9 de febrero de 2024

«Una capa maravillosa, de paño como seda y de color verde botella» (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, nº. 4.933 (9/01/2024), p. 4.

         Hace unos meses tuvo lugar la fiesta de San Martín de Tours, el patrón de los capistas, una celebración que en Béjar sigue en auge gracias a una Asociación de Amigos de la Capa muy activa desde su creación en 1967[1] (aunque no se inscribiría de manera oficial hasta 1969[2]). En ocasión de este encuentro y la formalización de nuevos miembros, Álvaro González Cascón se pone en contacto conmigo para contarme una historia curiosa que centrará el tema del presente artículo artículo.

            Aunque en el párrafo anterior comentamos que la Asociación de Amigos de la Capa de Béjar no se funda hasta 1965, en realidad existía desde tiempo atrás un grupo de simpatizantes de la pañosa entendible si tenemos en cuenta que el tejido de lana con el que se fabrican las capas es una de las enseñas de la industria textil de esta Noble y Leal ciudad. A poco que rastreemos las visitas ilustres a Béjar, veremos que los anfitriones llevaban a sus huéspedes a lugares tan señalados como El Bosque, el Castañar o el Ayuntamiento, además de trasladarles a Candelario y a la sierra, invitarles a comer un gustoso calderillo y regalarles un corte de paño para hacerse una capa. Y los invitados abandonaban esta Ciudad Estrecha contentos con su futura pañosa en las mientes. 

Francisco Serrano Anguita

 

            Uno de estos ilustres regalos, futuras capas tras salir del taller de confección, fue a parar a manos del escritor y periodista sevillano Francisco Serrano Anguita, alias Tartarín (Sevilla, 1887- Madrid, 1968). El tejido lo recibió como presente del industrial bejarano Juan Cascón Martínez en 1925 y quizá no estaríamos leyendo estas líneas si el color hubiera sido los tradicionales azul oscuro, negro o incluso marrón, pero su tonalidad era de un inédito y vistoso verde botella. Por entonces, Serrano Anguita era periodista de diarios como La Tribuna, Heraldo de Madrid e Informaciones y escribía comedias y zarzuelas que se representaban, por cierto, en el Teatro Cervantes. Aunque hoy es una persona desconocida para el gran público, en su momento gozaba de gran popularidad, pues no en vano fue nombrado Cronista Oficial de Madrid y Periodista de Honor, recibió la Cruz de la Orden del Mérito Civil y la Medalla de Plata al Mérito al Trabajo. Incluso se le considera junto a Eduardo Marquina fundador de la Sociedad General de Autores (SGAE) y hasta una calle de Madrid lleva su nombre.

 

Juan Cascón Martínez (izq.) y Juan B. Cascón Hernández (drcha.).

Archivo familiar

 

Pero, ¿qué motivó este espléndido regalo? El detonante fue la lectura por Juan Cascón de un artículo de Anguita sobre la defensa de la capa, como bien se explica en un escrito titulado «La capa» publicado en La Victoria y escrito por alguien que firma como A. en enero de 1925[3]. En este texto, el mencionado A. describe que los industriales bejaranos habían entendido que esta prenda tan española debería ponerse de moda en Madrid entre las clases sociales altas, pero también entre los ciudadanos de a pie. Y qué mejor publicidad para nuestra ciudad que hacer llegar a un periodista adalid de la capa una confeccionada con el mejor tejido de lana fabricada por telares bejaranos. El articulista también se quejaba de la crisis que se enseñoreaba en la ciudad y la buena publicidad que este tipo de acciones procuraría para nuestra industria, alabando la buena idea de Juan Cascón Martínez.


 

Hemos hablado del escritor Serrano Anguita, pero no de la persona a quien tan feliz ocurrencia le procuraría esa futura alabanza como veremos. Juan Cascón Martínez[4] era hijo del fabricante Higinio Cascón Torrico, cuya fábrica funcionaba a pleno rendimiento en una casa-obrador sita en la calle Colón. A la muerte de Higinio, continuó con la empresa su viuda, María Martínez Soto, y sus hijos Leocadio, Segundo y el propio Juan bajo la firma «Viuda de Higinio Cascón e hijos». Otro hijo, Crisantos, abrió negocio propio. En 1910 continúan la empresa familiar Leocadio y Segundo, separándose Juan del negocio familiar al menos en 1908 y fundando su empresa en la calle Colón número 16. A la muerte de Juan, llevará las riendas de la fábrica su hijo Juan B. Cascón Hernández.

 

Continuará

 



[1] AAVV. Asociación de Amigos de la Capa. Béjar, 1993. 25 aniversario. Ayuntamiento de Béjar, 1993, 126 págs.

[2] Cascón Matas, Carmen. «Dos historias con capa. De una reina frustrada a una poetisa de Lavapiés». Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2022, pp. 10-15.

[3] La Victoria, n.º 591 (24 de enero de 1925), p. 4.

[4] Sánchez Martín, Javier R., Cascón Matas, Carmen, y González Hoya, Óscar. «La fábrica de Higinio Cascón: un ejemplo de casa-obrador en Béjar». Estudios Bejaranos n.º X. Centro de Estudios Bejaranos y Ayuntamiento Béjar, 2006, pp. 51-60.

5 comentarios:

  1. Mi abuelo paterno :tenía fotos con esa prenda y botones charros de plata : fue un regalo que recibió de unos estudiantes de la facultad de medicina donde el era catedrático. Una prenda de buen paño y esa socorrida frase
    :( el buen paño en el arca se vende).Por la coincidencia de uno de los apellidos supongo que serian parientes tuyos.
    Esperando saber más de esta ilustre prenda tan española que nunca hemos valorado loque tenemos y así nos va...
    Esperando tu siguiente entrada un abrazo estimada, Carmen.

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  2. Te cuento que conservo como oro en paño una capa bejarana que hace años me confeccionó a medida el señor Iglesias, sastre bejarano especializado en esta prenda y que ha confeccionado capas para grandes personalidades (entre las que NO me encuentro), entre ellas los reyes. Aquí no la uso mucho pues la reservo para actos o reuniones sociales en las que quiero rendir a las personas que me acompañan una muestra de deferencia y especial respeto. Como la capa es azul marino (ese verde botella debió resultar magnífico) la suelo acompañar con sombrero del mismo color y bastón.
    Un abrazo,

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  3. Es una prenda muy elegante y esa asociación, hace que se haga presente, en estos tiempos modernos.
    Feliz fin de semana.

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  4. En la localidad de Carrión de los Condes los miembros de la cofradía de la Vera Cruz lucen capa en las procesiones de Semana Santa, supongo habrás visto algún articulo sobre esas procesiones que publique.

    Saludos.

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  5. Aquí en Sevilla, aunque en raras ocasiones, aún se suelen ver a personas que acuden a actos oficiales o importantes. En los años 50 y 60, aún, era una prenda muy común por esta ciudad, pero, como decía mi abuelo, que tenía un par de ellas, y que aún se conservan en la familia, las capas tenían que ser de entre-tiempo, porque si eran de paño grueso o de invierno, se hacían muy difíciles de llevar con elegancia...
    Un fuerte abrazo, y quedo a la espera de esa segunda parte porque has despertado mi interés por ese escritor sevillano.

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.