Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
Mucho se ha escrito sobre el autor de La Araucana, pero poco de su linaje materno, que en gran medida explica su personalidad y los episodios más importantes de su vida. Los biógrafos no dejan de mencionar que su madre, Leonor de Zúñiga, era familiar del duque de Béjar y de los condes de Miranda (del Castañar) y de Niebla, pero con cierto grado de machismo ponen más énfasis en el origen vizcaíno de su padre, el magistrado Fortún García de Ercilla, que no obstante había nacido en Sevilla (Alonso nació en Madrid). El hecho es que el padre falleció antes de que Alonso cumpliera un año, por lo que doña Leonor se encargó de su crianza y educación (le enseñó latín), junto con la de tres hermanas y dos hermanos mayores. Para aliviar su situación de viudez, doña Leonor intercambió el señorío de Bobadilla heredado de su padre (otros dicen que lo perdió en un pleito) por el cargo de guardadamas de la infanta María de Austria, hija del emperador Carlos V, y se fue a vivir a la corte con sus seis hijos (Francisco, el mayor, murió joven).
El jefe de la Casa Imperial y educador del príncipe, futuro Felipe II, era Juan de Zúñiga Avellaneda y Velasco, pariente de doña Leonor que vivía en palacio, y con quien el emperador ordenó que también se educara el joven Alonso (Juan de Zúñiga acompañó al emperador a la coronación en Bolonia, y cuando fue embajador en Lisboa gestionó el matrimonio de Carlos V con Isabel de Portugal; fue también corregente de España). Al círculo de jóvenes nobles que rodeaban a Felipe se agregaba Luis de Zúñiga y Requeséns (futuro gobernador de Milán y los Países Bajos y 2° jefe de la armada española en la batalla de Lepanto), primogénito de Juan y primo de Alonso (los Zúñiga-Requeséns eran once). A esto debe sumarse que el segundo hermano mayor de Ercilla, que también firmaba Juan de Zúñiga y fue sacerdote, pasó a formar parte del cuerpo de capellanes de la corte imperial.