Mostrando entradas con la etiqueta Tradiciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tradiciones. Mostrar todas las entradas

1 de abril de 2023

Bancos dentro, bancos fuera: conflictos entre el poder civil y religioso en las procesiones de Semana Santa de 1675

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.910 (20/I/2023), p. 4.

        Las celebraciones religiosas de la Edad Moderna se convertían a veces en escenario de escándalo y enfrentamiento entre los estamentos civil y eclesiástico, pues no en vano se erigían en espectáculo público y mostraban la preeminencia de los poderosos sobre las clases populares y la estricta jerarquización social[1]. Las numerosas fiestas que salpicaban el calendario litúrgico se organizaban de manera escrupulosa, siguiendo un orden que era imposible de fracturar. Aun con todo no faltaban ocasiones en las que, o bien los clérigos, o bien los ediles del consistorio, intentaban enseñorearse en ellas en un tira y afloja sin fin[2]. Los conflictos eran tan habituales y provocaban tal falta de decoro en acontecimientos que debían per se realizarse con toda solemnidad que se intentaron regular para atajar los insultos, empujones y altercados que unos y otros perpetraban en mitad de misas y procesiones. 

            El motivo fundamental pivotaba en torno a la idea de que los miembros del Cabildo y los eclesiásticos de la villa debían mantener el privilegio de encabezar las procesiones y las ceremonias religiosas, dejando de lado a los representantes civiles. La costumbre inmemorial dictaba que estos últimos se colocaran en las naves centrales de las iglesias, con sus bancos privativos en un lugar preferente en las fiestas así dispuestas por la Regla del Cabildo, privilegio desconocido -el de oír misa cómodamente sentados- para el resto de la población, que había de postrarse de rodillas durante las ceremonias. Tal disposición había sido aprobada por escrito en una ejecutoria de 1601 por los continuos dimes y diretes.

22 de enero de 2022

San Antón: una antigua devoción de los duques de Béjar

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

          En "Pasado y presente de la fiesta de San Antón" y "La festividad de San Antón, conocida por estos lares como la Fiesta del Chorizo", publicadas en Pinceladas de Historia Bejarana el 16/01/2011 y el 16/01/2012 respectivamente, la creadora  de este blog, Carmen Cascón Matas, da a conocer aspectos modernos de esta devoción en Béjar.

 

San Antón en las murallas, cerca de la desaparecida iglesia de San Pedro, templo donde se le daba culto desde época medieval

 

         En "Historia de una traducción", publicada en Cualia.es con reserva de derechos, la doctora en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid, Mar Rey Bueno, da a conocer un episodio temprano de esta devoción bejarana. Dice así:  

3 de diciembre de 2021

Una historia épica: la colocación del monumento a María Auxiliadora en el Pico Alaíz en 1990

      Autor: Francisco Tejeda Blázquez

      Fotos: del autor y del escultor Ricardo Martín Vázquez

      En 1990 siendo sor María Paula Domínguez directora del colegio María Auxiliadora de Béjar, el miembro del consejo escolar Víctor del Río propuso la colocación de un monumento a María Auxiliadora. La propuesta se aceptó con ilusión y unanimidad por parte de todos los presentes.

             El lugar elegido fue el Pico Alaíz junto a la estación de esquí de La Covatilla, a 1.922 metros de altura, lugar donde puede ser divisada desde cualquier parte de nuestra ciudad y desde donde se pueden contemplar grandes extensiones de terrenos. Se notificó al ayuntamiento y se pidieron los permisos correspondientes al propietario de los terrenos, Pedro Sánchez García, el cual amablemente dió su autorización. Además, se abrió una cuenta popular para sufragar los gastos.

5 de junio de 2021

Sangre y leyenda en los orígenes de la procesión del Corpus de Béjar

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4.849 (19/VI/2020), p. 4

 

        Los orígenes de la procesión del Corpus Christi en Béjar son oscuros. Alejandro López Álvarez, que ganó el Premio “Ciudad de Béjar” 1994 con su espléndido trabajo Ideología, control social y conflicto en el Antiguo Régimen: el derecho de patronato de la Casa Ducal sobre la procesión del Corpus Christi de Béjar [1], intentó desentrañar esta maraña de confusión para ofrecernos un acercamiento a sus posibles raíces



            Celebrada por vez primera en 1246 en la diócesis de Lieja, no alcanzaría popularidad hasta 1263 cuando en la localidad italiana de Bolsena ocurrió un hecho milagroso: mientras el sacerdote oficiaba la misa brotó sangre de la hostia consagrada. El papa Urbano IV la instituyó como fiesta de la Iglesia en 1268 y en 1311 Clemente V dará las directrices definitivas para la organización de la procesión dentro de los muros de los templos. Hasta el siglo XV los cortejos no saldrán del recinto de las iglesias. La primera procesión exterior documentada se celebró en tiempos de Nicolás V por las calles de Roma.

19 de junio de 2020

El origen seguntino de los Arcos de San Juanito de Béjar (2ª Parte y final)


Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.848 (5/06/2020), p. 4.

       Para responder a la pregunta del origen de la fiesta de los Arcos de San Juanito de Béjar debemos remontarnos a 1871 y viajar con la imaginación hasta Sigüenza (Guadalajara). El 28 de mayo de ese año nace un infante del matrimonio formado por Raimundo Santamera y Petra Tejedor, a quien bautizaron con el nombre de José María. La familia podía considerarse de mediana posición para la época por regentar una carpintería y muy devota. No en vano el primo de Raimundo era don Eladio Mozas Santamera[1], sacerdote al que el papa Francisco ha declarado no hace mucho “venerable”. La educación cristiana recibida de sus padres y el contacto con otros sacerdotes de la familia hicieron que la vocación religiosa surgiera pronto en José María

 Eladio Mozas Santamera

           Conocida su inclinación sacerdotal por don Eladio, canónigo entonces de la catedral de Plasencia, no esperó a que su sobrino se echara atrás en sus sanas intenciones y le invitó a viajar a la ciudad extremeña para que cursase sus estudios en el seminario. 

12 de junio de 2020

El origen seguntino de los Arcos de San Juanito de Béjar (1ª Parte)


Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid nº 4.847 (15/05/2020), p. 4.


         Hace diez años escribí en el especial de Navidad de Béjar en Madrid un trabajo versado en la fiesta de los Arcos de San Juanito. Lo titulé “Un ejercicio de recuperación de la memoria: la fiesta de San Juan y los arcos de San Juanito”. El texto me sirvió de base para otro texto sobre idéntico tema que publiqué en la Revista de Folclore nº 350 de la Fundación Joaquín Díaz Caneja de Valladolid, “Los Arcos de San Juanito de Béjar: una tradición ligada a los ritos vegetales. Explicación y evolución histórica”. A raíz de ambas investigaciones la familia Molina, mecenas de esta entrañable fiesta desde 1969, se puso en contacto conmigo para tratarme con gran amabilidad e invitarme a participar como miembro del jurado en la edición de ese año. Vaya desde estas líneas mi recuerdo a Evelio Rodríguez, tristemente fallecido, gran entusiasta de esta fiesta y de muchos otros temas bejaranos.

 Arco de San Juan en Sigüenza

            Como sabrán, y si lo desconocen lo revelaré aquí, fundé hace la friolera de once años un blog en internet, Pinceladas de Historia Bejarana, con la intención de ir compartiendo poco a poco, semanalmente, algunos trabajos de investigación relacionados con Béjar. En este espacio virtual colgué los trabajos mencionados con tan buena fortuna que recibí al poco un correo electrónico de Amparo Donderis Guastavino, archivera del Ayuntamiento Sigüenza. En un breve texto me ponía al corriente de que en esta ciudad se festejaba a San Juan Bautista en su versión infantil de una manera muy similar a la bejarana. El intercambio de información nos demostró que las concurrencias eran más numerosas que las diferencias en una celebración mantenida a lo largo del tiempo en Sigüenza y con altibajos en Béjar. 

14 de febrero de 2018

De cómo dos mozalbetes provocaron un conflicto entre la Iglesia y el Consistorio un Miércoles de Ceniza



Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Semanario Béjar en Madrid, nº 4.746 (5/02/2016), p. 4.

               De altercados graves, con ofensa hacia la autoridad pública o hacia la eclesiástica, se consideraban en épocas pretéritas asuntos que hoy calificaríamos de jocosos, dignos de risa. Cualquier acontecimiento podía suscitar la controversia entre las autoridades y no existía procesión, romería o misa solemne que no se saldara con una trifulca entre los miembros del clero y del Consistorio, dos estamentos enfrentados durante siglos que no veían la hora de manifestar sus diferencias públicamente. El Corpus[1] era el escaparate en que los bejaranos se miraban, en el que mostraban su poder el duque, el Cabildo y el Consistorio, por lo que año tras año se sucedían en él altercados por la colocación de sus integrantes o la precedencia de las crucesparroquiales de la Villa y Tierra[2]. Quizá fuese esta la ocasión más habitual para mostrar las diferencias en cuanto a poderío se refería, pero menudeaban otras como los Te Deums en acción de gracias por el nacimiento de un nuevo vástago en la familia ducal, la muerte de un rey[3] o la Semana Santa[4]. Las disputas se generaban por cualquier motivo, por trivial que fuese, por ejemplo a cuenta de la colocación en un acto público, bien sea en una columna en movimiento o en la distribución de asientos, para lo cual se seguía una estricta jerarquía que no era del agrado de todos, como se desprende de las continuas discusiones provocadas por una mala praxis en cuanto a este particular se refería. Poder y posición debían manifestarse claramente ante los ojos de los plebeyos, sin dudas ni rompimientos unilaterales

 Julian Fałat, Miércoles de Ceniza (1881)

12 de junio de 2017

Sangre y fervor en el Corpus de otro tiempo



Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto
Publicado: Béjar en Madrid , nº 4.750 (5/06/2015), p. 4.


       Que la celebración del Corpus Christi es vivida en Béjar desde hace siglos con devoción de fiesta mayor y con multitudes como testigos de la procesión no se le escapa a nadie, incluso en este laicizado presente donde los afanes de promoción turística van sustituyendo a los orígenes ortodoxamente religiosos de esta fiesta. Ese impulso y deseo por mostrar al visitante una ciudad entregada a su celebración más emblemática está haciendo regresar poco a poco el viejo esplendor del Corpus bejarano, aún lejos, no obstante, de la pasión y entrega con que en otros siglos se vivía. 

 Hombre de musgo

        Quizá fuera en la centuria de 1600 cuando la fiesta del Santísimo y de los Hombres de Musgo alcanzara su cenit de inusitada magnificencia implicando a todos los estamentos de la villa, incluyendo a todos los gremios, y congregando multitudes. Las rivalidades entre las jerarquías eclesiales y consistoriales por ocupar lugares de privilegio en la procesión y en las iglesias, o las fuertes multas con que se penaba a quienes no asistieran con el debido decoro dan muestra de la trascendencia de tan señalado día. 

 Procesión Corpus Béjar

      Fue en ese siglo XVII cuando, además, fruto del descontrol de la muchedumbre, la procesión pareció irse de las manos sucediéndose una serie de altercados que en algunos casos concluyeron  con resultados fatales. De esta manera queda descrito en los numerosos documentos que sobre el Corpus bejarano se custodian en el Archivo Histórico Nacional. 

5 de junio de 2017

Dos representaciones teatrales modernas sobre los Duques de Béjar



Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez 

    Con el objetivo de recuperar para el presente, mezclando rigor histórico y ficción literaria, un hecho revolucionario de notable trascendencia para nuestro país el Ayuntamiento de Ávila y el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua impulsan anualmente desde 2012 la representación teatral de La Farsa de Ávila, episodio histórico que en junio del año 1465 protagonizó un grupo de nobles levantiscos para deponer en efigie al rey Enrique IV y poner en su lugar al infante Alfonso el Inocente, según informa en su edición del 30 de noviembre 2015 el diariodeavila.es
 
 


“Atentado de Ávila contra Enrique IV”. Litografía de Marcelino de Unceta, 1880, en la Biblioteca Nacional de España



       Como se sabe, el grupo de nobles levantiscos estaba formado por Juan Fernández Pacheco, marqués de Villena (antepasado del fundador de la RAE Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga); Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo; Álvaro de Zúñiga, conde de Plasencia (más tarde I duque de Béjar); Rodrigo Alonso Pimentel, conde de Benavente (tío de Leonor Pimentel y Zúñiga, segunda esposa de Álvaro de Zúñiga); Diego López de Zúñiga, conde de Miranda del Castañar (hermano menor de Álvaro de Zúñiga) y otros. 

23 de mayo de 2016

Notas sobre la festividad de Corpus Christi y el poder señorial en Béjar



 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

    La cultura, propiedad de todos y de nadie en particular, es una construcción formado a través del tiempo por diversos factores, por lo que siempre es posible obtener otra mirada de sus manifestaciones. Es el caso de la fiesta de Corpus Christi instituida en 1264 por el papa Urbano IV (el que excomulgó a Pedro III de Aragón), que dejó de ser día festivo en España en 1989 (siempre caía en jueves), pero conserva aún  el carácter de fiesta local de interés turístico nacional en varios lugares. En Béjar, donde c. 1413 su I señor Diego López de Estúñiga habría recibido del papa Benedicto XIII (el de los huevos benedictinos) el derecho de patronato sobre la celebración, es relevante la procesión por las calles de la ciudad en la que participan los singulares Hombres de Musgo (hasta aquí una mirada, digamos, general).



Procesión de Corpus Christi por las calles de Béjar



       En calidad de duques de Béjar, los sucesores de Diego López de Estúñiga ejercieron este derecho de patronato y lo extendieron a sus posesiones ampliándolo también a otras festividades, como se desprende del documento de la tercera titular doña Teresa de Zúñiga sobre fiestas de guardar en su villa de Burguillos del Cerro (Badajoz); del pleito del cuarto, Francisco de Zúñiga, contra el concejo de Béjar por no cumplir sus instrucciones respecto a la procesión del Corpus Cristi; y de la carta del alcalde mayor de Gibraleón (Huelva), informando al octavo titular, Alonso de Zúñiga, de disturbios ocurridos en la procesión y la necesidad de aplicar una justicia más eficaz en la villa.

14 de diciembre de 2015

La fiesta del obispillo de San Nicolás en Béjar: de celebración inocente a gamberrismo paródico



  

Autora: Carmen Cascón Matas.

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.718 (5/12/ 2014), p. 6.



Se escucha el eco sordo de los cascos de un burrillo por la calle Mayor. Un griterío de muchachos acompaña los pasos del rucio en su trote cansino y cabizbajo. Hoy su carga es mucho más liviana. Un niño, sí, transporta a un niño engalanado con mitra, báculo y sobrepelliz. Por unos días es él quien manda en la villa. Un obispillo dirige los destinos de la población y su palabra es ley. Desde la altura ridícula del pollino bendice a la gente en su recorrido, acompañado de pequeños sacerdotes como cortejo. 

 
Fiesta del obispillo en Burgos. Foto tomada del Diario de Burgos


En Béjar la tradición de elegir en el día de san Nicolás de Bari a un niño como pequeño obispo se perdió en la noche de los tiempos para no quedar de ella ni el leve rastro de una pequeña columna de humo. Hoy día Palencia, León, Montserrat o Burgos –al margen de varias localidades obispales de Inglaterra-, lo celebran anualmente con gran éxito. La leyenda cuenta que tal festividad surgió en la Edad Media en poblaciones y villas con sede obispal o monacal, continuando el culto pagano de las Saturnales romanas o fiesta del invierno. Los miembros del cabildo eclesiástico o los frailes de un monasterio se reunían el día de san Nicolás, patrón de los niños, 6 de diciembre, para elegir al infante más joven de los que conformaban la escolanía y le investían con el ritual preceptivo de un obispo de verdad por la máxima autoridad religiosa –incluyendo los símbolos propios de su rango-. Su mandato perduraba hasta el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes. Durante este periodo el chiquillo y el resto de su corte, formada por niños- canónigos, ejercían todas las potestades religiosas en la iglesia- madre, a excepción hecha de la misa. Incluso en muchos pueblos del Pirineo catalán el niño, investido con mitra de papel y báculo de madera, un trasunto del propio san Nicolás, recorría a pie con su corte las casas pidiendo regalos y cantando canciones navideñas[1]

 Grabado antiguo de la fiesta del obispillo

12 de septiembre de 2013

La subida de la Virgen a Piedrahíta (Ávila)



            Autora: Vega Gómez González


*Es fácil desde la añoranza recordar lo vivido durante años. Es más difícil imaginar las mismas costumbres si no estás. Pero es imposible verlo y fotografiarlo a centenares de kilómetros. Esta entrada no hubiera sido posible sin la ayuda y generosidad de unos estupendos reporteros que, desde Piedrahíta, fueron captando con su objetivo diferentes puntos de vista de las fiestas, bien para compartirlas conmigo en el móvil, bien para colgarlas en las redes sociales de dónde he obtenido alguna. Ellos son, por orden alfabético: Marcos Barbero, Miguel Fauró, Maribel de la Fuente, Laura Gómez, Luisa Gómez, Sixto Gómez, Victor M. Gómez, Marisa Hernández Cabo y Adrián Hernández. 

 **************

Las fiestas patronales de Piedrahíta duran cuatro días. Comienzan el sábado víspera del segundo domingo de septiembre, por lo que algunos años coinciden con la Romería de la Virgen del Castañar o con el día de la Virgen de la Vega de Salamanca, como ha sucedido este año. Sin embargo, hasta principios del siglo XX se celebraban en la segunda quincena del citado mes y era la Junta de la Mayordomía, quien, reunida en agosto, decidía qué días se celebrarían.


 Los gigantones dan comienzo a la fiestas

20 de junio de 2013

El origen de los Arcos de San Juanito de Béjar



 Autora. Carmen Cascón Matas

          El lunes, como es tradición en Béjar, los niños volverán a disfrutar con la festividad de los Arcos de San Juanito[1]. Desde prontas horas de la mañana, incluso desde el día anterior, grupos de chavales se confabulan para alzar el arco más hermoso de la ciudad, punto de reunión y encuentro a partir del cual la bandada se dispersa a la caza del transeúnte magnánimo que quiera regalar con un pequeño donativo a esas caritas de ángel a la cantinela de “una pesetita para San Juanito”. La estructura de los arcos se conforma regularmente de metal y se forra con hiedra y adornos variados: flores, cadenetas de colores, farolillos, dibujitos, por decir algunos. Bajo ella se coloca una mesa a modo de altar en la que no falta la imagen de San Juanito, a poder ser en escultura, y los sempiternos caramelos y cestas o bandejas para las monedillas. A partir de ahí la imaginación manda y no es extraño encontrar peluches, maquetas, alfombras de flores, dibujos y hasta cordero de verdad. Durante la mañana un jurado recorre cada arco para premiar a los más bonitos por la tarde, en una ceremonia festiva que tiene como punto de encuentro el Parque Municipal. 




            La tradición, olvidada durante décadas, fue recuperada por la empresa Carbónicas Molina y la parroquia de San Juan Bautista en los años 60 y ambos mecenas siguen hoy organizando la fiesta con ilusión y generosidad. Pero, ¿de dónde viene? Siguiendo las pistas atesoradas en las hemerotecas es claro que al menos procede de finales del siglo XIX o principios del siglo XX. San Juan se celebraba desde antiguo como festividad plenamente religiosa y durante la noche había baile, fuegos artificiales y música en el atrio de la iglesia de San Juan Bautista, incluso se habla de un arco y de una imagen de San Juan. 


1 de junio de 2013

Preparativos para una procesión del Corpus Christi en el Béjar del siglo XVIII




Autora: Carmen Cascón Matas 

            Aunque bien es cierto que el patronato de la procesión del Corpus Christi recaía sobre la Casa Ducal -como bien explicó en su libro “Ideología, control social y conflicto en el Antiguo Régimen” Alejandro López Álvarez-, el consistorio se encargaba de la organización de la misma. En nuestras pesquisas sobre el pasado de Béjar a través de las actas municipales, es frecuente que nuestros ojos se posen en las anotaciones que cada año hacía el secretario de las disposiciones tomadas por sus regidores en relación con esta procesión que tantos vuelos ha ido adquiriendo a lo largo de los años, sobre todo por la presencia curiosa de los hombres de musgo. Sin embargo, esta muestra de religiosidad a la vez que de la sociedad existente dista mucho de parecerse a la que se ofrecía a los ojos de nuestros antepasados del siglo XVIII. 



            En 1751 el consistorio instó, como todos los años, a los vecinos “que se limpien las puertas y las calles y cuelguen sus ventanas y echen en el suelo tomillos, espadañas y otras flores pena de 4 ducados”[1]. Como vemos su incumplimiento se penaba con una multa cuantiosa para la época. 

26 de mayo de 2013

Romería de la Virgen de la Vega, patrona del valle del Corneja (Ávila)




 Autora: Vega Gómez González

Son muchas las romerías que se celebran en torno a la Pascua de Pentecostés (la Hiniesta de Zamora, Valdejimena o los Paporros del Castañar, entre otras). La más importante para los habitantes del valle del Corneja (Ávila) es la de la Virgen de la Vega, que congrega a gentes de todo el contorno en su santuario el lunes de Pentecostés. Muchos de ellos han asistido el día anterior a Valdejimena, que cae a unos 25 kilómetros. La cercanía y la fuerte devoción de que gozan las dos Vírgenes propicia coplas como esta de la Charrada de Piedrahíta:




Virgen Santa de la Vega

¿Dónde tienes tus hermanas?

la una está en Valdejimena

y la otra en la Peña Francia

21 de mayo de 2013

La romería de la Peña de la Cruz

Autora: Carmen Cascón Matas



        Desde la Edad Media, y a pesar de que en Béjar no existía catedral alguna sino que dependía del obispado placentino, sus curas rectores y beneficiados de sangre hidalga se organizaban en un Cabildo Eclesiástico que siempre estuvo en pugna con sus colegas de Plasencia a pesar de los intentos del obispo por suprimir una institución que, con el paso del tiempo, fue quedando obsoleta y vacía. En la Edad Moderna para poder entrar en tan selecta institución se exigían documentos de limpieza de sangre que eximiesen a los sacerdotes entrantes de cualquier tara judía o musulmana. Un abad nombrado cada dos años presidía el Cabildo y su organización estaba minuciosamente establecida a través de una regla en la que se especificaban las procesiones, misas y festividades a las cuales sus miembros debían asistir, incluso el pago por la asistencia a ellas y las penas impuestas a aquellos que no obedecían las órdenes de su abad, entre otras muchas disposiciones.

 Fotografía antigua de la romería.
 Foto extraída de Documentos Béjar


23 de marzo de 2013

Recuerdos de una Semana Santa que se fue




         Con la solemnidad de los años anteriores, algo deslucidos por el mal tiempo reinante, se celebraron los cultos de Semana Santa en nuestra ciudad. Fueron numerosísimos los fieles que asistieron el Jueves Santo a las Comuniones y asimismo los Oficios de las distintas parroquias se vieron muy concurridos. 

            En la tarde del mismo día, y a pesar del cielo nublado y sombrío, fueron muchas y bellas señoritas las que lucieron la devota mantilla española en la visita de los Sagrarios. 



  
         En la mañana del Viernes Santo se celebró el tradicional “Tálamo” y por la tarde la procesión del Santo Entierro, que hizo el recorrido de costumbre muy solemne.
Igualmente tuvo lugar la acostumbrada exposición de escaparates, con destino a la cual la Cámara de Comercio instituyó para este año tres premios. 


10 de septiembre de 2012

Fotografías de la romería de la Virgen del Castañar 2012



Hace un par de días celebramos la romería de la Virgen del Castañar, la patrona de Béjar y su comarca, con fiestas previas y festejos habituales que suelen durar unos ocho días más o menos. El centro de la fiesta se encuentra precisamente ese día, en el monte y al fresco, hacia donde nos dirigimos los bejaranos y curiosos para ver y participar en la romería. Previa misa, los monaguillos y la cruz de guión abren el recorrido que transcurre desde la plaza de los Tilos (adyacente al santuario) hasta el Mirador de la Virgen dejando a un lado la Plaza de Toros y vuelta al santuario. Creo que las imágenes son bastantes más explicativas que mis palabras, así que dejo la pluma (mejor dicho el teclado) para que admiréis las fotos.

Los monaguillos abren la romería

31 de julio de 2012

Vapores de calor y buen guiso




            El monte del Castañar es lugar ideal para el descanso y para compartir experiencias en buena compañía. Y esto no lo hemos descubierto los bejaranos de hoy día, sino que desde tiempo inmemorial el monte santo, por albergar el santuario de la patrona, es también paraje de fiesta. El mismo 8 de septiembre, día de la Virgen del Castañar, la tarde es amenizada con festejos taurinos desde la lejana fecha de 1667, año en que se lidiaron toros en este lugar por vez primera según la documentación. De la afición bejarana por el toro da buena cuenta el hecho de que se construyera la plaza de toros en piedra más antigua de España, datada en 1711, asentando sus sillares sobre otra más antigua de madera. Cerca del coso se situaba el desaparecido “Teatro de Comedias” donde se representaban obras teatrales del más variado pelaje con el fin de hacer pasar un buen rato al público congregado. En los siglos XIX y XX surgieron en el fresco monte “hotelitos”, casas de recreo, chalets y adosados, así como bares y chiringuitos, para escapar de los apretones del calor veraniego. Y esa doble función religiosa y festiva aún se mantiene, ya que la Plaza de Toros del Castañar sirve para la función taurina y también como escenario para el Festival Internacional de Blues



18 de julio de 2012

De cómo es y cómo era el Día del Carmen en Piedrahíta



Autora: Vega Gómez González

Las Madres Carmelitas se hallan al menos desde el siglo XV entre los piedrahitenses. Su convento de la Madre de Dios fue fundado por Doña María Álvarez de Vergas y Acebedo en 1460. Durante siglos estuvo bajo el patrocinio de los Duques de Alba, como demuestran los escudos inscritos en sus portadas. Guarda importantes tesoros artísticos en su interior,  por lo que forma parte del Museo de Arte Sacro de Piedrahíta (MASIP), pudiéndose visitar los sábados de 11 a 13 horas.

Escapulario


Sin embargo, hoy hablaremos de otro tesoro inmaterial de Piedrahíta que sigue existiendo gracias a la pervivencia del convento y de sus contadas moradoras: la celebración, el día 16 de julio, de la festividad del Carmen, patrona del mismo.