925, año en que se instruyó un expediente con motivo de huelga planteada por la Sociedad contra el patrono Norman Bonnail Sánchez.[5] En el escrito, dirigido al Presidente de la Junta Local de Reformas Sociales, fechado en Béjar el 2 de septiembre de 1925, se especificaba que la causa de la huelga era el incumplimiento del salario que venían percibiendo las obreras pertenecientes a la sociedad. Se planteaba ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con el empresario que se había negado a reunirse con ellas. El número de huelguistas era de once, todas pertenecientes a la sociedad. Firmaban la presidenta Petra Tejeda y la secretaria B. Sánchez.

7 de enero de 2022

El asociacionismo femenino en Béjar: el Despertar Femenino (1ª Parte)

Autora: Teresa López Hernández

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2021.

El proceso de industrialización conllevó una modificación social y económica que propició la incorporación de las mujeres al trabajo asalariado. Proceso favorecido por la insuficiencia del salario masculino para sufragar los gastos familiares y por ser mano de obra barata. Considerado un trabajo subsidiario, se imponían peores condiciones laborales y económicas.

El trabajo femenino sufrió un doble rechazo: el de los trabajadores masculinos que creían que los menores salarios supondrían una preferencia para la contratación y el de la sociedad burguesa que establecía una separación espacial, reservando el ámbito público para los hombres y adjudicando el ámbito privado a las mujeres, contempladas como sustentadoras del hogar.

 Trabajadoras de la industria textil en el País Vasco

Foto sacada de aquí

Las pésimas condiciones laborales en que se desarrollaba el trabajo: largas jornadas, escasos salarios, instalaciones insalubres…, activó la concienciación social que desembocaría en la denuncia de dichas situaciones, obligando a los gobiernos a establecer leyes de protección y a los sindicatos a iniciar la lucha para mejorarlas.

29 de octubre de 2021

El edificio del colegio salesiano de Béjar: del "muño maior" a doña Felisa Esteban (2ª Parte)

 Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

¿Cuál había sido la historia anterior de este edificio, la casa del muño mayor, situada en lo que luego fue colegio salesiano de Béjar? El documento más remoto al que hemos tenido acceso data de 1718 y determina la fecha en que la casa ducal adquiere el inmueble. El 4 de septiembre de aquel año

«Antonio Carlos Manrique, hortelano del Bosque de Béjar, ante el escribano Tomás de Silva, vende al duque [Juan Manuel II][1] una casa con parral y majuelo grande en la parroquia de Santa María por 3700 reales». 

Casa del duque a mediados del siglo XVIII. Pincha para ver con detalle. Elaboración de Óscar Rivadeneyra

 

18 de junio de 2021

El duque de Béjar, don Juan Manuel II, fue el introductor de la cochinilla en España

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

       Diversas páginas en la red dan cuenta de la gran importancia económica que tuvo para España la cochinilla, insecto parásito del nopal empleado durante mucho tiempo en la industria textil y reemplazado luego por tintes sintéticos, cuyo cultivo ha repuntado últimamente en favor de su uso en la producción de alimentos y cosméticos libres de contaminantes. 

 

Cochinilla parasitando paletas de nopal. Iec.cat

 

       Aprendida la explotación por los españoles en los inicios de la conquista de México, su comercio fue monopolio de la corona durante los siglos XVI y XVII, ocupando el segundo lugar después del comercio de la plata (…llegaban a España barcos cargados de metales preciosos, de perlas o de cochinillas, después de viajes que habían durado de seis a dieciocho meses. Philippe Erlanger en Carlos V, 1999).

11 de julio de 2020

Apuntes sobre la situación de las mujeres tras la revolución de 1868 (1ª Parte)


Autora: Mª Teresa López Hernández
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2018, pp. 46-51.


       Actualmente no se puede negar la presencia femenina en todos los acontecimientos históricos, si bien la subordinación social a que estaban sometidas hace que no figuren en crónicas ni documentos, siendo los firmantes de acuerdos y tratados, los dirigentes de guerras y revoluciones, los que adquieren protagonismo para la posteridad. 

Foto internet

       Es el caso de Béjar. A pesar de la actuación decisiva que tuvo la ciudad en la Revolución y de que en ella participaron todos los habitantes, no queda constancia de la colaboración de las mujeres. En 1868 las mujeres tenían el mismo interés que los hombres en derrocar a la monarquía e instaurar un nuevo orden que trajera los cambios necesarios que  permitieran el progreso económico y social, considerados indispensables para mejorar las condiciones de vida. Sabemos, por los estudios realizados en el resto del país, que su participación se realizó desde todas las ideologías políticas, aunando al mismo tiempo su lucha por la emancipación de la mujer

20 de marzo de 2020

Los saltos hidráulicos de la cuenca media del río Cuerpo de Hombre y sus propietarios: el vado (2ª Parte y final)




Autor: José Ignacio Díez Elcuaz 
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas 2011.


LA FÁBRICA DE HARINAS DE ASENSIO


Volvemos a la orilla derecha del río. Alguna vieja fotografía del siglo XIX permite ver como una regadera procedente del Desmote Químico cruzaba bajo un arco el Puente Nuevo para dirigirse a la fábrica de harinas que estaba junto a aquel. En 1930, la instalación era conocida como “edificios hidráulicos de Yagüe” y pertenecía a Francisco Gómez-Rodulfo López. El salto hidráulico era de 3,85 metros[1].


La fábrica de harinas de Asensio se situaba en un solar que en el siglo XVIII era batán de los duques de Béjar[2]. En la centuria siguiente fue propiedad de Julián Yagüe, de quien tomó el nombre. A través de su hija Ángela, casada con Jerónimo Gómez Rodulfo, la propiedad pasó a este linaje. 

 El lavadero de Arias a la derecha


En 1888 la fábrica de harinas era todavía un molino de una piedra y pertenecía a la sociedad Hijos de Jerónimo Gómez-Rodulfo; su contribución en concepto de matrícula industrial era de 289 pesetas[3]


Por aquellas fechas, el molino se transformó en fábrica de harinas, con sistema de cilindros. Contaba con dos edificios principales; el mayor disponía de dos alturas y desván. En 1904 su renta se calculaba en tres mil pesetas y sus propietarios eran Francisco Gómez Rodulfo y otros condueños[4]. La fábrica sobrevivió hasta los años cincuenta, cuando fue derribada para levantar sobre su solar la industria textil de José Mussons Torrás[5].

13 de marzo de 2020

Los saltos hidráulicos de la cuenca media del río Cuerpo de Hombre y sus propietarios: el vado (1ª Parte)


Autor: José Ignacio Díez Elcuaz 
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas 2011.

Seguimos el recorrido por el río Cuerpo de Hombre en busca de los saltos hidráulicos y de las instalaciones fabriles que se desarrollaron en torno a ellos[1]. Aunque en ocasiones la corriente provocó grandes pérdidas económicas (por ejemplo, durante la gran crecida de 1859), generalmente fue un “venero de riqueza”, como acertadamente expresó don Juan Muñoz. Dejada atrás Navahonda, entremos en el paraje conocido como el Vado.





EL DESMOTE QUÍMICO


En las inmediaciones del Puente Nuevo, sobre el costado derecho del río, se alzaba el Desmote Químico. Disponía, en 1930, de un salto de agua de 3,45 metros, que estaba a nombre de la viuda de Manuel Anaya[2]


El Desmote se levantó sobre el solar en el que, en 1720, existía un molino propiedad de Juan Nieto[3]. La instalación industrial debió de ser la primera obra realizada por el catalán Luis Izard en Béjar, hacia el año 1880[4]. En 1902 era propiedad de Catalina Albi Mompín, viuda de Pablo Trías, aunque lo regentaba su yerno Manuel Anaya Puente[5]. Un año después, Manuel utilizaba parte de las dependencias como fábrica de molduras, almacén de materiales de construcción y cuadra. Por aquel entonces, su renta se calculaba en 1.290 pesetas.

 Desmote Químico

30 de noviembre de 2019

Una oportunidad desaprovechada. La Exposición Pública de Madrid de 1827


Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Semanario Béjar en Madrid, 4.826 (07/06/2019), p. 4

       La primera exposición pública de los productos fabricados en territorio nacional se celebró en Madrid, un 30 de marzo, día de San Fernando, de 1827 [1]. La idea partió de la corona con el fin dar un aire de modernidad a la capital, tomando como modelo las que se organizaban en otros países y capitales europeas, véase París o Londres. Como el monarca que gobernaba los destinos nacionales llevaba el nombre de tan ilustre santo y pariente, Fernando VII, se emplazó para aquella jornada y así debía celebrarse aquel año y sucesivos en dicho día. Para tan magno acontecimiento se solicitaba a los gobiernos provinciales que, de sus territorios, demandaran a cada ayuntamiento los artículos más sobresalientes de sus industrias para mostrarlos al público.
 Premio de la Exposición Pública de Madrid de 1927


            El aviso para que las industrias bejaranas participaran llegó al ayuntamiento en diciembre de 1826[2], es decir, con menos de cuatro meses para la fecha límite, cuando en realidad la Real Orden había partido de Madrid en marzo de ese año. No sabemos si fue dejadez por parte de las administraciones o que los caminos estuvieran embarrados e infectados de bandoleros, quizás ambas cosas, el caso es que tardó más de nueve meses, un embarazo, en llegar la propuesta con un largo e imaginamos que caluroso verano de por medio.