Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
No fue la duda sobre la identidad de su autor lo que retrasó en un siglo el éxito editorial de La Celestina, ni tampoco la censura inquisitorial de que fue objeto más adelante (“Celestina lena, nequitiarum parens”. De institutione feminae christianae, Juan Luis Vives) lo que frenó su difusión.
Lo cierto es que hubo una Segunda Celestina (en realidad hubo varias, alguna atribuida a sor Juana Inés de la Cruz, y hasta una tercera y una cuarta), escrita y publicada en 1543 en Medina del Campo por Feliciano de Silva, natural de Ciudad Rodrigo, Salamanca.
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La trama de Silva es sencilla, y consiste en que Celestina decide pasar por muerta después del ataque de Pármeno y Sempronio, y se acoge donde un antiguo cliente hasta recuperarse de la paliza. Restablecida, vuelve a la calle, pero resuelta a enderezar su vida pecaminosa y a mediar en ayuda de los amores de una nueva pareja, Felides y Polandria, esta vez con resultado feliz.
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Continuador de libros de caballería y citado en el primer capítulo del Quijote, del autor se sabe además que fue uno de los cronistas del emperador Carlos V y vivió al menos dos años en la corte, donde habría conocido a Francés de Zúñiga y a Luis de Ávila y Zúñiga, ambos del círculo familiar del duque de Béjar, y también cronistas, cada uno a su manera, del monarca.
Lisuarte de Grecia
La relación con miembros del linaje fue más allá, y la novedad consiste en que la Segunda Celestina está expresamente dedicada al duque de Béjar, marqués de Ayamonte y de Gibraleón, conde de Belalcázar y Bañares, etc., dedicatoria casi igual a la que escribirá más tarde Cervantes para el nieto del duque en la primera parte del Quijote, pero con la diferencia de que Feliciano de Silva antepuso y explicitó el nombre: …al muy ilustrísimo señor don Francisco de Zúñiga Guzmán y de Sotomayor…
Dedicatoria de la Segunda Celestina.
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Por la fecha de la publicación, se trata en realidad de Alonso Francisco de Sotomayor y Portugal, conde de Belalcázar, que pasó a llamarse Alonso Francisco de Zúñiga y Sotomayor al casarse con su prima Teresa de Zúñiga, III duquesa de Béjar, con el fin de valerse del título ducal (y de los bienes, que eran muchos) adscrito(s) al apellido.
Floristel de Niquea
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Unos años antes, Feliciano de Silva había dedicado también al mismo duque la tercera parte del libro de caballería Florisel de Niquea, con el siguiente exordio: …va dirigida al ilustrísimo señor don Francisco de Zúñiga de Sotomayor, duque de Béjar, marqués de Ayamonte y de Gibraleón, conde de Benalcázar (sic) y de Bañares, señor de la Puebla de Alcocer, con todo su vizcondado, y de las villas de Lepe, Curiel, Burguillos y Capilla, y Justicia Mayor de Castilla, elogiando en el largo proemio siguiente la participación del duque en las guerras contra el turco.
He leído nada más que la primera Celestina. En mnis tiempos de estudiante, me he leído bastante literatura clásica.
ResponderEliminarBesos
Es cierto que don Miguel de Cervantes le cita en el primer capítulo del Quijote, pero lo hace con una intención clara de crítica especialmente al estilo pomposo y hueco de Feliciano Silva: «La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura» o aquello otro de: «Los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza...» Vamos que, a don Miguel, sólo le falto añadir un Jajaja.
ResponderEliminarUna abrazo,
Toda la razón... JZR.
EliminarMuy bueno, Miguel. Esos versos quizá hayan sido más difundidos a través del Quijote que por las obras de Silva. Vamos, que tu tocayo le llevó a la inmortalidad aunque se riera de su estilo pomposo.
EliminarSaludos
Mea culpa...No sabía que existía una segunda celestina...Ya la buscaré. La literatura clásica aun me distrae.
ResponderEliminarBesos Carmen
Pues para mí ha sido una sorpresa saber que hubo más Celestinas. Interesante como la revive y consigue sus propósitos con los enamorados., nada que ver con la original.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo desconocía la segunda Celestina, y me alegro que hubiese sido dedicado al duque de Béjar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Algo que desconocía ya que solo tenía noticias de la de Fernando de Rojas.
ResponderEliminarSaludos.
·.
ResponderEliminarYo solo conocía a la de Rojas.
Me encanta que me ilustre... y que pueda disfrutar de tan preciosas ilustraciones.
Un abrazo Carmen
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LMA · & · CR